100 frases de Sigmund Freud sobre la vida, amor, mente, religión y más
Sigmund Freud (1856-1939) fue un neurólogo austriaco conocido por ser el fundador del psicoanálisis, la escuela de pensamiento y práctica terapéutica más influyente en los primeros años de la psicología como ciencia.
Como estudioso de la mente humana, Freud desarrolló técnicas terapéuticas centradas en la conversación entre psicoanalista y paciente, como la transferencia, la libre asociación, y la interpretación de sueños.
Entre las obras publicadas por Freud destacan La interpretación de los sueños, Tres ensayos sobre teoría sexual, Psicopatología de la vida cotidiana, El yo y el ello, El malestar de la cultura, entre muchas otras.
Las mejores frases de Sigmund Freud
Hemos realizado una recopilación de frases de Sigmund Freud sobre la vida, el amor, el inconsciente, las mujeres, la educación, la mente, la religión, el miedo, la ciencia, los seres humanos, entre muchos otros temas. Están tomadas de las obras y escritos que terminó durante su vida.
De tus vulnerabilidades surgirá tu fuerza.
Al corregir esas cosas que no hacemos bien vamos desarrollando nuevas características de nuestra personalidad.
Cuanto más perfecta se ve una persona por fuera, más demonios tiene en su interior.
Las personas que se comportan de forma muy correcta e intentan no cometer errores, luchan constantemente contra sus impulsos más básicos.
Las emociones que no se expresan nunca mueren. Son enterradas vivas y volverán a hacerse presentes en el futuro en peores formas.
Siempre tenemos que decir lo que sentimos; si no lo hacemos, estos sentimientos nos pesan y se vuelven cada vez más negativos con el tiempo.
Un día, mirando atrás, los años de lucha te parecerán los más hermosos.
Los momentos complicados de nuestra vida son los que más enseñanzas nos dejan.
El primer humano en insultar a su enemigo en lugar de arrojarle una piedra, fue el fundador de la civilización.
Una civilización solo es posible cuando los conflictos se intentan resolver con la palabra y no con la violencia.
Cuán audaz se pone uno cuando tiene la certeza de que es amado.
Sentirnos amados nos da mucha fuerza y nos atrevemos a hacer cosas que normalmente no haríamos.
Cuando uno no tiene lo que quiere, uno debe querer lo que tiene.
Siempre debemos valorar y aprovechar todo lo que poseemos.
Nunca estamos más indefensos ante el sufrimiento como cuando amamos.
Al estar enamorados abrimos nuestros sentimientos y esto nos deja más expuestos y menos preparados para atravesar un mal momento.
El miedo es un sufrimiento que se ocasiona a la espera de un mal.
Nos aparece la sensación de miedo cuando pensamos que algo malo puede llegar a sucedernos.
Todo el mundo le debe una muerte a la naturaleza.
Desde el momento en que nacemos, nuestro único destino cierto es morir.
Con palabras una persona puede bendecir a otra, o hacerla desesperar.
Lo que decimos afecta profundamente a las demás personas.
Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla.
Siempre debemos medir nuestras palabras, nuestros comentarios pueden llegar a perjudicarnos en algunas circunstancias.
Aislada, una persona puede ser muy culta; en una multitud es un bárbaro, una criatura que actúa por instinto.
Las personas, cuando actúan en masa, pierden su capacidad de razonar y se vuelven más instintivas e intuitivas.
Todo el progreso de la sociedad reside en la oposición entre sus generaciones sucesivas.
Las sociedades avanzan y evolucionan cuando las nuevas generaciones discuten con las anteriores acerca de las formas de hacer las cosas.
Ser completamente honesto con uno mismo es un buen ejercicio.
Siempre tenemos que ser sinceros a la hora de analizarnos, y debemos aceptarnos como somos.
Las personas son fuertes cuando representan una idea poderosa, pero carecen de poder cuando se oponen a ella.
El hecho de apoyar algo que nos parece una causa justa, hace que nos sintamos más seguros de nosotros mismos y capaces de todo.
Soñar es uno de los dispositivos que utilizamos para evadir la represión.
En nuestros sueños llevamos a cabo todas esas cosas que anhelamos hacer, pero que no nos las permitimos.
