Lengua y literatura

Jorge Luis Borges: biografía, obras


Jorge Luis Borges fue el escritor más representativo de Argentina en toda su historia, y es considerado uno de los literatos más importantes e influyentes del mundo en el siglo XX. Se desenvolvía con facilidad en los géneros de poesía, cuento, crítica y ensayo, teniendo con sus letras un alcance intercontinental.

Su obra ha sido motivo de estudio profundo no solo en la filología, sino también por filósofos, mitólogos e incluso matemáticos que quedaron anonadados con sus letras. Sus manuscritos presentan una profundidad poco común, de carácter universal, que ha servido de inspiración para un sin número de escritores.

Desde sus inicios adoptó una marcada tendencia ultraísta en cada texto, apartándose de todo dogmatismo, tendencia que luego se disiparía en la búsqueda del “Yo”.

Sus intricados laberintos verbales desafiaron estética y conceptualmente al modernismo de Rubén Darío, presentando en Latinoamérica una innovación que marcó pauta hasta lograr hacerse tendencia.

Como todo erudito, gozaba de un humor satírico, oscuro e irreverente, eso sí, siempre impregnado de razón y respeto por su oficio. Esto le trajo problemas con el gobierno peronista, a quienes en más de una vez le dedicó escritos, llegando a costarle su cargo en la Biblioteca Nacional.

Se encargó de plantear desde perspectivas nunca antes vistas aspectos comunes de la vida con sus ontologías, siendo la poesía el medio más perfecto e idóneo, según él, para lograrlo.

Su manejo del lenguaje lo reflejó claramente en frases que han pasado a ser parte de la historia de la literatura. Un ejemplo claro son las líneas: “Yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón”.

Por su extensa y laboriosa carrera no le fueron ajenos los reconocimientos, en todos lados eran elogiados su trabajos, al punto de ser nominado en más de treinta oportunidades al Nobel, sin lograr ganarlo por razones que se expondrán luego. Una vida dedicada a las letras digna de ser contada.

Índice del artículo

Biografía

El año de 1899, un 24 de agosto nació en Buenos Aires: Jorge Francisco Isidoro Luis Borges, mejor conocido en el mundo de las letras como Jorge Luis Borges.

Sus ojos vieron la luz por primera vez en casa de sus abuelos por parte de madre, una propiedad ubicada en la Tucumán 840, justo entre las calles de Suipacha y Esmeralda.

El argentino Jorge Guillermo Borges fue su padre, un prestigioso abogado quien también se desempeñó como profesor de psicología. Era un lector empedernido, con una  afición a las letras que logró calmar con varios poemas y la publicación de su novela El caudillo. Por aquí se vislumbra parte de la sangre literaria del escritor gaucho.

Sus padres

El padre de Borges influenció en gran manera su inclinación a la poesía, además de incentivarle desde niño, por su gran manejo del inglés, el conocimiento de la lengua anglosajona.

Jorge Guillermo Borges llegó incluso a traducir la obra del matemático Omar Khayyam, directamente del trabajo del también traductor inglés Edward Fitzgerald.

Su madre fue la uruguaya Leonor Acevedo Suárez. Una mujer extremadamente preparada. Ella, por su parte, también aprendió inglés de mano de Jorge Guillermo Borges, llegando a traducir luego varios libros.

Ambos, madre y padre, inculcaron desde niño los dos idiomas al poeta, quien, desde pequeño, fue un bilingüe fluido.

En aquella casa porteña de los abuelos maternos, con su pozo de aljibe y patio acogedor —recursos inagotables en su poesía—, Borges apenas vivió 2 años de su vida. Para el año de 1901 su familia se mudó un poco más al norte, exactamente a la calle Serrano 2135 de Palermo, un barrio popular de buenos Aires.

Sus padres, sobre todo su madre, fueron figuras de gran importancia en la obra de Borges. Sus guías y mentores, aquellos que prepararon su camino intelectual y humano. Su madre, así como hizo con su padre, terminó siendo sus ojos y su pluma y el ser que le abandonaría solo por la muerte misma.

Década del 1900

Ese mismo año de 1901, un 14 de marzo, llega al mundo su hermana Norah, su cómplice de lecturas y mundos imaginarios que marcarán su obra.

