Paleolítico: etapas, características, herramientas, economía
El Paleolítico fue un periodo de la Prehistoria que comenzó hace unos 2,59 millones de años. Su nombre significa “piedra antigua” y fue ideado por John Lubbock en 1865. Este periodo es el más extenso dentro de la existencia del ser humano, ya que se prolongó hasta hace aproximadamente unos 12000 años.
Junto con el Mesolítico y el Neolítico, el Paleolítico forma parte de la Edad de Piedra. A su vez, está subdividido en tres fases diferentes: el Paleolítico Superior, el Medio y el Inferior. Esta categorización está basada en el tipo de restos arqueológicos que se han encontrado en los yacimientos
Durante el Paleolítico, la especie humana vivió una gran transformación. Así, los homínidos empezaron a evolucionar hasta alcanzar las características físicas y mentales del hombre actual. Por otra parte, los grupos humanos aún no habían adoptado el sedentarismo, sino que se trasladaban de un lugar a otro buscando las mejores condiciones de supervivencia.
La evolución de los seres humanos propició también que fueran capaces de fabricar herramientas más complejas y con materiales cada vez más diversos. Muchos de estos utensilios tenían como finalidad la caza y la pesca, actividades que, junto con la recolección, eran la base de la alimentación de las sociedades primitivas.
Índice del artículo
- 1 Etapas
- 2 Características
- 3 Herramientas e inventos del Paleolítico
- 4 Economía
- 5 Organización social
- 6 Referencias
Etapas
El Paleolítico tuvo su comienzo hace unos 2,59 millones de años, cuando apareció el Homo habilis, el primer representante del género Homo en la Tierra. Su finalización se marca en el momento en que los seres humanos aprendieron a controlar la agricultura y a desarrollar nuevas técnicas para trabajar la piedra.
Dentro de la división cronológica de la Prehistoria, el Paleolítico es la primera fase de la Edad de Piedra. Las otras dos fueron el Mesolítico y el Neolítico, tras el que comenzó la Edad de los Metales.
A su vez, los expertos han dividido el Paleolítico en tres periodos: el Inferior, el Medio y el Superior. Todos los conocimientos sobre esta etapa provienen de los restos encontrados en los diferentes yacimientos. Su estudio ha permitido conocer qué tipo de herramientas utilizaban, qué comían o, incluso, que fue en esta etapa cuando se descubrió el fuego.
Uno de los aspectos importantes en la evolución de los primeros grupos humanos fue el clima. Durante el Paleolítico, el planeta se encontraba en una era glaciar, lo que hacía más dura la supervivencia. A finales del periodo el tiempo empezó a calentarse, algo que favoreció el final del nomadismo y la aparición de la agricultura.
Paleolítico inferior
Los expertos coinciden en marcar su comienzo sobre el año 2.600.000 a.C., pero existen muchas diferencias acerca de su finalización. Así, las fechas señaladas oscilas desde el 250000 a.C al 15000 a.C.
Durante esta etapa se produjeron hasta cuatro periodos glaciales en el hemisferio norte. Este clima tan frío fue una de las causas que obligaron a los primeros humanos a vivir en el interior de cuevas. Además, también provocaba que los alimentos escasearan, lo que hacía que los grupos tuvieran que trasladarse cada poco tiempo.
En el Paleolítico Inferior apareció el Homo habilis en una zona ubicada en el este de África. Para poder sobrevivir se organización en grupos familiares de unos 15 o 20 individuos.
Otro importante tipo de homínidos que vivió durante este periodo fue el Homo erectus. Los clanes que formaron eran bastante mayores y sus herramientas ganaron en complejidad. Ambos factores les permitió ampliar sus capacidades de capturar presas para alimentarse. El consumo de más proteínas animales propició que adquirieran mayor inteligencia.
A finales del Paleolítico Inferior se produjo uno de los descubrimientos más importantes de toda la historia de la humanidad: el fuego. Al principio, los humanos solo podían aprovecharlo cuando se generaba de manera natural, pero, con el tiempo, aprendieron a manejarlo.
Paleolítico medio
Como ocurría con el periodo anterior, las fechas de comienzo y final del Paleolítico Medio varían mucho según la región del planeta. En líneas generales, los expertos señalan que duró hasta el 30.000 a.C.
Las zonas geográficas más importantes en cuanto a la actividad humana fueron Europa y Oriente Medio. Fue en este periodo cuando apareció el Neandertal, ya dentro del género Homo sapiens.
