Historia

19 dioses de Mesopotamia y sus historias


Los dioses de Mesopotamia son el conjunto de deidades que fueron veneradas por la antigua civilización mesopotámica. Se caracterizaron por su apariencia antropomórfica y por practicar costumbres similares a la de los seres humanos: todos ellos se casaban, comían, tenían hijos, peleaban, entre otras cosas.

Así mismo, los dioses de Mesopotamia eran vengativos y crueles. De hecho, en muchas ocasiones se mostraban inmisericordes con los hombres. Tal crueldad se puede apreciar en la narración del Diluvio, donde el dios Enlil decidió exterminar a los seres humanos por ser muy ruidosos e interrumpirle el sueño.

La autora María Isabel Contreras, en el artículo La religión en Mesopotamia (s.f.), afirma que la cultura mesopotámica no profesaba amor por sus deidades. Se trataba más bien de una mezcla de temor, miedo y sumisión hacia estas entidades.

De la ira de los dioses no se salvaban ni siquiera los monarcas, quienes debían asistir a un oráculo para saber si las deidades estaban de acuerdo con sus decisiones políticas y militares.

Lista de dioses de Mesopotamia

Es importante destacar que cada ciudad de Mesopotamia contaba con un dios patrón, el cual debía proteger y tutelar a su respectiva ciudad; de esta protección dependía la prosperidad de las naciones.

Por lo tanto, el futuro de cada región pendía de la armonía existente en la relación entre reyes y dioses. A continuación se presenta un listado de las deidades mesopotámicas más importantes:

Enlil, dios del agua

Dentro de la antigua religión sumeria, Enlil era el dios de la tierra y de los cielos, así como del agua. Su nombre está compuesto de dos palabras sumerias: en (señor) y lil (viento o tormenta). Por ello, su posible traducción sería señor del viento o señor de la tormenta.

Para la cultura mesopotámica, el clima no era el que guiaba el éxito o el fracaso de las cosechas. En este caso, la bonanza dependía del curso de los ríos. Esta es una de las razones por las cuales Enlil era tan temible e iracundo, ya que esta deidad solo se manifestaba en sucesos negativos como las inundaciones, las tormentas y las modificaciones en los ríos.

Enlil es nombrado en el Código Hammurabi. Además, fue adorado por varias poblaciones mesopotámicas como los babilonios, los asirios, los acadios y los cananeos. Según la mitología, Enlil intentó erradicar a los seres humanos en tres ocasiones, ya que le molestaban sus ruidosos hábitos.

Ninlil, la diosa del aire

Para la antigua civilización sumeria, Ninlil era la señora del aire y fue conocida por ser la esposa de Enlil. Su nombre originario era Sud, sin embargo, pasó a ser Ninlil luego de contraer matrimonio con Enlil. En la mayoría de los textos es mencionada como la hija de los dioses Nammu y An.

Existe un antiguo texto llamado Enlil y Ninlil, donde se relata que la diosa antes vivía en los enclaves comerciales de Dilmun. Decidió bañarse en el río desnuda, donde fue tomada a la fuerza por Enlil (acto censurado dentro de la tradición de Mesopotamia).

Esto trajo consigo que Enlil fuera desterrado de la ciudad, no obstante, Ninlil decidió seguirlo. De la unión con el dios del agua nacieron tres dioses de ultratumba.

Enki, el señor de la tierra

Dentro de la mitología sumeria, Enki era el dios de la tierra. Se le considera una de las deidades mesopotámicas más importantes, ya que su objetivo principal era crear a los seres humanos y motivar a los otros dioses a crearlos también. Así mismo, Enki es quien dotaba a los hombres en varios conocimientos como las artes y la agricultura.

De igual forma, Enki está asociado en cierta medida con el mundo acuático. Su reino se encuentra en Apsu, una localidad situada en las depresiones de la tierra, donde emanan las aguas primordiales. Enki cuenta con un epíteto: Nadimmud, que quiere decir “hacedor”.

A su vez, esta deidad es considerada como el dios de la sabiduría, de las artes, la magia, el diseño, la construcción y la creación. Comenzó a adorarse por primera vez en las adyacencias del Éufrates y en el valle del Tigris.

A Enki también se le atribuye la creación de los apkallu (“hombre del gran mar”), que son espíritus sabios con la mitad de su cuerpo con figura de pez y la otra mitad con apariencia humana. Se dice que eran los sacerdotes de esta deidad y tenían como misión aconsejar a los primeros gobernantes mitológicos.