Ella sería la ilustradora de varios de sus libros; él, quien se enncargue de sus prólogos.  En Palermo pasó su infancia, en un jardín, detrás de una verja con lanzas que le protegían.

Aunque él mismo asevera, ya entrado en edad, que prefería pasar horas y horas aislado en la biblioteca de su padre, metido entre las interminables filas de los mejores libros de la literatura inglesa y otros clásicos universales.

Recordó con agradecimiento, en más de una entrevista, que a eso debía su destreza en las letras y su incansable imaginación.

No es para menos, Jorge Luis Borges, con tan solo 4 años hablaba y escribía perfectamente. Lo más asombroso fue que empezó a hablar inglés y lo aprendió a escribir primero que el español. Esto denota la entrega de sus padres para con la educación del escritor.

En el año 1905 fallece su abuelo materno, don Isidoro Laprida. Con tan sólo 6 años de edad, para ese entonces, confiesa a su padre que su sueño es ser escritor. Su padre lo apoya completamente.

Niño súperdotado

Por esos años, siendo apenas un niño bajo la educación de su abuela y una institutriz, se encarga de hacer un resumen en inglés de la mitología griega. En español, por su parte, redacta su primer cuento basado en un fragmento del Quijote: “La víscera fatal”. Luego lo representaría con Norah frente a la familia en múltiples oportunidades.

También, siendo un niño, tradujo “El príncipe feliz”, de Oscar Wilde. Debido a la calidad de este trabajo, se pensó primeramente que quien lo había hecho era su padre.

Suena asombroso, pero estamos en presencia de un niño que acostumbraba a leer a Dickens, Twain, los Grimm y a Stevenson, además de clásicos como la compilación hecha por Per Abad de El cantar del Mío Cid, o Las Mil y una Noches. Si bien la genética jugó un papel en su destino, su pasión por leer lo consagró desde temprano.

Traumas en la escuela

Borges, desde 1908, estudió en Palermo su primaria. Por los avances que ya había logrado con su abuela y la institutriz, empezó desde cuarto grado. La escuela era la estatal y quedaba por la calle Thames. A la par de las clases de la escuela siguió en casa con sus consagradas maestras.

Esta experiencia en la escuela fue traumatizante para Borges. Él tartamudeaba y eso generaba burlas constantes, que en realidad era lo de menos.

Lo más preocupante era que sus compañeros le tildaban de “sabelotodo”, y a él le intrigaba el desprecio al conocimiento por parte de ellos. Nunca calzó en la escuela argentina.

Él escritor confiesa luego que lo mejor que le dio esa experiencia escolar fue el hecho de aprender a pasar desapercibido ante la gente. Se necesita acotar que no solo su intelecto era menospreciado, Borges no era lingüísticamente entendido por sus compañeros, y a él se le complicaba adecuarse al lenguaje vulgar.

Década del 1910

En 1912 publica su cuento El rey de la selva, el mismo año que fallece el reconocido poeta argentino Evaristo Carriego, a quien luego exaltará con sus ensayos. En esta obra, Borges, con apenas 13 años, deja perplejos a los lectores ante su majestuoso trato de las letras.

Jorge Guillermo Borges decidió jubilarse en 1914 debido a padecimientos en su visión. A raíz de esto la familia se mudó a Europa. Partieron en la nave alemana Sierra Nevada, pasaron por Lisboa, luego una pequeña parada en París y, como estaba en desarrollo la Primera Guerra Mundial, decidieron instalarse en Ginebra los siguientes 4 años.

El motivo principal del viaje fue el tratamiento de la ceguera de Jorge Guillermo Borges. Sin embargo ese viaje abre las puertas del entendimiento y la cultura al joven Borges, quien vive un cambio de ambiente trascendental que le permite aprender francés y codearse con gente que en vez de burlarse de su sapiencia, le elogian y le hacen crecer.

Eventos trascendentales

En los próximos tres años empiezan a ocurrir eventos trascendentales para la vida de Borges. En 1915 su hermana Norah hace un libro de poemas y dibujos, él se encarga de su prólogo. En 1917 la revolución bolchevique se desata en Rusia y Borges manifiesta cierta afinidad por sus preceptos.

