Cuenca hidrológica: características, tipos, flora, fauna, ejemplos
Una cuenca hidrológica es un sistema de drenaje natural por el que fluyen las aguas superficiales y subterráneas hasta un único sitio de recepción. Este sitio puede ser el mar, el océano o un lago endorreico, es decir un lago que no tiene salida de agua hacia otro destino.
La cuenca hidrológica es un modelo muy útil para la planificación territorial integrada, ya que permite relacionar el entorno natural y socioeconómico existente en un área. Las características de una cuenca hidrológica vienen dadas por su relieve, sobre todo la máxima altura que alcanzan sus cumbres.
Las cumbres establecen los límites de la cuenca, porque es en las filas montañosas donde se distribuye el agua por gravedad. Estos son los llamados parte de aguas y allí nacen las corrientes de agua que alimentan la cuenca hidrológica.
Entre ellas las que dan origen al río principal de la cuenca, es decir el receptor de todo el caudal superficial. Este río es el encargado de transportar ese caudal al punto de descarga o salida de la cuenca.
Otros factores que definen las características de la cuenca son las precipitaciones, escorrentía, tasa de evaporación y la infiltración del agua en el suelo. Además, una parte del agua se pierde por evapotranspiración debido a la temperatura y al metabolismo de las plantas.
La cobertura vegetal que existe en una cuenca hidrológica influye en las pérdidas por transpiración y en disminución de la erosión así como el aumento de la infiltración. Por su parte, el agua que se infiltra alimenta los acuíferos de la cuenca hidrológica, es decir, el agua subterránea.
Las dos mayores cuencas hidrológicas del mundo son la cuenca del río Amazonas en Sudamérica y la cuenca del río Congo en África.
Índice del artículo
- 1 Características de las cuencas hidrológicas
- 2 Tipos de cuencas
- 3 Flora y fauna
- 4 Partes de la cuenca hidrológica
- 5 Ejemplos de cuencas en el mundo
- 6 Referencias
La dinámica elemental de una cuenca hidrológica es la precipitación y el flujo del agua determinado por la fuerza de gravedad. El agua se precipita sobre la tierra desde los puntos más elevados hasta el punto más bajo y el patrón de este desplazamiento viene dado por el relieve de la cuenca hidrológica.
Toda cuenca hidrológica tiene partes elevadas, generalmente cordilleras montañosas cuyas cimas determinan el límite de la cuenca. Esto es porque en la línea de las cumbres, las aguas de lluvia fluirán hacia un lado y otro en las laderas de la cordillera.
Estas líneas de las cumbres se denominan partes de agua, ya que el agua que fluye hacia cada ladera va hacia cuencas distintas. Por gravedad, el agua va hacia las partes bajas de la cuenca que son los valles y planicies.
El agua ingresa a través de la precipitación, así que a mayor precipitación anual en una región, mayor es el caudal de la cuenca hidrológica. Esto determina el caudal de salida de la cuenca hidrológica, es decir la cantidad de agua que llega al punto de descarga final.
En una cuenca hidrológica el agua se desplaza tanto de forma superficial como subterránea. En este sentido, las aguas superficiales corresponden a una cuenca hidrográfica, mientras que una cuenca hidrológica se toma en consideración también a las aguas subterráneas.
La escorrentía y la red hidrológica
Al precipitarse el agua sobre el terreno en el área de la cuenca hidrológica, puede seguir dos caminos básicos. En un caso se escurre sobre el terreno (escorrentía) y en el otro penetra en la tierra (infiltración).
En el primer caso, la mayor parte del agua fluye superficialmente formando pequeños canales, luego arroyos y estos constituyen ríos. Al confluir los ríos menores forman cursos mayores hasta crear un río principal que lleva el agua al sitio de descarga final de la cuenca.
Este conjunto de ríos, donde unos son afluentes o tributarios de otros mayores, forma una red denominada red fluvial o red hidrológica de la cuenca. En el recorrido superficial del agua, se pierde una parte por evaporación y la cantidad evaporada depende de la temperatura.
Infiltración
Otra porción del agua se infiltra entre las grietas y poros del suelo, acumulándose en este y formando depósitos subterráneos (acuíferos). Del agua infiltrada, una porción es absorbida por las plantas o se pierde por evaporación.
La parte del agua que se va a capas más profundas puede fluir horizontalmente en ríos subterráneos o permanecer acumulada.
La vegetación y el agua
El agua absorbida del suelo por las plantas terminará nuevamente en la atmósfera debido a la transpiración.
La porción del agua que no escurre superficialmente y se infiltra, puede acumularse en capas subterráneas a distintas profundidades. Esto ocurre cuando el agua se infiltra profundamente y encuentra una capa de suelo impermeable.
