Intemperismo o meteorización: tipos y ejemplos
El intemperismo o meteorización es la descomposición de las rocas en fragmentos más pequeños, fenómeno ocurrido por procesos físicos, químicos y/o biológicos. Estos procesos surgen como consecuencia de la exposición de las rocas a las distintas condiciones ambientales de la Tierra: vientos y corrientes de agua, así como reacciones químicas y los procesos biológicos.
Todos estos procesos producen innumerables cambios en las rocas. Ahora bien, los fragmentos pueden permanecer en el mismo lugar junto a la roca originaria o ser removidos y posteriormente transportados por vientos, corrientes de agua y la dinámica terrestre, para ser reciclados en otros lugares.
El intemperismo es un elemento importante en la conformación del paisaje y los suelos, un factor importante al momento de evaluar la capacidad de sustentar vegetación.
Eso no es todo, el intemperismo también altera las construcciones hechas con materiales que, en buena parte, derivan de las rocas. Ocurre que las propiedades mecánicas del material disminuyen, ya que la matriz interna de los materiales se modifica.
Aunque están estrechamente relacionados, intemperismo y erosión no son sinónimos. El intemperismo fragmenta la roca, mientras que el transporte de los fragmentos es la erosión.
La acción del intemperismo es lenta y continua, prevaleciendo algunos mecanismos por encima de otros, lo cual está determinado por el clima. Aunque es lento, el intemperismo actúa con más rapidez en climas templados y húmedos que en climas secos y áridos.
Por ejemplo, en climas desérticos el intemperismo mecánico prevalece. En cambio, los ambientes húmedos tienden a favorecer los procesos químicos y biológicos por encima de los mecánicos, siendo el agua es el factor común a todos ellos.
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Se distinguen tres tipos de intemperismo, de acuerdo al agente causante:
En el proceso de intemperismo físico o mecánico, la roca se fragmenta sin que existan cambios en su composición química, por eso también este proceso se llama desintegración. De esta manera, el área de la roca expuesta a los elementos aumenta, haciéndose aún más susceptible a la acción de aquellos.
Los cambios de temperatura tienen un rol primordial, ya que producen en la roca expansiones y contracciones que terminan en su desintegración.
Al descender la temperatura, el agua que se filtra por los poros y fisuras de las rocas se congela y se expande, ejerciendo presión en las paredes internas.
Aparte de las variaciones de temperatura y de la acción del agua, hay otros agentes físicos que afectan las rocas expuestas, tales como el viento y las olas, que igualmente contribuyen a romperlas.
En este tipo de intemperismo se producen reacciones químicas en el interior de la roca que cambian su composición. Por ejemplo, la atmósfera y la lluvia contienen agua y dióxido de carbono que reaccionan con los minerales de la roca y forman nuevos compuestos, como las sales solubles.
Estas sales se combinan con ácidos provenientes de la materia orgánica que traen las aguas subterráneas, dando lugar a compuestos que desgastan las rocas, de allí que al intemperismo químico se le llame descomposición.
El tipo de enlace de los compuestos en las rocas es muy importante para determinar hasta qué punto se ve afectada su estructura química, ya que hay enlaces que tienden a romperse más fácilmente que otros.
Todo depende del tipo de proceso químico que predomine. Los más frecuentes son:
Disolución
Las rocas se disuelven en ácidos como el ácido carbónico, siendo las rocas calizas las más afectadas.
Hidratación
El agua se incorpora a la matriz rocosa, causando un aumento de volumen que tiende a fragmentarla. El yeso es un tipo de mineral muy susceptible a la hidratación.
Hidrólisis
Es un proceso mediante el cual el agua se descompone en iones H+ y OH-. Este último reacciona por su cuenta con ciertos minerales, como silicatos y feldespatos, dando lugar a arcillas.
Y los iones H+ por su parte, tienen mayor afinidad con cationes metálicos que abundan en las rocas ígneas –rocas de origen volcánico-, formando carbonatos y bicarbonatos.
Oxidación
Los minerales en las rocas reaccionan con el oxígeno del agua, siendo las rocas con alto contenido de hierro las más susceptibles de ser modificadas formando diversos óxidos.
Carbonatación
Consiste en la fijación del CO2 con el agua para formar ácido carbónico. Las rocas con alto contenido de carbonato de calcio son afectadas por el ácido y se degradan formando bicarbonatos.
Reducción
Es la pérdida de oxígeno que altera la composición de la roca.
Las raíces de los árboles y el movimiento de seres vivos en el subsuelo también modifica lentamente la estructura de las rocas. Las raíces se mueven a través de las rocas y actúa a modo de cuña para fragmentarlas.
Los minerales con hierro en su composición se degradan fácilmente en ambientes húmedos, ya que el hierro forma óxidos con facilidad en presencia agua, mientras que los silicatos son más resistentes.
Los antiguos egipcios construían obeliscos para conmemorar los hechos de los faraones. Los obeliscos eran tallados en un solo bloque de piedra y muchos de ellos se encuentran diseminados por diversas ciudades lejos de Egipto.
Con más de 2000 años de edad, los obeliscos que permanecen en Egipto han resistido mejor el intemperismo que los obeliscos que fueron llevados a lugares con mucha contaminación ambiental, por ejemplo Nueva York.
Está el ejemplo de las agujas de Cleopatra, que fueron llevados desde Egipto, uno a Londres y otro a Nueva York, a finales del siglo XIX.
Para ese entonces conservaban todas sus inscripciones, pero ya en los años 50 del siglo XX, el de Nueva York ya había perdido casi todas las inscripciones. Los intentos de conservación cambiaron el color original del granito rojo con que fueron talladas del rosado a gris.
El resultado de este intemperismo es redondear las aristas de las rocas graníticas expuestas.
En los lugares con temperaturas extremas, por ejemplo zonas desérticas donde el día es muy caluroso y la noche muy fría, la alternancia hace que las rocas se dilaten y se contraigan alternativamente, favoreciendo las fracturas.
El feldespato ortoclasa presente en el granito reacciona con el ácido carbónico en presencia del agua de lluvia y el dióxido de carbono, dando lugar a carbonato de potasio y sílice.
Los iones de potasio son transportados por las corrientes de agua subterránea y de esta manera son aprovechados por las plantas.
La hidrólisis del olivino libera minerales, agua y oxígeno, que también pueden aprovechar las plantas.
- Berry, P. 1993. Mecánica de Suelos. McGraw Hill.
- Geomorfología para todos. Meteorización. Recuperado de: geomorfologia-para-todos.blogspot.
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