El 1918, en Ginebra, la familia sufre la pérdida física de Eleonor Suárez, abuela materna de Borges. El poeta escribe entonces sus poemas “A una cajita roja” y “Aterrizaje”. A mediados de junio de ese año, luego de unos meses de luto y respeto, los Borges recorren Suiza, para asentarse en el sureste, exactamente en Lugano.

Su padre publica “El caudillo”

El 1919 representa un año muy activo para los Borges. Su familia retornó por instantes a Ginebra y luego de allí partieron a Mallorca, donde residieron desde mayo hasta septiembre. Es allí, en Mallorca, donde su Jorge Guillermo Borges ve cumplido su sueño de escritor y publica El caudillo.

Jorge Luis, por su parte, muestra sus trabajos Los naipes del tahúr (Cuentos) y Salmos rojos (poesía). Es en España donde Borges afianza sus nexos con el ultraísmo, creando fuertes vínculos con escritores como Guillermo de Torre, Gerardo Diego y Rafael Cansinos Asséns, ligados a la revista Grecia.

Es en esa revista donde Borges publica la obra “Himno del mar”, que según expertos es el primer trabajo que publicó el escritor formalmente en España. Por esos meses lee también con gran intensidad al gran Unamuno, a Góngora y a Manuel Machado.

Década del 1920

Los Borges continuaron con su intenso trajín por España. En 1920 llegaron a Madrid, exactamente en febrero de ese año. En los siguientes meses Jorge Luis se ve envuelto en una intensa vida social-poética que le revienta las letras en la sangre.

El poeta comparte con Juan Ramón Jimñenez, también con Casinos Asséns y Gómez de la Serna, con quienes tiene profundas conversas en pro del vanguardismo y sentando las bases del ultraísmo. Disfrutan en múltiples tertulias literarias, el autor se encontraba como pez en el agua.

Se dice que en esta época hubo varios desamores que inspiraron sus letras. El amor siempre fue un misterio en la vida de Borges, un encontrarse con el rechazo, un no acertar con la adecuada para el cortejo.

Formación de grupos ultraístas

En Mallorca se hace amigo de Jacobo Sureda, un reconocido poeta. Con este escritor, antes de partir, consolida charlas dirigidas a un grupo de jóvenes interesados en las letras, donde el poeta persiste con su discurso ultraísta. Aparte colabora nuevamente con las revistas Grecia y Reflector.

En 1921 la familia Borges vuelve a Buenos Aires, y se radican en una propiedad en la calle Bulnes.

Búsqueda interna

En esta etapa de la vida del escritor, estos momentos “del retorno”, se pone en manifiesto el cambio de perspectiva tan trascendental que significaron para é los 7 años de viaje por el viejo continente. Ya no puede ver a su pueblo con los mismos ojos, sino con unos renovados. Borges vive un redescubrimiento de su tierra.

Este redescubrimiento se ve plasmado fuertemente en su obra. El Manifiesto ultraísta, que publicara en la revista Nosotros, es una prueba palpable de ello. Ese mismo años funda la revista mural Prisma, conjuntamente con  Francisco Piñero, Guillermo Juan Borges —su primo— y Eduardo González Lanuza.

En esa revista le correspondió a su hermana Norah la Ilustración, una especie de acuerdo entre hermanos por el prólogo previo.

Llega el amor, luego Prisma y Proa

En 1922 quedó flechado con Concepción Guerrero, se hicieron novios hasta 1924, pero no prosiguieron por la fuerte negativa de la familia de la chica. En marzo del 22 apareció el último número de la revista Prisma. Igual Borges no desfallece y persiste fundando una nueva revista a la que llaman Proa.

Durante el resto de ese año se dedicó a terminar de darle forma a Fervor de Buenos Aires, su primer poemario que salió publicado en 1923, al igual que el último número de la revista Proa. Lo de Proa no fue por capricho, luego es retomada.

En julio de ese año los Borges retornaron a Europa. Jorge Luis volvió a hacer contacto con Gómez de la Serna y Cansinos Asséns, a quienes honra con unos portentosos artículos contentivos de los ensayos que forman parte de libro inquisiciones,  que el escritor publicó posteriormente en 1925.