En este caso se forman los acuíferos, que pueden consistir un sustrato empapado en agua o cavidades donde se forman verdaderas cisternas subterráneas. Esto último sucede en sustratos calcáreos donde el agua crea galerías e incluso se forman ríos subterráneos.
Surgencias
El agua de estos acuíferos puede emerger a la superficie en los llamados manantiales o si se calienta por la energía geotermal, puede formar géiseres. En estos últimos el agua sale a presión como líquido caliente y vapor de agua.
Estas y los pozos creados por el ser humano son las vías de descarga de los acuíferos. Mientras que las recargas ocurren por la lluvia o los aportes de los ríos superficiales.
Pozos
El ser humano accede al agua de los acuíferos construyendo pozos hasta llegar al nivel freático, extrayendo el agua mediante baldes o con bombas hidráulicas. Por otra parte, hay casos donde el agua subterránea fluye desde un punto alto hasta otro bajo donde está ubicado el pozo.
En estas condiciones la presión hará que el agua en el pozo ascienda, incluso hasta la superficie (pozo artesano).
La columna vertebral de una cuenca es el río principal de la misma, el cual corresponde generalmente al río de mayor caudal o mayor longitud. Sin embargo, no siempre es fácil de establecer esto en una cuenca.
Todo río está formado por una naciente, un curso alto, uno medio, otro bajo y finalmente la desembocadura. Así que el río principal recoge toda el agua superficial de la cuenca, al ir confluyendo en el mismo otros ríos que se denominan afluentes.
A su vez estos tributarios de río principal recogen las aguas de afluentes propios, de tal manera que se va conformando una red. Esta red se inicia en las partes más altas de la cuenca con los pequeños arroyos y quebradas.
Los factores que determinan cuánta agua discurrirá por la cuenca (caudal) y a que velocidad saldrá, son diversos y complejos. La cantidad de agua que ingresa y fluye por la cuenca está definida tanto por la precipitación como por la evapotranspiración.
Luego es necesario saber cuánta agua permanece almacenada en depósitos subterráneos, para lo cual hay que conocer la infiltración y la dinámica de los acuíferos.
Mientras que la velocidad a la que discurre depende de la escorrentía, influenciada por el tipo de suelo, la pendiente y la cobertura vegetal. En una cuenca con altas pendientes (fuertes inclinaciones del terreno) y descubierta de vegetación, la escorrentía es alta y la infiltración baja.
Sedimentación
La cantidad de sedimentos que arrastra el agua en una cuenca hidrológica es otro factor muy relevante. Esto tiene que ver con procesos erosivos, los cuales se incrementan igualmente con la pendiente y la escasa vegetación.
Los sedimentos arrastrados pueden colmatar los cauces de los ríos y disminuir su capacidad de transporte causando inundaciones.
Los tipos de cuenca hidrológicas se pueden clasificar por su tamaño o relieve o por el destino final de la evacuación o descarga de sus aguas.
Este es el tipo más común e incluye a las cuencas hidrológicas cuyas aguas drenan hacia el mar o directamente al océano. Como por ejemplo, las cuencas del Amazonas, del Orinoco, del Misisipi, del Congo, del Ganges, del Nilo y del Guadalquivir.
En este caso, el destino final del agua de la cuenca es un lago o mar interior cerrado, retornando por evapotranspiración a la atmósfera. Estas cuencas endorreicas no tienen ningún tipo de comunicación con el mar.
Por ejemplo, la cuenca del lago Eyre en Australia, que es la mayor cuenca endorreica del mundo. También es una cuenca endorreica la del mar Caspio, que es el lago endorreico más grande del planeta.
En este tipo no se presenta un cuerpo de agua superficial receptor, ni río importante, ni lago, ni llegan sus aguas al mar. Las aguas que discurren por la cuenca simplemente terminan infiltrándose o evaporándose.
Esto ocurre generalmente en zonas áridas o semiáridas, donde la precipitación es baja, la evaporación es alta y los suelos son muy permeables. Por ejemplo, la depresión de Qattara en el desierto de Libia, así como en la Patagonia, se presentan cuencas de este tipo.
Todas las especies terrestres del mundo habitan en alguna cuenca hidrológica, distribuyéndose de acuerdo a sus afinidades climáticas y capacidad de dispersión. En este sentido, existen especies de amplia distribución que se localizan en diversas cuencas del mundo mientras que otras tienen distribución más restringida.
Por ejemplo, el jaguar (Panthera onca) habita en cuencas hidrológicas desde el sur de México hasta el cono sur de América. Mientras que la rana Tepuihyla rimarum es exclusiva del tepuy Ptari, montaña tabular de la Guayana venezolana, perteneciente a la cuenca hidrológica del Orinoco.
Estas son especies que solo habitan un área geográfica restringida, algunas solo una cuenca hidrológica determinada. Por ejemplo, el desmán ibérico (Galemys pyrenaicus) una especie de roedor semiacuático insectívoro endémico de las cuencas de la península Ibérica.
