Siempreviva: características, hábitat, usos y cuidados
La siempreviva (Sempervivum) es un género de plantas suculentas pertenecientes a la familia de las crasuláceas, nativas del norte de África, Europa y Medio Oriente. El vocablo sempervivum proviene de “semper” (siempre) y “vivum” (vivo), que alude a plantas vivaces todo el tiempo.
Entre las principales especies del género Sempervivum se encuentran: Sempervivum tectorum (siempreviva mayor), Sempervivum arachnoideum (siempreviva araña) y Sempervivum calcaratum. Así como: S. ciliosum, S. grandiflorum, S. giusepii, S. hirtum, S. montanum, S. pumilum, S. schlehanii y S. wulfenii.
La mayoría de las especies de Sempervivum son plantas pequeñas en forma de roseta con hojas suculentas y pubescentes en disposición radial. La reproducción asexual de esta planta favorece la formación de gran número de hijuelos, que cubren un área significativa alrededor de la planta madre.
De cada roseta emerge un largo pedúnculo en cuyo extremo crecen pequeñas flores de colores rosa, crema, amarillo o blanco. La floración ocurre en el verano, posteriormente la planta muere, sin dejar de producir previamente abundantes hijuelos laterales.
Estas plantas presentan una gran adaptación a condiciones ambientales adversas, siempre se conserva verde, resiste condiciones de frio extremo e inclemente radiación solar. El principal uso de la siempreviva es ornamental, sin embargo, tiene algunas propiedades medicinales como astringente, antiespasmódico, antiinflamatorio y cicatrizante.
Índice del artículo
La Sempervivum es una planta herbácea y perenne de tallos muy cortos, casi inexistentes, que desarrolla estolones vegetativos a partir de las axilas foliares. Las hojas simples, suculentas, lisas o pubescentes, estrechas, ovaladas monocárpicas, a veces agudas en el ápice, se disponen en forma de roseta.
El área foliar presenta tonalidades que van del verde claro al verde oscuro, intenso y brillante. Son característicos los matices violáceos en los extremos de cada hoja; algunas especies son amarillas, rojas o moradas.
Las inflorescencias cimosas se desarrollan a partir de un tallo florífero de 5-20 cm de largo ligeramente piloso. Las flores de forma estrellada se ubican al final del tallo floral protegidas por tres brácteas en grupos de 10-25 unidades.
Las flores diminutas de 15-25 cm de diámetro destacan por la variedad cromática que cubre la gama del rojo, rosa, amarillo y blanco. La floración se presenta al final de la primavera, a lo largo del verano, incluso hasta mediados del otoño.
En análisis químico de Sempervivum ha permitido determinar la presencia del ácido málico, ácido fórmico y malato cálcico, así como cantidades significativas de mucílagos, resinas y taninos.
Reino: Plantae
Subreino: Tracheobionta
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Saxifragales
Familia: Crassulaceae
Subfamilia: Sempervivoideae
Género: Sempervivum L., Sp. Pl. 1:464 (1753).
La diversa variedad de especies de siemprevivas es originaria de la zona alrededor del Mediterráneo, desde la región del norte de África, el Medio Oriente y el sur de Europa, incluyendo la península Ibérica y las Islas Canarias.
En Europa es frecuente observarla desde los Alpes a los Balcanes, en los Cárpatos, el Cáucaso, las montañas de Armenia, y en Turquía. En la península ibérica algunas especies son endémicas de la Sierra Nevada y la Sierra de Baza.
Las siemprevivas son plantas suculentas que tienen la capacidad de almacenar agua, lo que facilita su desarrollo sobre superficies rocosas y soleadas. Se ubican en los pisos bioclimáticos supramediterráneo y oromediterráneo, a un nivel de altitud entre los 1.200 y 2.200 msnm.
Como ornamento puede ser cultivada en macetas, ya que se multiplica fácilmente a través de hijuelos. Es una planta que no requiere cuidados especiales, prefiere suelos calizos, bien drenados y efectiva exposición solar.
Esta planta florece de junio a julio, de hecho, la siempreviva presenta crecimiento vegetativo durante varios años antes de florecer. La floración se ve favorecida por el clima estival, es decir, cuando las temperaturas se incrementan y se presenta un clima cálido.
Las propiedades medicinales de la siempreviva se han aprovechado desde épocas remotas. Existe evidencia de que la planta se utilizaba para aliviar las quemaduras, callosidades y problemas de hemorroides.
En forma de cataplasma se emplea para limpiar heridas y reducir las inflamaciones, además es aplicada en el tratamiento de úlceras y gangrenas. Las infusiones tienen propiedades astringentes y refrescantes, el néctar de las hojas es útil para afecciones de la vista.
Como planta astringente, antiséptica y diurética, está indicada para aliviar problemas relacionados con retención de líquidos, cistitis, enterocolitis, urolitiasis o nefrolitiasis, y faringitis. Como remedio tradicional se emplea para aliviar el dolor abdominal o pélvico, y el dolor menstrual o dismenorrea.
En algunas regiones se emplean los brotes tiernos como ingrediente y aderezo de ensaladas u otras recetas culinarias. Por su carácter suculento las hojas son fuente de líquidos para mitigar la sed.
Un uso particular que se ha dado a esta planta es para revestir y fortalecer los techos de tierra en zonas rurales. En otras épocas se asumía que el manto vegetal que cubría los tejados de las casas protegía a sus habitantes de los rayos.
En la actualidad su principal uso es a nivel ornamental, por lo que se cultiva con fines decorativos, tanto en macetas como en jardinería. Las hojas agrupadas en forma de roseta de diferentes texturas y colores ofrecen un llamativo colorido en parques y jardines.
La planta de siempreviva se puede ubicar en áreas externas sobre mantos rocosos y alrededor de las caminerías, o en el interior en maceta anchas y bajas. Es una planta que necesita estar expuesta a la radiación solar y se adapta a condiciones de baja temperatura y escasa humedad.
La mayoría de las especies de Sempervivum no son exigentes en suelo, basta que sea suelto, poroso y de buen drenaje. No requieren un tipo de fertilización especial, solo que en macetas es recomendable renovar la tierra cada dos años.
El riego debe ser moderado, previendo que la planta es resistente a la sequía. En macetas se recomienda incorporar arena a la tierra negra para evitar el encharcamiento.
Si el cultivo de siemprevivas se desarrolla en condiciones ambientales optimas, las plantas no son propensas a ser atacadas por plagas o enfermedades. La mejor época para realizar el trasplante es a comienzo de primavera, cuando las temperaturas son más suaves.
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