A mediados del año 1924 retornó a Buenos Aires, donde estaría por un buen tiempo. Se volvió colaborador de la revista Inicial (en esta persiste hasta su último número en 1927). Vivieron un tiempo en el Garden Hotel y luego se trasladaron a la Avenida Quintana y de allí a la avenida Las Heras, a un sexto piso.

De vuelta en Buenos Aires Borges no descansó. Esta vez invirtió la mayoría de su tiempo e la edición de textos y sacó a flote la segunda temporada de la revista  Proa.

Borges sobrecarga su producción

Ese mismo año, y estando inmerso en compromisos con Inicial, con Proa, con las ediciones y sus libros, ubicó un espacio y se unió a los vanguardistas de la Martín Fierro, una reconocida revista de la época.

El 1925 representa para Borges, con 26 años, un espacio de tiempo trascendental. Su segundo poemario, Luna de enfrente es publicado, a la par que su libro de ensayos Inquisiciones —del cual dedicó en España dos de sus artículos a sus amigos escritores—.

Luego de estos dos libros la percepción de los críticos hacia Borges se inclina a la sabiduría de sus contenidos. El público en general comenzó a entender que no están delante de un escritor cualquiera, sino delante de un iluminado de las letras.

Luego de 15 números, en el año 1926, la revista Proa, en el que era su segundo lanzamiento, dejó de salir. Borges colaboró con el suplemento La Razón. Ese mismo año publicó  El tamaño de mi esperanza, otra compilación de ensayos donde sumerge a los lectores en una atmósfera filosófica más profunda.

Los biógrafos aseveran que, aparte de su pasión por las letras, el motivo más fuerte de su entrega a sus trabajos fue ese vacío femenino en su vida, vacío que nunca llenó como quiso, sino como se le presentaba.

Primeros fallos de la visión

Para el año de 1927 empezó a presentar uno de los problemas que más desdicha trajo a su vida: su visión comenzó a fallar. Lo operaron de cataratas y salió airoso. El año siguiente Borges publicó El idioma de los argentinos, obra que le hizo ganador del segundo premio municipal en ensayos.

Borges para ese año, luego de un breve reposo y como si el tiempo no le alcanzase para vivir, persistió en colaborar simultáneamente con varios medios impresos tales como: Martín Fierro, La Prensa e Inicial y a esto le añade su colaboración con Síntesis y Criterio.

Los eruditos en letras de la  época seguían de cerca sus pasos y lo designan, con tan solo 28 años, miembro directivo de la SADE (sociedad argentina de escritores), recientemente creada ese año.

Ese año Guillermo de Torre se transforma en su cuñado. Quien fuera su amigo de letras en Europa, cruzó el mar para desposar a Norah, de quien había quedado prendado desde los viajes anteriores.

En 1929 ganó el segundo lugar en un concurso municipal de poesía tras publicar Cuaderno San  Martín.

Década del 1930

Esta década representó para Borges un antes y un después en su vida. Altibajos de gran intensidad se presentaron para moldear su vida de maneras que no esperó nunca. Entrado el 1930, se alejó un gran trecho de la poesía y del ultraísmo y se interna en sí mismo, en una búsqueda personal de su estética propia como creador.

Volvió a exaltar a Evaristo carriego, pero esta vez con una visión más honda y crítica. Dio a conocer varios ensayos, además de la biografía que hizo del poeta. Ese trabajo le permitió volver sobre sus pasos al barrio que le vio crecer y le ayudó, en gran manera, a identificarse como sujeto único.

En ese mismo año reforzó relaciones laborales con Victoria Ocampo, quien fundó el año siguiente Sur, que pasó a ser con los años la revista literaria más importante e influyente de Hispanoamérica.

Borges se volvió su consejero y gracias a ella conoció a Adolfo Bioy Casares, quien fue uno de sus amigos más allegados y colaborador asiduo.

En 1932 salió a la luz un nuevo libro de ensayos, Discusión.  Los críticos no dejaron de sorprenderse con Borges. Siguió colaborando con intensidad con Sur.

En 1933 un grupo de escritores argentinos y foráneos publicó Discusiones sobre Borges, en la revista Megáfono,  elogiando la labor del escritor con sus ensayos.                                                                                    

Muerte de su padre

De 1932 a 1938 continúa buscando su identidad publicando un sinfín de ensayos y artículos hasta que la vida lo golpeó con una noticia fatídica y otra serie de sucesos desafortunados. El jueves 24 de febrero falleció Jorge Guillermo Borges. La noticia dejó consternada a la familia y afectó emocionalmente al escritor.

