Francisco José de Caldas: biografía, aportes, obras
Francisco José de Caldas (1768-1816) fue un científico, geógrafo, botánico, astrónomo, naturalista, periodista e ingeniero militar colombiano. Este polifacético hombre se destacó además por participar en el proceso de independencia de la Nueva Granada.
Como científico, Caldas fue sobresaliente. Sus conocimientos en matemática, astronomía y física le dieron el apodo de “El sabio”. Uno de los mayores aportes que este ilustre personaje le dio a la ciencia fue la invención del hipsómetro, un aparato destinado a medir la altitud de los lugares.
El intelectual tuvo una prominente participación en la Real Expedición Botánica de 1805, encabezada por José Celestino Mutis. Sus investigaciones sirvieron para establecer el uso de los materiales encontrados. Caldas fue el primer director del Observatorio Astronómico de Bogotá y publicó varios artículos de contenido científico y geográfico.
Índice del artículo
Francisco José de Caldas y Tenorio nació el 4 de octubre de 1768 en la localidad de Popayán en el departamento del Cauca, Colombia. Provino de una familia descendiente de españoles, culta y de buena posición socioeconómica. Sus padres fueron José de Caldas y Vicenta Tenorio.
Caldas cursó sus primeros años de estudio en instituciones de la ciudad que lo vio nacer, entre ellas el Colegio Seminario de Popayán. En sus años de niñez despertó su gusto y capacidad para comprender las ciencias. Para complacer a sus padres, cuando tenía veinte años se fue a Bogotá a estudiar leyes en la Universidad del Rosario.
El joven Francisco José de Caldas regresó a Popayán luego de completar sus estudios universitarios. Allí se dedicó a trabajar en las empresas de la familia y se dedicó a estudiar por su cuenta sobre matemática, física, astronomía y botánica.
En esa época fue cuando Caldas leyó los trabajos de los investigadores Charles de La Condamine y del sacerdote jesuita Joseph Gumilla.
Las primeras investigaciones de Caldas se dieron en Popayán, en regiones cercanas a esta localidad y en Ecuador. En sus viajes como comerciante por dichas zonas aprovechó para estudiar la geografía, astronomía, altitud, latitud y arqueología de los pueblos que visitó para ampliar su conocimiento científico y corregir datos establecidos.
En esa época, el científico no contó con los instrumentos necesarios para realizar todas sus investigaciones, pero eso no lo detuvo. Su inteligencia e ingenio le permitieron crear sus propias herramientas de trabajo, tales como: un gnomon, para medir el tiempo con ayuda del sol; y el hipsómetro, para medir la altitud de los lugares.
Francisco José de Caldas estuvo dedicado al comercio entre 1793 y 1801 y a la par realizó sus desarrollos científicos. Sin embargo, detuvo su trabajo astronómico por no tener los recursos suficientes para las investigaciones. Lo anteriormente señalado lo llevó a enfocarse en la botánica.
Posteriormente, Ignacio de Pombo (su socio comercial) lo puso en contacto con José Celestino Mutis, encargado de la Real Expedición Botánica. De las conversaciones con Mutis se originó su curiosidad por la planta de la quina y comenzó a indagar sobre sus bondades.
Los estudios de Caldas en esta materia complementaron la investigación de José Celestino.
Caldas emprendió un viaje a Quito (Ecuador) en 1801 para ampliar sus investigaciones en materia botánica. En ese tiempo conoció al expedicionario alemán Alexander Von Humboldt, quien se sorprendió de su talento científico.
En un principio, Humboldt consideró llevárselo a su viaje por América, pero este luego se retractó y eligió al hijo del marqués de Selvalegre. El joven científico permaneció en Quito y realizó varias observaciones del ambiente, que lo llevaron a publicar el texto “La verdadera altura del cerro de Guadalupe” en 1801.
Las intensas indagaciones de Caldas dieron como resultado las obras Viaje de Quito a las costas del océano Pacífico por Malbucho y Viaje al corazón de Barnuevo. Esto sucedió tres años después de su arduo trabajo.
