Lengua y literatura

20 poemas para adolescentes divertidos (+12 Años)


La poesía es una excelente forma de inculcar en los adolescentes el gusto por la lectura o la escritura. No solo eso, sino que se podrán divertir, trabajar la atención, la memoria o la comprensión lectora.

Aquí te dejamos una lista de poemas para adolescentes de distintos temas; la naturaleza, la amistad, el sol, la Luna, los planetas, la felicidad y las estaciones. Son cortos y fáciles de entender.

¿Cómo utilizar estos poemas? Observa la lista y elige el tema que más te gusta. A continuación léelo lentamente. Puedes pasar al siguiente poema si te gusta o guardar la página para la siguiente sesión.

Índice del artículo

Poemas de naturaleza

Al aire libre, estoy feliz (Juan Ortiz)

I

Al aire libre, juego tranquilo,

entre saltos de alegría,

voy así con la risa mía

decorando todo el camino.

Veo a los pájaros tranquilos

sobrevolando el firmamento,

los veo y sonrío, no miento,

porque me traen tranquilidad,

ellos son luz y verdad

que aleja de mí los lamentos.

II

Al aire libre juego en paz

con la tortuga, el conejo,

juego y lo malo yo alejo,

y el dolor se va de mi faz.

Allí me pongo un disfraz

de un ser que siempre es alegre

y así me voy al pesebre,

al parque y a la montaña,

en busca de fruta y caña

para endulzar mi diciembre.

Si el mar me dice adiós (Juan Ortiz)

I

Si el mar me dice adiós,

no sé qué será de mí,

¿adónde iré?, será mi fin,

porque sus aguas son mi canción.

Mar azul, bendito por Dios,

no te alejes, quédate siempre,

que tu orilla cálida siente

mis pasos, mis pensamientos,

eres remanso al sufrimiento,

fuente infinita que nunca miente.

II

Si el mar me dice adiós,

lloraré desde ese día,

¿qué será de mi alegría?

no lo sé, lo sabe Dios.

No te vayas, mar, señor

de las aguas, lo profundo,

tú sustentas este mundo

con tus peces mil colores,

con la sal de tus dulzores,

amor en olas, sentir rotundo.

Las aves de mi pueblo (Juan Ortiz)

I

Las aves de mi pueblo

son hojas al sol que danzan,

milagros que vuelan, cantan,

son alegría que yo celebro.

En sus alas llevan el cielo

adonde quiera que llegan,

llevan el sol y las estrellas,

son magos dueños del aire,

lo sé porque en su baile

hechizan a quien los vea.

II

Las aves de mi pueblo ríen,

sus trinos les delatan,

se alegran si niños pasan,

si el anciano las ve y sonríe.

Contentas, en vuelo firme,

recorren toda mi tierra,

vigilan que no haya guerra,

no les gusta la maldad,

ellas son pura bondad,

amor bonito, cual nube tierna.

El perrito de la calle (Juan Ortiz)

I

El perrito de la calle sufre

mucho más que el de la casa,

el pobre anda sin agua ni taza,

y ni siquiera un techo le cubre.

Sí, está lleno de mugre,

pero es que pocos le dan cariño,

y si se conduele un niño,

va su padre y le regaña,

y tan buena que era la hazaña

de hacerle bien a ese perrito.

II

El perrito busca amor,

un alma dulce, bondadosa

que le dé comida jugosa,

un poco de agua y calor.

El perrito de la calle es flor

que palidece en el desierto,

si tú puedes sembrar su huerto

con bondad y con virtud

serás una enorme luz

que reviva al que anda muerto.

Poemas de amistad

Mi mejor amigo (Juan Ortiz)

I

Mi mejor amigo es fiel,

no se burla, ni me humilla,

se ríe conmigo, me da la silla,

y me invita pan con miel.

Sé que puedo confiar en él

cualquier secreto yo le digo,

sabe también contar conmigo,

pues de eso trata la amistad,

entre nosotros hay lealtad,

adonde él va, yo le sigo.

II

Mi mejor amigo está allí,

a cada rato, cada instante,

es luz que alumbra centellante

cuando me siento solo aquí.

Y es que este afecto es así,

un sol que brilla donde sea,

y que la cara colorea

con sonrisas y alegría,

qué triste el mundo sería

sin la amistad y su bandera.

La amistad es un tesoro (Juan Ortiz)

I

La amistad es un tesoro

que un hada escondió en el mar,

y aquel que lo puede hallar

sabe que vale más que el oro.