También existen evidencias que confirman la presencia del hombre de Cromañón, con características prácticamente iguales a las del hombre moderno, en algunas regiones asiáticas.
Las dos especie tuvieron que afrontar una condiciones ambientales muy duras debido a los periodos glaciales que caracterizaron esta época. Esto provocó que la mayor parte de la vegetación fuera la típica de la tundra.
Por otra parte, la mayor capacidad craneal permitió que los seres humanos elaboraran herramientas más complejas. Se han encontrado restos que demuestran que ya eran capaces de fabricar utensilios compuestos, uniendo la piedra con la madera.
Otros restos prueban que habían comenzado a utilizar técnicas para conservar la carne. Igualmente, también empezaron a pescar, sobre todo en los ríos que encontraban a su paso.
Fue entonces cuando los primeros seres humanos mostraron sus primeras creencias religiosas, especialmente relacionadas con los enterramientos.
Paleolítico superior
La etapa que puso fin al Paleolítico y dio paso al Mesolítico comenzó sobre el año 30.000 a.C y finalizó 20.000 años después.
A comienzos de esta fase, los neardentales y los cromañones coincidieron en Europa. La cohabitación duró unos 10000 años, hasta que, por motivos desconocidos, los primeros se extinguieron.
Estos homínidos seguían siendo nómadas, recolectores y cazadores. Pronto, los grupos empezaron a ampliarse, aunque aún basados solo en relaciones familiares.
El Paleolítico Superior fue una etapa durante la que el ser humano vivió una importante transformación. Entre otras facetas, comenzaron a perfeccionar la técnica para tallar la piedra y, además, surgieron nuevas herramientas construidas con huesos.
Precisamente, el hueso fue la materia prima principal para la fabricación de armas arrojadizas. Estas suponían un gran avance, ya que permitían cazar animales de manera más segura, sin tener que acercarse demasiado. Muchas de esas cacerías quedaron reflejadas en las pinturas rupestres con las que adornaban las paredes de las cuevas.
Por último, los seres humanos iniciaron una nueva actividad: la agricultura. Aunque aún pasarían años para que la dominaran y se convirtiera en la base del paso al sedentarismo, ya comenzaron a plantar y aprovechar las cosechas de algunos productos.
Características
Como se ha señalado, el Paleolítico es la época de mayor duración en la historia de la especie humana. Esto provoca que cada fase de ese periodo tuviera características propias, aunque pueden extraerse algunas comunes a todas ellas.
El nombre de este periodo, Paleolítico (Piedra Antigua) proviene del primer material que el primitivo ser humano utilizó. Al principio, solo las recogía del suelo para usarlas, pero poco a poco aprendió a tallarlas a voluntad.
Uno de los aspectos más importantes del Paleolítico fue la evolución del propio ser humano. Durante estos miles de años, cambió físicamente, aprendió a elaborar nuevas herramientas, descubrió cómo manejar el fuego y empezó a manifestar creencias religiosas.
Variaciones climáticas durante el Paleolítico
El eje de la Tierra sufrió algunas variaciones durante el Paleolítico, lo que afectó de manera notable al clima. Durante este periodo se produjeron hasta cuatro glaciaciones que cambiaron totalmente las características de grandes extensiones del planeta.
Los primeros seres humanos debieron aprender a sobrevivir en esas duras condiciones de frío. Buenas parte de la forma de vida de esos homínidos se debieron a ese clima tan desfavorable, comenzado por la necesidad de vivir dentro de las cuevas.
La evolución humana
Por una parte, los expertos señalan que existe una correlación bastante exacta entre los tipos de homínidos y las fases en las que se divide el Paleolítico. Así, el Homo habilis, que residía en África, fue el más importante durante el Paleolítico Inferior.
La siguiente fase estuvo caracterizada por la presencia del Hombre de Neandertal en Europa y Oriente Medio. Por último, el Paleolítico Superior trajo consigo el dominio del Hombre de Cromañón.
En cuanto a la evolución temporal y geográfica, los primeros homínidos (el Homo habilis y el Homo ergaster) eran originarios del continente africano. Fue el segundo el que comenzó a migrar fuera de África, alcanzado lugares tan lejanos como la Georgia actual.
Por su parte, el Homo erectus apareció en Asia y sobrevivió hasta que los humanos modernos acabaron con su presencia.
Mientras, los homínidos que habían llegado a Europa continuaron su evolución hasta que aparecieron el Homo heidelbergensi, primero, y el Neardental, después.
