Restauración ecológica: métodos, importancia y ejemplos
La restauración ecológica consiste en la recuperación de la estructura y función de un ecosistema degradado, devolviéndolo a una condición previa conocida o estimada. Esta abarca un conjunto de procedimientos y técnicas que depende tanto del tipo de ecosistema como del grado de degradación que presenta.
Entre los métodos que se utilizan en la restauración ecológica se encuentran la reforestación, sucesión secundaria, corredores biológicos, translocaciones, introducciones y reintroducciones.
La reforestación para que sea considerada una restauración ecológica debe incluir especies propias del ecosistema en cuestión. En este sentido, la recuperación de un área degradada con una plantación forestal no califica como restauración ecológica.
La restauración ecológica es importante para remediar la degradación de ecosistemas, recuperar especies en peligro de extinción y garantizar los servicios del ecosistema. Entre estos servicios están el ser fuente de agua, de energía, oxígeno, sumidero de carbono, recreación y turismo.
Índice del artículo
- 1 Métodos de restauración ecológica
- 2 Importancia de la restauración ecológica
- 3 Ejemplos
- 4 Referencias
Existen diversos métodos para llevar a cabo una restauración ecológica, los cuales a su vez tienen variantes dependiendo del ecosistema a restaurar. Es necesario tomar en cuenta que cada ecosistema tiene su propia estructura y funciones.
Por tanto, la restauración ecológica no se trata solo de restablecer una cubierta vegetal o introducir otros organismos vivos en el área. Además, existen diferencias entre la restauración de un ecosistema natural y uno donde la actividad humana forma parte permanente.
El primer paso de cualquier proyecto de restauración ecológica es detener o controlar la acción de aquellos factores degradantes del ecosistema. Los mismos pueden ser, entre otros, incendios periódicos, contaminación o actividades productivas humanas.
Se emplea el término reforestar en sentido amplio para referirse a la reposición de la vegetación eliminada de un área determinada.
Áreas deforestadas o quemadas
La reforestación es una alternativa en zonas que han perdido la cubierta arbórea o arbustiva por deforestación o incendios. En términos de recuperación ecológica la reforestación debe realizarse con especies nativas del ecosistema a recuperar.
Por otra parte, para que sea exitosa debe tomarse en cuenta que las condiciones de suelo y humedad sean las adecuadas. En una zona deforestada o quemada cambian las condiciones abióticas del área, el suelo se erosiona más rápidamente y su profundidad disminuye.
De igual forma, la temperatura aumenta, hay una mayor radiación solar y menor humedad. Estas nuevas condiciones deben tomarse en cuenta para garantizar la supervivencia de los individuos que se planten.
En condiciones de alta degradación de un ecosistema, abarcando áreas extensas, la reforestación no es suficiente para la restauración ecológica. En estos casos la sucesión secundaria puede ser más exitosa, aunque es un proceso más lento y laborioso.
La sucesión ecológica es un proceso natural que consiste en la progresiva sustitución de unas comunidades por otras hasta una condición clímax u óptima. En este proceso primero colonizan plantas pioneras de rápido crecimiento que crean condiciones para otras especies más exigentes.
En el caso de la sucesión secundaria se intenta reproducir este proceso ya sea promoviendo que ocurra de forma natural o interviniendo de forma directa. En este último caso, se establece un plan de introducción de especies de cobertura, luego plantas pioneras y finalmente plantas propias del ecosistema clímax.
Una forma de degradación es la fragmentación de hábitats, es decir un ecosistema de grandes dimensiones es dividido en parches sin conexiones entre sí. Esto altera las funciones del ecosistema como un todo y para algunas especies puede significar un gran riesgo de extinción.
Para corregir la fragmentación, una estrategia de restauración ecológica es el establecimiento de corredores ecológicos. Estos son áreas restauradas que conectan un fragmento con otro, permitiendo la movilización de las especies a lo largo de ellas.
Este método se aplica a especies animales y consiste en trasladar individuos de una población a otra. Es especialmente útil en condiciones de fragmentación del hábitat, donde algunas poblaciones quedan aisladas y han disminuido mucho.
También es empleado para proteger especies en peligro de extinción, trasladándolas a un área con mejores condiciones.
En ocasiones la degradación afecta en mayor medida a poblaciones de especies concretas, que pueden disminuir drásticamente o desaparecer. En estos casos son muy efectivas las introducciones a fin de reforzar las poblaciones afectadas y reintroducciones cuando las especies han desaparecido de un área.
