Biografías de personajes históricos

Hipatia de Alejandría: biografía, pensamiento, aportes, obras


Hipatia de Alejandría (c. 350 al 370 – 415) fue una filósofa, matemática y astrónoma que nació en Egipto, que para entonces formaba parte del Imperio romano oriental. Fue la primera mujer de la que se hallaron registros claros en la historia de las matemáticas. La alejandrina era hija del también filósofo, matemático y astrónomo Teón de Alejandría, el último director del Museion o universidad de la ciudad.

Hipatia siguió la corriente filosófica del neoplatonismo plotiniano y fue la última exponente de esta corriente. El renombre de esta filósofa se extendió por toda Roma. Desde entonces era considerada una de las grandes mentes de su época.

De todos los territorios imperiales, tanto occidentales y orientales, filósofos y matemáticos partían a su encuentro. El neoplatonismo profesado por la alejandrina era tolerante con cualquier religión.

Aún cuando Hipatia era pagana, sus más notables discípulos fueron todos cristianos, tal como Sinesio, quien llegó a ser obispo de Tolemaida, en Egipto. Muchos de los trabajos científicos de Hipatias se consideraron menores, además la mayoría ha desaparecido.

De cualquier manera son considerados de gran importancia los comentarios que hizo del Aritmética de Diofanto, del tratado de Secciones cónicas de Apolonio de Perga y del Almagesto de Ptolomeo.

Dentro de su propia ciudad Hipatia era grandemente respetada. Su reputación la llevó a ser consejera de Orestes, prefecto romano de la ciudad, lo cual terminó por llevarla a su muerte tras verse envuelta en las luchas intestinas por el control político de Alejandría.

Índice del artículo

Biografía

Primeros años

Hipatia nació en Alejandría, Egipto, que se hallaba bajo el dominio del Imperio romano de oriente. La fecha de nacimiento de la futura filósofa es incierta, pues solo hay indicios en los registros.

Por un lado, la fecha de nacimiento de su padre también es incierta. Se ha inferido que cuando Teón realizó las observaciones de los eclipses fechados en el 364 debía tener cerca de 25 años y que en ese momento aún Hipatia no había nacido.

A esto se le sumó que el cronista Hesiquio de Mileto, según quedó registrado en la Suda bizantina, dijo que el florecimiento de la carrera de Hipatia se dio durante el reinado de Arcadio, tras la muerte de Teodosio I en el 395.

Ese autor describió a la alejandrina como una mujer joven y en la plenitud de su belleza. Sin embargo, Arcadio reinó desde su proclamación como Augusto en el 383.

Eso quiere decir que comenzó su gobierno antes de que muriera su padre, Teodosio I, como afirman los que creen que llegó al mundo cerca del 370.

Otras referencias

El cronista Juan Malalas, por su parte, dio señas de que a la fecha de su muerte, en el 415, Hipatia tenía cerca de sesenta años. A eso se le suma que su discípulo predilecto, Sinesio, estuvo bajo su tutela en la década del 390 cuando este contaba con unos 20 años.

El respeto con el que Sinesio se dirigía a Hipatia bien podía ser porque era una mujer mayor que él como porque era su maestra. Sin embargo, nadie duda de que no habría aceptado recibir clases de alguien con una edad tan cercana a la suya.

Familia

El padre de Hipatia, Teón, poseía uno de los intelectos más respetados de su época, ejercía como filósofo, matemático y astrónomo. Fue autor de diversas poesías de las cuales conservaron algunos textos, pero no consiguió renombre como poeta de su época.

Como astrónomo, sus observaciones detalladas de los eclipses del 364 son muy importantes en el campo.

En matemáticas, aunque propiamente no realizó ningún trabajo original, sus comentarios y anotaciones acerca de las obras más populares, como Elementos de Euclides, tuvieron gran importancia para desarrollar esa ciencia y su impacto perduró hasta el siglo XIX.

