León marino: características, hábitat, reproducción
León marino es el nombre común que reciben las especies que conforman la subfamilia Otariinae. Este mamífero acuático se distingue del resto de los pinnípedos porque su oído tiene una parte externa, que cuelga hacia abajo.
También, el león marino, a diferencia de las focas y de las morsas, puede girar sus aletas posteriores hacia adelante. Esto contribuye con su desplazamiento en las costas rocosas y en las playas.
Su cuerpo tiene forma aerodinámica, con unas extremidades que evolutivamente han sido modificadas para en nado. En cuanto a las anteriores, son más fuertes y desarrolladas que las posteriores.
Los miembros de la subfamilia Otariinae se distribuyen desde las aguas tropicales hasta las subárticas, de los diferentes océanos, con la excepción del océano Atlántico. Generalmente habitan en zonas costeras, en aguas poco profundas con abundantes recursos alimenticios.
El león marino es un excelente nadador, pudiendo así alcanzar hasta 40 km/h. Esto permite que cace activamente a sus presas y que pueda escapar rápidamente de sus enemigos, entre los que se encuentran los tiburones y las orcas.
Índice del artículo
- 1 Características generales
- 2 Hábitat y distribución
- 3 Taxonomía y clasificación
- 4 Estado de conservación
- 5 Reproducción
- 6 Alimentación
- 7 Comportamiento
- 8 Los leones marinos y algunas actividades de la Armada española
- 9 Referencias
El tamaño del león marino puede variar según la especie. De manera general, el macho mide entre 2 y 3 metros de largo y su peso oscila de 200 a 1000 kilogramos. En cuanto a la hembra, su cuerpo tiene una longitud de 1,3 a 2,7 metros, con un peso aproximado de 50 a 270 kilogramos.
La coloración de estos mamíferos acuáticos puede ser desde tonos marrones oscuros hasta grises. Algunos pudieran ser tan oscuros que parecieran ser negros, como es el caso del león marino de Nueva Zelanda.
Los diferentes géneros de la familia Otariidae tienen particularidades, en cuanto al color de su pelaje. Por ejemplo, el león marino de California es marrón, mientras que el león marino del sur también es marrón, pero tiene un vientre dorado o amarillo oscuro.
El macho del león marino de Steller tiene una especie de melena gruesa y abundante en su cuello y su cuerpo es de color beige claro o marrón rojizo. Otra especie que tiene melena es el león marino australiano. Esta es blanca o amarillenta, que contrasta con el marrón oscuro del resto del pelaje.
El león marino tiene orejas externas, que apuntan hacia abajo. En cuanto al sentido del oído, es uno de los más importantes para este animal. En investigaciones realizadas se ha comprobado que bajo el agua es capaz de escuchar sonidos entre 1 y 40 kHz.
Estos valores son muchos más altos que los correspondientes al rango acústico de los humanos, que se encuentra de 0,02 a 20 kHz.
La visión bajo el agua es aguda, ya que los ojos son sensibles a las variaciones en la intensidad de la luz. Esto se debe a varios factores, entre los cuales está la retina. En su constitución existen una mayor cantidad de células encargadas de capturar los rayos luminosos.
Aunado a esto, el león marino tiene altamente desarrollado el tapetum lucidum, una serie de placas reflectantes localizadas detrás de la retina. Dichas estructuras actúan como si fueran espejos, reflejando la luz por la retina. De esta manera, se incrementa la capacidad de absorción de la luz.
Esto permite que el animal se adapte rápidamente a los cambios repentinos de luminosidad que puedan ocurrir dentro del agua. Por otra parte, los estudios recientes indican que puede distinguir algunos colores que estén en el espectro azul-verde.
El león marino puede sumergirse entre 26 y 74 metros de profundidad, debido a que la gran mayoría de su alimento se encuentra en dicho rango. A diferencia del hombre, este mamífero acuático puede bucear cada vez que lo necesite, sin verse en la necesidad de realizar paradas de descompresión.