Francisco José de Caldas se unió a la Real Expedición Botánica dirigida por José Celestino Mutis en 1805 y fue designado director del Observatorio Astronómico en ese mismo año por decisión también de Mutis. Recorrió las regiones de Guáitara, Chota, Pasto, Quilichao, Cali, Popayán, Guanacas y Neiva.
El trabajo de Caldas en dicha expedición dio como resultado dos tomos descriptivos sobre la gente de esas zonas, sus costumbres y problemáticas. Recopiló también información sobre las plantas y sus poderes curativos, la agricultura, los recursos mineros, enfermedades y conocimientos literarios.
El fallecimiento de Mutis en 1808 cambió la dinámica de la Real Expedición y el observatorio fue punto de encuentro para discutir la independencia de Nueva Granada. Eso motivó a Caldas a crear el Semanario del Nuevo Reino de Granada en 1808, el cual circuló durante dos años.
En aquel medio impreso se publicaron artículos relacionados con la política, la cultura y la ciencia. Allí Caldas publicó varios artículos, los más conocidos fueron “Estado de la geografía del Virreinato de Santa Fe de Bogotá, con relación a la economía y al comercio” y “Del influjo del clima sobre los seres organizados”.
Caldas estuvo relacionado con el proceso de libertad de Nueva Granada. Después del grito de independencia de 1810 propuso organizar una junta de gobierno para aceptar al rey Fernando VII. En ese mismo año contrajo matrimonio con María Manuela Barona.
Francisco José de Caldas se desempeñó como capitán del Cuerpo de Ingenieros en 1811, tras el nombramiento que le hizo el presidente de Nueva Granada Antonio Nariño. Un año después recibió el grado de teniente coronel y desconoció la autoridad de Nariño colocando su firma en un acta oficial.
La oposición de Caldas a Nariño lo llevó a combatir en su contra en 1813, pero su bando fue derrotado. Así que Francisco José se fue a Antioquia por miedo a ser atacado. En esa ciudad ejerció la dirección de fábricas y la ingeniería de armas.
Luego de eso, Caldas estuvo a cargo de la construcción de edificaciones en el río Cauca y también estableció una empresa de fusiles y pólvora entre 1813 y 1814.
En esa misma época, Caldas creó la primera Academia de ingenieros de Medellín y en 1815 el presidente Camilo Torres y Tenorio (su primo) le asignó varias tareas, entre ellas el diseño del Atlas de la Nueva Granada.
Los últimos años de vida de Caldas estuvieron dedicados a las ciencias y la botánica. Incursionó en la política y la milicia, luego de varios trabajos en estas áreas prestó servicios en el ejército del norte y fue sorprendido por la invasión de los españoles que se resistieron a la pérdida de los territorios conquistados.
Un tiempo después fue detenido y presentado ante el virrey Juan Sámano. Lo llevaron a Bogotá e iniciaron un juicio en su contra. Francisco José de Caldas fue condenado el 28 de octubre de 1816 y al día siguiente fue fusilado en Santa Fe con otras personalidades tales como José Miguel Montalvo, Miguel Buch y Francisco Antonio Ulloa.
Los aportes de Francisco José de Caldas a la ciencia fueron importantes, a pesar de las limitaciones del tiempo en el que los llevó a cabo. El intelectual se enfocó en plantear en la necesidad de conocer la etnografía y geografía de América para poder encontrar los caminos de la libertad.
Algunos de sus trabajos científicos estuvieron relacionados con la altitud y como esta influía en la temperatura en la que el agua destilada hervía. Llegó a la conclusión de que a mayor altura, menor punto de ebullición. Para esta investigación inventó el instrumentó llamado hipsómetro.
Si bien Caldas fue nombrado como el primer científico colombiano, sus mayores aportes fueron en el área geográfica. Abogó por la creación de una carta geográfica, con la finalidad de limitar territorios y así facilitar el comercio y la soberanía de las tierras.
El científico dio a conocer las bondades de los ecosistemas de Nueva Granada para potenciar su desarrollo. Por otro lado, defendió la posición geográfica de América, de sus ciudadanos y paisajes. Francisco José también desarrolló varios mapas en los que acentuó la diversidad de la tierra para la producción ganadera y agrícola.
