Filosofía

Las 10 Características de la Ética Más Destacadas


Una de las características de la ética más destacadas es que es un elemento fundamental para el desarrollo de una sociedad armoniosa, justa y que brinde bienestar. La ética puede definirse desde dos puntos de vista.

Por un lado, corresponde al sistema de principios morales sobre los cuales basan sus acciones los individuos que conforman una sociedad específica. Por otro lado, la ética se trata del estudio de los estándares morales, busca desarrollarlos y generar bases sólidas, para así garantizar que estos estándares seguirán siendo sustentados por elementos racionalmente concebidos.

Algunas personas utilizan los términos “moral” y ética” de manera intercambiable, dándoles el mismo significado. Aunque esto es ampliamente aceptado, también se dice que la moral tiene que ver con los principios y valores personales, mientras que la ética se considera una concepción más general y colectiva de las nociones de bien y mal.

Los estándares sobre los cuales se basa la ética se caracterizan por estar fundamentados en la razón, y su principal preocupación es generar conciencia en los individuos.

De manera que, desde su propio contexto, las personas pueden desarrollar acciones basadas en la ética y fomentar este tipo de acciones en todos los ámbitos de la sociedad, incluyendo instituciones estatales y el ámbito privado.

Características principales de la ética

1- Define lo que está bien y mal

Todos los principios sobre los cuales se basa la ética tienen la intención de generar una especie de guía, a través de la cual se establezcan cuáles son los comportamientos correctos y cuáles los incorrectos.

La ética no pretende ofrecer respuestas absolutamente correctas ante situaciones específicas, pero sí busca ser un contexto que permita reconocer, con más racionalidad, las buenas y malas acciones, en función al bienestar que produzca en individuos y sociedades.

2- Tiene que ver con el prójimo

Los principios de la ética están asociados a la posibilidad de convivir pacíficamente y con reconocimiento del otro; por lo tanto, son lineamientos a través de los que se consideran a las otras personas, y se busca generar un ambiente de bienestar y justicia.

Esta preocupación por el otro va más allá de los propios intereses, y se centra tanto en los individuos como en la sociedad.

3- Trata sobre derechos y responsabilidades

La ética trata de identificar cuáles son las acciones que los individuos deben llevar a cabo para generar un entorno armónico y respetuoso, y esto tiene que ver directamente con los derechos y las responsabilidades de cada persona.

Al tratarse de un sistema moral que busca reconocer al prójimo, los derechos y deberes son aspectos fundamentales, dado que brindan una base sobre cuáles deben ser los lineamientos racionales para generar un entorno justo.

4- Permite resolver conflictos

Dado que la ética puede considerarse un sistema de principios morales, puede servir como plataforma para encontrar puntos en común entre personas o sociedades en conflicto.

La ética se basa en valores universales, como la tolerancia, el respeto, la solidaridad o la paz, entre otros, y sobre la base de estos principios es más sencillo encontrar el consenso entre factores en conflicto.

5- No ofrece conclusiones, sino opción de decisión

Los principios éticos no son absolutos. Hay situaciones en las que es más sencillo identificar cuáles son los elementos que llevan a un buen accionar, pero hay muchas otras cuya resolución es más compleja.

La ética brinda una plataforma de valores que permite debatir sobre lo que es más conveniente en una situación particular, pero no ofrece una verdad absoluta, dado que, en general, no existe sólo una verdad.

6- No está asociada a los sentimientos

Suele ocurrir que, en situaciones comprometedoras o que tienen fuerte incidencia en la vida de las personas, estas se dejen llevar por los sentimientos y las emociones, y este curso de acción no garantizará necesariamente una resolución ética de la situación en cuestión.

La ética viene a ser un sistema a través del cual es posible evitar las acciones basadas en la irracionalidad. Se procura observar todos los acontecimientos desde la razón y tomando en cuenta lo que es más conveniente para la sociedad.

7- No se basa en la religión

La ética no está definida por la religión. Hay quienes indican que la religión constituye las bases de la ética, y hay otra corriente que establece que la ética se basa netamente en asuntos racionales.

Muchas de las religiones basan sus preceptos en aspectos éticos, pero la ética va más allá, debido a que aplica tanto a personas religiosas como a personas ateas.

Lo que busca es generar conciencia en los individuos, de manera que puedan tomar decisiones basadas en generar bienestar personal y en las otras personas.

8- Es diferente de la ley

La ley se refiere a un conjunto de regulaciones establecidas en conformidad con los intereses de una nación, y que implican un castigo para aquel que no las cumpla.

En cambio, la ética se basa en principios morales que se espera guíen las acciones de las personas y las sociedades.

Se espera que la ley se base en preceptos éticos, pero la ética no está definida por la ley. En algunos casos, la ley más bien se ha separado de la ética, respondiendo a intereses individuales en detrimento del bienestar del prójimo.

9- No está definida por la sociedad

La ética tampoco está definida por las sociedades. Se espera que los principios éticos sean aceptados por las sociedades; de hecho, la mayoría lo son (como la honestidad, la confianza, el respeto, entre otros).

Sin embargo, han existido sociedades cuya acciones socialmente aceptadas se alejan de lo universalmente ético.

En alguna época, eran aceptadas ciertas acciones como la esclavitud, las torturas, la violencia y represión, entre otras; y eran considerados por la sociedad comportamientos éticos.

10- Está en constante revisión

La ética, en lugar de ser un concepto estático, debe estar en constante revisión, debido a que las mismas sociedades son dinámicas y los estándares morales pueden transformarse o necesitar reafirmarse.

Es importante que la ética mantenga unas bases firmes y sólidas para que así pueda cumplir eficientemente su labor de garantizar el mayor beneficio para las personas.