Cultura general

Las 10 plagas de Egipto y su significado


Las 10 plagas de Egipto son un conjunto de calamidades de carácter sobrenatural ocurridas en el Antiguo Egipto que, según el Antiguo Testamento, fueron obra de Dios con la finalidad de manipular al faraón para que dejara libre a los esclavos hebreos.

Según los textos bíblicos, el profeta Moisés y su hermano Aarón le solicitaron al faraón una entrevista con la finalidad de convencer a este de dejar libres a los esclavos hebreos. Ramsés, el faraón, le solicitó a ambos que le emitieran alguna especie de señal que demostrara el poder del Dios hebreo.

Entonces, Aarón tomó la vara de Moisés —aquella que, según los textos sagrados, tenía la capacidad de realizar milagros— y la transformó en una serpiente. Los hechiceros del faraón también lograron convertir dos varas en culebras mediante trucos de hechicería; sin embargo, ambas fueron devoradas por la serpiente de Moisés.

A pesar de eso, el faraón no quiso aceptar la petición de Moisés. En consecuencia, Dios le ordenó a su profeta que le enviara una serie de castigos al pueblo egipcio con la finalidad de aplacar el orgullo del gobernante. Mediante estas diez calamidades Dios permitió que el pueblo de los israelitas se librara del yugo de los egipcios.

Durante muchos años se pensó que estas plagas eran solo metafóricas, con el fin de educar a los creyentes. No obstante, en un documental titulado El secreto de las diez plagas de National Geographic se estableció de qué manera las plagas pudieron haber ocurrido gracias a una serie de fenómenos climatológicos que causaron problemas en Egipto.

Índice del artículo

Las 10 plagas de Egipto

Las aguas que se convierten en sangre

En el Éxodo 7, versículo 14-24, se estableció que la primera plaga fue la sangre presente en las prolíferas aguas del Nilo.

Moisés exigió la liberación del pueblo de Dios; sin embargo, el faraón se negó, por lo que el profeta decidió golpear las aguas del Nilo con su vara, convirtiéndolas en sangre.

Varios peces, al igual que incontables especies, fallecieron debido a la contaminación de las aguas. Para poder conseguir agua adecuada para su consumo, los egipcios tuvieron que cavar extensos pozos. Los hechiceros del faraón lograron imitar el milagro de Moisés mediante un truco, lo que hizo que el faraón no cambiara de parecer.

Significado espiritual

Según algunas creencias, cada plaga simbolizaba una confrontación con uno de los dioses egipcios. En otras palabras, este relato bíblico no solo narra la confrontación entre Moisés y el faraón, sino también propone la batalla entre el Dios de los hebreos y las diferentes deidades egipcias: cada plaga va dirigida hacia un Dios en específico.

Las aguas del Río Nilo convertidas en sangre simbolizan el triunfo de Dios por encima de Khnum, la deidad protectora del Nilo; también involucra una victoria sobre Hapy, quien era el dios de la inundación.

Explicación científica

Teniendo en cuenta lo que sabemos hoy en día, es probable que lo que ocurrió en ese momento fuese una plaga de algas rojas, que suelen aparecer en algunas condiciones climatológicas y que le otorgan un color rojizo a las aguas.

Esto ocurre con mucha frecuencia en los océanos y se conoce como “la marea roja”, aunque también puede suceder en aguas dulces.

Este tipo de algas, de tamaño microscópico, contienen un notable número de toxinas que se acumulan en los mariscos, ocasionando el envenenamiento de aquellos animales que los consumen.

La plaga de las ranas

En el Éxodo 8, versículo 1-15, se establece cómo se introdujo la segunda epidemia. Después de siete días, Moisés desató la segunda plaga: comenzó a aparecer un incontable número de ranas, las cuales se multiplicaban velozmente y se introducían en las habitaciones y en los hornos de los egipcios.

El faraón nuevamente recurrió a sus hechiceros para que estos copiaran el truco de Moisés, con la finalidad de convencerse de que el poder del Dios de los hebreos no era mayor al de sus dioses. Sin embargo, la plaga se hizo tan insostenible que Ramsés le pidió a Moisés que le suplicara clemencia a Dios, para así acabar con la plaga de ranas.

Moisés le pidió a Dios que finalizara con dicha plaga, por lo que Dios accedió a sacar a las ranas de la ciudad. No obstante, el faraón no ablandó su determinación.

Significado espiritual

Esta segunda plaga estuvo dirigida a la diosa Heget, quien era la deidad encargada de la creación y del nacimiento, así como también de la germinación de los cereales.

Esta diosa solía ser representada mediante una rana; por ende, este animal era considerado sagrado dentro de la cultura egipcia.