De la madre de Hipatia nada se sabe, algunos historiadores han asumido que falleció al dar a luz a su hija. Por eso se considera que la educación de la muchacha pasó a ser responsabilidad de su padre, quien la instruyó en áreas como las ciencias matemáticas, filosofía y educación física.

No se conocen hermanos, aunque se ha planteado la posibilidad de que Teón haya tenido un hijo llamado Epifanio, a quien dedicó el su comentario del Libro IV del Almagesto de Ptolomeo.

Sin embargo, el término griego utilizado por Teón, “teknon”, podía ser también hacia alguien por quien se sintiera un afecto paternal, como a un discípulo predilecto.

Sinesio, por ejemplo, llamaba a Teón “padre”, y se refería a sus condiscípulos bajo Hipatia como “hermano”.

Carrera

Desde su infancia Hipatia estuvo inmersa en el mundo académico de la ciudad de Alejandría. En el ámbito filosófico era vista como la segunda Atenas, ya que era el epicentro del conocimiento greco-romano de la época.

Bajo la tutela de su padre, Hipatia pronto destacó en matemáticas y astronomía. Aunque no se conservaron sus trabajos, existen indicios de que superó a su progenitor en estas áreas.

Los comentarios de la alejandrina de trabajos como el Almagesto de Ptolomeo y el Artimética de Diofanto eran muy apreciados. Pero fueron sus enseñanzas filosóficas las que le ganaron el respeto del mundo académico de la época. Sus alumnos asistían desde toda la cuenca mediterránea para escuchar sus charlas.

Al igual que su padre, Hipatia rechazó las enseñanzas de Jámblico y adoptó la filosofía neoplatonista más purista de Plotino.

Dicha corriente era mucho más abierta con diversas culturas y religiones que la jámblica, por lo que el renombre de la filósofa se extendió con facilidad en el mundo cristiano al no presentar contradicciones con sus creencias.

El historiador cristiano Sócrates el Escolástico recoge en su Historia Eclesiástica que Hipatia espontáneamente daba charlas en las calles de la ciudad vestida con un tribón (prenda sencilla asociada a los filósofos).

Sus charlas versaban mayormente sobre Platón y Aristóteles.

Antecedentes de su muerte

Teófilo era el arzobispo de Alejandría, es decir, la máxima autoridad religiosa de la ciudad y amigo personal de Sinesio. Ese líder cristiano no apoyaba al neoplatonismo jámblico, por lo que comenzó a prestar su apoyo a Hipatia, quien pasó a ser una suerte de aliada del arzobispo.

Ella podía practicar y enseñar libremente su filosofía neoplatonista en la corriente plotiniana dentro de las fronteras de Alejandría. También su posición le permitió relacionarse con los más importantes funcionarios romanos, lo que la convirtió en una personalidad muy popular e influyente.

De hecho, Orestes, que se desempeñaba como gobernador de Alejandría, fue uno de los más grandes admiradores de Hipatia. Este político acudía a ella cuando necesitaba ser aconsejado en alguna materia importante.

El arzobispado pasó de de Teófilo a Cirilo, su protegido, en el 412. Sin embargo, eso no ocurrió sin luchas; Cirilo no había sido abiertamente designado sucesor, lo que llevó a que otro posible candidato, Timoteo, tratara de tomar el poder y desencadenó la persecución de sus aliados por parte de Cirilo.

Iglesia contra Estado

La primacía política era ostentada por Orestes y el liderazgo religioso estaba en manos de Cirilo. Ambos hombres también comenzaron una disputa por hacerse con el control máximo de la ciudad.

El primero, aunque cristiano, consideraba que el poder civil debía permanecer en manos de los civiles y el segundo quería hacerse con el control de todo y crear un Estado teocrático.

En el 414 algunos cristianos fueron asesinados a manos de judíos. Como venganza los expulsaron de la ciudad, quemaron sus templos y pertenencias. Orestes protestó esa situación ante Constantinopla. Posteriormente ejecutó al monje que incitó al levantamiento: Amonio.