Estos últimos, que llegaron al continente europeo hace unos 200.000 años, tenían algunas características similares a las del hombre moderno. En esa misma época surgió en África el Homo sapiens, la especie humana actual, aunque no llegaría a Europa hasta hace unos 50.000 años.
Forma de vida
La forma de vida de los homínidos que vivieron durante el Paleolítico era nómada. Normalmente, formaban pequeños clanes familiares de entre 12 y 20 personas y se desplazaban buscando el mejor lugar para sobrevivir. Ese tipo de asociación favoreció que apareciera el concepto de familia.
Las bajas temperaturas obligaban que esos grupos tuvieran que buscar cuevas en la que alojarse. En ocasiones, durante los veranos de las épocas interglaciales, construían algunas chozas aprovechando las pieles y huesos de los animales, hojas y cañas.
La población del Paleolítico se alimentaba de los frutos y vegetales que recogían. En cuanto a la carne, en un primer momento eran carroñeros y, más tarde, empezaron a cazar hasta convertir esta actividad en su fuente más importante de proteínas.
Aunque la agricultura no se desarrolló hasta la llegada del neolítico, algunos hallazgos parecen demostrar que estos homínidos pudieron practicar una horticultura limitada. El no contar con los utensilios adecuados y el mal tiempo impidieron que pudieran ir más allá en esta actividad.
A partir del Paleolítico Medio, siempre según los restos encontrados, los primeros hombres empezaron a obtener alimento de ríos y de las zonas costeras. La mayoría de las veces, tan solo se trataba de moluscos cuya concha rompían con las piedras que habían convertido en herramientas.
Creencias en el Paleolítico
No es posible conocer el momento en el que los primeros seres humanos comenzaron a tener creencias religiosas o trascendentales. Gracias a los yacimientos, sí se sabe que los ritos más antiguos tuvieron relación con los enterramientos, lo que da a entender que desarrollaron una especie de veneración por sus antepasados.
Aunque también se han encontrado fosas comunes, los expertos afirman que solían enterrar a sus muertos. Después, se colocaba alguna losa de piedra y se hacían ofrendas para honrarlos. Los que más desarrollaron estas ceremonias fueron los neardentales, que incluso decoraban las losas que cubrían las tumbas.
Arte en el Paleolítico
Las evidencias sobre la existencia de arte en el Paleolítico apuntan a que se empezó a desarrollar durante el periodo Superior. Hay que tener en cuenta que, en realidad, las pinturas, las tallas o los huesos grabados tenían funciones prácticas y que no se elaboraban como expresión artística.
Sin duda, el arte más conocido de esta época son las pinturas rupestres. La mayoría de ellas aprovechaban las paredes de las cuevas para pintar sobre ellas, aunque existen también ejemplos en el exterior.
La temática de estas pinturas solía ser la caza. Se supone que sus autores trataban de “invocar” la buena suerte a la hora de capturar animales. Otros temas frecuentes fueron las representaciones humanas, aunque las figuras solían tener rasgos grotescos. Igualmente, la fertilidad fue otro de los motivos habituales en el arte rupestre.
Además de estas pinturas, y de las figurillas que representaban a mujeres con los rasgos asociados a la fertilidad exagerados, durante este periodo se desarrolló un tipo de arte mobiliar. Se trataba de obras móviles que se realizaban en huesos, piedras o conchas. Un ejemplo eran las pinturas realizadas sobre collares o puntas de lanzas.
Armamento del Paleolítico
Aunque la guerra era un concepto desconocido durante el Paleolítico, el ser humano empezó muy pronto a fabricar armas. En este caso, su objetivo era tener las mejores herramientas posibles para la caza y la pesca.
Una simple piedra fue, sin duda, el primer tipo de armamento utilizado por el ser humano, Más tarde, empezaron a afilar esas piedras para que pudieran cortar y raspar. Nacieron así los cuchillos y las hachas de mano. Cuando empezaron a unirle palos de madera para que actuaran como mango, estas armas mejoraron su eficacia.
Otro hito en este ámbito se dio tras el descubrimiento del fuego. Los humanos de la época se dieron cuenta que si acercaban un palo afilado a las llamas, esta acababa endureciéndose.
Antes de que el Paleolítico acabara, las armas se habían perfeccionado en gran medida. En esos momentos, sus dueños comenzaron a realizar inscripciones y tallas en ellas para adornarlas y personalizarlas.