Aunque normalmente necesita salir cada tres minutos fuera del agua a respirar, puede aguantar la respiración hasta 10 minutos. Todos estos comportamientos se logran gracias a varias adaptaciones fisiológicas, como la relacionada con su ritmo cardíaco. Este puede volverse más lento durante las inmersiones, disminuyendo de 95 a 20 latidos por minuto.
También, su volumen sanguíneo es mayor, lo que le permite una mayor capacidad para captar el oxígeno. Así, mientras bucean, la sangre es desplazada de aquellos tejidos que toleran bajos niveles de oxígeno, y es enviada al sistema nervioso central y al corazón.
Para regular su temperatura corporal, el león marino tiene una gruesa capa de grasa situada debajo de su piel. Además de protegerlo del frío, este tejido adiposo es un reservorio de energía. Otra manera de termorregulación es exponer una o varias de sus aletas al sol.
Además, los vasos sanguíneos ubicados bajo de la piel se contraen o se dilatan para eliminar o conservar el calor, según sea la necesidad.
Las aletas delanteras son grandes y fuertes, otorgando la propulsión del cuerpo hacia adelante. En cuanto a las aletas traseras, son más cortas y ayudan con la dirección del nado. Estas extremidades modificadas son lo suficientemente fuertes para soportar el peso del animal mientras camina en la tierra.
Además, las aletas anteriores son utilizadas para recoger algunas cosas. Inclusive pueden unirlas y moverlas de tal manera que simulen estar aplaudiendo.
En ambos lados de la cara, el león marino tiene unos pelos especializados conocidos como vibrisas. Estas se encuentran unidas a los músculos y están provistas de terminaciones nerviosas. Dichas estructuras sensoriales son utilizadas para detectar vibraciones y para explorar los objetos que se encuentran a su alrededor.
Su cuerpo tiene forma de torpedo, lo que contribuye a su desplazamiento en el agua. Los músculos del cuello le proporcionan a la cabeza un amplio rango de movimiento. En cuanto a la fuerte musculatura de los hombros y de la espalda, contribuyen con los movimientos de las extremidades delanteras.
Los músculos del león marino poseen una alta concentración de mioglobina. Esta proteína es la encargada de captar el oxígeno, además, contribuye a prevenir que el músculo se quede sin él.
El león marino tiene entre 34 y 38 dientes, incluyendo unos caninos grandes y de forma cónica. Estos son utilizados para desgarrar, atrapar y sujetar a la presa. Los dientes posteriores son planos, que se emplean para moler las conchas de los mariscos y de los crustáceos.
Los leones marinos se distribuyen en las aguas de los diferentes mares y océanos a nivel mundial, excepto al norte del océano Atlántico. Así, algunas especies se localizan en regiones subárticas, mientras que otras lo hacen en áreas más cálidas, como en California.
Estos mamíferos marinos se encuentran en diferentes hábitats acuáticos. Generalmente se congregan en los afloramientos rocosos y en las costas arenosas. Sus rangos de caza abarcan desde las bahías hasta varias millas lejos de la costa.
Cada especie tiene su hábitat definido, donde cuenta con las condiciones necesarias para su desarrollo. Así, el lobo marino de California vive en las costas de Corea y de Japón y Corea, al oeste de Norteamérica, abarcando desde el sur de Canadá hasta México, y en las Islas Galápagos.
El león marino de Steller se encuentra en las aguas costeras de la región norte del Pacífico, tanto en América como en Asia. De esta manera, se distribuye desde las islas Aleutianas hasta la costa norte del estado de California. En cuanto al lobo marino de Galápagos, vive en Ecuador, en la isla Galápagos.
Lobo marino del sur habita a lo largo de la costa este y oeste de Suramérica y de las Islas Malvinas. En la costa meridional y occidental de Australia viven los lobos marinos australianos y en la costa de Nueva Zelanda están los lobos marinos de Hooker.
-Reino: Animal.
-Subreino: Bilateria.
-Filum: Cordado.
-Subfilum: Vertebrado.
-Superclase: Tetrapoda
-Clase: Mamífero.
-Subclase: Theria.
-Orden: Carnivora.