Entre tanto, la relación que mantenían Orestes e Hipatia continuó. El primero frecuentaba a la filósofa en busca de asesoría. Una de las grandes fortalezas de la alejandrina y lo que le había dado fama era su buen juicio. Además, la filósofa gustaba mantenerse fuera de los conflictos políticos y religiosos en la ciudad.

Cirilo en ese punto solo podía desacreditar a Hipatia; lo hizo esparciendo rumores malsanos sobre ella. Entre las cosas que se dijeron acerca de la alejandrina estuvo la afirmación de que ella era culpable de la riña entre él y Orestes al haberlo hechizado.

También le achacó la sospecha de ser adoradora de Satanás. De acuerdo con Cirilo eso era lo que hacía que ella expresaba interés en actividades artísticas y culturales.

Asesinato

Hipatia de Alejandría fue asesinada en marzo del 415 en su ciudad natal. Sócrates Escolástico comentó en sus trabajos que una turba de cristianos asaltaron el carruaje en el que la filosofa se transportaba a su hogar.

Tras capturarla la llevaron al Kaisarion, un templo cristiano que había sido antaño parte del culto pagano romano. En ese recinto la desvistieron y la apedrearon hasta la muerte.

También se dice que a Hipatia le sacaron los ojos y la desmembraron tras su fallecimiento. Tras eso arrastraron su cuerpo hasta las afueras de la ciudad y la quemaron, se ha afirmado que era una costumbre dentro de la sociedad alejandrina.

El acto crematorio de los criminales se correspondía con un rito tradicional de purificación de la ciudad.

No ha sido aclarado si los verdaderos responsables de terminar los días de la famosa Hipatia de Alejandría fueron personas comunes o parabolanos. De cualquier modo, se le ha adjudicado comúnmente la responsabilidad a los últimos.

La muerte de la filósofa estuvo justificada con motivos religiosos. Sin embargo, es bien sabido que el acto tenía intenciones políticas inherentes.

Tras su muerte

El Imperio romano entero quedó impactado de forma negativa con el brutal asesinato de Hipatia de Alejandría. Nunca fue encontrada ninguna prueba que relacionara su muerte con el arzobispo Cirilo de forma directa.

En cualquier caso, era un secreto a voces que la campaña de odio que el arzobispo emprendió contra la filósofa tuvo gran notoriedad. Esa fue una de las causas que incitó a la multitud a actuar contra ella.

El emperador Teodosio II ordenó una investigación contra Cirilo y trató de quitarle la autoridad sobre los parabolanos para dársela a Orestes. A pesar de eso, durante la década del 420 Cirilo logró tomar el poder de Alejandría.

La memoria de Hipatia pasó a ser admirada por la tortura a la que la sometieron. De ese modo fue que la filósofa llegó a ser un símbolo del paganismo romano contra la cristiandad. La alejandrina también obtuvo el lugar de mártir de la cristiandad en Bizancio.

De hecho, los cristianos años más tarde crearon la figura de santa Catalina de Alejandría. Ella estuvo inspirada en la historia de Hipatia y le dieron a esta las características de la filósofa, así como las de su muerte.

Con el paso del tiempo Hipatia fue aceptada como un símbolo de la intelectualidad y la razón contra la barbarie. También se volvió un emblema feminista por los logros intelectuales y sociales que alcanzó dentro de su contexto histórico.

Filosofía de Hipatia

Hipatia de Alejandría siguió la corriente neoplatonista, específicamente la propuesta por Plotino. Llegó a ser la líder de esa escuela filosófica en su ciudad natal, la misma tenía un gran prestigio en la época. El renombre intelectual de Alejandría solo era superado por Atenas.

La evolución del neoplatonismo devino en diferentes corrientes cada una con sus propios matices. Sin embargo, todas compartían algo: el factor en común era que todas usaban como cimiento la teoría de las formas, que fue planteada por Platón.

Antecedentes

En primer lugar estuvieron los helenistas, representados por Plutarco y los neopitagorianos. Ellos realizaron una síntesis de las costumbres que eran aceptadas por diferentes culturas, al igual que de las ideas propias de cada una de ellas.

