Edad del Cobre: características, herramientas e inventos
La Edad del Cobre o Calcolítico fue la primera etapa de la denominada Edad de los metales. También denominada Eneolítico, su principal característica fue que el ser humano comenzó a utilizar metales, el cobre en este caso, para fabricar herramientas. Este periodo comenzó sobre el 6 000 a. C y finalizó sobre el 4 000 a. C.
Esta cronología no cuenta con el consenso de toda la comunidad científica. Por una parte, el ser humano empezó a utilizar el cobre unos 3 000 años antes. Sin embargo, lo hacía en frío, sin usar la metalurgia. Por ese motivo, los expertos consideran que esa forma parte del Neolítico.
El otro factor que dificulta la datación del Calcolítico es el geográfico. Las características propias del periodo solo se dieron en Europa, Próximo Oriente y Egipto. Se considera, por lo tanto, que el resto de África y América no pasaron por esa etapa, sino que su evolución fue diferente.
En líneas generales, los antropólogos afirman que esta fue una etapa de transición entre la primacía de la piedra y la aparición de metales más resistentes, como el bronce. Además, estos expertos dan más importancia a la evolución de las técnicas agrícolas y al desarrollo de las ciudades que al propio uso del cobre.
Índice del artículo
- 1 Características
- 2 Herramientas e inventos
- 3 Edad del cobre en Europa
- 4 Edad del cobre en África
- 5 Edad del cobre en Oriente medio
- 6 Edad del cobre en América
- 7 Referencias
Características
Hasta este momento, las evidencias más antiguas de la existencia de la metalurgia se han encontrado en la Anatolia y en Mesopotamia. Estos restos se han datado en el 6 000 a. C, algo más antiguos que los hallado en la zona de los Balcanes.
Desde estas partes del planeta, la utilización de la metalurgia se fue extendiendo por toda Europa y Oriente próximo y, para el 3 000 a. C, ya era de uso común en la mayoría de los asentamientos humanos.
El primer metal utilizado por el ser humano fue el cobre. Este era muy fácil de obtener, ya que era abundante y no eran necesarias técnicas mineras para conseguirlo. Los primeros usos fueron anteriores al comienzo de la Edad del cobre, cuando los seres humanos de la época modelaban el material en frío.
Además de por el uso de este material, el Calcolítico se caracterizó por continuar con la evolución social, política y económica que había comenzado en el Neolítico.
Inicios
De acuerdo a los restos arqueológicos encontrados, los expertos opinan que los primeros usos del cobre se produjeron sobre el año 9 500 a. C. La datación está basada en los objetos que aparecieron en Irak en el transcurso de una excavación arqueológica. Esos estaban fabricados de manera muy rudimentaria, sin que se utilizaran técnicas metalúrgica.
No sería hasta unos 3 500 años más tarde cuando el ser humano empezó a fundir el cobre para poder trabajarlo de forma más eficiente. Los primeros restos que muestran esta nueva tecnología se encontraron en Anatolia (en la Turquía actual), Irak e Irán.
Organización social
La sociedad del Calcolítico continuó evolucionando tal y como lo había hecho durante el Neolítico. La metalurgia fue solo uno de los factores que contribuyeron al aumento de su complejidad y a la aparición de estructuras de poder en su interior.
Para elaborar objetos con cobre hacían falta ciertas habilidades y no todos eran capaces de hacer el trabajo. Eso contribuyó a que se acentuara la división del trabajo que ya había comenzado en el periodo anterior.
Por otra parte, este metal era utilizado en la mayoría de las ocasiones para fabricar adornos, como anillos, brazaletes o collares. Muy pronto, la posesión de estos objetos se asoció a las clases que estaban acumulando riqueza y poder.
Esta estratificación social, muy visible en los enterramientos, dio lugar a la aparición de tres grupos diferentes dentro de estas sociedades. En la parte alta de la pirámide se encontraban los más poderosos económica y políticamente, que al fallecer eran enterrados con numerosos objetos elaborados con cobre.
En un segundo escalón se situaban los artesanos especializados. Tras ellos, en la parte baja de la escala social, estaban los campesinos y agricultores.
Crecimiento demográfico
La mejora de las técnicas agrícolas y ganaderas permitió que se produjera una auténtica explosión demográfica. Las poblaciones, por lo tanto, comenzaron a crecer en tamaño y en número de habitantes.