Pérdida paulatina de la visión

A tan solo 10 meses del accidente de su padre, un sábado 24 de diciembre, Jorge Luis Borges se golpeó contra una ventana, esta herida le provocó septicemia y casi muere.

A causa de ese acontecimiento, con tan solo 39 años, su visión comenzó a deteriorarse exponencialmente requiriendo la ayuda de sus allegados. Su madre persistió en ser su bastón.

A pesar de los duros golpes de la vida, su actividad literaria no cesó. Se dedicó a narrar, tradujo la magnífica obra de Kafka La metamorfosis. De allí en adelante no pudo volver a vivir sólo, así que él, Norah, su cuñado y su madre consienten el vivir juntos.

Década del 1940

Entre 1939 y 1943 su pluma no cesó de producir. Publicó su primer cuento fantástico Pierre Menard, autor del Quijote en Sur, muchos dicen que bajo los efectos de su convalecencia, por eso su gran carga oníricaSu publicación gustó tanto que fue traducida al francés.

En 1944 publicó una de sus obras cumbres: Ficciones, pieza contentiva de más relatos fantásticos que le hizo merecedor del “Gran Premio de Honor” de la SADE. Sus relatos volvieron a ser traducidos al francés por su gran valía. Ese año se mudó a Maipú 994, a un apartamento con su amada madre.

En 1946, por su marcada tendencia derechista y haber estampado su firma en algunos documentos contra Perón, lo destituyeronn de la Biblioteca Municipal y lo mandaron, por venganza, a supervisar aves de corral. Borges se rehusó a humillarse y se retiró a dar conferencias en provincias cercanas. La SADE se pronunció a su favor.

En 1949 publicó su obra maestra El Aleph, contentiva de cuentos fantásticos. Esta obra, al igual que un gran número de poemas románticos, la dedicó a Estela Canto, uno de sus amores más profundos e igualmente no correspondido.

Ella fue la muestra clara de como el amor puede transformar incluso las letras de un hombre, y también cómo un ser de la talla de Borges puede sumirse en la suma tristeza por no ser amado por quien ama. El escritor le ofreció matrimonio y ella se lo negó. Estela dijo no sentir ningún tipo de atracción por él, salvo respeto y amistad.

Década del 1950

En 1950, como espaldarazo de sus iguales, fue nombrado presidente de la SADE hasta 1953. Siguió dando cátedras en las universidades y demás instituciones y no cesó de prepararse y estudiar. Esta década es considerada la época cumbre de la vida en lo que a madurez se refiere. Logró sentar las bases de su carácter literario.

Rosas y espinas

En la década del cincuenta la vida le trae flores y espinas. Su maestro y amigo Macedonio Fernández dejó este plano en 1952. En 1955 le dieron el honor de dirigir la Biblioteca Nacional y además la Academia Argentina de Leras lo nombró miembro activo.

En 1956 la UBA (Universidad de Buenos Aires) lo nombró encargado de la cátedra de literatura inglesa. Se le otorgó el grado de Doctor Honoris Causa, en la universidad de Cuyo y además se hizo merecedor del Premio Nacional de Literatura.

Prohibición de la escritura

En el año 56 vino también la desgracia: le prohibieron escribir por problemas oculares. Desde entonces, y acorde con su temple y ahínco, aprendió de apoco a memorizar los escritos y luego a narrarlos a su madre y uno que otro escriba habitual, entre ellos, posteriormente, su amor secreto María Kodama.

Las décadas subsiguientes estuvieron atiborradas de reconocimientos y viajes alrededor del mundo, donde recibió un gran número de distinciones por infinidad de universidades y organizaciones.

Década del 1960

En 1960 Publicó El hacedor, además de un noveno volumen de lo que llamó las Obras Completas. Sacó además su Libro del cielo y del infierno. En 1961 le otorgaron en Mallorca el Premio Formentor. El año siguiente, 1962, lo nombraron Comendador de la Orden de las Artes y las Letras. En 1963 hizo un tour por Europa para dar conferencias y recibir más reconocimientos.

