Geografía

Paisaje agrario: características y ejemplos


El paisaje agrario hace referencia a todos aquellos espacios y territorios que se utilizan para la agricultura, la ganadería o la explotación forestal. Dentro de este tipo de paisaje se consideran aspectos físicos como el relieve, el suelo y el clima, y otros humanos, como el tipo de trabajo que se realiza, las técnicas empleadas en el trato de la tierra y el uso que se le da a lo producido.

La agricultura es el conjunto de actividades y técnicas desarrolladas por el ser humano para cultivar la tierra y obtener productos vegetales como verduras, frutas, legumbres o cereales. Estos pueden ser utilizados como alimentos o como materias primas para la industria.

La ganadería, por su parte, consiste en la cría de animales domésticos para su consumo y aprovechamiento, incluyendo la obtención de carne, huevos, leche, lana y pieles. En tanto, la explotación forestal comprende la tala de bosques y selvas naturales para conseguir productos como madera, celulosa, resina, caucho, seda artificial y cera, entre otros.

Por otra parte, el paisaje agrario se diferencia del paisaje urbano en que este último es el propio de las grandes ciudades.

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Características del paisaje agrario

El paisaje agrario se caracteriza por 3 aspectos claves: las parcelas, el empleo del territorio y la utilización de lo generado.

Las parcelas

Las parcelas son las partes en que se fracciona el espacio y, dependiendo del tamaño, se dividen en latifundios (amplias extensiones de tierra) y minifundios (pequeños trozos de terreno).

Por otro lado, en base a la forma de definir sus límites, se clasifican en: “openfield”, que son los campos abiertos o “bocage”, que son aquellos cerrados por vallas, tapias o muros de piedra para su resguardo.

Empleo del territorio

El empleo del territorio puede ser para fines agrícolas, ganaderos o forestales.

En el primer caso, los terrenos se definen según el tipo de plantaciones: los monocultivos son aquellos en los que se siembra un solo tipo de semilla, y los policultivos, que son los que incluyen varios tipos.

Por otro lado, en base al aprovechamiento del suelo se clasifican en intensivos, cuando se produce la mayor cantidad posible en áreas mínimas, o extensivos, cuando se emplean grandes espacios en los que no se busca maximizar la productividad a corto plazo.

En tanto, teniendo en cuenta el sistema de riego se dividen en secanos (cuando dependen exclusivamente de las lluvias) o regadíos (cuando son regados de forma artificial mediante canales, aspersores o acequias).

Por su parte, los espacios ganaderos se distinguen en función del tipo de ganado. Así, pueden ser terrenos vacunos o bovinos (vacas, toros y bueyes), ovinos (ovejas), caprinos (cabras), equinos (caballos, yeguas, burros y mulas), porcinos (cerdos) o avícolas (pollos, pavos, patos y gansos).

El uso

Lo producido en los paisajes agrarios puede ser utilizado para consumo propio o para comercialización. En general, las parcelas de minifundios se dedican al policultivo y lo generado se destina al uso personal.

En tanto, los latifundios que practican el monocultivo suelen venden lo cosechado en los diferentes mercados.

Aspectos físicos del paisaje agrario

Dentro del paisaje agrario tienen vital importancia ciertos aspectos físicos, como el relieve, el suelo y el clima.

El relieve

El relieve hace alusión al conjunto de formas, niveles e irregularidades que presenta la superficie. Estas incluyen valles, depresiones, montañas, mesetas, llanuras, dunas y sierras, entre otras.

En general, las pendientes y las zonas elevadas obstaculizan el trabajo rural y por ello se construyen terrazas en las laderas de las montañas para aprovechar el terreno.

El suelo

El suelo, por su parte, tiene que ser fértil y permitir el crecimiento y el desarrollo de los cultivos. Para ello debe contar con ciertos compuestos orgánicos y nutrientes, como nitratos, amonio, potasio, fósforo, azufre, magnesio, calcio, sodio, hierro o cobre.

Estos pueden ser reforzados mediante el uso de fertilizantes, siendo importante evitar aquellos que sean tóxicos. Los suelos arenosos y arcillosos, en tanto, dificultan el trabajo agrario.

El clima

El clima es otro factor importante a tener en cuenta en base a la temperatura, la humedad, las precipitaciones y la fuerza del viento.

Por ejemplo, un espacio con temperaturas elevadas y pocas lluvias es poco propicio para el cultivo.

Ejemplos de paisajes agrarios

Las plantaciones de cereales como el maíz, el trigo, el arroz, la cebada, el centeno, la avena, el sorgo, el mijo, la quinoa y el farro son ejemplos de paisajes agrarios.

También las de frutas como la naranja, la banana, la frutilla, el arándano, la manzana, la uva, el kiwi, el durazno, el ananá y la cereza.

Lo mismo ocurre con los campos donde se cultivan legumbres como la alfalfa, el garbanzo, la lenteja, el cacahuate, la soja, el frijol o la haba; o verduras como la zanahoria, el nabo, la cebolla, el ajo, la remolacha, la espinaca, la acelga, la coliflor, el brócoli o la alcachofa.

Por otro lado, otros ejemplos de paisajes agrarios son los espacios dedicados a la cría de vacas, pollos, ovejas, cerdos, caballos y otros animales.

Diferencias con el paisaje urbano

El paisaje agrario, asociado al campo, se contrapone generalmente al urbano, que es el propio de las grandes ciudades.

Paisaje agrario

Se caracteriza por tener bajos niveles de población, viviendas dispersas y poca presencia de servicios e infraestructuras.

Sus habitantes, en su mayoría, se dedican a las actividades primarias, relacionadas con la extracción de bienes y recursos provenientes de la naturaleza.

Paisaje urbano

Por el contrario, estas zonas sobresalen por la alta densidad demográfica, la proximidad entre las edificaciones y una mayor presencia de infraestructuras.

En tanto, casi todos sus habitantes trabajan en los sectores secundarios y terciarios de la economía, dedicados a la creación de productos finalizados, su comercialización y la provisión de servicios.

Referencias

  1. Paul Minvielle, Jacques Daligaux and Stéphane Angles (2013). Agrarian areas: landscape dynamics, ground laws, parties involved and planning. Méditerranée.
  2. European Commission. Agriculture and the environment: Introduction. Agriculture and rural development. Disponible en: ec.europa.eu
  3. Prada Llorente, Esther (2006). Paisaje agrario: antropología de un territorio. Ministerio de Vivienda. España.
  4. Medio Rural, Wikipedia. Disponible en: es.wikipedia.org
  5. Diccionario de la Real Academia Española (RAE). Disponible en: rae.es