Este crecimiento fue especialmente notable en el área del Mediterráneo. La evolución de las poblaciones dio lugar a que aparecieran las primeras planificaciones urbanísticas. Igualmente, la ciudad empezó a reflejar la estratificación social.
Finalmente, de acuerdo a los historiadores, estas sociedades fueron el origen de lo que denominan proto-estados.
Aspecto económico
La economía de la Edad de Cobre fue muy parecida a la del periodo anterior, el Neolítico. La agricultura y la ganadería continuaron siendo la base económica, mientras que el comercio se incrementó de manera notable.
Por otra parte, los nuevos inventos permitieron que las cosechas mejoraran. En este aspecto, destacaron la aparición del arado y de novedosas técnicas de riego que permitieron ampliar el terreno cultivable.
Durante el Calcolítico se afianzó el cambio en el paradigma productivo. En épocas anteriores, la mayoría de lo que se producía estaba destinado al consumo doméstico, algo que cambió gracias las mejores cosechas. Estas provocaron que una clase social empezara a acumular excedentes y, por lo tanto, riqueza.
Mejoras agrícolas y ganaderas
Como se ha señalado, durante la Edad del cobre aparecieron nuevos inventos y técnicas que permitieron mejorar las actividades agrícolas y ganaderas.
Por una parte, empezaron a construirse acequias que permitían llevar el agua de los ríos hasta los campos de cultivo. Esto, por una parte, provocó que las cosechas fueran mayores y, por otra, amplió la superficie cultivable.
En el campo de la agricultura, la novedad más importante fue la domesticación de más especies animales. Ya no se trataba simplemente de ganado destinado a la alimentación, sino también de animales, como los asnos o los bueyes, que servían para facilitar el trabajo de los campesinos.
Religión
No existen demasiados datos sobre las creencias religiosas de los seres humanos del Calcolítico. Se sabe que realizaban ceremonias al aire libre en las que posiblemente, se hicieran ofrendas.
Las construcciones megalíticas de la época, como los menhires, pudieron tener propósitos religioso. Algunos autores opinan que era donde se realizaban ritos funerarios, mientras que otros afirman que eran la sede de ceremonias en las que se adoraba al sol.
Por otra parte, algunas teorías señalan que la aparición de la metalurgia pudo cambiar algunas de las creencias de los seres humanos. Según esta hipótesis, esta tecnología sería la causante de la aparición de nuevas divinidades modificadoras de la materia.
Por último, la incipiente jerarquización social también tuvo su reflejo en el panteón de la Edad de Cobre. Los dioses empezaron a ser divididos según su importaciones y pasaron de ser femeninos (la Diosa-Madre) a masculinos y con carácter guerrero.
Arte
Uno de los campos en los que más se notó el cambio de era fue en el arte. Además de las pinturas que continuaron realizándose, apareció toda una industria dedicada a la decoración de los objetos. Solían ser temas geométricos, similares a un tablero de ajedrez.
Uno de los ejemplos más importantes del arte de la Edad del cobre son los vasos campaniformes, llamados así por su forma de campana invertida. Estos recipientes han sido encontrados en excavaciones realizadas en toda Europa.
Igualmente, destacó la producción de elementos funerarios, tanto de cerámica como de metal. Por último, en algunas zonas del continente europeo también se elaboraron esculturas antropomorfas.
Herramientas e inventos
Aunque fue el uso del cobre lo que marcó el cambio de era histórica, en realidad ese metal fue escasamente utilizado a la hora de fabricar herramientas. En la mayoría de los casos, los hombres del Calcolítico seguían prefiriendo la piedra como materia prima.
Entre los utensilios que sí fueron fabricados con cobre se encontraban algunas armas de pequeño tamaño, como los puñales o las puntas para las flechas. Además, el metal se utilizó para elaborar herramientas tales como cinceles o punzones.
Metalurgia
El invento más importante de la Edad del cobre fue la metalurgia. Lo más probable es que su aparición se debiera a alguna casualidad, quizás cuando una pieza de cobre se cayera en el fuego. Otros autores opinan que pudo ser un proceso de prueba y error basado en lo que se hacía con la cerámica.