El trabajo de Caldas en la botánica estuvo estrechamente relacionado con la Real Expedición de José Celestino Mutis. Los recorridos que realizó por Nueva Granada le permitieron determinar la variedad de semillas y plantas propias de la región, su utilidad, valor comercial y propiedades medicinales. Esto influyó en el comercio de la época.
El aporte literario de Francisco José de Caldas estuvo ligado a la importancia de adquirir conocimientos para poder valorar la libertad y la identidad nacional. Si bien defendió las tradiciones americanas, consideró relevante unirse al pensamiento avanzado de los intelectuales del continente europeo.
Caldas supo comunicar por medio de la literatura su pensamiento científico y político con la fundación del Semanario del Nuevo Reino de Granada. Eso sentó las bases para la libertad de expresión e ideas de una nación que estaba en las puertas de la libertad. Asimismo publicó sus más importantes textos científicos.
– “La verdadera altura del Cerro de Guadalupe” (1801). Artículo publicado en el periódico Correo Curioso y Mercantil.
– Viaje de Quito a las costas del océano Pacífico por Malbucho (1804).
– Viaje al corazón de Barnuevo (1804).
– Semanario del Nuevo Reino de Granada (1808). Fundador
– “Estado de la geografía del Virreinato de Santa Fe de Bogotá, con relación a la economía y al comercio”. Artículo publicado en Semanario del Nuevo Reino de Granada (1808).
– “Del influjo del clima sobre los seres organizados”. Publicado en el periódico Semanario del Nuevo Reino de Granada (1808-1810).
– Diario Político de Santa Fe (1810). Fue directivo de este medio impreso.
– Almanaque de las Provincias Unidas del Nuevo Reino de Granada (1812).
“Estado de la geografía del Virreinato de Santa Fe de Bogotá, con relación a la economía y al comercio”
Fue uno de los estudios más importantes que realizó Francisco José de Caldas, el cual fue publicado en el Semanario del Nuevo Reino de Granada en 1808, en las entregas del uno al siete. El tema principal fue la delimitación geográfica el Nuevo Reino de Granada.
Caldas de encargó de describir el sistema montañoso, los ríos, la extensión costera, el clima, la flora y la fauna, así como también las propiedades del suelo. El científico también explicó la ventaja de la ubicación geográfica del territorio neogranadino en relación con la expansión del comercio.
Fragmento
“El Cauca nace al mediodía del volcán de los Coconucos por 2º de latitud boreal; serpentea sobre las llanuras heladas de Paletará, se precipita en medio de rocas escarpadas, y sale majestuoso a regar las campiñas pintorescas de las cercanías de Popayán: después vuelve su curso al Norte, riega el valle espacioso de Cali, pasa por Arma, Antioquia y se une al Magdalena en Tacaloa…”.
“Del influjo del clima sobre los seres organizados”
Este escrito del Caldas fue publicado en 1808 en el Semanario del Nuevo Reino de Granada en las publicaciones numeradas del veinte al treinta. El contenido de la obra estuvo relacionado con la influencia del clima en el desarrollo del hombre y otros seres vivos.
El científico realizó una definición del clima y la estructura del cuerpo humano. Para él el clima y la alimentación no determinaban en su totalidad el comportamiento del hombre, sino que consideró que el cuerpo humano se sujetaba a leyes de la materia. Para Caldas, la mente, el cuerpo y el espíritu estaban conectados.
Fragmento
“Por clima entiendo, no solamente el grado de calor y frío de cada región, sino también la carga eléctrica, la cantidad de oxígeno, la presión atmosférica, la abundancia de ríos y de lagos, la disposición de las montañas, las selvas y los pastos…
“… La fuerza de todos estos agentes poderosos de la naturaleza sobre los seres vivientes combinados de todos modos y en proporciones diferentes, es lo que llamo influjo del clima…
“Los materiales que el hombre saca del reino animal y vegetal, unidos a las bebidas ardientes o deliciosas, la facilidad o lentitud de asimilarlas por la digestión… es lo que llamo influjo de los alimentos”.
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