Herramientas e inventos del Paleolítico
Aunque, como se ha señalado, existieron diferentes especies y culturas, las técnicas para fabricar herramientas no difirieron demasiado entre ellas. Sí, en cambio, fue produciéndose una evolución en la complejidad y eficacia de esos utensilios.
Al principio del periodo, durante el Paleolítico Inferior, los homínidos solo tenían conocimientos para fabricar herramientas sencillas.
Como ocurrió con las armas, lo primero que se utilizó fue una simple piedra para golpear con ella y partir huesos u otros objetos. Cuando las piedras se rompían, podían usar las partes afiladas para cortar.
La piedra: el primer material
El propio nombre de este periodo, Paleolítico (Piedra Antigua), muestra la importancia que este material tuvo para los primeros humanos. Aunque aún no sabían cómo pulirla, pronto empezaron a tallarla de diversas maneras.
Entre las técnicas más destacadas para tallar la piedra se encontraba la percusión. Esta consistía en golpear una piedra del tipo concoidea, como el cuarzo o el sílex, con otra piedra más dura o con los cuernos de algún animal. Con este proceso lograban darle la forma deseada.
Durante el Paleolítico Superior, al final del periodo, el ser humano aprendió a tallar la piedra usando la presión. Con esta técnica se obtenían resultados más precisos. Era, por ejemplo, el mejor modo de conseguir filos cortantes o lascas.
Las herramientas que primero se elaboraron eran muy sencillas: los cantos tallados. Más adelante, empezaron a fabricar hachas de mano o bifaces. A pesar del nombre, estas hachas se utilizaban para múltiples actividades, desde cortar a perforar.
El siguiente paso fue la especialización de las herramientas. Cada una empezó a tener una utilidad concreta, como en el caso de las raederas que se usaban para curtir las pieles.
Etapas en la talla de la piedra
Los historiadores distinguen hasta cuatro fases diferentes en la evolución de las técnicas de talla de la piedra.
La primera etapa se produjo durante el Paleolítico Inferior Arcaico. En esta predominó el denominado modo técnico 1 o Cultura de los cantos tallados.
Tras esta fase llegó el achelense o industria de modo 2, cuya herramienta distintiva son los bifaces. Las novedades técnicas permitieron a los homínidos de la época obtener 40 centímetros de filo por cada kilo de roca.
La última fase (modo técnico 3) se desarrolló en el Paleolítico Medio. Fue cuando apareció en musteriense y los humanos podían lograr hasta dos metros de filo por cada kilogramo de roca.
Al final del Paleolítico, en el Superior, se produjo una gran mejora en la talla de la piedra. En lo que se ha llamado modo técnico 4, los habitantes de la época eran capaces de obtener 26 metros de filo por cada kilo de roca.
El hueso
Aunque, como se ha señalado, la piedra fue la materia prima por excelencia del Paleolítico, los primeros seres humanos también utilizaron otros materiales que tenían a mano.
Entre estos destacaron los huesos de los animales que cazaban o, simplemente, morían a su alrededor. Las herramientas elaboradas a partir de este material fueron bastante variadas. Las más importantes fueron los punzones, las agujas de coser, los propulsores y los arpones para pescar.
No obstante, este tipo de utensilios fueron bastante escasos hasta el Paleolítico Superior, cuando el ser humano moderno llegó a Europa procedente del continente africano.
Inventos durante el Paleolítico Inferior
Durante el Paleolítico Inferior se produjo uno de los descubrimientos más importantes: el fuego. Sin embargo, no se aprendería a dominarlo hasta tiempo después.
Sobre el año 500000 a.C, se empezaron a elaborar vestidos usando las pieles de los animales. Unos cien mil años más tarde, el ser humano comenzó a añadir piezas de madera a sus herramientas de piedra, con el fin de que fueran más fáciles de utilizar.
Hachas de tamaño reducido han aparecido en restos datados sobre el 250000 a.C. Poco después, inventaron los bifaces, los raspadores, las puntas de lanzas o los cuchillos.
Inventos durante el Paleolítico Medio
Las herramientas de percusión y el consiguiente uso de esa técnica para tallar la piedra fue una de las novedades más importantes durante el Paleolítico Medio. Esto propició la fabricación de nuevas clases de cuchillos, raspadores o azagayas, todos con una calidad superior.
Otros utensilios que aparecieron en esta época fueron los buriles, las raederas o unos punzones que permitían trabajar mejor las pieles y las piedras. Por otra parte, sobre el 75000 a.C se produjo un gran adelanto técnico en la industria del hueso.