Explicación científica

Se ha podido encontrar que el fenómeno de la “lluvia de ranas” ha ocurrido más de una vez en la historia de la humanidad y por diferentes regiones del mundo. Por ejemplo, hay una publicación en la prensa del 12 de julio del año 1873 donde se habla de un episodio de lluvias de ranas, las cuales “oscurecían el cielo y la tierra” después de una estrepitosa tormenta.

Según algunas fuentes, las ranas fueron la consecuencia ecológica del desequilibrio ocurrido en el Nilo, ya que estos anfibios se tuvieron que desplazar debido al veneno ocasionado por las algas muertas. En consecuencia, las ranas buscaron refugio y un nuevo hogar en el territorio egipcio.

La plaga de los mosquitos

En el Éxodo 8, versículo 16-19, aparece la plaga de los mosquitos, aunque también puede referirse a piojos o pulgas, ya que no hay una traducción exacta para la palabra hebrea kinim.

Este evento ocurrió cuando Dios le dijo a Moisés que le mandara a Aarón a extender su vara para golpear el polvo de la tierra, el cual se convirtió en una nube gigante de mosquitos.

Las picaduras causaron grandes molestias en el pueblo egipcio y, en esta ocasión, los hechiceros del faraón no pudieron imitar el milagro de Moisés, por lo que tuvieron que reconocer el poder superior del Dios hebreo.

Significado espiritual

En este caso se considera que el ataque de Dios fue en contra de la deidad Geb, la cual era la encargada de las situaciones terrenales del pueblo egipcio, como por ejemplo el funcionamiento correcto de la fertilidad y de la vegetación.

Explicación científica

Según lo planteado en los documentales, no sería de extrañar que hubiese una epidemia de mosquitos o de piojos luego de la producción de algas tóxicas y de la movilización de las ranas.

Esto se debe a que usualmente las ranas se alimentan de moscas y de piojos. Estos anfibios se encargan de controlar que la población de mosquitos no sea excesiva, como lo afirmó Stephan Pflugmacher en el especial de National Geographic.

Cuando se trasladaron las ranas, los mosquitos tuvieron más oportunidades de reproducirse de forma excesiva; además, las aguas contaminadas también pudieron causar la proliferación de estos insectos.

Por si esto fuera poco, se considera que estos insectos son portadores de una bacteria llamada Yersinia pestis, que ocasiona la peste bubónica, enfermedad que puede estar relacionada con la plaga de la muerte del ganado, así como también con la de los forúnculos.

La plaga de las moscas

Esta cuarta plaga de Egipto se puede encontrar en el Éxodo 8, versículo 20-32. En esta parte del texto bíblico se establece que un enorme enjambre de moscas infectó al país. Según las sagradas escrituras, los israelitas —ubicados en la zona llamada la tierra de Gosén— no sufrieron de este mal.

Nuevamente, en esta ocasión el faraón le solicitó clemencia a Moisés, rogándole que detuviese la plaga. El profeta le rezó a Dios pidiéndole que se llevara a las moscas, a lo que Dios accedió. No obstante, el faraón no pudo ablandar su corazón y mantuvo su palabra de mantener cautivos y esclavizados a los hebreos.

Significado espiritual

Se considera que esta plaga la mandó Dios con la finalidad de atacar a Dua, el dios egipcio encargado de la higiene personal y de los artículos del tocador. Las moscas suelen traer innumerables infecciones y atentan contra la limpieza y la salubridad; por esta razón, se considera que el Dios de los hebreos atacó a esta deidad.

Explicación científica

Anteriormente se consideraba que esta era la plaga de los animales salvajes, tales como los escorpiones venenosos o las serpientes, ya que la palabra hebrea arov puede traducirse como “mezcla”; en este caso, una mezcla de animales peligrosos.

No obstante, un estudio realizado en 1996 por J. S Marr establece que lo que realmente ocurrió fue un problema de carácter epidemiológico como consecuencia de una alteración del clima.

Esto trajo consigo grandes enjambres de moscas, especialmente de la llamada mosca de los establos, cuyo nombre científico es Stomoxys calcitrans.

La peste sobre el ganado

La quinta plaga consistió en una peste de dimensiones monumentales que acabó con la vida de cualquier tipo de ganado egipcio, ya fuesen burros, camellos, caballos, cabras, ovejas o vacas.

La descripción de esta plaga se puede encontrar en el Éxodo 9, versículo 1-7, donde además se establece que el ganado de los hebreos se mantuvo sano e intacto. Esta plaga trajo como consecuencia la desnutrición del pueblo egipcio.

Significado espiritual

La muerte del ganado es asociado con el ataque de Dios hacia la diosa egipcia de las vacas, conocida popularmente como Hathor.

