Autoecología: concepto, qué estudia, ejemplos
La autoecología es la rama de la ecología que se encarga del estudio de las especies individuales en su adaptación al entorno. Así, la autoecología toma una especie en particular con el propósito de establecer todas las relaciones que la misma establece en su hábitat.
Para esto la autoecología se auxilia con todas las otras ciencias que le aportan información sobre dicha especie y sobre el ambiente en que vive. Por tanto, en sus estudios la autoecología desagrega al individuo bajo estudio en sus rasgos anatómicos y funcionales.
Luego, reduce la complejidad de los factores ambientales a sus factores principales, en términos de luz, temperatura, precipitaciones, agua, suelo y otros. Para finalmente establecer las correlaciones entre los rasgos de forma y función del individuo con los factores que le toca enfrentar en su hábitat.
De esta forma, establece cuáles son las adaptaciones que le han permitido a esa especie sobrevivir en ese ambiente en concreto. Por tanto, la autoecología se diferencia de la otra rama de la ecología llamada sinecología, por el nivel jerárquico al que estudia el ecosistema.
La sinecología estudia el conjunto de especies (comunidades) y las redes alimentarias que establecen, mientras que la autoecología estudia una especie en particular enfrentada a su ambiente.
Índice del artículo
- 1 ¿Qué estudia la autoecología?
- 2 Diferencias entre autoecología y sinecología
- 3 Ejemplos de estudio en autoecología
- 4 Referencias
¿Qué estudia la autoecología?
La autoecología tiene por objeto de estudio a una especie en particular, a fin de establecer cómo se adapta a su ambiente para sobrevivir. En la práctica los estudios autoecológicos toman en cuenta a una población en particular o incluso a uno o pocos individuos de una especie.
El objetivo final de la autoecología es establecer la correspondencia que existe entre las características de la especie y las del ambiente donde habita.
Morfología y fisiología
La ecología y por tanto la autoecología es una ciencia integradora (toma en cuenta información proveniente de muchas otras fuentes). De tal forma que la autoecología parte del conocimiento de la forma (morfología) y funcionamiento (fisiología) de una especie.
Para esto, recopila la información existente sobre su anatomía y su funcionamiento interno (fisiología), para luego relacionar esta información con los factores ambientales.
Ambiente
La autoecología al tomar en cuenta el ambiente donde se desarrolla una especie dada, recopila o genera toda la información posible, para luego descomponerlo en sus factores componentes.
Es decir, la amplitud de variación de las temperaturas, luz, precipitación, suelo, los cuerpos de agua, entre otros. Esto va a variar dependiendo del tipo de especie que se estudie y si habita un ecosistema terrestre o acuático.
Adaptación
Finalmente, la autoecología trata de establecer la relación entre la forma y funciones de la especie bajo estudio y el ambiente donde habita. Para ello, establece relaciones entre las limitaciones de ese ambiente y la forma y función de la especie.
Parte del principio de que la mayoría de los rasgos morfológicos o funciones internas de la especie han sido modelados por factores ambientales. Esto ha sido posible gracias a la selección natural, que propicia que solo se reproduzcan los individuos con caracteres útiles para enfrentar al medio ambiente.
De esta forma se trata de identificar cuáles adaptaciones ha desarrollado la especie para sobrevivir en esas condiciones específicas. Entendiendo por adaptación una modificación heredada de padres a hijos que permite a esa especie responder mejor ante un factor ambiental determinado.
Un ejemplo de adaptación puede ser un cuerpo con una capa de grasa más gruesa para resistir un ambiente más frío.
El resultado del estudio autoecológico, es el conocimiento del conjunto de adaptaciones de la especie y su relación con los factores ambientales de su hábitat. Asimismo, el establecimiento de la amplitud de variación de las condiciones ambientales que definen el hábitat de la especie.
Ciclo de vida y variación estacional del ambiente
Un aspecto particularmente relevante en los estudios autoecológicos es definir la correlación entre el ciclo de vida y las variaciones ambientales. Esto debido a que a lo largo del año hay variaciones más o menos significativas en el ambiente, más marcadas en donde existe estacionalidad definida.
Por ejemplo, en las zonas templadas donde se presentan cuatro estaciones en el año o en zonas tropicales con dos estaciones. El ciclo de vida de la especie, incluidos sus hábitos alimenticios, apareamiento y otros, se adapta a estas variaciones cíclicas del ambiente en el año.