La meta de la vida es la muerte.
Indefectiblemente, todos nacemos para morir algún día.
La ciencia moderna aún no ha hecho un medicamento tranquilizador más eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas.
Al hablar con amabilidad, la otra persona se siente más relajada y la comunicación mejora.
Nada de lo que poseamos mentalmente se nos puede perder.
Nadie puede quitarnos nuestros pensamientos e ideas, ni nuestro conocimiento.
Cada persona debe descubrir por sí misma de qué manera particular puede salvarse.
Todos debemos buscar nuestra propia forma de ser felices.
El virtuoso se contenta con soñar lo que hace el malvado en la vida real.
Todos tenemos impulsos que nos hacen hacer cosas que están moralmente mal vistas; las personas crueles las hacen, y las que intentan hacer las cosas bien, las desean hacer.
La mayoría de las personas no quieren ser libres, porque la libertad implica responsabilidad, y casi todos le temen a la responsabilidad.
Depender de alguien, hace que tengamos siempre a quién echarle la culpa cuando algo anda mal. Al hacer las cosas por nosotros mismos, somos nosotros los culpables de los errores, y a nadie le gusta ser culpable.
El loco es un soñador despierto.
Las personas que se comportan de manera extraña para la mayoría, lo hacen porque no reprimen sus impulsos.
La naturaleza intrínseca del ser humano se ve reflejada en sus malentendidos.
Cada persona interpreta una misma cosa de diferentes formas, y esa es una de las principales características del ser humano.
El yo público es una construcción condicionada del yo interno psicológico.
Nuestro comportamiento cuando estamos en sociedad se forma con lo que pensamos de nosotros.
Cada persona tiene derecho sobre su propia vida y la guerra destruye las vidas que estaban llenas de promesas.
Los enfrentamientos armados arruinan las vidas de las personas.
La religión es una ilusión y obtiene su fuerza del hecho que encaja con nuestros deseos instintivos.
La religión intenta satisfacer los anhelos e intereses inconscientes del ser humano, por eso es tan atractiva para este.
Nunca podemos rendirnos, solo cambiamos una cosa por otra.
Jamás debemos darnos por vencidos en lo que buscamos obtener.
Cuanto más accesibles se vuelven los frutos del conocimiento para el hombre, más extendido es el declive de las creencias religiosas.
La ignorancia es uno de los mayores aliados de la religión; a medida que las personas se van haciendo más sabias, menos fe tienen en ella.
Las analogías no deciden nada, pero pueden hacer que uno se sienta más como en casa.
Buscar la similitud de una situación con otra que ya hemos experimentado, hace que nos sintamos más seguros de la decisión que vamos a tomar.
Hay que ser humilde, hay que mantener las preferencias y antipatías personales en un segundo plano, si se quiere descubrir las realidades del mundo.
Para analizar las situaciones que nos rodean, debemos abandonar todo tipo de gustos que puedan hacer que nuestras observaciones sean tendenciosas.
La neurosis no es una excusa para los malos modales.
Sin importar la condición que tengamos, siempre debemos tratar con respeto a las demás personas.
Todo el mundo tiene deseos que no les contaría a las demás personas, los cuales no desea admitir incluso para sí mismo.
A veces deseamos cosas que nos avergüenzan.
El undécimo mandamiento de la religión es, “No cuestionarás”.
La religión demanda que sus fieles crean todo como se lo dicen, sin poner ninguna objeción ni hacer preguntas.
Todo hombre es un poeta de corazón.
Todos tenemos la capacidad de decir cosas bonitas.
Qué progreso estamos haciendo. En la Edad Media me habrían quemado. Ahora se conforman con quemar mis libros.
La humanidad siempre ha perseguido y castigado a aquellas personas que pensaban y decían cosas distintas a las aceptadas por la iglesia; aunque hoy en día estos castigos no son tan severos.
A veces, un cigarrillo es solo un cigarrillo.
No debemos buscarle tanto significado a las cosas simples.
La neurosis es la inhabilidad de tolerar la ambigüedad.
Las personas que sufren de neurosis son aquellas que no soportan la incertidumbre.
El amor y el trabajo son las piedras angulares de nuestra humanidad.
Nada es más importante para las personas que el amor y el trabajo.