Inventos durante el Paleolítico Superior
Un nuevo material empezó a utilizarse alrededor del 30000 a.C: la arcilla. Más o menos al mismo tiempo se inventaron el arco y la flecha. Ya cerca del Mesolítico, los seres humanos mejoraron mucho el tratamiento de la piedra, lo que anunciaba la llegada de la nueva técnica que caracterizaría al Neolítico: la piedra pulida.
El fuego
Aunque realmente no pueda considerarse ni una herramienta ni un invento, el aprendizaje por parte del hombre de cómo manejar el fuego supuso una revolución a todos los niveles, incluido el fisiológico. En este sentido, cocinar los alimentos con fuego mejoró la absorción de nutrientes, lo que desembocó en una mejora de la inteligencia.
Fue el Homo erectus el que primero comenzó a usar el fuego. En un primer momento debía limitarse a aprovechar los eventos naturales que provocaban incendios, pero después aprendió cómo encenderlo y conservarlo.
Se han encontrado restos que prueban que el Homo erectus comenzó a cazar y a asar a sus presas. Además, esta técnica hacía que la carne se conservará más tiempo antes de estropearse.
Las bifaces
Uno de los utensilios más característicos de todo el Paleolítico fue el bifaz. Se trataba de una herramienta construida con piedra, normalmente sílex. Este se tallaba por las dos caras usando una técnica denominada buril hasta darle una forma triangular.
El uso del bifaz se generalizó, sobre todo, durante el Paleolítico Superior. Sus funciones eran cortar, perforar o raspar otros materiales, especialmente hueso y madera.
Las hachas de mano
Aunque en muchas ocasiones se confunden con los bifaces, las hachas de mano fueron una herramienta diferente. Comenzaron a utilizarse durante el Paleolítico Inferior y mantuvieron su importancia hasta que se le añadió un mango de madera para facilitar su uso.
Para fabricarlas había que golpear la piedra con un martillo del mismo material. Con habilidad, se conseguía darle la forma deseada y afilar los bordes.
Los historiadores señalan que sus usos más habituales eran cortar madera o carne, cavar o raspar el cuero. Igualmente, parece que se utilizaron para cazar o para defenderse del ataque de los animales.
Puntas de lanza
La técnica de la percusión permitió que el ser humano pasara de usar lanzas elaboradas completamente con palos a añadirles puntas fabricadas con sílex. Gracias a esto, la caza se multiplicó, además de hacerla menos peligrosa.
Cuchillos
Como ocurrió con las puntas de lanzas, los humanos tuvieron que esperar a que se descubriera la percusión para tener sus primeros cuchillos. En realidad, se trataba más bien de lascas anchas con los bordes muy cortantes.
Estos cuchillos se inventaron en el Paleolítico Medio. Antes de eso, para cortar debían usarse piezas de madera o hueso afiladas y bastante menos resistentes.
Economía
No se puede hablar de la existencia en este periodo de una economía en el sentido moderno. Al utilizar este concepto los expertos se refieren a las actividades relacionadas con la obtención de bienes y con los posibles intercambios que desarrollara la población.
Desde este punto de vista, la economía durante el Paleolítico es calificada como depredadora. Su base era la caza y la recolección, actividades con las que lograban cubrir todas las necesidades básicas, desde la obtención de alimentos hasta la de materiales para fabricar la ropa.
Este tipo de actividades fueron evolucionado a lo largo del tiempo. En un primer momento, la caza era bastante menos importante que la recolección y la carne que se consumía se obtenía mediante el carroñeo.
Por otra parte, algunos autores califican a los grupos humanos formados en la época como opulentos. Esto implica que tenías sus necesidades, o la mayoría de ellas, cubiertas por completo, aunque siempre dependían de la naturaleza y las condiciones cambiantes de esta.
Primeros homínidos
Como se ha señalado, los primeros tipos del género Homo, como el habilis, no tenían grandes habilidades para la caza. Su economía estaba basada en la recolección de los vegetales que encontraran a su alrededor.
Estos homínidos tan solo capturaban de vez en cuando algún animal pequeño, como algunos reptiles o aves. El resto de la carne que consumían provenía de los animales muertos o moribundos que encontraran.
Incluso el Homo erectus continuó manteniendo la carroña como principal fuente de alimentación carnívora, a pesar de que se han encontrado evidencias de que había comenzado a cazar y a utilizar trampas para capturar animales.
Fue el Homo heidelbergensis el primer tipo de homínido que se empezó a cazar como actividad principal. Más adelante, el Homo sapiens mejoró sus técnicas y comenzó también a pescar.
