Ecología

Densidad ecológica


La densidad ecológica es el número de individuos por unidad de hábitat. Se trata de una característica importante en el estudio de las poblaciones. Además de la densidad ecológica, existe también la llamada densidad cruda, la cual se define como el número de individuos por unidad de área (o espacio) total.

Es importante reconocer la sutil diferencia entre ambas estimaciones de la densidad poblacional. Mientras que en la densidad cruda el área (o volumen) se define de manera arbitraria, en la densidad ecológica se considera el área (o volumen) que realmente puede ser colonizado por la población en cuestión, es decir, su hábitat.

Por esta razón, las densidades crudas tienden a ser consistentemente menores que las densidades ecológicas.

Densidad ecológica y densidad cruda

En la naturaleza, los organismos generalmente se asocian formando grupos y rara vez se distribuyen de manera uniforme en un ambiente determinado.

Por ejemplo, en especies de plantas como Cassia tora u Oplismemis burmanni, los organismos se encuentran más agrupados en algunas zonas formando parches en ciertas áreas, mientras que en otras zonas no se encuentran estas asociaciones.

En casos como este, la densidad calculada considerando el área o volumen total sería la densidad cruda, en cambio la densidad que considera solo el área donde las plantas realmente crecen, sería la densidad ecológica.

Otros ejemplos de densidad ecológica

Podemos encontrar que en un bosque de roble, la densidad cruda del roble negro es de 200 árboles por hectárea. Esta medida se obtiene muestreando en varios lugares del bosque, sin importar si el sitio es un sitio forestal típico o un área de lago.

Como la densidad cruda mide la cantidad de organismos por unidad de área o espacio, entonces si se desea conocer la densidad de la población del roble negro en aquellas áreas donde la especie habita normalmente, se mediría el número o la biomasa de los robles negros por unidad de área solo en esas áreas.

Por lo tanto, se debe excluir los otros espacios o áreas donde no habita el roble, esto sería, lagos y lechos de ríos por ejemplo.

Así, la cifra en números de robles negros por hectárea (de espacio ocupable) sería un número algo mayor, correspondiente a su densidad ecológica.

El experimento de Kahl

El experimento de Kahl (1964) es un ejemplo muy útil para distinguir entre la densidad cruda y la densidad ecológica. El estudio se basó en la densidad de peces en un ambiente variable.

La figura 1 muestra que la densidad cruda de peces pequeños en el área disminuye, en general, a medida que el nivel del agua disminuye durante la estación invernal seca.

No obstante, la densidad ecológica aumenta, pues en época seca las masas de agua se reducen a charcos donde los peces se acumulan mientras el hábitat se reduce cada vez más.

Por lo tanto, con el paso del tiempo y la variación del área estimada, las dos densidades (ecológica y cruda) son diferentes.

La densidad de población puede permanecer constante, puede fluctuar o puede aumentar o disminuir constantemente. La densidad es el resultado de la interacción dinámica entre procesos que agregan individuos a una población y aquellos que eliminan individuos de esta.

Las adiciones a una población ocurren a través del nacimiento (natalidad) y la inmigración. Los factores que eliminan a los individuos de una población son la muerte (mortalidad) y la emigración.

La inmigración y la emigración pueden representar intercambios biológicamente significativos entre las poblaciones.

Factores a considerar

La metodología para estimar las densidades de población es muy variada y depende del tipo de organismo y del hábitat en cuestión.

Existe una gran variedad de métodos disponibles que deben evaluarse cuidadosamente antes de emplearse. En algunos casos, se adoptan varios métodos para proporcionar datos comparativos.

Se recomienda que antes de intentar determinar las densidades de una población en campo, se tome como referencia los trabajos especializados sobre la metodología para cada tipo de organismo de interés.

Referencias

  1. Gaston, K. (2012). Rarity Vol 13 of Population and Community Biology Series. Illustrated ed. Springer Science & Business Media.
  2. Osborne, P. (2012). Tropical Ecosystems and Ecological Concepts. 2nd ed. Cambridge University Press.
  3. Sharma, P. (2005). Ecology and Environment. Rastogi Publications.
  4. Sharma, P. (2014). Environmental Biology and Toxicology. Rastogi Publications.
  5. Sridhara, S. (2016). Vertebrate pests in Agriculture. Scientific Publishers.
  6. Ward, D. (2012). Biological Environmental Impact Studies: Theory and Methods. Elsevier.