Después el testigo de esta filosofía fue tomado por Saccas, un intelectual cristiano que también absorbió en gran medida influencias del pensamiento hindú. Fue el encargado de enseñar a Plotino y en su trabajo intentó conciliar lo propuesto por Platón y por Aristóteles, así como a los cristianos y los paganos.

A los ojos de algunos autores, Saccas puede ser considerado el precursor original del neoplatonismo y fue la bandera filosófica de los cristianos durante un tiempo.

Plotino

El alumno parece haber superado al maestro en el caso de Saccas y Plotino. Es al último a quien todos aceptan como creador de la corriente filosófica neoplatonista, que tras futuras divisiones pasó a tener también la palabra “plotiniano” para diferenciarlo de las otras aproximaciones.

Plotino tuvo influencias muy variadas que iban desde lo clásico griego, pasando por lo egipcio (que era su cultura tradicional), así como lo hindú gracias a su maestro y también tomó elementos de la cultura persa.

Esa mezcla cultural tan rica hizo que Plotino se convirtiera en un importante pensador que podía ser apreciado en igual medida por judíos, cristianos, paganos e islamitas.

Este filósofo planteó la existencia de una “entidad suprema indivisible, irreplicable e indistinguible”. Para Plotino el “ser” era una suma de experiencias vividas.

Es por eso que la entidad propuesta por Plotino se ubicaba sobre todas las cosas, incluso del “ser”. Es decir, aunque era un conjunto de cosas, pero no era ninguna en específicamente.

Jámblico

Plotino tuvo un alumno llamado Porfirio, quien se hizo oponente de la cristiandad y daba su apoyo incondicional a las costumbres paganas. De cualquier modo, justificaba su proceder diciendo que no despreciaba a la figura de Cristo, sino al sectarismo de los cristianos.

A su vez, Porfirio también tomó un alumno: Jámblico. Con el legado neoplatonista de Plotino que su maestro había modificado, este filósofo se inclinó aún más a las prácticas del paganismo griego y lo llevó a un nivel superior.

Jámblico no solo incluyó en sus planteamientos filosóficos la religiosidad, al estilo de su maestro, sino que agregó un elemento mágico a las teorías que profesó. Esa fue la corriente que resultó antagonista a las prácticas de Hipatia de Alejandría.

Hipatia y el neoplatonismo

Debido a que Hipatia seguía la vertiente plotiniana del neoplatonismo era muy abierta con el ámbito religioso, tanto en sus enseñanzas como en su admisión de alumnos. 

Eso le permitió tomar como pupilos a personas que provenían de diversos lugares y con creencias variadas. De hecho, se dice que los aspirantes a filósofos viajaban de todo el Mediterráneo hasta Alejandría para recibir las lecciones de Hipatia.

Ella era la representante de la corriente moderada del neoplatonismo, mientras que en el Serapeo se enseñaba la variante radical que había sido propuesta por Jámblico. Ambas prácticas y escuelas convivían en Alejandría.

Las enseñanzas de Aristóteles y Platón eran unos de los principales temas que la filósofa impartía a sus alumnos. Además, Hipatia era famosa por dar conferencias públicas espontáneamente y poseía un alto estatus en la sociedad local, un rasgo poco común en las mujeres de la época.

Su aproximación filosófica estaba relacionada directamente con la figura de “Él”, que era la misma “entidad suprema” planteada por Plotino.

Los interesados en conocer la naturaleza de ese concepto podían aproximarse al mismo al abstraerse del plano de las formas de Platón.

Tiempos de cambios

Hipatia no quiso formar parte de los intensos debates religiosos que se llevaron a cabo durante su vida.

Permaneció a un lado en las polémicas contemporáneas y se enfocó en replicar su conocimiento en cualquiera que poseyera el deseo de recibir instrucción sin importar su credo.

Durante el mandato del obispo Teófilo, Hipatia pudo ejercer con libertad su actividad intelectual en la ciudad de Alejandría. Todo eso fue posible por la amistad entre el obispo y Sinesio, que había sido alumno, amigo y admirador de Hipatia.