¿A dónde va un pensamiento cuando es olvidado?
Freud se preguntaba por el destino de las ideas que tenemos y no llevamos a cabo.
De error en error vamos desvelando la verdad por completo.
Cada error nos va enseñando nuevas cosas.
Se nos recomiendan las ilusiones porque nos alivian el dolor y nos permiten disfrutar del placer.
Las personas tienden a creer en cosas falsas que las reconfortan y calman un poco el sufrimiento que significa vivir.
Nuestras posibilidades de ser felices están restringidas por nuestra constitución.
La forma en la que estamos hechos y las cosas que tenemos inculcadas, nos privan en gran medida de alcanzar la felicidad.
Los sueños suelen ser más profundos cuando parecen más locos.
Cuanto más absurdo es un sueño, más cosas esconde.
Los seres humanos son graciosos; desean estar con la persona que aman, pero se rehúsan a admitirlo abiertamente.
Muchas veces ocultamos nuestros sentimientos y no decimos lo que sentimos en realidad, por miedo a que nos lastimen.
La voz del intelecto es suave, pero no descansa hasta que es oída.
Generalmente, primero actuamos de manera intuitiva, y luego analizamos nuestros actos y los corregimos.
Eros y Ananké (el amor y la necesidad) se han convertido en los padres de la civilización humana.
Las dos mayores fuerzas que mueven a las personas son las del amor y la necesidad.
La intención de que las personas deban ser felices no es parte del plan de la creación.
La vida es muy cruel, y la necesidad de ser felices es algo creado por el hombre.
En lugar de vivir nuestras vidas, somos “vividos” por fuerzas desconocidas e incontrolables.
La mayoría de las decisiones que tomamos en nuestras vidas, no las tomamos pensando en lo que queremos hacer, sino en lo que debemos hacer.
La libertad del individuo no es un regalo de la civilización. Fue mucho mejor antes que haya cualquier civilización.
Las personas nacemos con el derecho de la libertad, esto no es algo que dependa de una sociedad. Todos somos libres.
Una mujer debe ablandar, pero no debilitar a un hombre.
La ternura de la mujer debe servir para que el hombre se vuelva más cariñoso y comprensivo; no para que sea más frágil.
La experiencia analítica nos ha enseñado que lo mejor siempre es enemigo de lo bueno.
Las personas siempre estamos buscando algo que sea mejor de lo que tenemos.
No todas las personas son merecedoras de amor.
El amor debe ganarse, no podemos amar a una mala persona.
Es imposible pasar por alto hasta qué punto la civilización se construye sobre la renuncia del instinto.
Las reglas de la sociedad van en contra de muchos de los impulsos más profundos del ser humano.
Para el sueño, el “no” parece no existir.
En los sueños todo es posible.
Las palabras tienen un poder mágico.
Al hablar, las personas pueden transmitir lo que sienten a los demás y causar todo tipo de emociones.
Existe un camino de regreso de la imaginación a la realidad, y es el arte.
Los artistas son capaces de hacer realidad aquellas ideas que tienen en su mente.
Ninguna probabilidad, por más seductora que sea, puede protegernos del error.
Los errores pueden ocurrir en cualquier momento, nunca debemos estar completamente seguros de que no nos vamos a equivocar o que algo va a fallar.
Una persona no debe luchar para eliminar sus complejos, sino que debe aceptarlos; estos son los que dirigen su comportamiento en el mundo.
Debemos aceptarnos tal cual somos, las cosas que no nos gustan de nosotros son las que forman nuestra personalidad.
La extensión de la personalidad de uno es definida por la magnitud del problema que es capaz de volver loca a la persona.
Nuestra personalidad es definida por el umbral de resistencia a los problemas, sin perder la compostura.
Nuestra memoria no tiene ningún tipo de garantía y, sin embargo, muy a menudo nos inclinamos a creer lo que dice.
No siempre debemos confiar en nuestros recuerdos, ya que muchas veces no son completamente fehacientes.
La ciencia nos ha dado evidencia con sus numerosos e importantes logros, de que no es una ilusión.
Los descubrimientos científicos son comprobables, por lo tanto, son verdaderos.
La vida, como la encontramos, es muy difícil para nosotros; nos trae mucho sufrimiento, decepciones y tareas imposibles.