Anu, el dios del cielo

Anu es el rey de los dioses, señor de las constelaciones y dios del cielo. Está casado con la diosa Ki y habita en las zonas más elevadas del cielo. A esta deidad se le atribuía el poder de juzgar a aquellos que habían realizado crímenes. También se pensaba que había construido las estrellas con el objetivo de que estas fuesen una especie de soldados destinados a combatir a los malvados.

Es una de las deidades más antiguas dentro del panteón sumerio. Además, forma parte de la tríada de los dioses más importantes junto a Enki y a Enil. De acuerdo a los registros, Anu tiene un templo en la ciudad de Uruk, llamado E-anna. Dicho templo estaba en el sur de Babilonia. Algunos consideran que Anu en algún momento fue esposo de la diosa Inanna.

Según la mitología sumeria, Anu bajó de su reino celestial el cáñamo, la cebada y el trigo con el objetivo de entregarlo a la tierra. No obstante, su hijo Enil decidió amontonar todos estos alimentos y ocultarlos en la montaña. Los dioses del inframundo, Ninazu y Ninmah, se compadecieron de los sumerios y decidieron revelarle el escondite secreto a esta comunidad.

Ki, la diosa de la tierra

Se trataba de una de las entidades femeninas más importantes dentro de la religión mesopotámica. Algunos conocedores la asocian con Ninhursag, la diosa madre, por lo que ambas representarían a la misma figura. Sin embargo, esto todavía no está del todo claro.

Además, ciertos académicos cuestionan la existencia de esta deidad. Esto ocurre porque no se han hallado evidencias de su culto y su nombre aparece solamente en los textos sumerios asociados con la creación. Posteriormente, Ki tomaría el nombre de Antu.

Inanna, la diosa del amor

Inanna era la diosa de la guerra y del amor. Además, era protectora de la localidad de Uruk. Con la llegada de la población acadia, esta deidad se vinculó con la diosa Ishtar. Está emparentada con Venus, por lo que se le vincula con Afrodita, la popular diosa griega.

Según los textos sumerios, Inanna fue hija de Nannar y Ningal. Además, tenía una hermana gemela conocida como Utu. Estaba casada con Dumuzi, quien era un semidiós y héroe de la ciudad de Uruk. Dentro de los arquetipos, Inanna simboliza a la Diosa madre.

Esta diosa contó con siete templos principales junto con ocho templos menores. El mayor de ellos estaba en la ciudad de Uruk y es conocido como E-anna. Esta edificación estaba dedicada a la diosa y a Anu.

Ninazu, el dios con poderes curativos

Fue un dios secundario dentro de la mitología sumeria. Se cree que era el dios del inframundo dentro del reino de la diosa Ereshkigal. También se afirma que es hijo de Ninlil y Enil, sin embargo, existen textos donde se afirma que en realidad proviene de la unión entre Ereskigal y Gugalana.

A Ninazu se le atribuyen poderes curativos. Así mismo, se le veneraba en el templo de la localidad de Esnunna. Era representado con la imagen de un dragón serpiente.

Nammu, primera deidad

Nammu era la diosa que representaba el abismo de las aguas del primer océano. Por ello, se le considera la primera deidad y el origen de todas las cosas. Nammu también es la diosa del nacimiento y era venerada en la localidad de Ur.

En la mayoría de los textos se le identifica como esposa de Anu y madre del dios Enki. Se dice que tenía la capacidad de producir agua y que probablemente fue la progenitora de Ki. Nammu participó junto con Ninmah y Enki en la construcción de la raza humana.

Ereshkigal, diosa del inframundo

En la religión sumeria-acadia, Ereshkigal gobernaba en el inframundo junto con su esposo Nergal. Se considera que es hija del dios Anu y hermana de la diosa Inanna. Antes formaba parte de los dioses celestiales, pero fue secuestrada por la serpiente Kur, quien la llevó al inframundo. Ahí se convirtió en la reina.

Cuenta la leyenda que el dios Nergal fue enviado al inframundo como castigo. Enki le aconsejó que por ningún motivo debía aceptar cualquier obsequio de la diosa Ereshkigal; Nergal no debía tomar ningún tipo de alimento ni bebida, tampoco debía tomar asiento en el mundo de los muertos y debía resistir a la tentación de acostarse con Ereshkigal, caracterizada por su impactante belleza.