Lo que sí se sabe es que la metalurgia fue apareciendo en distintas épocas dependiendo de la parte del mundo. Así, en el Próximo Oriente y en los Balcanes se ha detectado que está tecnología surgió muy pronto, pero en la mayoría de África o América su uso se demoró bastante tiempo.
Una vez que el ser humano dominó el proceso de fundición de este metal pudo comenzar a fabricar algunas herramientas y adornos con él. Sin embargo, el sílex continuó siendo un material importante, especialmente para elaborar algunos tipos de armas y utensilios de labranza.
Cerámica campaniforme
Esta modalidad de cerámica empezó a realizarse en la península ibérica y continuó elaborándose hasta bien entrada la Edad del bronce. Se trataba de un tipo de vasijas con forma de campana que eran utilizadas en las celebraciones y en los entierros de la clase alta.
Técnicas de regadío
Uno de los avances más importantes en este periodo fue la introducción de técnicas de regadío. Su complejidad y eficacia dependió de la zona geográfica, pero, en general, representó una gran mejora para la agricultura.
Lo más habitual fue que se construyeran acequias y canalizaciones para llevar el agua desde su origen hasta los campos de cultivo. Esto no solo amplió el área cultivable, sino que también permitió introducir algunos productos novedosos que, con el tiempo, se convertirían en característicos de la zona mediterránea, como el olivo y la vid.
Estos últimos alimentos empezaron a ser considerados como bienes casi de lujo. Por ese motivo, los consumidores solían provenir de la clase dominante. Además, pronto se convirtieron en uno de los productos más valorados a la hora de comerciar.
Arado
El gran invento del Calcolítico también estuvo relacionado con la agricultura: el arado. A pesar de su aparente simplicidad, su introducción supuso un gran avance para los seres humanos de la época.
Este apero de labranza apareció en Mesopotamia sobre el 5 000 a. C y desde allí se extendió al resto de Asia y al continente europeo. Gracias a su uso, los campesinos de la época pudieron preparar mejor las tierras de cultivo y aumentar las cosechas, lo que dio lugar a que se produjeran más excedentes.
Edad del cobre en Europa
Los historiadores dividen la Europa de la Edad del cobre en dos zonas diferentes. Cronológicamente, donde antes llegó la metalurgia fue a los Balcanes, lugar en el que aparecieron los primeros proto-estados.
La segunda de estas zonas es la Europa occidental. Allí, la Edad del cobre comenzó sobre el 2 500 a. C, cuando las técnicas metalúrgicas llegaron procedentes, posiblemente, del área del mar Egeo.
Los Balcanes en el IV milenio a. C.
Hasta hace unas décadas, la teoría más aceptada era que la metalurgia había llegado al mar Egeo desde la Anatolia. Los historiadores pensaban que esta tecnología procedía de Troya I y que sus primeros usos en los Balcanes se produjeron en el 3000 a. C.
Sin embargo, las modernas técnicas de datación mediante en carbono-14 han demostrado que la aparición de la metalurgia en esa zona sucedió unos 1000 años antes de lo que se pensaba.
De esta forma, hoy se cree que esta tecnología fue la causante de la creación de la primera civilización en Europa, situada en la zona del Danubio y datada en el 4000 a. C.
Las poblaciones más importantes de esa zona fueron Vinça, Gumelnitsa, Salcuta, Cucuteni y Tiszapolgar, considerado por los historiadores como proto-estados. Se trataba de localidades con una estructura social muy compleja y organizada e, incluso, empezaron a desarrollar tipos de escritura.
Declive de los proto-estados balcánicos
Después de haber vivido una época de gran esplendor, las poblaciones balcánicas empezaron a declinar. En poco tiempo, su industria metalúrgica se redujo en un 90% e incluso perdieron los incipientes métodos de escritura que habían ideado.
Aunque no se conoce la causa de esta decadencia, algunos autores apuntan a que pudo ser debida a invasiones de otros pueblos provenientes del este. Una de las pruebas que estos expertos apuntan es la aparición de cerámica con decoración típicamente oriental en la zona.
El Egeo
Situado entre la Anatolia y Grecia, la zona del Egeo fue otra de las áreas de Europa que más se desarrolló durante la Edad del cobre.