En nuestra vida debemos enfrentarnos a muchas situaciones muy difíciles.
El comportamiento del ser humano en temas sexuales es, a menudo, un prototipo para el resto de sus formas de reaccionar en la vida.
Nuestro comportamiento cotidiano tiene mucho que ver con nuestro comportamiento sexual.
El sueño es la liberación del espíritu de la naturaleza externa, un desprendimiento del alma de las cadenas de la materia.
En nuestros sueños hacemos todo lo que realmente deseamos hacer, sin las restricciones autoimpuestas que tenemos en la vida en sociedad.
Los sueños nunca se preocupan por las trivialidades.
En nuestros sueños, las cosas intrascendentes no son tenidas en cuenta.
La gente comúnmente utiliza falsos estándares de medida.
Los valores que se veneran y buscan conseguir en la sociedad, como el poder, el dinero y el éxito, no son los que mejoran a una persona.
Cuando la gente me critica, sé cómo defenderme; pero soy impotente ante los elogios.
Hay personas que no les gusta que las enaltezcan y no saben cómo reaccionar ante estas situaciones.
La interpretación de los sueños es el camino real para conocer las actividades inconscientes de la mente.
A través de esta técnica se puede acceder e interpretar el funcionamiento del inconsciente humano.
Aquel que sabe esperar no tiene por qué hacer concesiones.
Debemos ser pacientes y no intentar forzar nada para que suceda, así no tendremos que comprometernos a hacer cosas que no deseamos.
El ser humano es una criatura entre cuyas dotes instintivas debe reconocerse una poderosa parte de agresividad.
Los seres humanos somos agresivos por naturaleza.
Es posible unir a un gran número de personas en el amor, siempre que se excluya a otras como blanco de la agresión.
Las personas se unen más entre sí cuando comparten un enemigo en común.
En cuanto a la religión, la gente es culpable de todo tipo posible de falta de sinceridad e intelectualidad.
Las personas creen en todo lo que les dice la religión, sin analizar lo que le están diciendo.
El amor en forma de anhelo y privación disminuye la autoestima.
No debemos seguir amando a aquella persona que ya no nos ama, esto nos quita la confianza en nosotros mismos.
La debilidad de mi posición no implica el fortalecimiento de la tuya.
En una discusión, que un argumento carezca de valor no quiere decir que el otro lo tenga, los dos pueden estar equivocados.
En lo profundo de mi corazón no puedo evitar estar convencido de que mis queridos semejantes, exceptuando algunos casos, carecen de valor.
Para Freud, la gran mayoría de las personas no tienen valor alguno.
Durante mucho tiempo hemos sostenido que “el miedo a la sociedad” es la esencia de lo que se le dice conciencia.
Las cosas que hacemos de manera consciente, las hacemos reprimiendo nuestros verdaderos deseos para no quedar mal con las demás personas.
La soledad y la oscuridad acaban de robarme mis valores.
Cuando atravesamos por malos momentos de nuestra vida, es posible que no veamos nuestros objetivos.
Somos lo que somos porque hemos sido lo que hemos sido.
Nuestra personalidad se va construyendo a través de todas las experiencias que vivimos. Todo lo que vivimos en nuestro pasado, lo bueno y lo malo, nos puso en el lugar donde estamos hoy.
La fuerza motriz de las fantasías son los deseos insatisfechos, y cada fantasía es el cumplimiento de un deseo, una corrección de la realidad insatisfactoria.
Las cosas que anhelamos hacer, pero no somos capaces de llevarlas a cabo, las hacemos en nuestros sueños.
No, nuestra ciencia no es una ilusión. Una ilusión sería suponer que lo que no se puede conseguir a través de la ciencia, se puede conseguir con otros métodos.
Las respuestas que no pueden ser alcanzadas a través de los estudios científicos carecen de valor y son puras especulaciones.
Las palabras provocan efectos y son el medio universal de influir en los seres humanos.
Todo lo que decimos produce un efecto en las demás personas.
Nunca nos sentimos tan infelices como cuando perdemos nuestro objeto amado o su amor por nosotros.
Perder el amor de la persona que nos ama, o perder a la persona que amamos, nos hace sentir muy mal.
