Historia

Tratado de Tlatelolco: antecedentes, causas y consecuencias


Tratado de Tlatelolco es el nombre que recibe el Tratado para la Proscripción de Armas Nucleares en América Latina y el Caribe. Se trata de un acuerdo firmado el 14 de febrero de 1967 por el cual las naciones latinoamericanas y caribeñas que se adhirieron declaraban la zona como libre de armas nucleares.

La Guerra Fría se encontraba en su momento más tenso. Las dos potencias mundiales surgidas de la Segunda Guerra Mundial se enfrentaban indirectamente en todo el planeta, apoyando a los bandos afines en los conflictos locales. Entre los dos países había reunido un arsenal de armas nucleares capaces de destruir varias veces el mundo.

Además de las dos superpotencias, otros países había desarrollado también armas nucleares. Francia, Gran Bretaña y China lo hicieron pronto, y luego se unieron otras naciones como Pakistán, India o Israel.

La crisis de los misiles en Cuba fue uno de los momentos en los que la guerra nuclear estuvo más próxima. Ante esto, México tomó la iniciativa para elaborar un tratado que declarara desnuclearizada todo América Latina y el Caribe. Tras los trabajos previos, el acuerdo entró en vigor el 25 de abril de 1969.

Índice del artículo

Antecedentes

La Segunda Guerra Mundial terminó con una demostración de poder destructivo nunca vista hasta entonces. Las bombas atómicas lanzadas sobre Japón mostraron al mundo que la siguiente guerra podría llevar la destrucción total del planeta.

Tras los Estados Unidos, la Unión Soviética se apresuró a desarrollar su propio arsenal nuclear. A las dos potencias les siguieron otros países.

Guerra Fría

La geopolítica mundial tras la Segunda Guerra Mundial estuvo caracterizada por la división del planeta en dos grandes bandos. En un lado, los Estados Unidos y el resto de los países occidentales y capitalistas. Por el otro, la Unión Soviética y el bloque comunista. La tensión entre los dos bloques, con algunos incidentes serios, fue conocida como Guerra Fría.

Aunque las dos superpotencias nunca se enfrentaron militarmente de manera abierta, si lo hicieron indirectamente en los diferentes conflictos locales. Cada una apoyaba a sus aliados, tratando de debilitar a su rival.

A pesar de evitar el conflicto abierto, en algunas ocasiones pareció que el mundo estaba condenado a padecer una guerra nuclear. A EE.UU y a la Unión Soviética, se les unieron otros países con armas nucleares, como Francia, Gran Bretaña, China, Israel, Pakistán o la India.

Para evitar la guerra, los dos bloques desarrollaron una táctica denominada “destrucción mutua asegurada”. En resumen, todos sabían que en la siguiente guerra no habría vencedores ni perdedores, solo destrucción.

La declaración de los cinco presidentes

Antes de que comenzaran los trabajos para elaborar el Tratado de Tlatelolco, hubo un antecedente que pudo adelantar el acuerdo. Justo antes de la crisis de los misiles, el gobierno brasileño presentó una propuesta en la ONU para convertir Latinoamérica en un territorio libre de armas nucleares. Sin embargo, no tuvo demasiado éxito.

Más tarde, fue México quien tomó la iniciativa. Así, su presidente Adolfo López Mateos dirigió una carta en marzo de 1963 a cuatro gobiernos latinoamericanos: Bolivia, Brasil, Chile y Ecuador. En ella, les invitaba a efectuar una declaración que anunciara su propósito de liderar una acción conjunta para liberar a la región de cualquier arma nuclear.

Los presidentes de las cuatro naciones que recibieron la misiva respondieron positivamente. Así, el 29 de abril del mismo año, la Declaración se anunció simultáneamente en las cinco capitales.