Las transformaciones empezaron a producirse a finales del IV milenio a. C. Fue entonces cuando la metalurgia aplicada al cobre apareció en la zona. La demografía aumentó y se incrementaron los contactos entre las poblaciones de las islas y la de las costas del continente.
Los asentamientos empezaron a crecer y en algunos de ellos se levantaron murallas defensivas. Junto a este proceso, también se produjo un aumento de la jerarquización social.
En un primer momento, esas localidades amuralladas no eran demasiado grandes, aunque pronto empezaron a crecer. Entre las más importantes se encontraban Troya I, Dimini, Termi o Galandrini.
Todas estos poblados crearon una red para intercambiar conocimientos y productos. Estas rutas conectaban las Cícladas, el Peloponeso, el Ática, Creta, Rodas y la Anatolia para comerciar con objetos elaborados con piedra o metal.
Malta
La isla de Malta, en pleno Mediterráneo, se desarrolló durante la Edad del cobre a un ritmo similar al del mar Egeo. La principal aportación de sus habitantes fue que levantaron los primeros templos del mundo construidos con piedra.
Se sabe muy poco sobre los asentamientos de la isla, pero sí se han encontrado restos que permiten conocer cómo eran esos santuarios. Según los historiadores, su uso era tanto ceremonial como funerario. Además, cada uno de ellos había sido construido por una familia prominente de la zona, con lo que también eran un símbolo de su poder.
Los templos se levantaron siguiendo un patrón muy similar, aunque hay diferencias en cuanto a su complejidad. Así, constaban de un corredor central que conducía a diversas estancias ovaladas. Su forma general se asemeja a la de un trébol.
Otro edificio destacado que se ha encontrado en la isla ha sido un hipogeo (estructura subterránea destinada a los enterramientos) denominado Hal Saflieni. Sus dimensiones alcanzan los 500 metros cuadrados, suficientes para albergar alrededor de 7000 cuerpos.
Península ibérica
El otro gran foco de desarrollo humano en Europa durante el Calcolítico se encontraba justo al otro lado del Mediterráneo, en la península ibérica. En la actual España aparecieron dos culturas que alcanzaron una gran importancia, aunque no llegaron a constituirse en proto-estados como sucedió en los Balcanes.
Entre las principales características de estas culturas se encontraba la fortificación de sus asentamientos. Se trataba, además, de poblaciones bastante grandes, especialmente en el caso de Los Millares y de Zambujal.
Aparte de estos grandes asentamientos, en las actuales regiones españolas de Andalucía y Extremadura, así como en el Alentejo y en el Algarve portugués, se levantaron pequeñas localidades también fortificadas. Uno de los elementos comunes era la presencia de dólmenes y cuevas artificiales.
Sur de Francia
Como el resto de los lugares importantes del Calcolítico en Europa, los asentamientos franceses se encontraban en el sur, cerca del Mediterráneo.
Esta zona francesa contaba con una gran cantidad de población, aunque en lugar de habitar en núcleos urbanos grandes lo hacían en pequeños pueblos. Las viviendas estaban construidas con piedra y muchas localidades se protegieron con murallas.
Eso último parece ser consecuencia de los conflictos bélicos en la zona. En varias excavaciones han aparecido esqueletos con puntas de flecha, así como cráneos a los que se la practicado una trepanación.
Por otra parte, el Mediodía francés era un importante punto de comercio, sobre todo del sílex y la obsidiana. De igual forma, existían varias zonas ricas en cobre.
Edad del cobre en África
La gran mayoría del continente africano no pasó por la Edad del cobre. Por ejemplo, en toda el África subsahariana no se han encontrado evidencias de su uso.
La causa apuntada por los historiadores es que la población no dejó de ser seminómada ni de tener una económica basada en la recolección y en la caza, ni siquiera durante el Neolítico. En esa época, los africanos optaron por la ganadería por encima de la agricultura.
Tampoco en el norte del continente se produjeron los cambios asociados a la Edad del cobre. Tan solo hubo una excepción, Egipto, que mantuvo más relaciones con los pueblos del Próximo Oriente y del Egeo que con el resto de los territorios africanos.
Egipto
Dentro de la periodización propia de la historia de Egipto, la Edad del cobre englobaría desde la época predinástica hasta la faraónica.
