Trastornos mentales/Psicopatología

Anorexia nerviosa: qué es, síntomas, causas, tipos, consecuencias


¿Qué es la anorexia nerviosa?

La anorexia nerviosa es un trastorno de la alimentación caracterizado por una restricción severa de alimento. Los afectados por esta enfermedad se ven con sobrepeso u obesidad aunque estén muy delgados.

Este síntoma es el principal causante de todos los demás, entre los que se encuentran  pérdida de peso exagerada, ansiedad acerca del propio aspecto y una excesiva preocupación por no ganar peso.

Si no se trata, la pérdida de peso resultante puede desembocar en problemas de salud o incluso en la muerte.

Síntomas de la anorexia

Síntomas conductuales

Los síntomas que veremos tienen que ver con los comportamientos que adoptan las personas anoréxicas.

Restricción de la ingesta de alimentos

Es el síntoma conductual más habitual. Puede aparecer de varias formas, pero está presente en la mayoría de los casos.

Algunos pacientes con anorexia pueden ponerse a dieta para restringir las calorías que consumen. Otros evitan algunos tipos de comida que perciben como “malas”, como las altas en grasa, en carbohidratos o muy calóricas.

En casos más extremos se saltan comidas o reducen de forma exagerada las cantidades que ingieren: hacer solo una comida al día, tomar nada más que fruta, o llevar a cabo periodos prolongados de ayuno.

Exceso de ejercicio

Muchas personas anoréxicas quieren reducir aún más su peso haciendo ejercicio físico. Este síntoma puede presentarse de distintas maneras: entrenar en un gimnasio varias veces al día, correr muchos kilómetros diariamente, o participar en cualquier otra actividad extrema.

Atracones seguidos de vómitos

Aunque se asocia a la bulimia, también puede aparecer en la anorexia nerviosa. En ocasiones, la persona come en exceso debido a que no puede controlarse, y después se siente culpable y vomita lo ingerido.

Algunas personas se meten los dedos en la garganta para producirse el vómito. Otras utilizan medicamentos que lo induzcan. Incluso usan otros productos, como enemas o laxantes, para conseguir un efecto similar.

Mentir sobre ciertas conductas alimenticias

Para evitar que las personas de su entorno se preocupen por ellos o traten de cambiar su comportamiento, los individuos anoréxicos tienden a mentir sobre su comportamiento hacia la comida. Este síntoma puede llegar a ser muy peligroso, ya que dificulta la detección del problema e impide su tratamiento.

Generalmente ocultan que han estado comiendo menos de lo habitual. Cuando se les pregunta sobre ello, mienten diciendo que no sienten hambre, o que están haciendo algunas comidas fuera de casa.

En casos más extremos, pueden evitar por completo comer con otras personas para no recibir preguntas.

Quejas sobre el propio aspecto

Se quejan constantemente de su cuerpo, pues la base de esta enfermedad se encuentra en una visión distorsionada de la propia imagen.

También suelen ponerse muchas capas de ropa o prendas anchas y holgadas que no revelen su figura.

Retraimiento social

Este trastorno afecta la autoestima, por eso muchos anoréxicos terminan sintiéndose incómodos en compañía de otras personas. Debido a ello, se aíslan de sus familiares, amigos y seres queridos.

Síntomas emocionales

No todos los síntomas implican actuar de maneras poco saludables o inusuales. Las personas anoréxicas suelen desarrollar ciertos patrones emocionales y cognitivos, responsables de gran parte del sufrimiento que padecen.

Preocupación excesiva por la alimentación

Suelen estar obsesionados con lo que comen, y si es “saludable” o no. Si ingieren algo que no consideran adecuado, normalmente sienten un gran malestar y se preocupan durante horas o incluso días enteros.

Es uno de los principales motivos por los que los anoréxicos evitan comer en situaciones sociales. Cuando se ven obligados a tomar algo poco apropiado, pueden desarrollar ataques de ansiedad o síntomas depresivos durante un periodo más o menos largo.

Miedo a aumentar de peso

Sienten haber engordado más allá de los límites que consideran aceptables. Esta preocupación es constante, y puede traducirse en conductas como pesarse frecuentemente, medir su grasa corporal, o mirarse en el espejo.

A nivel emocional, este síntoma también puede provocar problemas como ansiedad, tristeza, retraimiento social y malestar generalizado.

Anhedonia

Debido a la preocupación constante por su peso, las personas anoréxicas no suelen tener espacio en su mente para ninguna otra emoción. Por eso, se suele decir que sus sentimientos se vuelven “planos”: cualquier otra cosa que no sean sus temores pierde intensidad.

Es común que un individuo con este trastorno pierda interés por sus aficiones, metas u objetivos. No tiene ganas de hacer nada que requiera un esfuerzo, y se pasa el tiempo realizando actividades sencillas, como ver la televisión o navegar por Internet.

También suelen mostrarse mucho más irritables de lo normal.