Estos homínidos continuaban siendo nómadas. Cuando los alimentos de una zona empezaban a escasear, los grupos se desplazaban a otra en la que pudieran encontrar todo lo que necesitaban.
División del trabajo
No se han encontrado evidencias de que los grupos humanos durante el Paleolítico tuvieran un sistema de división del trabajo. Las únicas excepciones podrían ser los chamanes o los artesanos, aunque tampoco se sabe a ciencia cierta.
En general, cada individuo debía hacerse cargo de cualquier tipo de labor. Lo importante era sobrevivir y todos tenían que aportar sus habilidades para ello.
Hasta hace poco, la mayoría de los expertos pensaban que sí existía cierta diferenciación en los trabajos dependiendo del sexo de la persona.
Así, se creía que los hombres se dedicaban a la caza mientras las mujeres se ocupaban de la crianza y la recolección. Algunos hallazgos parecen desmentir esta idea y señalan que las mujeres también jugaban un papel importante en las partidas de caza.
Otro aspecto que podía provocar una cierta división en los trabajos era la edad. No obstante, esto no implicaba ningún tipo de jerarquización dentro del grupo.
Intercambios
Durante el Paleolítico no existía el concepto de comercio. Sí se producían, sin embargo, intercambio de bienes, pero basados en la reciprocidad o en la donación. En este último caso, el que entregaba algo lo hacía sin esperar nada a cambio. Tan solo podía suponer un aumento de su prestigio social.
Por otra parte, cuando la entrega de bienes se basaba en la reciprocidad, el individuo que la realizaba esperaba obtener algún producto a cambio del suyo. Sería, en cierto modo, el origen del trueque.
Toda esta organización económica provocaba que los grupos fueran muy igualitarios, sin que nadie acumulara bienes y, por lo tanto, poder. La cooperación estaba por delante de la competencia, ya que lo importante era la supervivencia del clan.
Organización social
El ser humano del Paleolítico era, fundamentalmente, nómada. La búsqueda de recursos naturales hacía que tuviera que desplazarse de un lugar a otro. Normalmente, lo hacían en pequeños grupos, de no más de 20 personas unidas por lazos familiares.
Los expertos dan por seguro que existieron culturas de diversos tipos, desde las patrilineales a la matrilineales. Sin embargo, aseguran que estó no implicaba que aparecieran privilegios o herencias.
Como se apuntaba anteriormente, todos los miembros del grupo tenían que cooperar para poder sobrevivir. El pequeño tamaño de estas comunidades hacia imposible que existiera la especialización en el trabajo, ni la jerarquización del mismo.
Sociedades igualitarias
Los grupos sociales del Paleolítico eran muy igualitarios. Cada miembro del clan recibía, probablemente, los mismos bienes, desde alimentos a herramientas. Esto no implica que no existieran diferencias entre el prestigio de cada individuo, pero las tumbas encontradas parecen indicar que esto no se tradujo en ningún tipo de jerarquización.
Igualmente, los historiadores señalan que todos tenían acceso libre a los bienes disponibles. La posesión de estos era comunal, aunque el uso de la ropa o las herramientas pudiera ser individual. Uno de los efectos de este sistema fue la poca conflictividad presente en el interior de los grupos.
Conflictos bélicos
Hasta el momento no se han encontrado pruebas de que se produjeran enfrentamientos bélicos entre las distintas comunidades. De hecho, los expertos apuntan que las circunstancias vitales de la época hacía que no existieran motivos para que estallaran guerras, empezando por la escasa densidad de población.
Los últimos cálculos estiman que la máxima población existente durante el Paleolítico fue de unos 10 millones de personas en todo el planeta. Esto implica que fuera complicado que los diversos grupos se encontraran y que, además, no era necesaria la lucha por los recursos.
Referencias
- Piedras Para. Paleolítico. Obtenido de piedraspara.com
- Euston96. Paleolítico. Obtenido de euston96.com
- Mundo Antiguo. Etapas de la prehistoria. Obtenido de mundoantiguo.net
- The Editors of Encyclopaedia Britannica. Paleolithic Period. Obtenido de britannica.com
- Khan Academy. Paleolithic societies. Obtenido de khanacademy.org
- Groeneveld, Emma. Paleolithic. Obtenido de ancient.eu
- New World Encyclopedia. Paleolithic Age. Obtenido de newworldencyclopedia.org
- The Columbia Encyclopedia, 6th ed. Paleolithic Period. Obtenido de encyclopedia.com