-Suborden: Caniformia.
– Familia: Otariidae.
-Subfamilia: Otariinae.
Géneros
-Arctocephalus.
-Zalophus.
-Callorhinus.
-Phocarctos.
-Eumetopias.
-Otaria.
-Neophoca.
Algunas poblaciones de leones marinos han sufrido disminuciones importantes, por lo que la UICN las categoriza dentro del grupo de especies en peligro de extinguirse.
Así, el león marino australiano (Neophoca cinérea), el león marino de Galápagos (Zalophus wollebaeki) y el león marino de Nueva Zelanda (Phocarctos hookeri) se encuentran en peligro de extinguirse. Sin embargo, otras especies están en riesgos menores.
Tal es el caso del león marino de Steller (Eumetopias jubatus), que está categorizado como vulnerable. En cuanto al león marino de Sur América (Otaria byronia) y el león marino de California (Zalophus californianus) son de preocupación menor.
Existe una gran variedad de factores antropogénicos que podrían estar afectando al lobo marino. Entre estos se encuentra su captura incidental en las redes de enmalle y la pesquería de arrastre.
Además, el enredo del león marino en los desechos que se encuentran en el agua es una de las principales amenazas del lobo marino australiano. Otras de las amenazas son la caza deliberada, la contaminación química de las aguas, los derrames de petróleo y los efectos del cambio climático.
El uso de las aguas costeras para la acuicultura y la pesca ha incrementado la interacción entre estos mamíferos marinos y las industrias pesqueras.
Las relaciones con dichas actividades generan una competencia por los diversos recursos pesqueros. Además, producen alteraciones del hábitat, que afectan las áreas de alimentación del león marino.
Actualmente, el león marino de Nueva Zelanda está limitado a dos poblaciones muy pequeñas, reproductivamente restringidas. Esto hace que sean vulnerables a las enfermedades y a las variaciones ambientales.
Los leones marinos de California acumulan grandes cantidades de DDT, que ingresan a su organismo al consumir presas contaminadas.
Los gobiernos de las diferentes naciones, donde habitan los leones marinos que se encuentran amenazados, han promulgado leyes en pro de su protección. Así mismo, en la gran mayoría de las regiones costeras, el turismo está controlado y regulado.
Además, han sido creadas numerosas áreas protegidas y reservas naturales, especialmente en Argentina, donde habita el león marino del sur. En Perú es ilegal cazar, exportar o transportar esta especie con intención de comercializarlas.
En la temporada de reproducción, el macho del león marino deja el agua primero que la hembra y se dirige a la tierra, para establecer un territorio donde pueda formar su harén. La intención es reunir la mayor cantidad de hembras, pudiendo formar un harén con 15 de estas.
Una vez que haya establecido el área, el macho la defenderá, incluyendo el patrullaje del agua que se encuentre frente a este territorio. Semanas después llegan las hembras, que serán atraídas por el macho. Aquel que tomó una zona frente a la playa, es privilegiado, ya que atraerá con mayor rapidez a las hembras.
En el momento que se forma el harén, el macho luchará por mantener el control de las hembras y del territorio. Para esto, puede emitir fuertes vocalizaciones, sacudir su cabeza o lanzarse sobre el oponente, ocasionando graves lesiones.
Mientras el macho protege su territorio y a su harén, deja de comer. Sin embargo, meses antes se ha sobrealimentado, provocando una gruesa capa de grasa que utilizará como fuente de nutrientes durante esta temporada.
Debido a que la hembra tiene implantación tardía del huevo fecundado, probablemente esta llega al lugar de reproducción con una gestación producto de la temporada anterior.
Así, el alumbramiento ocurre a los pocos días de llegar a la colonia. Luego de 10 a 14 días después del parto, la hembra puede reproducirse nuevamente. El óvulo fecundado se desarrolla en el útero por pocas semanas, para luego entrar en una etapa de inactividad.
Una vez transcurridas aproximadamente cuatro semanas, este se implanta en el útero y culmina su desarrollo. Toda la etapa del embarazo dura alrededor de 8 a 12 meses.