En 1964, La UNESCO lo invitó al homenaje a Shakespeare que se realizó en París. En 1965 se le otorgó la distinción de Caballero de la Orden del Imperio Británico. En 1966 publicó la nueva versión ampliada de su Obra poética.

Primer matrimonio

El amor llegó tarde, pero seguro, aunque duró poco. Por insistencia de su madre, quien estaba preocupada por una vejez solitaria del escritor, Borges se casó a los 68 años con Elsa Astete Millán. La boda fue un 21 de septiembre de 1967, en la Iglesia Nuestra Señora de las Victorias. El matrimonio sólo duró 3 años y luego se divorciaron.

Fue uno de los desatinos más grandes de su madre, al que Borges accedió por respeto y porque valoraba mucho su consejo. Aunque ya María Kodama estaba rondando por esos tiempos la vida de Borges.

En 1968 fue designado en Boston Miembro Honorario Extranjero de la Academia de Artes y Ciencias de los Estados Unidos. En 1969 publicó Elogio de la sombra.

Década del 1970

Esta década trajo sabores agridulces para el escritor, la vida comenzó a mostrarle de frente aun más su fragilidad.

En 1970 recibe  en San Pablo el Premio Literario Interamericano. En 1971 la Universidad de Oxford le otorgó el grado de Doctor Honoris Causa. Ese mismo año muere su cuñado, Guillermo de Torre, lo que significó un gran golpe para toda la familia, en especial para su hermana Norah.

 En 1972 publicó El oro de los tigres (poesía y prosa). En 1973 renunció a la dirección de la Biblioteca Nacional, para luego jubilarse y seguir viajando con el mundo.

Para ese entonces María Kodama estuvo cada día más presente. La madre del poeta, quien pidió a Dios salud para cuidar a Borges, comenzó a convalecer a los 97 años de edad.

En 1974, Emecé publicó sus Obras Completas, en un solo tomo. En 1975, dejó este plano su madre, Leonor Acevedo, quien fuese sus ojos y sus manos desde que perdió la vista, además de su amiga y consejera de vida. Borges se vio sumamente afectado. María Kodama vino a representar un apoyo necesario para el escritor en ese entonces.

En septiembre de ese año viajó a EE. UU. con María Kodama, invitado por la Universidad de Michigan. El año siguiente, 1976. Publicó Libro de sueños.

En 1977, la Universidad de Tucumán le otorgó el grado de Doctor Honoris Causa. En 1978 es designado Doctor Honoris Causa por la Universidad de La Sorbona. En 1979 la República Federal de Alemania le entregó la Orden al Mérito.

Década del 1980

En 1980 recibió el Premio Nacional Cervantes. En 1981 publicó La cifra (poemas). Para 1982 publicó Nueve ensayos dantescos. En 1983 recibió la Orden de la Legión de Honor, en Francia. En 1984 es nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad de Roma.

Y para 1985 recibió el Premio Etruria de Literatura, en Volterra, por el primer volumen de sus Obras Completas. Esto es apenas un evento por año de las decenas que recibió.

La desdicha del Nobel

A pesar de todo el despliegue y el alcance de su obra y de haber sido nominado una treintena de veces, nunca logró ganar el premio Nobel de Literatura.

Hay algunos estudiosos que afirman que eso se debió a que durante el gobierno de Pinochet, el escritor aceptó un reconocimiento por parte del dictador. Pese a eso, Borges siguió con la frente en alto. La actitud de la directiva del Nobel se considera una falta a la historia misma de las letras hispanoamericanas.

El vacío femenino en la vida de Borges

La vida de Borges contó con muchos vacíos, el femenino fue uno. A pesar de sus éxitos y reconocimiento no tenía la suerte de acercarse a las mujeres adecuadas, aquellas que le correspondieran. Por eso es la casi ausencia de sexualidad femenina en su obra.

Contrario a lo que muchos creen, no tiene que ver la figura de su madre, a la cual tildan de castradora, el mismo Borges lo confirmó en más de una oportunidad. Simplemente así se dio la vida y él aprovechó las musas para escribir y adentrarse más en sí mismo.

Sin embargo no todo fue desolación, en su vida siempre estuvo presente la sombra de ese amor real en la imagen de María Kodama.