En este país norteafricano se han encontrado algunos de los primeros objetos fabricados con cobre nativo, en frío. Los expertos los han datado en el V milenio, aun dentro del Neolítico.
Más adelante, ya a partir del 4 000 a. C, apareció en el valle del Nilo una cultura llamada Nagada. Esta ya utilizaba la metalurgia, aunque seguía prefiriendo fabricar sus herramientas con piedra. Al igual que en los Balcanes, esta cultura es considerada como un proto-estado por los antropólogos.
Aparte del conocimiento de la metalurgia, la cultura Nagada se caracterizó por la introducción del regadío, así como por la construcción de una inmensa necrópolis en la que aparecen claros rasgos de estratificación social.
Se sabe, igualmente, que desarrollaron una industria artesanal muy importante. Además del cobre, los artesanos utilizaron el oro y la plata para realizar sus obras.
Tanto el arte como la religión de esa época son considerados como los antecedentes del Egipto de los faraones.
Edad del cobre en Oriente medio
Oriente próximo fue una de las zonas del planeta en las que la Edad del cobre alcanzó mayor esplendor. Fue allí, en la Anatolia, donde el ser humano empezó a fundir ese metal para fabricar herramientas o adornos, aunque sin dejar de utilizar la piedra.
Las evidencias más antiguas del uso de la metalurgia han aparecido en Çatalhöyük y en Hacilar. En estos yacimientos se han encontrado agujas, algunos adornos y punzones.
Cronológicamente, el Calcolítico en el Próximo oriente abarcó desde el 4 500 a. C y el 3 500 a. C. Los historiadores han dividido este periodo en varias etapas: las fases III y IV del Periodo de Ubaid y el Periodo Uruk, aunque estos dos últimos coincidieron en el tiempo.
Mesopotamia
Mesopotamia (“entre dos ríos”) es una región del Próximo Oriente situada entre el Tigris y el Éufrates. Sus favorables condiciones medioambientales propiciaron que fuera allí donde apareció por primera vez la agricultura y la ganadería durante el Neolítico. Por ese motivo, no es de extrañar que también fuera un punto de referencia en la Edad del cobre.
Los habitantes de la zona incorporaron sistemas de regadío para llevar el agua de los ríos hacia los campos de cultivo. Además, el Éufrates tenía un caudal suficiente para que fuera navegable, algo que impulsó el comercio y el intercambio cultural y tecnológico.
Ya a partir del 5 000 a. C, los seres humanos de esta región comenzaron a fabricar sus herramientas con cobre, aunque en ese momento lo trabajaban en frío. Igualmente, apareció una nueva modalidad de alfarería que utilizaba tecnologías como el torno o la rueda.
La fertilidad de sus campos permitió que se introdujeran cultivos como la cebada o el trigo y, además, fueron pioneros en domesticar animales como las cabras o los corderos.
Sedentarización y comercio
Tell Halaf fue la cultura más importante en la zona. Sus dominios iban desde el norte de la actual Siria hasta la costa del más Mediterráneo, pasando por tierras que bordeaban el Tigris y el Éufrates.
En los yacimientos arqueológicos de esta cultura se han encontrado evidencias de que utilizaban hornos muy avanzados para la época. Esto les permitió contar con una industria metalúrgica superior a la de otros pueblos.
Además, se sabe que desarrollaron una importante actividad comercial con la Anatolia y el golfo Pérsico.
Precisamente fue el comercio el factor que impulsó el sedentarismo en la región. A pesar de las mencionadas buenas condiciones ambientales, la zona tenía un importante déficit de materias primas. Allí era complicado encontrar madera o metal y el comercio permitió que las adquirieran en otros lugares.
A partir de ese momento, su sociedad se desarrolló a gran velocidad. Fueron pioneros en desarrollar en urbanismo y el crecimiento de sus poblaciones llevó aparejado estructuras sociales cada vez más complejas. En pocos siglos, estos avances condujeron a la aparición de las primeras grandes civilizaciones del mundo.
Edad del cobre en América
Las diferencias entre la historia de América y las de los otros continentes ha llevado a los expertos a desarrollar un sistema de periodización diferente. Por ese motivo, es complicado señalar que etapa se podría corresponder con la Edad del bronce.