Esta deidad era la encargada de criar y amamantar al rey, además de ser la diosa de la mujer, la fertilidad y del amor. Con este nuevo ataque, el Dios de los israelitas volvía a demostrar su poder por encima de cualquier otra deidad pagana.

Explicación científica

La descripción de esta plaga, teniendo en cuenta las afirmaciones científicas relacionadas con ella, concuerda de manera notoria con una enfermedad conocida con el nombre de peste bovina, que se ocasiona por un virus de carácter extremadamente letal.

De hecho, entre los siglos XVIII y XIX esta enfermedad acabó con todas las poblaciones de ganado de vaca por todo el continente africano y el continente europeo, ya que se extendió por todos estos territorios.

Acorde con un artículo sobre el origen de la peste bovina, publicado en el New York Times en el 2010, dicha enfermedad surgió en Asia y pudo haberse trasladado hacia Egipto hace cinco mil años gracias a la existencia de una serie de prehistóricas rutas de carácter comercial, acabando con un 80 % del ganado.

También se cree que la ya descrita plaga de los mosquitos pudo jugar un papel muy importante en la aparición de este fenómeno.

La plaga de las úlceras

La descripción de esta plaga se puede encontrar en el Éxodo 9, versículo 8-12, y se suele describir como una enfermedad de tipo cutáneo cuya traducción más acertada sería salpullido o úlcera y que afectó al pueblo egipcio.

En la narración se expresa que Dios dijo a Moisés y a su hermano Aarón que tomasen dos puñados de hollín extraídos del horno, para luego esparcir las cenizas delante del faraón.

De esta manera, Dios extendió las ulceras y los salpullidos por toda la población y el ganado de Egipto. En esta ocasión la plaga incluso afectó a los hechiceros del faraón, quienes fallecieron sin poder sanarse con sus conocimientos. Sin embargo, esta plaga no tocó a ninguno de los israelitas.

Es muy probable que el faraón también se contagiara de estos terribles salpullidos; sin embargo, se mantuvo en su posición y no quiso ceder tampoco en esta ocasión.

Significado espiritual

Algunos consideran que esta plaga, también conocida como la plaga de los forúnculos, fue un ataque de Dios hacia Imhotep, quien era la deidad encargada de la medicina y del aprendizaje.

Con este ataque el Dios de los israelitas demostraba su superioridad, incluso por encima del conocimiento y de la disciplina médica de la época.

Explicación científica

Los forúnculos descritos en esta plaga son protuberancias dolorosas que generalmente se encuentran enmarcadas de un halo rojizo. Su causante es una bacteria llamada Staphylococcus aureus, que habita en la piel de los humanos pero puede causar serias infecciones.

La teoría al respecto establece que lo que sucedió fue un brote de viruela, ya que esta enfermedad también causa serias ampollas y puede extenderse rápidamente en la población, pues es un padecimiento muy contagioso.

Incluso se encontraron registros de que la viruela ya había afectado al pueblo egipcio tres mil años atrás, ya que se hallaron cicatrices de esta enfermedad en algunas momias pertenecientes a ese período, entre las que ese incluía a Ramsés V.

La plaga de la lluvia de fuego y granizo

Este séptimo mal se puede encontrar descrito en el Éxodo 9, versículo 13 y 35. Se dice que consistió en una destructiva y violenta tormenta enviada por Dios cuando este le pidió a Moisés que alzara su vara hacia el cielo.

Este mal fue considerado más sobrenatural que las plagas anteriores, ya que trajo consigo una ducha de fuego y granizo. La tormenta destruyó todos los cultivos y los huertos egipcios, además de afectar también a un considerable número de cabezas de ganado y de personas.

Según las escrituras, esta lluvia azotó a todo el país egipcio menos a la tierra de Gosén. Fue entonces cuando el faraón le suplicó por tercera vez a Moisés que eliminara la plaga, prometiendo que dejaría ir al pueblo hebreo.

No obstante, apenas volvieron los cielos a la normalidad el faraón se negó a cumplir su promesa, manteniendo nuevamente su postura original de esclavizador.

Significado espiritual

Este desafío fue enviado por Dios para el dios Horus, también conocido como “el anciano”. Esta deidad, representada con el halcón, era el dios del cielo y una de las deidades principales del panteón egipcio.

Explicación científica

Teniendo en cuenta los registros geológicos, se pudo establecer que hace 3500 años el volcán Santorini produjo una fuerte erupción, específicamente en una isla cercana a Creta. Esto podría explicar la séptima plaga, ya que la ceniza volcánica pudo haberse unido con una fuerte tormenta eléctrica que perjudicó al pueblo egipcio.

Según la climatóloga Nadine Von Blohm, esta combinación dio lugar a esa posible tormenta constituida de fuego y de granizo; así lo aseguró en el diario científico The Telegraph.

