Historia

Leyenda de los Símbolos Patrios de México


La leyenda de los símbolos patrios de México abarca las historias populares que narran la creación y formación de los símbolos nacionales, especialmente del escudo nacional. Los Estados Unidos Mexicanos tienen tres símbolos patrios: la bandera, el escudo y el himno nacional. Las características y modos de uso están reglamentados por una ley de 1984.

Sin embargo, su origen es más antiguo. El águila y el nopal del escudo son símbolos que se utilizan desde la época prehispánica; es por esto que han servido de representantes de la identidad mexicana. La leyenda de formación del escudo nacional incluye elementos mitológicos de la fundación de la ciudad de México-Tenochtitlan, capital del Imperio mexica.

Leyenda de los símbolos patrios de México

El águila y su leyenda se han mantenido en el imaginario colectivo mexicano por siglos. Hoy es el símbolo más importante del México independiente.

Símbolos patrios mexicanos

La bandera, el escudo y el himno nacional son los símbolos patrios de México. Desde la independencia de este país norteamericano, los símbolos patrios han acompañado su historia con ligeras variaciones.

El 8 de febrero de 1984 se aprobó la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, que establece el uso de los tres símbolos patrios, sus normas y regulaciones.

La bandera nacional tiene tres franjas verticales simétricas, de colores verde, blanco y rojo. El escudo nacional cuenta con una distinguida águila de color marrón sobre el nopal, que también se sitúa en la parte central de la franja blanca de la bandera.

Por su parte, el himno nacional tiene cuatro estrofas y hace referencia a las victorias militares mexicanas de la independencia.

Leyenda de los símbolos patrios mexicanos

Águila en el escudo

La existencia del águila en el escudo nacional tiene orígenes prehispánicos. La leyenda de su origen involucra directamente a uno de los dioses de los mexicas, Huitzilopochtli.

Esta afirma que este dios les había ordenado a sus súbditos Cuaucóhuatl y Axolohua la búsqueda de un nuevo lugar para asentarse en el centro del actual México.

Cuaucóhuatl y Axolohua provenían de Aztlán y comenzaron una travesía guiados por las órdenes del dios Huitzilopochtli, que les había prometido paisajes hermosos y frondosos. Al ver este panorama, decidieron dirigirse hasta Temazcatitlán.

En Temazcatitlán se encontraba Cuauhtlaquezqui, sacerdote que se consideraba la reencarnación del dios Huitzilopochtli. Como representante de esta deidad en la Tierra, les indicó a los súbditos que se devolvieran hasta el lugar de los paisajes hermosos.

De igual forma, Cuauhtlaquezqui les hizo una indicación importante. En primer lugar verían un nopal salvaje, y sobre este estaría tranquila un águila, que come y se peina. Ese sería el lugar donde reinarían los mexicas.

Lugar fundacional

Según la leyenda, Cuauhtlaquezqui sentenció que allá donde estuviera el águila sobre el nopal se formará la ciudad de México-Tenochtitlan, que será perdurable y lugar de victorias.

Según estudios posteriores, algunos investigadores han afirmado que este mito fundacional que instituyó el símbolo del águila se creó en el gobierno de Itzcóatl, que duró entre 1427 y 1440, para mostrarles a los ciudadanos el origen divino de su presencia en el valle de México.

La creación de esta leyenda vino acompañada de la sustitución de cualquier documento que pudiera contener una historia distinta.

Significado de los elementos del escudo nacional

Existen muchas leyendas populares que atribuyen un significado representativo a todos los elementos del actual escudo nacional. Estas creencias están amparadas en el mito fundacional de México-Tenochtitlan, recogido en el águila sobre el nopal.

Es común escuchar que el águila comiendo una serpiente mientras se posa sobre el nopal es el triunfo del Sol sobre la Tierra, representado en el amanecer. En cambio, el nopal —que es un cactus— adquiere otro significado. Su fruto, la tuna, representaría el corazón humano como ofrenda a los dioses para recibir luz.

Por otra parte, a las ramas presentes en el escudo nacional se les suele atribuir una significación particular. La rama de encino o roble representa la fortaleza, mientras que la de laurel representa la victoria.

El hecho de que el águila esté devorando a una serpiente tiene una representación importante, pues puede hacerse una asociación maniquea del bien y el mal, extrapolada al pueblo mexicano y sus enemigos.

Leyendas de los colores de la bandera mexicana

La bandera nacional es el otro gran símbolo patrio, que lleva en su parte central y de forma destacada al escudo nacional. Sus proporciones son de 4:7 y sus tres franjas verticales son verde, blanco y rojo.

Son los colores específicamente los que han sido motivo de la creación y narración de diversas leyendas, especialmente porque la disposición de estos colores históricamente no ha sido clara. Una de las leyendas más populares es la del Ejército de las Tres Garantías.

La bandera del Ejército de las Tres Garantías, también conocida como bandera Trigarante, fue la utilizada por el ejército homónimo que actuó entre 1820 y 1821, dirigido por Agustín de Iturbide, quien se coronó como emperador de México en 1822. Esta bandera utilizaba ya los tres colores actuales.

El Ejército Trigarante recibió este nombre por estar sustentado por tres elementos: la fidelidad a la Iglesia Católica, la independencia de España y la unión entre americanos y europeos.

Popularmente se relacionaron estos tres significados con los de la bandera. El blanco sería considerado el color de la religión y la pureza, el rojo la unión entre europeos y americanos y el verde la independencia del país.

Sin embargo, después de la caída del Segundo Imperio mexicano los significados de estos colores no podían mantenerse iguales. Por este motivo, el presidente Benito Juárez les dio otra conceptualización: el verde era ahora la esperanza, el blanco era la unidad, y el rojo era la sangre derramada por los héroes.

Sin embargo, el origen del Ejército Trigarante no es el único. Muchos afirman que desde 1812 ya existían banderas tricolores, como la Bandera Siera, muy parecida a la actual. Este pabellón fue utilizado por insurgentes indígenas en la Sierra de Zongolica y se convirtió en el pionero de la bandera nacional mexicana.