Causas de la anorexia

No se sabe exactamente qué provoca la anorexia nerviosa, pero hay varios factores que influyen en su aparición. Normalmente, se dividen en tres grupos: genéticos, psicológicos y sociales.

Factores genéticos

Pueden existir diversos factores biológicos que pueden predisponer a alguien a desarrollar anorexia nerviosa.

Se sabe que el perfeccionismo tiene un fuerte componente genético, al igual que la perseverancia o la tendencia a tener ansiedad.

Estos factores han mostrado estar relacionados en mayor o menor medida con la anorexia. Por lo tanto, podríamos decir que hay personas más propensas a padecer este trastorno, aunque no significa que lo desarrollen.

Factores psicológicos

Existen varios rasgos psicológicos que pueden hacer más probable la aparición de la anorexia nerviosa.

Por ejemplo, algunas personas tienen una personalidad muy perfeccionista, o con tendencia a las obsesiones. Esto, al combinarse con otros factores, puede acabar provocando el trastorno.

Factores sociales

Estos tienen que ver teóricamente con la presión que ejerce la sociedad sobre las personas para mantener un tipo de imagen corporal.

Esta teoría plantea que, debido a los mensajes que recibimos constantemente de medios como la televisión, el cine o las redes sociales, tenemos una visión distorsionada de cómo deben ser nuestros cuerpos.

Este factor por sí solo no es capaz de provocar anorexia nerviosa, pero al combinarse con algunos de los descritos anteriormente, parece influir en la aparición de la enfermedad.

Tipos de anorexia

Existen dos tipos de anorexia, que se distinguen en función de la manera que tiene la persona de restringir las calorías que ingiere.

  • La anorexia purgativa es aquella en la que los pacientes se dan grandes atracones de comida y luego la vomitan o expulsan de alguna otra manera. Su principal diferencia con la bulimia es que en esta última los afectados suelen tener sobrepeso, mientras que en la anorexia normalmente están mucho más delgados de lo habitual.
  • La anorexia restrictiva es aquella en la que los pacientes limitan directamente la cantidad de comida que toman.

Consecuencias de la anorexia

No importa si aparece en la adolescencia o en la vida adulta, la anorexia nerviosa, si no se trata a tiempo, puede tener consecuencias devastadoras para la salud física y mental de los afectados.

El desenlace más grave posible es la muerte, causada, por supuesto, por la desnutrición, pero no es la única.

En cualquier momento del desarrollo de la enfermedad, el paciente puede morir debido a una arritmia o a un desajuste de los niveles de electrolitos.

Otras consecuencias no tan graves, pero igualmente preocupantes, son fallos en algunos órganos, como corazón o riñones, pérdida de masa muscular y densidad ósea, anemia, pérdida de la menstruación en mujeres y disminución de la testosterona en hombres, o la aparición de daños cerebrales irreversibles.

A nivel psicológico, la anorexia nerviosa también puede tener consecuencias muy graves. Los pacientes pueden desarrollar trastornos como depresión mayor, trastorno obsesivo-compulsivo, o ansiedad generalizada, lo que complicaría aún más su situación.

Tratamientos para la anorexia

No existe un tratamiento único que haya demostrado ser efectivo para todos los casos de anorexia nerviosa. Sin embargo, se sabe que intervenir de alguna manera lo antes posible es clave para que los pacientes se recuperen y evitar futuras recaídas.

Sin importar qué tipo de tratamiento se utilice para enfrentarse a la enfermedad, normalmente será necesario centrarse en tres objetivos: devolver a la persona a un peso adecuado, tratar los problemas psicológicos relacionados con la anorexia, y reducir o eliminar los pensamientos y comportamientos que la hicieron aparecer.

Una de las mayores dificultades a la hora de tratar a personas anoréxicas es que no suelen reconocer que tienen un problema. Debido a la naturaleza del propio trastorno, siguen creyendo que necesitan perder peso, aun cuando se encuentren en un estado de extrema delgadez.

Por ello, el primer paso será convencer a los pacientes de que realmente necesitan ayuda. En caso de no poder conseguirlo, la solución más habitual es internarlos en un centro especializado donde se puede controlar su comportamiento hasta que son capaces de cuidar de su salud por sí mismos.

Además de centrarse en aumentar la ingesta calórica poco a poco, los tratamientos para la anorexia incluyen siempre algún tipo de psicoterapia para solucionar el problema de raíz.

En ocasiones, también es posible el uso de ciertos psicofármacos para paliar algunos de los problemas psicológicos más graves que llevaron a desarrollar el trastorno en primer lugar.

Referencias

  1. Anorexia nervosa. Recuperado de mayoclinic.org.
  2. Anorexia nervosa: What you need to know. Recuperado de medicalnewstoday.com.
  3. Anorexia nerviosa: qué es y por qué se produce. Recuperado de enfamilia.aeped.es.