Al llegar al inframundo, Ereshkigal deseó a Nergal. Le ofreció un asiento, pero el dios se negó. Luego le trajo bebida y comida, pero el dios volvió a negarse. No obstante, Ereshkigal le comentó a Nergal que iría a bañarse, permitiéndole observar su cuerpo por unos instantes.

El dios intentó resistirse, pero al final cedió ante los encantos de Ereshkigal. Estuvieron juntos por siete noches y luego volvió al mundo celeste sin avisarle a la diosa. Ereshkigal se apenó mucho y amenazó con enviar a todos sus muertos si Nergal no volvía con ella.

Por esta razón, el dios tuvo que volver al inframundo. Pero estaba molesto con la diosa, por lo que la agarró por los cabellos para decapitarla. La diosa le confesó que le amaba y le ofreció gobernar el mundo inferior a su lado. A Nergal le complació la propuesta y desde ese momento gobernaron juntos el mundo de los muertos.

Kur

Para los sumerios, el universo era un mar de agua salada primordial que surgió a raíz de Nammu. En la parte inferior, existía un océano de agua dulce que era el inframundo. Ese era el Kur, también conocido como Irkalla, que se representa como una serpiente dragón, con gesticulaciones muy terribles y atemorizantes.

Nannar o Sin

Hijo de Enlil y Ninlil, Nannar fue venerado por ser el dios de la luna. Es conocido por Nannar por los sumerios, mientras que por babilonios y arcadios se adoptó el nombre de Sin.

Nannar llegó a ser dios supremo del panteón cuando la ciudad de Ur fue dominante en la región. También es considerado el padre de la sabiduría. Su figura se dibujaba como un anciano cornudo, portador de una barba de lapislázuli.

Nigal

Es la mujer de Nannar. También conocida como Nigal, es considerada la diosa de la luna. Al igual que su esposo, fue venerada por pastores de ganado vacuno.

A veces se entiende que Nigal es una diosa vaca y Sin un dios toro. Esta identificación de los animales los convierte también en un amuleto para la fertilidad. Tuvo dos hijos: Utu e Innanna.

Utu o Shamash

Era el dios de la justicia y del sol, y el hermano gemelo de la diosa Inanna. Es conocido como Utu entre los sumerios y Tammuz para los babilonios. Su ascendencia originó muchas discordancias en tiempo y lugar.

Primero, fue identificado como hijo de Anu o Enill. Los babilonios consideran a Tammuz consorte de Inanna. Sus símbolos fueron la balanza y un hombre en llamas.

Erra

Tanto en Babilonia como Arcadia, Erra fue considerado como el dios de la guerra, de las revueltas, de los alzamientos y de cualquier movimiento armado.

Nergal

Nergal es el dios de los muertos y suele identificarse como el consorte de Ereshkigal. De acuerdo a la leyenda pasa de ser el dios de la guerra cuando Enlil y Ninlil le otorga el gobierno del inframundo.

Además, se le asocia con los incendios forestales, plagas, enfermeades, causante con la destrucción y la devastación.

Nabu

Nabu era el dios de los escribas y la escritura. Fue hijo de Marduk y Zarpanitum y su esposa era la diosa Tashmetu. Se representan con simbolos como las tablillas y los útiles de escritura.

Nabu es quien escribe el destino de las persona en las tablillas de los registros sagrados. Luego se asoció con la sabiduría y la agricultura.

Marduk

Marduk es el dios principal de los babilonios. Fue el primer hijo e Enki y se le aoraba por ser el dios de la creación, el agua, la vegetación, el juicio y la magia.

Su nombre varió a lo largo de la historia, tomando hasta cincuenta nombres diferentes en el mito de la creación babibólino o Enūma Eliš. Marduk fue representado como un ser humano junto a su dragón sirviente Mušḫuššu.

Ninurta

Ninurta, también conocida como Ningirsu, fue una deidad guerrera. Reconocido como el heroe de los dioses luego de su luca contra el pájaro Anzû después de que éste le robara la tabla del destino a su padre Enlil.

Ninurta era reconocida como una deidad agrícola y el dios patrón de los agricultores. Sus símbolos principales eran un arado o sosteniendo una lanza mágica.

Dagón

Dagón es el dios de los cerelaes, fue adorado en todo el Cercano Oriente, incluida Mesopotamia. Según el mito Dagón fue el inventor del arado y se le consideró como una deidad menor asistente de Enlil.

Su culto fue promovido por el rey babilónico Hammurabi, quien afirmó que Dagan le permitió conquistar Mesopotamia. En algunos escritos, Dagón es uno de los jueces del inframundo.