La plaga de las langostas

La octava peste o plaga que azotó al país egipcio fueron las langostas, según el Éxodo 10, versículo 1-20. Antes de que Dios enviara a estos terribles insectos, Moisés decidió advertirle al faraón de lo que podría suceder si este no aceptaba el requerimiento del Dios hebreo.

Los consejeros del gobernante le imploraron a este que permitiera a los hebreos marcharse junto con Moisés, puesto que ya habían soportado suficientes penurias. Sin embargo, Ramsés no quiso cambiar de parecer.

Estos insectos devoran todo lo que encuentran a su paso, por lo que acabaron con los pocos cultivos egipcios que se habían salvado de las plagas anteriores. Las langostas también se comieron todas las plantas y los árboles de la región.

Viendo a su país devastado, el faraón le volvió a suplicar a Moisés que erradicara esta plaga, comprometiéndose a dejar salir a los esclavos. Sin embargo, volvió a cambiar de parecer apenas la plaga se extinguió.

Significado espiritual

Esta peste estuvo dirigida hacia Shu, quien era la deidad encargada de proteger el aire, los vientos secos y las atmósferas. Esto se debe a que Dios contaminó todo el aire con esos insectos voladores.

Explicación científica

Las langostas pudieron surgir debido a la erupción del volcán ubicado en Santorini, ya que esto habría propiciado unas arduas condiciones climáticas para todas las especies, especialmente para las aves, que generalmente acaban con estos insectos.

Además, las cenizas también producen una mayor cantidad de precipitaciones y de humedad, por lo que las langostas se pueden reproducir con más facilidad.

La plaga de las tinieblas o de la oscuridad

Este mal, explicado en el versículo 21-29, ocurrió cuando Dios le pidió a Moisés que estirase sus manos hacia arriba; así traería total oscuridad hacia el pueblo egipcio. Según las escrituras, esta oscuridad era muy pesada, por lo que se podía percibir físicamente.

Estas tinieblas se mantuvieron durante tres días, aunque las escrituras aseguran que hubo claridad en las habitaciones de los hebreos.

El faraón le dijo a Moisés que dejaría ir a los israelitas si las tinieblas eran apartadas de Egipto; sin embargo, solo dejaría ir a los hebreos si estos le dejaban su ganado. A Moisés no le gustó esta condición, por lo que no aceptó.

Significado espiritual

Esta plaga es quizás la más significativa de todas, ya que se trató de un daño directo hacia el faraón porque Ra era la deidad que representaba al Sol, y al gobernante egipcio se le emparentaba con este dios. Además, Ra era el padre de todos los dioses y el juez supremo.

Explicación científica

Esta oscuridad se puede explicar mediante dos posibles teorías: la primera es que pudo deberse a las cenizas del volcán, las cuales oscurecían los cielos. La segunda teoría indica que pudo tratarse de un eclipse solar. Efectivamente, en el año 1223 a. C. se produjo un fenómeno de este tipo.

El ángel exterminador

Esta fue la última plaga de Egipto y se encuentra detallada en el Éxodo 11 y 12. Dicho mal acabó con todos los primogénitos del país, ya que fueron asesinados por un ángel de la muerte enviado por Dios.

Antes de soltar esta última plaga, Dios les ordenó a sus israelitas que tiñeran sus puertas con sangre de cordero; de esta forma, el ángel de la muerte no tocaría a ningún primogénito hebreo.

Esta oscura entidad se extendió por todo Egipto, llevándose la vida de todos aquellos primogénitos cuyas viviendas no hubiesen sido marcadas con la sangre de cordero.

Por esta razón, el hijo del faraón también falleció. Esto fue el golpe final para el mandatario, ya que después de esto dejó ir libremente a los israelitas, quienes se embarcaron libres junto con Moisés hacia el desierto.

Significado espiritual

Esta plaga estuvo dirigida hacia tres deidades principales: Isis, una de las diosas más importante de la mitología egipcia, ya que su enfoque principal era la maternidad y velar por los enfermos; Osiris, dios de la muerte y protector de los fallecidos; y Horus, el primogénito de Osiris e Isis, quien es representado como un niño.

Explicación científica

Según un estudio realizado en el año 2003 y publicado en Clinical Microbiology Reviews, debido  a las toxinas liberadas por las algas rojas —que pueden ser muy letales— se contaminaron los granos de trigo.

El científico John Marr estableció que los primogénitos egipcios eran los encargados de recoger y de distribuir los granos; por esta razón, fueron los más expuestos al llamado ángel exterminador o ángel de la muerte. Esto podría explicar la décima plaga, una de las más complicadas de entender.

Referencias

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