El león marino es un animal carnívoro. De manera general consume pulpos, calamares, cangrejos, rayas y algunas veces pingüinos y tortugas marinas.
Un elemento importante en su dieta es el pescado. Así, suele cazar caballa, salmón, sardina, abadejo, pez sable, merluza, anchoa, arenque y bacalao.
Diariamente, come entre 7 y 16 kilogramos de comida, representando alrededor del 5 al 8 % de su masa corporal. Con relación a los jóvenes, necesitan aproximadamente un 14% de su peso para poder desarrollarse saludablemente.
Usualmente, el león marino ingiere su comida entera, utilizando sus dientes posteriores solo para masticar algunas conchas, como la de los crustáceos.
Mientras se alimenta, este mamífero suele tomar las presas de mayor tamaño y rotarlas de posición. Esto lo hace hasta que consigue colocarlas de cabeza, facilitando el proceso de ingestión de las mismas.
Su alimentación depende en gran medida de la especie y de la región donde habite. Así, el león marino de Steller, si no cuenta con la abundancia de sus presas favoritas, puede consumir focas. El león marino australiano come frecuentemente salmón, cangrejos y pingüinos azules (Eudyptula minor).
Con relación al león marino de Nueva Zelanda prefiere los peces platija, los mejillones, pulpos, rayas, cangrejos y los tiburones pequeños. La principal comida del león marino de las Galápagos son los pulpos, aunque también come sardina y calamares.
En cuanto al lobo marino sudamericano, es consumidor oportunista, que se alimenta de una gran variedad de peces pelágicos y bentónicos. Dentro de sus presas se encuentra la merluza y la sardina.
Los lobos marinos de California consumen más de 50 especies de peces y de cefalópodos, siendo sus favoritos las anchoas, arenques, pulpos y calamares.
Estos mamíferos acuáticos suelen emitir vocalizaciones para comunicarse. Un ejemplo de esto son los leones marinos australianos, cuyos machos utilizan una gran variedad de sonidos en las diferentes interacciones sociales.
Fuera de la temporada de apareamiento, pasan largo tiempo buscando su comida. Así, los machos suelen desplazarse al extremo norte del rango geográfico, mientras las hembras se mantienen cercanas a los lugares de reproducción.
Los leones marinos generalmente se agrupan en grandes colonias, permaneciendo unidos tanto en el mar como en la tierra. De esta manera, pueden ser avistados descansando juntos en la arena o flotando en el océano.
Las colonias de mayor tamaño pudieran tener subcolonias y sus integrantes suelen moverse entre estas. Luego que los machos abandonan el harén, las hembras permanecen en su grupo. Entre estas forman vínculos, basados en la crianza de los jóvenes.
Las madres permanecen con sus crías por lo menos un año. Luego de ese tiempo, los juveniles podrían formar sus propios subgrupos.
España es una nación caracterizada por tener una amplia costa, que es protegida y resguardada principalmente por la Armada Española. Con la intención de incrementar la eficacia en sus labores, esta institución realiza un proyecto para incorporar al león marino en sus actividades.
Estos mamíferos podrían colaborar en diversas acciones relacionadas con naufragios, accidentes industriales, ubicación y recuperación de restos arqueológicos, contaminación ambiental y emigración.
Desde la década de los 70, el departamento de mamíferos marinos de la NAVY emplea al león marino en sus tareas de defensa preventiva. En cuanto a las acciones que realiza este mamífero, son utilizado para la detección de artefactos explosivos y para la fijación de cabos a los proyectiles que yacen en el fondo marino.
Así mismo, dicho animal acuático ha demostrado una alta efectividad en el cumplimiento de sus labores. Esto puede estar asociado a su facilidad de entrenamiento y a las adaptaciones biológicas al buceo y a la natación.
Por otra parte, la incorporación del león marino a las actividades de rescate, de recuperación de objetos y de apoyo a los buzos de la Armada Española permite optimizar y abaratar los recursos, incrementado la eficacia de la cobertura y de la seguridad espacial de ese país.
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