El ego se niega a angustiarse por las provocaciones de la realidad, a verse obligado a sufrir.
Nuestro ego intenta no verse afectado por los traumas de la vida cotidiana.
Solo la reprimenda que “tiene algo dentro” nos picará, tendrá el poder de cambiar nuestros sentimientos.
Los regaños que dejan una enseñanza son los únicos que nos hacen cambiar.
Quien ama se vuelve humilde. Aquellos que aman han, por así decirlo, empeñado una parte de su narcisismo.
Al amar a otra persona, ya no somos el centro de nuestra vida, sino que esa persona lo es, y solo nos preocupamos por ella.
La sociedad civilizada está siempre amenazada por la desintegración debido a la hostilidad primaria que tienen las personas entre ellas.
Los seres humanos tenemos una tendencia por la violencia para resolver los conflictos entre nosotros.
Una civilización que deja una gran parte de sus participantes insatisfechos y los lleva a la rebelión, no tiene ni merece la perspectiva de una existencia duradera.
El mundo es muy injusto para la mayoría de las personas, y este modelo no tiene razón de ser ni de continuar.
Cuando una relación amorosa se encuentra en su pico máximo, no queda lugar para el entorno; las parejas de amantes son suficientes para ellas mismas.
Cuando estamos con la persona de la cual estamos muy enamorados, no nos hace falta nada más para ser felices, y no nos importa nada de lo que sucede a nuestro alrededor.
Los juicios de valor de una persona son acordes con sus deseos de felicidad que, en consecuencia, son un intento de validar sus ilusiones con argumentos.
Nuestras opiniones y maneras de ver las cosas concuerdan siempre con la forma que tenemos de ver la vida.
El instinto de amor hacia un objeto exige un dominio para obtenerlo, y si la persona siente que no lo puede tener o se siente amenazada por el objeto, actúa negativamente hacia él.
Cuando no somos capaces de obtener lo que deseamos, no sabemos controlarnos y podemos hacerle mal a eso que anhelamos.
Lo que es común en todos los sueños es obvio. Satisfacen completamente los deseos del día que quedan sin realizar. Son simple y claramente realizaciones de deseos.
En nuestros sueños, muchas veces hacemos realidad aquellas cosas que anhelamos hacer en la vida real y no las podemos llevar a cabo.
Una cosa que me desconcierta de las personas es que se esfuerzan para conectarse con el objeto de su afecto, incluso si los mata lentamente por dentro.
Muchas veces estamos pendientes de la persona que amamos, pero no le expresamos lo que sentimos por ella, y esto nos hace mucho mal.
El conservadurismo es frecuentemente una excusa aceptada por las mentes perezosas, reacias a adaptarse a los rápidos cambios de las condiciones.
Siempre debemos estar dispuestos al cambio, ya que todo en el mundo va cambiando constantemente.
Aquellos que tienen ojos para ver y oídos para escuchar, pronto se convencerán de que los mortales no pueden esconder ningún secreto.
Si somos capaces de prestar atención y analizar todo lo que vemos y oímos, nos daremos cuenta de muchas verdades que se nos ocultan.
Son las pequeñas diferencias en las personas, que por lo demás se parecen, las que crean la base de los sentimientos de extrañeza y hostilidad entre ellos.
Todos somos distintos y pensamos, y eso es lo que puede llegar a enfrentarnos con las demás personas.
Las decisiones importantes de nuestra vida deben ser gobernadas por las profundas necesidades internas de nuestra naturaleza.
Para tomar grandes decisiones en nuestra vida debemos escuchar a nuestro inconsciente, ya que allí se encuentra lo que realmente deseamos.
Es una predisposición de la naturaleza humana considerar falsa una idea desagradable, y luego es más fácil encontrar argumentos en su contra.
Cuando un planteamiento o idea no nos agrada, rápidamente buscamos la manera de desacreditarlo.
Las doctrinas religiosas son todas ilusiones, no admiten prueba, y nadie puede ser obligado a considerarlas ciertas ni a creer en ellas.
La religión se basa en la fe y no tiene ninguna prueba real de lo que dicen; no se puede hacer que las personas crean ciegamente en algo que no se tiene la certeza de que sea verídico.