10 Causas de la Caída del Imperio Romano
Existen más de 10 causas de la caída del Imperio Romano. De hecho fueron múltiples las razones y todas ellas interconectadas entre sí, según afirman los expertos. El Imperio romano se mantuvo desde el año 27 a.C hasta el 476 d.C, con más de 500 años de duración.
Durante su época más poderosa, los territorios romanos se extendieron en las tierras del oeste y sur de Europa (junto al mar Mediterráneo), Britania, Asia Menor y Norte de África, donde se incluía a Egipto.
Las pérdidas masivas de territorio comenzaron en el año 376 d.C, con una invasión a larga escala de godos y bárbaros. En el año 395, después de ganar dos guerras civiles muy destructivas, el emperador Teodosio murió, dejando un colapso importante en el ejército. Además los territorios que aún estaban plagados de godos, quedaron en manos de sus dos hijos que no eran capaces de gobernar.
Los bárbaros invasores habían establecido su propio poder en la mayoría del área del Imperio del oeste, que nunca tuvo la fuerza de levantarse nuevamente, a pesar de que su legitimidad se mantuvo por siglos y su legado cultural permanece hasta el día de hoy.
Es interesante destacar que en el período que precedió la caída del Imperio romano, (conocido como la Antigüedad Tardía) se enfatizó la contribución cultural del imperio, a través y aún más allá de su caída política. Esto fue lo que marcó el final de la Edad Antigua y el comienzo de la Edad Media.
Top 10 causas más importantes de la caída del Imperio romano
1- Declive en valores y moral
Incluso durante la Pax Romana (período estable y relativamente pacífico), existieron más de 30.000 prostitutas en Roma. Los emperadores como Calígula y Nerón son históricamente famosos por sus derroches de dinero en lujosas fiestas, donde los invitados comían y bebían vino y licores hasta enfermarse.
El entretenimiento popular más famoso durante esta época era ver los combates de los gladiadores del coliseo romano.
2- Salud pública y enfermedades
En el Imperio romano hubo muchos problemas ambientales y de salud pública. Solo quienes eran más acaudalados contaban con agua que llegaba hasta sus casas a través de tuberías de plomo. Anteriormente a eso, los acueductos incluso purificaban el agua, pero finalmente se pensó que las tuberías de plomo eran mejores.
Debido al envenenamiento del agua, la tasa de muerte era muy elevada en los ciudadanos de mayor status.
Pero el envenenamiento por plomo no solo causaba la muerte, sino también infertilidad, pérdida de memoria y una reducción importantes de las habilidades cognitivas, además de otros síntomas que se expandieron en la nobleza romana. La clase dirigente se volvió menos inteligente, otra de las causas de la caída el Imperio.
Además de esto, la continua interacción de la gente con el coliseo, donde el contacto con cuerpos muertos y la sangre eran frecuentes, esparcían una gran cantidad de enfermedades. Los más afectados eran la personas que vivían en las calles, contagiándose de una gran cantidad de enfermedades.
También, el consumo de alcohol era importante, lo que generaba otro problema significativo de salud pública.
3- Pobre desarrollo tecnológico
Otro factor que contribuyó a la caída del Imperio romano fue que durante los últimos 400 años del imperio, los logros científicos de los romanos solo se limitaron a la ingeniería y a la organización de servicios públicos.
Los romanos llegaron a construir caminos maravillosos, puentes y acueductos, además de establecer también el primer sistema de medicina en beneficio de los pobres.
El problema es que confiaban demasiado en la labor de los humanos y los animales, por lo que se quedaron atrás en la invención de mucha maquinaria que podría haber realizado las mismas tareas de forma mucho más eficiente, como la producción de materias primas.
Los romanos llegaron al punto de no ser capaces de proveer suficientes bienes para toda su creciente población, mientras que paralelamente ya no conquistaban otras civilizaciones para absorber su tecnología. De esto modo, comenzaron a perder territorios que no podían mantener con sus legiones.