Hipatía escogió permanecer virgen toda su vida puesto que consideraba que el verdadero amor no era la lujuria, sino el que estaba dirigido a la belleza y las ideas. Otro factor que pudo contribuir en esto fue el estatus que le proporcionaba dentro de la sociedad de su época.

Aportes de Hipatia

Matemáticas

Hipatia fue una de las primeras mujeres, de las cuales existen registros históricos, que se dedicaron al estudio y la enseñanza de las matemáticas, puesto que en esa época el conocimiento de esos temas estaba reservado generalmente para los hombres.

Heredó su inclinación hacia las matemáticas por parte de Teón, su padre. Algunas fuentes, incluso, aseguran que ella lo superó en cuanto al dominio de esa materia. Se sabe que Hipatia realizó varios comentarios a obras reconocidas en esa área.

En ese momento los “comentarios” eran comparables con lo que hoy conocemos como edición o reedición, es por eso que en términos contemporáneos ella sería considerada una editora de textos.

Cabe destacar que la forma de reproducir un libro en su época era copiarlo a mano.

Hipatia de Alejandría realizó un comentario de Cónicas de Apolonio. Sin embargo, no se conservan copias de esta edición, su participación en ese trabajo se conoce por el testimonio dado por Sócrates el Escolástico en su Historia Eclesiástica.

Astronomía

Se ha sugerido que el libro tercero del Almagesto de Ptolomeo, comentado por Teón, fue en realidad obra de su hija Hipatia. De ser así, ese sería uno de los pocos trabajos realizados por la alejandrina en trascender en el tiempo, aunque al haber sido probado incorrecto perdió gran parte de su relevancia.

En el Almagesto algunos de los temas que se intentan esclarecer son la duración de un año y la naturaleza del sol.

También se abordan los descubrimientos de Hiparco sobre la precesión de los equinoccios y los epiciclos en la obra de Ptolomeo que fue comentada por Hipatia. Los epiciclos eran un modelo matemático con los que se podrían predecir los movimientos planetarios.

No obstante, al haber hecho la teoría con la creencia de que los planetas y el sol giraban en torno a la tierra, todos los planteamientos consecuentes de Ptolomeo fueron un fracaso. Cuando se descubrió el error en este trabajo pocos le dieron más importancia.

Algebra

Otro de los trabajos que fue comentado por Hipatia fue el de Diofanto: Aritmética, que estaba compuesto por 13 libros. Solo uno de ellos logró ser conservado hasta tiempos más recientes, dicho ejemplar trataba sobre los números poligonales.

Algunos piensan que el comentario de Hipatia sirvió como modelo para las múltiples versiones que existen de esta obra.

En ese trabajo se muestran ecuaciones algebraicas y sus soluciones, probablemente parte del problemario incluido en el libro fue obra de la alejandrina para explicar a sus alumnos de forma práctica.

Existen seis versiones en griego de la Aritmética de Diofanto, también se encontraron cuatro copias en árabe, se piensa que las últimas son traducciones del texto original de la filósofa.

Otras contribuciones

Astrolabio

Muchos de los registros sobre la vida de Hipatia vienen de lo que ella conversó con su amigo Sinesio. En uno de los textos escritos por él, titulado De Dono Astrolabii, Sinesio afirmó que había logrado diseñar un astrolabio con la ayuda de la alejandrina.

Se cree que dicho artefacto podía haber sido ideado originalmente por Ptolomeo, ese conocimiento debió ser adquirido por Teón que lo transmitió a Hipatia y ella a su vez pasó el concepto a su alumno y amigo Sinesio.

El astrolabio era una especie de modelo mecánico del cielo y su funcionamiento. El objetivo de este pudo ser el predecir el comportamiento de algunos cuerpos celestes o, simplemente, ser expuesto como una curiosidad.

Hidroscopio

En una de las cartas entre Sinesio e Hipatia, el primero expresó a su maestra que deseaba tener un artefacto al que se refiere como hidroscopio. Añadió a la misiva las especificaciones que debían seguirse para realizarlo.