La Resolución 1911 (XVIII) de la Asamblea General de la ONU

Solo cinco días más tarde, el Secretario General de Naciones Unidas, U Thant, dió la bienvenida a la Declaración de los presidentes latinoamericanos. Estos acudieron a la sede de la ONU para presentar su escrito, explicando con detalle sus objetivos. La recepción fue casi unánimemente positiva.

Con esto, los cinco países obtuvieron el apoyo explicito de Naciones Unidas para continuar con sus trabajos.

Anteproyecto de resolución

Los trabajos para elaborar el anteproyecto del Tratado comenzaron a principios de octubre de 1963. Ese primer borrador contó con las aportaciones, primero, de los representantes de los cinco países que habían firmado la Declaración. Después, también aportaron sus ideas los miembros del Grupo Latinoamericano

Tras finalizarlo, se presentó a la Primera Comisión de la Asamblea, con el patrocinio de once delegaciones latinoamericanas: Bolivia, Brasil, Costa Rica, Chile, Ecuador, El Salvador, Haití, Honduras, Panamá, Uruguay y México.

Durante ocho sesiones, el proyecto fue analizado en Naciones Unidas. La Comisión decidió aprobarlo el 19 de noviembre, sin cambiar nada del escrito original.

Una semana después, la Asamblea General manifestó su apoyo y animo a que su Secretario General brindase a los países latinoamericanos todos los recursos necesarios para que el Tratado llegara a buen término.

COPREDAL

El texto final fue encargado a una institución creada a tal efecto: la Comisión Preparatoria para la Desnuclearización de América Latina (COPREDAL). Sus presidentes fueron Jorge Castañeda y Álvarez de la Rosa, y la sede fue fijada en Ciudad de México.

En solo cuatro sesiones, la COPREDAL finalizó el texto requerido. El 12 de febrero de 1967, fue puesto a disposición de los países para su firma el 14 de febrero. El Tratado entró en vigor el 25 de abril de 1969.

Causas

El acontecimiento que llevó a los países latinoamericanos a elaborar el Tratado de Tlatelolco fue la crisis de los misiles de Cuba, ocurrida en el contexto de la Guerra Fría.

Crisis de los misiles

En octubre de 1962 la guerra nuclear entre los Estados Unidos y la Unión Soviética estuvo más cerca que nunca. Los soviéticos acordaron con la Cuba de Castro establecer misiles nucleares en su territorio, a escasos kilómetros de territorio estadounidense.

La respuesta de Kennedy, presidente de los EE.UU, fue declarar un bloqueo naval a las islas. En el caso de que la Unión Soviética tratara de romper el bloqueo, Estados Unidos amenazaba con atacar.

Nikita Kruschev y Kennedy establecieron conversaciones directas para tratar de evitar el conflicto. Mientras, todo el planeta permanecía a la expectativa.

Los Estados Unidos pedían la retirada del proyecto. La URSS, por su parte, exigía que se desmantelaran los cohetes instalados por los estadounidenses en Turquía, además de pedir garantías para que Cuba no fuera invadida.

En noviembre, los proyectiles soviéticos fueron desmantelados y la crisis terminó sin provocar más daños.

La crisis no solo provocó que México tomara la iniciativa para establecer que Latinoamérica y el Caribe quedaran libres de armas nucleares. También dio lugar a que Washington y Moscú crearan un sistema de comunicación directo y rápido: el famoso teléfono rojo.

Consecuencias

El Tratado de Tlatelolco fue firmado el 14 de febrero de 1967 en la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, en la ciudad que le da nombre. En principio, aunque fue ratificado por la mayoría de los países latinoamericanos, no contó con el apoyo cubano.

El 23 de octubre 2002, Cuba decidió ratificarlo, con lo que el éxito de la diplomacia mexicana fue completo.

Latinoamérica libre de armas nucleares

La principal consecuencia de la firma del Tratado de Tlatelolco fue que Latinoamérica, incluido el Caribe, se convirtió en la primera zona del planeta, exceptuando la Antártida, libre de armas nucleares.