4- Inflación
La economía romana sufrió inflación (aumento excesivo de precios) justo después del reinado del emperador Marco Aurelio. Cuando las conquistas del Imperio romano se detuvieron, el flujo de oro de los nuevos territorios hacia Roma comenzó a disminuir.
Además de esto, los romanos habían gastado mucho oro para pagar por sus lujosos bienes, por lo tanto había menos oro para poder usar en las monedas. De esto modo, mientras la cantidad de oro usado en las monedas iba disminuyendo, las monedas se convertían en algo menos valioso.
Para poder sostener esta pérdida de valor, los mercaderes elevaron los precios de los bienes que estaban vendiendo. Debido a esta medida, muchas personas dejaron de usar monedas y comenzaron a realizar trueques por las cosas que necesitaban.
Eventualmente, los salarios empezaron a ser pagados en comida y ropa y los impuestos a ser recolectados en forma de frutas y vegetales.
5- Decadencia urbana
Los romanos acaudalados vivían en “domus”, o casas con paredes de mármol, pisos hechos de azulejos de múltiples colores y ventanas cerradas por pequeños vidrios. Pero la mayoría de los romanos no eran ricos.
La población común vivía en casas pequeñas y malolientes, como departamentos de seis o más pisos que eran conocidos como islas. Cada isla cubría una manzana completa. Al principio había más de 44.000 departamentos dentro de los muros de la ciudad de Roma.
Los departamentos del primer piso no eran ocupados por los pobres, ya que el arriendo era más caro. Pero mientras más alta fuera la escalera endeble que tenían que subir, más barato era el arriendo. Los departamentos altos que arrendaban los más pobres estaban sucios, sin ventilación, atiborrados de gente, peligrosos y demasiado calurosos.
Sin embargo, si las personas no tenían dinero para pagar estas rentas, debían vivir en las calles, infestadas de crímenes y enfermedades. Todos estos hechos provocaron que las ciudades comenzaran a decaer.
6- Un Imperio dividido
El Imperio romano estaba dividido no solo geográficamente, sino también culturalmente. Había un imperio latino y un imperio griego, donde el griego había sobrevivido solamente porque tenía más población, un mejor ejército, más dinero y un liderazgo más efectivo.
Para el siglo III, la ciudad de Roma ya no era el centro del Imperio romano, que se había extendido de las Islas Británicas hasta los ríos Tigris y Éufrates en Egipto, África. El inmenso territorio presentó un problema que necesitaba una solución rápida, y esta llegó durante el reinado del emperador Diocleciano.
Él decidió dividir el imperio en dos, dejando a la capital en Roma y otra al este de Nicomedia. Luego, la capital oriental sería movida a Constantinopla- antigua ciudad de Bizancio- por el emperador Constantino. Cada una de las capitales tenía su propio emperador.
Por otra parte, el Senado, que desde siempre funcionó por su capacidad de aconsejar al emperador, comenzó a ser mayormente ignorado y el poder a centrarse en una milicia más fuerte.
Roma dejó de ser el centro del Imperio romano -algunos emperadores ni siquiera la conocieron- y el centro cultural, económico y político del Imperio comenzó a ser Constantinopla o la Nova Roma.
Además de esto, existían las competencias entre los mismos miembros de posiciones de poder y las aspiraciones de los comandantes de los ejércitos de convertirse en emperadores. En la Antigua Roma, los romanos se mantenían unidos por una creencia en común, algo en lo que creían y a lo que servían.
Durante sus últimos años, los emperadores tenían temor de ser derrocados por sus comandantes de ejército y los asesinaban, como fue el caso del gran general Flavio Estilicón, quien murió por órdenes del emperador Valente. Si el mismo Imperio romano mataba a sus generales, luego no tenían quien los protegiera.
7- Invasiones de bárbaros
Roma recibió a los bárbaros, término que se utilizó para todo tipo de extranjeros y grupos que llegaron al Imperio romano. Estos sirvieron como proveedores de impuestos o soldados para la milicia, incluso algunos de ellos alcanzaron puestos de poder.