Así, hay animales como el oso que hibernan en invierno, o árboles que pierden sus hojas y entran en descanso. Por su parte, otros animales cambian el color del pelaje en verano (pelaje oscuro) y en invierno (pelaje blanco) para pasar desapercibidos.
Diferencias entre autoecología y sinecología
Un ecosistema está formado por seres vivos que habitan un área definida, las condiciones físicas de dicha área y las múltiples relaciones que se establecen. Por tanto, en un determinado ecosistema conviven numerosas especies de animales, plantas y otros organismos vivos.
Cada especie en particular está formada por varias poblaciones (grupos de individuos de esa especie en particula). Luego, el conjunto de poblaciones de especies distintas que interactúan en un área forman una comunidad.
Aquí se establecen relaciones entre los individuos de una misma especie, entre los de una especie con los de otra, y de todos con el ambiente. La ecología como ciencia estudia toda esa compleja estructura de actores y relaciones.
Sin embargo, a fin de poder profundizar en el conocimiento de los ecosistemas, la ecología se ha especializado. Una de estas ramas especializadas es la autoecología, que se encarga de estudiar a cada especie en particular respecto a su ambiente.
La unidad de estudio de la autoecología es la población, mientras que el objeto de estudio de la sinecología se encuentra un nivel más arriba, ya que estudia a la comunidad. Este último término entendido como el conjunto de poblaciones de distintas especies interactuando en un ambiente determinado.
La sinecología describe el ecosistema como un todo, incluyendo datos cuantitativos de número de especies, densidad y otros parámetros. De igual forma, la sinecología pone énfasis en establecer las redes alimentarias que se generan en el ecosistema.
En fin, mientras que la autoecología se enfoca en una especie concreta, la sinecología se concentra en la relación entre todas las especies del ecosistema.
Ejemplos de estudio en autoecología
Los cactus del desierto
En los desiertos el factor limitante es el agua, unido a las altas temperaturas, por lo que la mayoría de las especies de cactáceas se han adaptado a estas condiciones extremas de sequía. Esto lo han hecho desarrollando cambios anatómicos y fisiológicos drásticos.
Entre algunos de estos cambios esta transformación de hojas en espinas reduciendo la pérdida de agua por transpiración, mientras que los tallos cumplen la función fotosintética. De igual forma los tallos se hacen suculentos con células llenas de sustancias pegajosas (mucílagos) para almacenar el agua.
Esto se observa en especies como el saguaro (Carnegiea gigantea) que crece en el desierto de Sonora (EE. UU. y México).
Los cetáceos
Un caso extremo de adaptación de especies a las condiciones ambientales son los mamíferos marinos del grupo de los cetáceos. Sus ancestros fueron mamíferos terrestres, pero ellos se adaptaron a vivir en el océano y experimentaron cambios drásticos en su anatomía y funcionamiento.
Transformaron sus patas en aletas y su cuerpo tomo una forma hidrodinámica para nadar mejor. Además, aunque mantienen la respiración pulmonar, desarrollaron una abertura superior en la cabeza que les permite tomar mejor el aire al emerger.
Algunos ejemplos son especies como el delfín nariz de botella (Tursiops truncatus) o la orca (Orcinus orca).
Los castañares y hayedos en España
Se han realizado diversos estudios de la autoecología de las poblaciones de castaños (Castanea sativa) y hayedos (Fagus sylvatica) en distintas regiones españolas. En estos estudios se establece que condiciones de forma del terreno (fisiografía), suelos, temperaturas, humedad y otros factores definen el hábitat de estas especies.
Por ejemplo se determinó que los castañares gallegos se desarrollan a 400 y 750 m de altitud, con precipitaciones medias alrededor de los 1.300 mm. En tanto que los hayedos de Castilla y León tienen un rango de precipitaciones mayores en su hábitat, entre 600 y 1,700 mm.
El pelaje en animales de zona fría
En su proceso de adaptación a los cambios que ocurren en el ambiente con el paso de las estaciones, muchos animales varían su color. Por ejemplo, la liebre ártica (Lepus arcticus) y el armiño (Mustela erminea), en verano lucen un pelaje algo más corto y color castaño.
Esto les permite mimetizarse o confundirse mejor con la vegetación y el suelo del prado, así como resistir las temperaturas cálidas. Sin embargo, cuando llega el invierno con la nieve cubriéndolo todo y la temperatura baja, su pelaje se torna blanco y denso.
Referencias
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