Al final de sus años fijó su hogar en Ginebra, en la Vieille Ville.  Se casó con María Kodama después de un muy largo amor que empezó, según biógrafos, cuando ella tenía 16 años.

Borges representó durante su época, en sí mismo, el eslabón evolutivo de la literatura en América, pues no sólo era innovador, sino también perfeccionista.

Sus manifestaciones en las letras no reparaban en gastos en lo que a originalidad se refiere, ni, mucho menos, en el excelente trato que le daba al lenguaje escrito.

Muerte

El insigne escritor Jorge Luis Borges murió el 14 de junio de 1986 en Ginebra, por un enfisema pulmonar. Su cortejo fúnebre fue como el de un héroe y los miles de escritos en su honor bastarían para hacer 20 libros. Dejó una honda huella en las letras de la literatura mundial. Su cuerpo reposa en el cementerio de Plainpalais.

Frases destacadas

“Nada está construido en piedra; todo está construido sobre arena, pero debemos construir como si la arena fuera de piedra”.

“No estoy seguro de nada, no sé nada… ¿Puedes imaginar que ni siquiera sé la fecha de mi propia muerte?”.

“Enamorarse es crear una religión que tiene un dios falible”.

“El mar es una expresión idiomática que no puedo descifrar”.

“No puedo dormir a menos que esté rodeado de libros”.

3 poemas destacados

La lluvia

Bruscamente la tarde se ha aclarado
Porque ya cae la lluvia minuciosa.
Cae o cayó. La lluvia es una cosa
Que sin duda sucede en el pasado.

Quien la oye caer ha recobrado
El tiempo en que la suerte venturosa
Le reveló una flor llamada rosa
Y el curioso color del colorado.

Esta lluvia que ciega los cristales
Alegrará en perdidos arrabales
Las negras uvas de una parra en cierto

Patio que ya no existe. La mojada
Tarde me trae la voz, la voz deseada,
De mi padre que vuelve y que no ha muerto.

La moneda de hierro

Aquí está la moneda de hierro. Interroguemos
las dos contrarias caras que serán la respuesta
de la terca demanda que nadie no se ha hecho:
¿Por qué precisa un hombre que una mujer lo quiera?

Miremos. En el orbe superior se entretejan
el firmamento cuádruple que sostiene el diluvio
y las inalterables estrellas planetarias.
Adán, el joven padre, y el joven Paraíso.

La tarde y la mañana. Dios en cada criatura.
En ese laberinto puro está tu reflejo.
Arrojemos de nuevo la moneda de hierro
que es también un espejo magnífico. Su reverso
es nadie y nada y sombra y ceguera. Eso eres.
De hierro las dos caras labran un solo eco.
Tus manos y tu lengua son testigos infieles.
Dios es el inasible centro de la sortija.
No exalta ni condena. Obra mejor: olvida.
Maculado de infamia ¿por qué no han de quererte?
En la sombra del otro buscamos nuestra sombra;
en el cristal del otro, nuestro cristal recíproco.

El remordimiento

He cometido el peor de los pecados
que un hombre puede cometer. No he sido
feliz. Que los glaciares del olvido
me arrastren y me pierdan, despiadados.

Mis padres me engendraron para el juego
arriesgado y hermoso de la vida,
para la tierra, el agua, el aire, el fuego.
Los defraudé. No fui feliz. Cumplida

no fue su joven voluntad. Mi mente
se aplicó a las simétricas porfías
del arte, que entreteje naderías.

Me legaron valor. No fui valiente.
No me abandona. Siempre está a mi lado
La sombra de haber sido un desdichado.

Obras

Cuentos

– Historia universal de la infamia (1935).

– Ficciones (1944).

– El Aleph (1949).

– El informe de Brodie (1970).

– El libro de arena (1975).

– La memoria de Shakespeare (1983).

Ensayos

– Inquisiciones (1925).

– El tamaño de mi esperanza (1926).

– El idioma de los argentinos (1928).

– Evaristo Carriego (1930).

– Discusión (1932).

– Historia de la eternidad (1936).

– Otras inquisiciones (1952).

– Nueve ensayos dantescos (1982).

Poesía

– Fervor de Buenos Aires (1923).