No se sabe con exactitud por qué necesitaba la ayuda de Hipatia para construirlo. La teoría que ha sido aceptada es que Sinesio estaba enfermo y su dolencia lo mantenía en cama. Esa situación lo obligó a querer recuperarse rápidamente y por eso necesitaba que su maestra y amiga le colaborara.

Algunos han planteado que la palabra hidroscopio hacía referencia a un reloj de agua, pero eso no parecía ser suficientemente urgente como para encargarle su fabricación a Hipatia. El aparato que la alejandrina hizo para Sinesio era un densímetro.

Esto se ha concluido por la descripción del hidroscopio que fue mostrada en la carta. Podía servir para medir la densidad de un líquido y de ese modo quizá fue empleado para preparar o dosificar un medicamento que Sinesio necesitaba para tratar su enfermedad.

Obras

De todos los trabajos de Hipatia de Alejandría ningún ejemplar original logró ser preservado hasta la actualidad. Es por eso que su trabajo solo fue registrado por otros autores y las referencias que ellos dieron o por inferencia al observarse rastros de sus métodos en textos posteriores.

– Comentario de la Aritmética de Diofanto de Alejandría. Paul Tannery sugirió que Hipatia era la fuente original de cuatro de esos libros que fueron encontrados traducidos al árabe con algunas adiciones como ejercicios y sus soluciones siguiendo los métodos de Teón.

Canon Astronómico.

– Comentario del libro tercero del Almagesto de Claudio Ptolomeo (probable autora, aunque los textos fueron firmados por su padre, Teón).

– Revisión de las Tablas astronómicas de Claudio Ptolomeo.

– Comentario de las Secciones cónicas de Apolonio.

– Edición de Sobre la medida de un círculo, de Arquímedes. Wilbur Knorr presume que ella pudo haber sido la autora de una de las ediciones que se realizaron de este trabajo. Eso lo justificó con el método empleado en su desarrollo, que coincide con los de otras obras atribuidas a Hipatia.

Citas

En realidad no se conservan frases originales de Hipatia de Alejandría, puesto que los textos y trabajos que la filósofa realizó durante su vida, del mismo modo que sus cartas, se perdieron con el paso del tiempo.

Sin embargo, otros de los que compartieron con ella en su tiempo dejaron rastros de la existencia de la alejandrina que fue extraordinaria entre las mujeres de su tiempo. Uno de esos testimonios le atribuyeron la siguiente cita a la filósofa:

– “En realidad, joven, esto es lo que amas. Pero no es nada bello”. Se dice que pronunció eso mientras mostraba uno de sus paños menstruales a un muchacho que pretendía enamorarla. La frase le es atribuida por Damascio.

Otras

La mayoría de las frases que se han difundido como originales de Hipatia en realidad fueron escritas por Elbert Hubbard, un autor norteamericano que escribió Pequeños viajes a los hogares de los grandes maestros.

Sin embargo, muchos consideran que aprovechó la oportunidad para promover su propia agenda, alejándose de la realidad del pensamiento filosófico profesado por Hipatia.

– “Comprender las cosas que nos rodean es la mejor preparación para comprender lo que está más allá”.

– “Todos los dogmas religiosos son falaces y nunca deben ser aceptados como absolutos por las personas que se respetan a sí mismos”.

– “Las fábulas deben ser enseñadas como fábulas, los mitos como mitos y los milagros como fantasías poéticas”.

-“Reserve su derecho a pensar, puesto que pensar equivocadamente es mejor que no pensar en absoluto”.

– “Gobernar encadenando la  mente con el miedo al castigo de otro mundo es tan básico como usar la fuerza”.

– “Enseñar supersticiones como verdades es la cosa más terrible”.

– “Los hombres lucharán por una superstición tan pronto como lo harían por una verdad”.

– “No se puede refutar una superstición puesto que es intangible, pero la verdad es un punto de vista, en consecuencia es variable”.

– “La vida es un desarrollo y cuanto más viajamos, más podemos comprender”.