En sus artículos se establecía que los países firmantes renunciaban al fomento o autorización del uso, ensayo, fabricación, producción, posesión o dominio de toda arma de ese tipo. Incluso, se comprometían a no participar, ni siquiera indirectamente, en esas actividades.

Su artículo 5 establecía la definición de las armas nucleares como “todo artefacto que sea susceptible de liberar energía nuclear en forma no controlada y que tenga un conjunto de características propias del empleo con fines bélicos”.

Ya el propio protocolo del Tratado era una auténtico declaración de intenciones:

“La desnuclearización militar de la América Latina y el Caribe -entendiendo por tal el compromiso internacionalmente contraído en el presente Tratado de mantener sus territorios libres para siempre de armas nucleares constituirá una medida que evite a sus pueblos el derroche, en armamento nuclear, de sus limitados recursos y que los proteja contra eventuales ataques nucleares a sus territorios; una significativa contribución para impedir la proliferación de armas nucleares, y un valioso elemento en favor del desarme general y completo”

Potencias nucleares

Hasta la fecha, los 33 países de Latinoamérica y el Caribe han ratificado el Tratado. Además, este contiene dos protocolos que atañen a las potencias que tienen armas nucleares.

El primero atañe a aquellas naciones con, de facto o de iure, tienen territorios en la región: Estados Unidos, Francia, Países Bajos y Reino Unido. Todos estos países se comprometieron a no desplegar armas nucleares en esas posesiones.

El segundo de los protocolos afecta a todos los países con arsenal nuclear, incluidos China y Rusia. En este artículo, esas naciones se comprometen a no usar sus armas y a no amenazar con ellas a los países de la región.

Creación de la OPANAL

Para controlar el cumplimiento del Tratado se creó una nueva organización: el Organismo para la Proscripción de las Armas Nucleares en la América Latina (OPANAL). Además, la Organización Internacional de la Energía Atómica también comenzó a participar en las comprobaciones.

Ejemplo para otras partes del mundo

Otras partes del planeta siguieron el ejemplo del Tratado de Tlatelolco. Así, en los siguientes años se firmaron otros acuerdos que buscaban eliminar las armas nucleares de diversas regiones del mundo.

Entre los acuerdos más importantes se encuentran el Tratado de la Zona Libre de Armas Nucleares del Pacífico Sur o Tratado de Rarotonga, suscrito en 1985; el Tratado Africano de la Zona Libre de Armas Nucleares, también denominado Tratado de Pelindaba, ratificado en 1996 o el Tratado de una Zona Libre de Armas Nucleares en Asia Central, suscrito en 2006.

Premio Nobel de la Paz

Como se ha señalado, el Tratado de Tlatelolco fue propuesto por el presidente de México, Adolfo López Mateos, aunque el auténtico impulsor fue el diplomático mexicano Alfonso García Robles. Este último, como reconocimiento a sus esfuerzos, obtuvo el Premio Nobel de la Paz 1982.

Referencias

  1. ONAPAL. Tratado de Tlatelolco. Obtenido de opanal.org
  2. Marín Bosch, Miguel. El Tratado de Tlatelolco + 40. Obtenido de jornada.com.mx
  3. Instituto nacional de investigaciones nucleares. El Tratado de Tlatelolco. Recuperado de inin.gob.mx
  4. Nuclear Threat Initiative. Treaty for the Prohibition of Nuclear Weapons in Latino America and de Caribbean (LANWFZ) (Tlatelolco Treaty). Obtenido de nti.org
  5. International Atomic Energy Agency. Treaty for the Prohibition of Nuclear Weapons in Latin America (Tlatelolco Treaty). Obtenido de iaea.org
  6. Arms Control Association. Latin America Nuclear Weapons Free Zone Treaty (Treaty of Tlatelolco). Obtenido de armscontrol.org
  7. Geneva Academy of International Humanitarian Law and Human Rights. 1967 Tlatelolco Treaty. Obtenido de weaponslaw.org