50 frases de Jacques Lacan para entender sus ideas
Jacques Lacan (1901-1981) fue un psiquiatra y psicoanalista francés, considerado una de las figuras más importantes de la historia del psicoanálisis. De hecho, también se le conoce como el “Freud francés”.
Como se observará en sus citas, las cuales han sido tomadas de sus escritos, las enseñanzas de Lacan son realmente difíciles de entender, incluso para profesionales de la salud mental.
Las mejores frases de Jacques Lacan
Hemos realizado una recopilación de frases de Jacques Lacan sobre el inconsciente, el lenguaje, la sexualidad, el deseo, la ansiedad, el amor, entre otros temas. Con ellas podrás comenzar a aprender sus enseñanzas y conceptos sobre el psicoanálisis.
El inconsciente está estructurado como un lenguaje.
Todo lo que se encuentra en nuestro inconsciente está previamente codificado de acuerdo al entorno cultural que habitamos.
Amar significa dar algo que no tienes a alguien que no lo quiere.
Cuando amamos a alguien, siempre intentamos transformar a la otra persona para que sea totalmente compatible con nosotros.
Muchas cosas en este mundo se comportan como espejos.
Nuestro comportamiento y personalidad puede verse reflejado en nuestra interacción con muchos de los elementos que utilizamos cotidianamente.
La castración, significa que el goce debe ser negado para alcanzarlo en la escala inversa de la Ley del deseo.
Reprimir nuestros impulsos más primarios es una forma de castración.
Es común para lo obvio pasar desapercibido, precisamente porque es obvio.
Muchas veces ignoramos las razones reales de algo solo por el hecho de que son muy obvias.
Cuando nos enfrentamos con algo imposible solo nos queda un camino, hacerlo.
Siempre debemos enfrentarnos con todo lo que haya delante de nuestro camino.
Incluso si la suma total de la experiencia analítica nos permite aislar algunas formas generales, un análisis procede solo de lo particular a lo particular
Cada persona es distinta a otra, es por eso que se debe analizar a todas como casos únicos.
Leer, de ninguna manera nos obliga a entender.
El hecho que leamos algún material, no quiere decir que tenemos que entenderlo por completo.
El principio del placer radica en hacer nada, en hacer lo mínimo posible.
Para Lacan, el placer se entiende como la prevención del sufrimiento reduciendo el nivel de tensión y frustración, y evitando la disminución del nivel de energía.
Cuando uno ama, no tiene nada que ver con lo sexual.
El amor es un sentimiento que va más allá de nuestros deseos sexuales.
Nada satisface por completo al deseo.
Nunca dejaremos de desear cosas, ni de intentar satisfacer dicha necesidad.
El analista no es el que sabe, el único que sabe es el paciente.
El profesional solo conoce fragmentos de la situación que fue descrita por el paciente, el paciente es el que conoce el panorama completo de la situación.
Las personas damos vueltas en círculo por nuestra estructura, la estructura del ser humano es toroidal.
Siempre volvemos sobre los mismos problemas.
¿Qué importa cuántos amantes tengas si ninguno de ellos te regala el universo?
Por más que estemos con muchas personas, si ninguna de ellas nos hace sentir como deseamos, no vamos a sentirnos mejor.
Incluso si lo que reclama un marido celoso sobre su esposa (que duerme con otro hombre) sea cierto, sus celos siguen siendo patológicos.
Sospechar de la persona que amamos es una enfermedad, estemos en lo cierto o no.
Tú no eres tú, tú eres lo que mi deseo inventa de ti.
Vemos en las personas lo que deseamos ver, y nos sentimos atraídos de las personas que nosotros le asignamos ciertas virtudes que nos gustan.
De una herida, lo que importa es la cicatriz.
Lo que realmente importa de los malos momentos que hemos atravesado son las enseñanzas que éstos nos han dejado.
El tiempo para la comprensión se puede reducir al instante de una mirada, pero esa mirada puede incluir en su instante todo el tiempo necesario para comprender.
El proceso de comprensión de una persona puede darse en un instante, ya que podemos procesar una gran cantidad de información de manera inmediata.
Yo siempre digo verdad. No toda la verdad, es imposible decirla completamente porque las palabras fallan.
Las palabras muchas veces no llegan a expresar el sentido completo de lo que queremos decir.
La ansiedad siempre está relacionada con la pérdida… con una relación bilateral a punto de acabarse para ser reemplazada por otra cosa, y que el paciente no puede afrontar sin vértigo.
Los grandes cambios nos generan mucha inseguridad y nos ponen en un estado de excitación.
Lo que se comprende de mi historia no es el pasado ni el presente, sino el futuro anterior de lo que habré sido, lo que estoy en proceso de convertirme.
Nuestra personalidad cambia constantemente y nunca somos la misma persona que fuimos en el pasado, ni en el presente; sino que somos lo que estamos a punto de convertirnos en cada momento.
La falta genera deseo.
