Medicina

Osteoporosis: qué es, causas, síntomas, tipos, factores de riesgo


¿Qué es la osteoporosis?

La osteoporosis es una enfermedad que afecta los huesos y que se desarrolla cuando la masa ósea disminuye, o cuando se produce muy poca, lo que causa que los huesos se debiliten y se rompan fácilmente por caídas no muy graves o, en casos severos, incluso por estornudos.

Los huesos que presentan osteoporosis pierden su densidad y presentan una estructura anormal, muy porosa. Entre menos denso es un hueso, se romperá con más facilidad. 

Es común que quien padece osteoporosis no lo sepa, hasta que sufre de una fractura y le es diagnosticada la enfermedad. Las personas que tienen más de 50 años deben permanecer atentas, pues es a partir de esta edad cuando resulta más común el desarrollo de la enfermedad. 

1 de cada 3 mujeres mayores de 50 años padecen osteoporosis, y 1 de cada 5 hombres en este rango de edad desarrollan este padecimiento.

Causas de la osteoporosis

Hasta los 30 años en promedio, el organismo genera más hueso del que pierde, pero a partir de los 35 años aproximadamente, la degradación natural de los huesos es mayor a la producción de hueso, provocando que se pierda densidad en los mismos.

Esta es la principal razón por la que se desarrolla la osteoporosis. Y, en el caso de las mujeres, también influyen factores como la menopausia, pues a partir de esta etapa los huesos se degradan más rápidamente. 

Habría que mencionar factores como hábitos en la juventud, tales como adicción al alcohol y otras drogas, sedentarismo, mala alimentación, etc.

En la medida en que siendo jóvenes las personas han mantenido hábitos saludables, en esa medida los riesgos de que aparezca la osteoporosis serán mayores o menores. También influyen factores hereditarios y étnicos (las personas blancas o asiáticas tienen mayor riesgo).

Síntomas de la osteoporosis

La disminución de la masa ósea, al comienzo, no presenta síntomas. Sin embargo, hay cosas que indican osteoporosis:

– Caída leve que tiene como consecuencia una fractura; 

– Perder altura;

– Dolor de espalda, en las articulaciones o en los músculos;

– Postura encorvada;

– Fragilidad en los huesos, que se rompen muy fácilmente. 

Para diagnosticar esta enfermedad es necesario acudir a un especialista, quien hará un examen físico y mandará a hacer una prueba de densidad mineral ósea.

En esta prueba se utiliza una radiografía para buscar signos de que los huesos están débiles, y se asigna un puntaje de acuerdo con los resultados.

Cuando este puntaje es de -2.5, se diagnostica osteoporosis. Entre más alto sea el puntaje, más sanos se encuentran los huesos. 

Tipos de osteoporosis

La osteoporosis puede clasificarse en cuatro tipos. 

Osteoporosis primaria

En la mayoría de los casos que se presenta esta enfermedad se trata de una osteoporosis primaria. 

A los 30 años aproximadamente, los huesos de una persona alcanzan su densidad máxima, a partir de aquí se produce una disminución gradual, si el nivel de actividad no ayuda a compensar la degradación que se produce.

Este proceso ocurre porque disminuyen los niveles hormonales, especialmente de testosterona y estrógeno. 

Este tipo de osteoporosis puede presentarse antes de que la persona alcance una edad avanzada, cuando los niveles de actividad no son suficientes. Por otro lado, si los niveles hormonales son bajos, debido a una mala alimentación, los problemas en los huesos pueden empezar desde la juventud. 

Osteoporosis secundaria

La osteoporosis secundaria se presenta como respuesta a otra enfermedad, como sucede en el caso de los trastornos de la tiroides. Este tipo puede tratarse con terapias de reemplazo hormonal.

Osteogénesis imperfecta

La osteogénesis imperfecta es una condición causada por una mutación genética que afecta a 6 de cada 100.000 personas. En este caso puede ir desde un trastorno leve hasta complicaciones severas, y provoca síntomas muy parecidos a la osteoporosis tradicional. 

Esta condición normalmente va acompañada de problemas respiratorios, defectos de altura y caja torácica pequeña. En los casos más graves puede disminuir drásticamente la esperanza de vida de quien la padece. 

Osteoporosis juvenil idiopática

En este caso se trata de una enfermedad que se presenta antes de la pubertad, sin que hasta el momento se haya podido establecer una causa concreta. Los huesos de la persona afectada son porosos y quebradizos.

Por lo general, el trastorno no requiere tratamiento médico y los problemas se resuelven con el crecimiento. Sin embargo, sí es necesario seguir algunas recomendaciones médicas para cuidar la salud y evitar o controlar la actividad física. 

Factores de riesgo

Hay diversos factores que se consideran de riesgo para la osteoporosis. Descartando circunstancias genéticas o de género, algunos de los factores son:

– Una alimentación baja en calcio;

– Fumar;

– Tomar más de dos bebidas alcohólicas al día;

– Consumir más de tres tazas de café diariamente;

– No hacer ejercicio;

– Tener menopausia temprana, antes de los 45 años;

– Ausencia del periodo menstrual, que puede deberse a una baja cantidad de estrógeno;

– Uso continuo de medicamentos como los corticoesteroides, que se utilizan para la artritis y el asma.

– Si se padecen enfermedades como trastornos de la tiroides, artritis reumatoide, padecimientos crónicos del hígado o riñones, es decir, cualquier afección que impida absorber nutrientes, como la enfermedad de Crohn, la enfermedad celíaca o afecciones intestinales, se considera que la persona está en riesgo de desarrollar osteoporosis.

Tratamiento 

Es importante incorporar una serie de cambios en el estilo de vida para poder atender el problema de la osteoporosis.

Entre las recomendaciones están hacer actividad física, incluyendo ejercicios de carga, de resistencia y de equilibrio, tomar suplementos de vitaminas y minerales, y en algunos casos también se debe incluir medicación. 

Una de las opciones de tratamiento es la terapia hormonal, que incluye estrógeno y testosterona. Para las mujeres con menopausia se suele recomendar una terapia con estrógeno, mientras que la testosterona se recomienda a los hombres con un nivel bajo de esta hormona. 

Hay medicamentos que se pueden recetar para reducir los riesgos de fracturas, y hay otros, como los bisfosfonatos, que se utilizan para impedir que el cuerpo reabsorba el tejido óseo.

También es posible usar medicamentos anabólicos que fortalecen los huesos, permitiendo la formación de hueso nuevo y disminuyendo su descomposición.

El tratamiento médico dependerá del historial clínico y es indispensable asesorarse con un especialista antes de empezar a tomar cualquier medicamento. 

¿Cómo prevenir esta enfermedad?

Hay medidas que se pueden tomar desde la juventud para evitar que la osteoporosis se desarrolle: 

– Llevar una alimentación saludable, que incluya mucha fruta fresca, vegetales y cereales integrales.

– Comer alimentos ricos en calcio, pero eligiendo los más adecuados, porque contrario a la creencia popular, el consumo de leche de vaca no ayuda a prevenir la osteoporosis; en cambio, consumir alimentos como frutos secos, garbanzos, lentejas, brócoli, espinacas, higos secos, chía, algas o frijoles, que aportan calcio en buenas cantidades. 

– Es necesario absorber suficiente vitamina D y para ello se debe tomar el sol, ya sea saliendo a caminar o haciendo un poco de ejercicio al aire libre. 

– La actividad física es indispensable para conservar la salud, así que, cuanto más temprano se inicie la persona con este hábito, será mejor para su organismo. En la rutina de ejercicio hay que incluir actividades para incrementar la fuerza, la resistencia y el equilibrio.