Con la amistad el corazón decoro

de bellos hilos de plata,

de rubíes escarlata,

de diamantes, perlas finas,

de azules aves que trinan

melodías que me rescatan.

II

La amistad vale más que el mundo

en donde ella se consigue,

y aunque buscarla fatigue,

hallarla da gozo profundo.

Cambia su rabia el iracundo,

el violento se hace manso,

y es que el amigo es un remanso

que da luz a nuestra vida

por eso el sabio le cuida,

porque halla en ella descanso.

Cuidemos la amistad (Juan Ortiz)

I

Cuidemos la amistad,

valoremos al amigo,

el ser que anda contigo

y te entrega su hermandad.

Se acrecienta la bondad,

la existencia se hace plena,

el amigo el alma llena

de conversas y de juegos,

a un lado se queda el ego,

y a otro lado van las penas.

II

Cuidemos la amistad,

que no es fácil conseguirla,

aprendamos a vivirla

con respeto y sin maldad.

Si le cuidas de verdad,

gozará tu corazón,

cantarás una canción,

bailarás al mediodía,

la paz no será tardía,

vivirás de son en son.

La amistad no es para todos (Juan Ortiz)

I

La amistad no es para todos,

aunque ella así lo quiere,

pero hay quien viene y hiere

y la hunde entre los lodos.

Como vez, no son los modos,

así no se debe actuar,

mas algunos hacen mal

ensuciando lo bien hecho,

y transforman en desecho

lo que deberían amar.

II

No seas tú de aquellos seres

que maltratan el cariño,

cuida siempre, como un niño,

la amistad de quienes quieres.

Y si alguna vez sintieres

que se daña el bello lazo,

ve tú y dale un fuerte abrazo

a tu amigo, sin preguntas,

ya con ello muy bien juntas

la hermandad, brazo con brazo.

Poemas del sol y la luna

La luna, luna (Juan Ortiz)

I

La luna, luna arrulla al gato,

mira a todos desde su cielo,

es una lágrima que no cae al suelo,

es un hermoso y redondo plato.

Yo la veo desde hace rato,

le admiro el paso lento y seguro,

no se tropieza con ningún muro,

ni con las nubes que se atraviesan,

bajo su luz las aves se besan

en el espacio mágico y puro.

II

La luna, luna nos da la vuelta,

día tras día, sin un descanso,

lo sabe el perro, lo sabe el ganso,

y el pescador en su nave suelta.

La luna siempre se va resuelta

a llevarnos su luz de plata

sobre la casa, sobre la lata,

nada se salva de su fiel brillo,

se alegra el gallo y le canta el grillo

y en su nostalgia la abuela en bata.

El sol, solcito (Juan Ortiz)

I

El sol, solcito, sabe que brilla,

sabe que alumbra al mundo entero,

que su luz guía, firme, al arriero

y a las sardinas rumbo a la orilla.

Desde los valles, desde las villas

los hombres alzan a él sus ojos,

se deshacen de sus enojos

y dan alegres la bienvenida

al nuevo día que es grata vida,

cielo que limpia de los despojos.

II

El sol, solcito es niño que juega

sobre las nubes del azul cielo,

no conoce del frío hielo,

es resplandor que todo lo riega.

En las mañanas a nadie niega

su gigantesco poderío,

alumbra al mar como alumbra al río,

va sobre el triste, sobre el alegre,

incluso alcanza allá a la liebre,

y a mí que al verlo feliz sonrío.

Los planetas (Juan Ortiz)

I

Ellos van donde va el sol,

van, le giran, vuelta en vuelta,

y en su baile no se sueltan,

creo que es magia en un crisol.

Cada uno tiene un rol,

un espacio en el espacio,

Saturno siempre anda despacio,

Júpiter corre despavorido,

La Tierra, como ave al nido,

no se queda nada atrás,

Mercurio da la vuelta al ras,

como Marte, el dios temido.

II

Los planetas son gigantes,

son hermanos entre estrellas,

van, caminan junto a ellas,

armoniosos comandantes.

Desde aquí se ven distantes,

Urano, Venus, Neptuno,

no se me escapa ninguno,

los demás ya los nombré,

la luna está tomando té,

ya los conozco uno a uno.

El sistema solar (Juan Ortiz)

I

El sistema solar es

la casa de nuestra casa,

en él La Tierra acompasa

con el resto, mes tras mes.

Cada planeta anda, pues,

sujeto en el espacio

a la fuerza del gran astro,

que no es otro que el rey sol,

quien nos brinda su calor,

huella en brillo de su rastro.