Sin embargo, Roma comenzó a perder territorios a manos de los bárbaros- vándalos y godos-, en especial en África del Norte, que nunca logró ser recuperado.
A pesar de esto, los historiadores concuerdan que una cultura tan fuerte como la romana no iba a caer tan fácilmente en relación a la cultura de los bárbaros, que no poseían ningún conocimiento en cuanto a política, economía o temas sociales.
Es por esto que no fue la cultura lo que hizo caer al Imperio romano, sino las debilidades que el mismo sistema tenía en su interior, incluyendo ciudades decadentes (tanto en términos materiales como morales), falta de impuestos, sobrepoblación, liderazgo inadecuado y lo más importante, una defensa que no era capaz de resistir los asedios de los invasores.
Un ejemplo de esto fue la caída del último emperador romano, Rómulo Augústulo, a manos de Odoacro, quien había sido comandante del Ejército Romano. Ingresando a la ciudad sin encontrar oposición, Odoacro destronó fácilmente al joven emperador de tan solo 16 años.
Al tomar la ciudad, Odoacro se convirtió en el líder de lo único que quedaba del poderoso oeste del Imperio romano, la península de Italia. Para este momento, Roma ya había perdido el control de Britania, España, Galia y por supuesto el Norte de África.
8- Demasiado gasto militar
Mantener a una armada que defendiera las fronteras del Imperio romano de los constantes ataques de los bárbaros era un gasto permanente para el gobierno. Los fondos destinados en mantener la milicia dejaba muy pocos recursos para otras actividades vitales, como brindar albergues públicos, mantener caminos de calidad y mejorar los acueductos.
Los romanos – frustrados por estas decadentes condiciones de vida- perdieron el deseo de defender su Imperio. Por esto, el ejército tuvo que comenzar a contratar soldados extranjeros, reclutados de otros países o sacados de las hordas y muchedumbres. Un ejército así no solo era muy poco fiable y además tremendamente caro.
Por esto los emperadores se vieron obligados a aumentar los impuestos frecuentemente y esto nuevamente llevó a la economía a la inflación.
9- Cristianismo y disminución de la virtud cívica
El famoso historiador Edward Gibbon explica que fue la adopción del cristianismo lo que hizo que los romanos se volvieran “blandos”. De ser una República brutal y testaruda, con una férrea resistencia a los invasores, se convirtieron en una población más interesada en la vida después de la muerte, que vivir en el presente.
Esta es una teoría más bien ideológica, ya que el cristianismo también sirvió como cohesión para el Imperio romano al momento de dividirse en Roma y Constantinopla.
10- Corrupción política
Roma es famosa por algunos emperadores cuestionables, entre ellos Nerón y Calígula, por mencionar algunos. Siempre el escoger un nuevo emperador era una dificultad y el Imperio romano nunca determinó claramente (a diferencia de los griegos) cómo debía escogerse un nuevo regente.
La elección siempre era un debate entre el emperador antiguo, el Senado, la Guardia Pretoriana (el ejército privado del emperador) y el ejército común. Eventualmente, la Guardia Pretoriana comenzó a tener todo el poder para elegir el nuevo emperador, quien posteriormente los recompensaba.
Esto comenzó a generar problemas como en el año 186, cuando la Guardia estranguló al nuevo emperador. Entonces la práctica de vender el trono al mejor postor se hizo una institución. El Imperio romano tuvo 37 emperadores que fueron asesinados a lo largo de 25 años.
Referencias
- Fall of the Roman Empire. Recuperado de rome.info.
- Fall of the western Roman Empire. Recuperado de Wikipedia.org.
- Causes for the fall of the Roman Empire. Recuperado de tribuneandtriumphs.org.
- Reasons for the fall of Rome. Recuperado de thoughtco.com.
- Fall of the Roman Empire. Recuperado de ancient.eu.
- Frequently Asked Questions about the Roman Empire. Recuperado de roman-empire.net.
- 4 reasons why Rome fell (Or did it ever fall?). Recuperado de warhistoryonline.com.