Según los restos encontrados, en las actuales Bolivia y Perú ya se fundía el cobre al comienzo del I milenio a. C. Quinientos años después, empezaron a realizar aleaciones con oro y plata.
La fundición de los metales solía estar destinada a fabricar objetos para los rituales o para señalar la posición social de sus dueños. En cambio, son muy escasas las muestras de herramientas realizadas con ese material.
Esta presencia de la metalurgia no significa que tuviera la misma importancia que en Europa y el Próximo Oriente. En América, los metales fueron utilizado para fabricar armas y adornos, pero no marcaron ningún tipo de diferencia en el desarrollo social y militar.
Periodización de la historia americana
Como se ha comentado, los periodos históricos en los que se ha dividido América son diferentes a los Europeos. Así, la Prehistoria americana abarcaría desde el momento en el que los seres humanos llegaron al continente (fecha que aún se está debatiendo) hasta la aparición de las primeras civilizaciones del continente.
De esta forma, la Prehistoria y todas sus subdivisiones (Paleolítico, Mesolítico, Neolítico y la Edad de los metales) corresponderían aproximadamente al período Paleoindio y al Pre-Clovis.
Desarrollo de la metalurgia
A pesar de que la metalurgia de metales como el cobre o el oro era conocida en el continente, los historiadores consideran que no fue un factor importante en los sistemas económicos precolombinos.
Ya en el 4 000 a. C, los pobladores de algunas zonas de América, como los Grandes Lagos, conocían y trabajaban el cobre nativo. En esa época no se usaban técnicas metalúrgicas, sino que el metal era golpeado en frío hasta que adquiría la forma deseada. Según los restos encontrados, el cobre se solía utilizar para fabricar puntas de flecha.
La metalurgia, de acuerdo a las evidencias halladas hasta este momento, nació a principios del I milenio a. C. El primer lugar en el que se implantó esta tecnología fue en el altiplano entre Perú y Bolivia.
Primera gran cultura metalúrgica
La primera gran cultura metalúrgica en América fue la de Chavin, en Huantar, sobre el 800 a. C. El metal más utilizado fue el oro, con el que fabricaban estatuillas y otros objetos en forma de placas.
Algunos siglos más tarde, sobre el IV a. C, la cultura Moche empezó a utilizar el cobre y la plata para fabricar utensilios. Su dominio de la metalurgia les permitió introducir técnicas como el repujado en caliente, incrustar gemas y bañar las piezas en plata y oro.
Zona Intermedia
Además de en los Andes, la metalurgia también cobró importancia en la denominada Zona Intermedia, un área situada entre Colombia y Ecuador.
Según los historiadores, esta zona se caracterizó por albergar a los mejores expertos en realizar aleaciones con el metal: los muiscas.
Para realizar sus trabajos, los muiscas utilizaban una mezcla de oro, plata y cobre, aunque su creación más importante fue una aleación llamada tumbaga que mezclaba solo cobre y oro.
Cultura mixteca
La larga historia del pueblo mixteca provocó que su cultura perdurara hasta la llegada de los españoles. Sus orígenes son bastante inciertos, pero muchos autores piensan que ya habitaban partes del continente en el periodo preclásico.
Aunque las fechas no corresponden a la Edad del cobre europea, muchas de las características de la cultura mixteca son similares.
Así, eran grandes dominadores de la metalurgia e introdujeron nuevas técnicas como la filigrana o la soldadura. Una de sus especialidades era la fundición de cobre, tal y como demuestra el contenido de algunos códices ilustrados.
Referencias
- Mundo Antiguo. Edad de Cobre. Obtenido de mundoantiguo.net
- EcuRed. Edad del Cobre. Obtenido de ecured.cu
- Carretón, Adrían. ¿Qué fue el Calcolítico?. Obtenido de patrimoniointeligente.com
- Hirst, K. Krist. Chalcolithic Period: The Beginnings of Copper Metallurgy. Obtenido de thoughtco.com
- Anwar, Shakeel. The Chalcolithic Culture. Obtenido de jagranjosh.com
- World Atlas. The Copper Age States. Obtenido de worldatlas.com
- Kiddle encyclopedia. Copper Age facts for kids. Obtenido de kids.kiddle.co
- Micu, Alexandru. How the Copper Age changed humanity. Obtenido de zmescience.com