II

Aquí andamos, gira y gira,

siguiendo al paso las leyes,

gravedad, órbita, reyes

que permiten que haya vida.

De vez en cuando se estira

el camino que sigue alguno

de los planetas, pero ninguno

se escapa de la armonía

en la que Dios creó un día

este universo oportuno.

Poemas de felicidad

La felicidad está allí (Juan Ortiz)

I

La felicidad está allí,

en el patio de la casa

en el niño que ríe y pasa

en la abuela que te ama a ti.

Está en la mesa, el techo, aquí,

cerquita de lo común,

y si no lo ves aún,

entonces andas descuidado,

vuelve al centro, deja a un lado

lo que te evita ser “tú”.

II

Respira hondo en la mañana,

al mediodía, y en la noche,

caminando o en el coche,

hazlo bien, como la rana.

Quien lo entiende, siempre gana,

pues comprende que en la esencia

se halla todo: complacencia,

paz, amor, simple sosiego,

allí no hay cabida al ego,

allí el mal es una ausencia.

Sé feliz, no importa qué (Juan Ortiz)

I

Sé feliz, no importa qué,

sonríe ahora mientras trabajas,

alégrate si subes, si bajas,

o cuando tomas el té.

No dejes para después

la sonrisa que hoy tú puedes,

así estés entre paredes,

hazlo ahora, por ti mismo,

es un acto de optimismo,

un cantar porque sucedes.

II

Sé feliz, no importa el cuándo,

pues nos vamos sin saberlo,

“soy feliz solo por serlo”,

mira al sol, dilo cantando.

Puedes hacerlo rezando,

dando a Dios gracias por ser,

porque naciste y puedes ver,

este es tu instante de alegría,

date hoy, date este día,

lo mereces, cien por cien.

Feliz es quien sigue en pie (Juan Ortiz)

I

Feliz es quien sigue en pie

luego de caer al piso,

aquel que simplemente quiso

recuperarse del traspié.

Feliz porque entre muchos fue

el que valiente eligió seguir,

levantarse, fuerte, y fluir

con el río de la vida

sin importar la gran herida,

le dio valor al existir.

II

Feliz es quien ríe en la sombra,

aunque el mundo se esté rompiendo,

y feliz continúa siendo

porque lo simple aún le asombra.

Feliz porque a todo nombra

con buen ánimo, sincero,

porque no anda poniendo peros,

más bien prosigue y trabaja duro,

no ve grande ningún muro,

y no teme al mar más fiero.

Felicidad, no te vayas (Juan Ortiz)

I

Felicidad, quédate en casa,

no te vayas de mí, te pido,

que, aunque a veces me descuido,

yo te aprecio, cálida brasa.

Quédate aquí, entre las tazas

de café con familiares,

en la sala, los altares,

entre amigos, mis querencias,

pon muy lejos las ausencias,

que sean buenos los azares.

II

Felicidad, no te me vayas,

que es muy corta la existencia,

preséntate en cada vivencia,

hazme valorar lo que callas.

En los árboles de bayas

del frente de la casa mía

quiero tenerte cual poesía

decorando los rincones,

rebosando en los balcones,

llenando todo de alegría.

Poemas sobre las estaciones

La primavera (Juan Ortiz)

I

La primavera llega a dar flores,

a llenar de frutos la tierra

se rebosa en verdes la sierra,

en rojos y otros colores.

II

La primavera destierra al frío,

nos trae el calor necesario,

hace viable el quehacer diario,

nos devuelve el frescor del río.

El verano (Juan Ortiz)

I

El verano llega a darnos

las merecidas vacaciones,

el sol se encumbra en canciones

entre amigos para alegrarnos.

II

El verano es playa azul y brisa,

es un escape a lo rutinario,

es salir del quehacer diario,

entre diversión y risas.

El otoño (Juan Ortiz)

I

El otoño anuncia la llegada

del invierno y su congoja,

lo hace al tumbar las hojas

ayudado por las hadas.

II

Soplan fríos desde el Norte,

ya se notan los abrigos,

en la gente, los amigos,

para un mejor conforte.

El invierno (Juan Ortiz)

I

El invierno es para encontrarnos

en familia, dentro de casa,

pues su frío, que todo arrasa,

nos avisa que hay que cuidarnos.

II

Sin hojas está el cerezo,

el uvero y también el pino,

el árbol grande y el fino

todos ceden al frío beso.

Temas de interés

Calaveritas literarias para niños y maestros.

Poemas para niños.