Mientras que en México se encuentra el ajolote mexicano (Ambystoma mexicanum) una peculiar salamandra endémica de sus cuencas.
Por otra parte, entre las plantas se puede señalar al nenúfar llamado Victoria amazónica, propio de la cuenca del Amazonas. Mientras que en las cuencas del bosque atlántico en Brasil se localiza al árbol nacional de este país, el palo brasil o pernambuco (Caesalpinia echinata).
Por otra parte, existen especies migratorias, es decir que se desplazan de una región a otra, pudiendo pasar de una cuenca a otra.
Por ejemplo, muchas aves migratorias como la cigüeña (Ciconia ciconia) migran. Estas pasan el verano en las cuencas del sur de Europa y en invierno se van a las cuencas subsaharianas de África.
Las partes de una cuenca hidrológica vienen determinadas por la relación entre acarreo de sedimentos y su deposición, así como por las cotas de elevación. De esta forma se tienen la cuenca alta, la media y la baja.
Corresponde a las mayores elevaciones de la cuenca, desde el nacimiento del río principal hasta las cotas bajas de las montañas. En esta parte la erosión y el acarreo de materiales es mayor debido a la pendiente que imprime mayor fuerza a las corrientes de agua.
Se extiende desde el piedemonte, discurriendo por las elevaciones medias del terreno, con una menor velocidad del agua. El poder erosivo es menor, ocurriendo un equilibrio entre el material que deposita el río (sedimentación) y el que saca hacia la cuenca baja (erosión).
Es la parte más baja de la cuenca de cara a llegar a la desembocadura del río principal. Aquí la relación esta a favor de la sedimentación, formándose las llanuras aluviales, donde las derivaciones del río van dejando gran parte de sus sedimentos.
La cuenca del río Amazonas es la mayor cuenca hidrológica del mundo con más de 6.000.000 Km2 y está ubicada en el centro de Sudamérica. Adicionalmente esta cuenca presenta la peculiaridad de estar conectada con la cuenca del Orinoco, la tercera en extensión en Sudamérica, a través del brazo Casiquiare.
En este caso el Casiquiare se constituye en efluente del río Orinoco, drenando parte de esta cuenca al río Negro de la cuenca amazónica. Por lo que algunos la refieren como la cuenca Amazonas-Orinoco.
Su río principal, el Amazonas, nace en los Andes peruanos y desemboca en el océano Atlántico en las costas brasileñas con un caudal de hasta 300.000 m3/seg. Por otra parte, esta cuenca hidrológica cuenta con dos sistemas de descarga de agua, uno superficial que es el río Amazonas y otro subterráneo.
Río Hamza
El sistema subterráneo de flujo de agua lleva el nombre de río Hamza, aunque algunos no lo consideran realmente un río. Esto es debido a que el agua no fluye por galerías sino a través de los poros de las rocas a una velocidad mucho menor.
El “río” Hamza tiene un ancho que es el doble que el Amazonas, pero su velocidad es de solo 3.090 m3/seg.
Ciclo del agua
La selva del Amazonas cumple un papel fundamental en la regulación del clima planetario, debido a su aporte al ciclo del agua. No solo por el caudal de agua que descarga el río al océano Atlántico, si no por los aportes por evapotranspiración que hace la selva a la atmósfera.
Especies originarias
Esta cuenca alberga la mayor concentración de diversidad biológica del planeta conformando una extensa selva lluviosa tropical. Entre las especies animales exclusivas de la cuenca del Amazonas está el guacamayo jacinto (Anodorhynchus hyacinthinus) y el caimán negro del Orinoco (Melanosuchus niger).
Mientras que algunas especies de plantas originarias de esta cuenca hidrológica son la yuca o mandioca (Manihot esculenta) y la piña o ananá (Ananas comosus).
Es la segunda cuenca hidrológica más grande del mundo y la primera de África, con una extensión de 3.700.000 Km2. El río principal es el río Congo que nace en las montañas del Rift Oriental de África y los lagos Tanganika y Mweru.
Este río fluye primero al noroeste y luego deriva al suroeste para desembocar en el océano Atlántico al occidente. Esta cuenca drena cerca de 41.000 m3/seg, es decir tiene 5 veces menos caudal que el Amazonas.
Especies originarias
Alberga la segunda selva tropical lluviosa más grande del planeta después de la del Amazonas. En ella habitan especies amenazadas como el gorila de montaña (Gorilla gorilla gorilla) y el gorila de costa (Gorilla gorilla diehli).
Así como también el elefante de selva (Loxodonta cyclotis) y el okapi (Okapia johnstoni), un pariente de las jirafas. Entre las plantas destacan las especies del género Raphia, cuyas fibras son empleadas en la industria textil.
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