– Luna de enfrente (1925).

– Cuaderno San Martín (1929).

– El hacedor (1960). Verso y prosa.

– El otro, el mismo (1964).

– Para las seis cuerdas (1965).

– Elogio de la sombra (1969). Verso y prosa.

– El oro de los tigres (1972). Verso y prosa.

– La rosa profunda (1975).

– La moneda de hierro (1976).

– Historia de la noche (1977).

– La cifra (1981).

– Los conjurados (1985).

Antologías

– Antología personal (1961).

– Nueva antología personal (1968).

– Prosa (1975). Introducción de Mauricio Wacquez.

– Páginas de Jorge Luis Borges seleccionadas por el autor (1982).

– Jorge Luis Borges. Ficcionario. Una antología de sus textos (1985). Compilada por Emir Rodríguez Monegal.

– Borges esencial (2017). Edición conmemorativa de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española.

– Índice de la nueva poesía americana (1926), junto a Alberto Hidalgo y Vicente Huidobro.

– Antología clásica de la literatura argentina (1937), junto a Pedro Henríquez Ureña.

– Antología de la literatura fantástica (1940), junto a Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo.

– Antología poética argentina (1941), junto a Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo.

– Los mejores cuentos policiales (1943 y 1956), junto a Adolfo Bioy Casares.

– El compadrito (1945), antología de textos de autores argentinos en colaboración junto a Silvina Bullrich.

– Poesía gauchesca (1955), junto a Bioy Casares.

– Cuentos breves y extraordinarios (1955), junto a Adolfo Bioy Casares.

– Libro del cielo y del infierno (1960), junto a Adolfo Bioy Casares.

– Breve antología anglosajona (1978), junto a María Kodama.

Conferencias

– Borges oral (1979)

– Siete noches (1980)

Obras en colaboración

– Seis problemas para don Isidro Parodi (1942), junto a Adolfo Bioy Casares.

– Dos fantasías memorables (1946), junto a Adolfo Bioy Casares.

– Un modelo para la muerte (1946), junto a Adolfo Bioy Casares.

– Antiguas literaturas germánicas (México, 1951), junto a Delia Ingenieros.

– Los orilleros/El paraíso de los creyentes (1955), junto a Adolfo Bioy Casares.

– La hermana de Eloísa (1955), junto a Luisa Mercedes Levinson.

– Manual de zoología fantástica (México, 1957), junto a Margarita Guerrero.

– Leopoldo Lugones (1965), junto a Betina Edelberg.

– Introducción a la literatura inglesa (1965), junto a María Esther Váquez.

– Literaturas germánicas medievales (1966), junto a María Esther Vázquez.

– Introducción a la literatura norteamericana (1967), junto a Estela Zemborain de Torres.

– Crónicas de Bustos Domecq (1967), junto a Adolfo Bioy Casares.

– ¿Qué es el budismo? (1976), junto a Alicia Jurado.

– Nuevos cuentos de Bustos Domecq (1977), junto a Adolfo Bioy Casares.

Guiones de cine

– Los orilleros (1939). Escrito en colaboración junto a Adolfo Bioy Casares.

– El paraíso de los creyentes (1940). Escrito en colaboración junto a Adolfo Bioy Casares.

– Invasión (1969). Escrito en colaboración junto a Adolfo Bioy Casares y Hugo Santiago.

– Les autres (1972). Escrito en colaboración junto a Hugo Santiago.

Referencias

  1. Borges, Jorge Luis. (S. f.). (n/a): Escritores.org. Recuperado de: escritores.org
  2. Biografía de Jorge Luis Borges. (S. f.). (Argentina): Fundación Jorge Luis Borges. Recuperado de: fundacionborges.com.ar
  3. Goñi, U. (2017). Case of ‘fattened’ Jorge Luis Borges story heads to court in Argentina. Inglaterra: The Guardian. Recuperado de: theguardian.com
  4. Equipo editorial “Red de bibliotecas”. (2013) “La lectura no debe ser obligatoria”: Borges y cómo ser mejores profesores de Literatura. Colombia: Red de bibliotecas Fundación EPM. Recuperado de: reddebibliotecas.org.co
  5. Jorge Luis Borges. (2012). (n/a): Famous authors. Recuperado de: famousauthors.org