El ser humano es una especie y como tal es parte del ecosistema, por tanto la acción de comunidades tradicionales modela el paisaje. En este sentido, en algunos casos restaurar un área al estado preexistente, debe considerar las prácticas indígenas tradicionales.
Los ecosistemas están sometidos a un proceso permanente de degradación debida a la presión humana. La restauración ecológica surge como una propuesta que integra la conciencia del papel del equilibrio ecológico con el conocimiento del funcionamiento de los ecosistemas.
Restaurar con criterio ecológico permite recuperar y conservar las funciones esenciales y servicios que presta el ecosistema.
Por definición el principal impacto positivo de la restauración ecológica es la recuperación y conservación de la biodiversidad.
Los ecosistemas son la fuente del agua potable, por lo que su restauración ecológica permite proteger o recuperar este recurso. La cobertura vegetal capta la humedad ambiental, disminuye la escorrentía y promueve la infiltración alimentando los acuíferos.
Los bosques y selvas del planeta capturan el CO2 ambiental y lo retienen al emplear el carbono en la conformación de sus tejidos. De esta forma extraen el CO2 de la atmósfera, reduciendo así el efecto invernadero que está causando el calentamiento global.
De igual forma cumplen un importante papel en la regulación del ciclo del agua y por tanto de los patrones de lluvias.
La restauración ecológica de los ecosistemas recupera sus potencialidades como fuentes de beneficios económicos en el marco de un uso sostenible.
Turismo y recreación
Un ecosistema recuperado representa un atractivo turístico y sitio para la sana recreación. Esto trae beneficios a la salud pública e impulsa la economía en torno a la actividad turística.
El turismo ecológico y de recreación en áreas naturales es la principal fuente de desarrollo económico en muchas regiones.
Materias primas
La restauración ecológica permite que prosperen especies del ecosistema que pueden ofrecer materias primas diversas para un uso racional. Los bosques son fuente de alimentos, fibras, materiales de construcción y recursos genéticos que pueden utilizarse bajo un criterio de sustentabilidad.
Se trata de un ejemplo interesante porque permite ver la evolución del concepto de restauración hacia un criterio ecológico.
Alcoa World Alumina Australia es una empresa minera que extrae bauxita (obtención de aluminio) en Willowdale y Huntly en Darling Range, al suroeste de Australia. Para esto se establecen pozos mineros que se extienden por decenas de hectáreas.
Esta empresa viene practicando desde 1966 la restauración de las áreas una vez que cesa la explotación minera. Esta zona del suroeste de Australia se caracteriza por bosques de eucaliptus, especialmente de jarrah (Eucalyptus marginata).
Primeros proyectos
Los métodos de restauración han ido mejorando a lo largo de los años, siendo que los proyectos iniciales consistían en la siembra de especies de pino exóticos. En este sentido la restauración que se llevaba a cabo no era estrictamente ecológica.
Restauración ecológica
Hoy en día esta empresa aplica criterios de restauración ecológica, rehabilitando en promedio 550 hectáreas por año. Para esto, se busca restaurar el bosque de jarrah en condiciones cercanas a la original, garantizando sus funciones y servicios originales.
Los métodos empleados incluyen principalmente la reforestación y el control de la sucesión secundaria vegetal. El programa ha sido exitoso ya que se ha confirmado la presencia de todas las especies comúnmente localizadas en un bosque de jarrah sin intervención en un área recuperada.
Este ejemplo de restauración ecológica resalta por lo peculiar de su enfoque, ya que implica restablecer actividades humanas tradicionales en un área.
Condición original
Esta región del sur de Canadá es representativa de las extensas praderas de Norte América. Se trata de extensas áreas cubiertas de gramíneas y habitada por animales como el berrendo (Antilocapra americana) y el urogallo (Centrocercus urophasianus).
En esta región tradicionalmente los indígenas practicaban el pastoreo y la quema controlada de la pradera. Debido a la importancia de este bioma, se decidió conservar el área incluyéndola en el sistema de parques nacionales.
Problema
La acción de conservación provocó un proceso de cambio del ecosistema original porque al suspenderse el pastoreo y las quemas, la pradera comenzó a transformarse. Por tanto, las perturbaciones humanas tradicionales formaban parte importante del ecosistema original.
Solución
Ante esto, se implementó un programa de restauración ecológica que incluyó el restablecimiento de las prácticas tradicionales indígenas de manejo de la pradera. Por otra parte, se reintrodujeron bisontes (Bison bison) en la región.
Los métodos de restauración ecológica en este caso incluyeron la reintroducción de especies, la revegetación y prácticas antrópicas.
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