Cuando no tenemos algo, se genera en nosotros el anhelo de obtenerlo.
Lo único de lo que uno puede sentirse culpable es de haber cedido terreno en relación con su deseo.
Nunca debemos permitir que nuestros deseos más íntimos gobiernen nuestra manera de actuar. Debemos hacer las cosas razonando primero.
Solo es cierto en la medida en que se siga verdaderamente.
Convertimos en verdad todo aquello en lo que creemos fielmente.
El amor es siempre recíproco.
Cuando amamos a alguien, es porque percibimos algo de esa persona que nos enamora.
El goce no aparece simplemente como la satisfacción de una necesidad, sino como la satisfacción de un impulso.
Para Lacan, cuando gozamos de hacer algo es porque satisfacemos una tentación, no porque hacemos algo que realmente necesitamos.
La única cosa de la que todos hablamos es de nuestros síntomas.
Las personas generalmente hablamos de nuestras deficiencias, dificultades y de nuestra percepción del mundo.
El deseo toma lugar en la repercusión que surge de articular el lenguaje al nivel del otro.
Cuando se habla con otra persona y se logra interpretar con facilidad las cosas que ésta dice, se genera una cierta atracción entre los interlocutores.
La persona que nace se debe encargar primero del lenguaje, esto es un hecho. Incluso está atrapado en él antes de su nacimiento.
Nuestra forma de pensar se encuentra estructurada por el lenguaje que hablamos, y este lo obtenemos del lugar donde nacemos.
El loco no solo es el mendigo que piensa que es rey, también es el rey que piensa que es rey.
Nunca debemos creer que somos mejores que las demás personas, siempre debemos comportarnos con humildad y empatía.
Puedes saber lo que la otra persona ha dicho, pero nunca lo que ha oído.
Los seres humanos interpretamos las cosas de diferentes formas. Por eso, jamás sabremos cómo ha interpretado un mensaje la otra persona.
Hay algo en ti que me gusta más que tú mismo, por eso debo matarte.
Inevitablemente, las personas intentamos cambiar lo que es la persona con la que estamos y hacerla en lo que deseamos que sea.
La verdad solo puede ser explicada en términos de ficción.
Para Lacan, somos incapaces de reconocer la verdad y tampoco de expresarla con nuestro lenguaje, siendo nuestra percepción una ficción construida a través del simbolismo.
La razón por la que buscamos la poesía no es por sabiduría, sino por el desmantelamiento de la sabiduría.
La poesía explica las cosas de una manera agradable al oído, y muchas veces con menos profundidad que lo que hace la filosofía.
Para conocer que existe una parte de nuestras funciones que están fuera del alcance de la conciencia, no teníamos que esperar a que Freud lo supiera.
El ser humano siempre tuvo claro que algunas de sus funciones surgían desde otro plano, distinto al consciente.
El deseo es siempre deseo.
Nuestros anhelos siempre permanecen con nosotros; por más que los cumplamos, siempre vendrá uno nuevo que lo reemplaza.
Desde Freud, el centro del hombre no está donde pensábamos que estaba; debemos seguir desde ahí.
Las investigaciones realizadas por Freud modificaron ciertas creencias que se tenían antes de él, y esto cambió el enfoque de la investigación del ser humano.
La verdad es el error que escapa al engaño, y a la cual llegamos a partir de un malentendido.
Para Lacan, alcanzar la verdad es algo muy complejo de lograr.
La obsesión no necesariamente es sexual; ser un obsesionado significa estar atrapado en un mecanismo exigente que demanda cada vez más.
Nunca debemos obsesionarnos por nada, siempre debemos ser conscientes de hasta dónde podemos entregarnos en la tarea de lograr algo.
La verdad analítica no es tan secreta ni tan misteriosa como para no permitirnos ver que personas con talento para dirigir conciencias ven surgir espontáneamente la verdad.
Nuestra capacidad de análisis nos permite identificar cuando nos intentan manipular.
Todo arte está caracterizado por un tipo de organización en torno a un vacío.
Para Lacan, el arte es un elemento simbólico que intenta organizar el caos y la verdad incluso cuando se desconoce.
La vida tiene un solo sentido, ser capaces de apostarla y apostar tu vida tiene algo de juego.
Siempre debemos vivir nuestra vida al máximo, haciendo todo lo que deseamos.
Si el psicoanálisis clarifica ciertos rasgos de la sexualidad, no es por apuntarlos en su propia realidad.
El psicoanálisis ayuda a descifrar algunos comportamientos sexuales desde una aproximación psicológica, no física.
El inconsciente, es exactamente la hipótesis de que no soñamos únicamente cuando dormimos.
Los seres humanos somos capaces de desear cosas, o soñar, estando despiertos; y esto se logra en el inconsciente.
Los síntomas, aquellos que crees que reconoces, te parecen irracionales porque los ves de forma aislada y los quieres interpretar directamente.
Para poder interpretar lo que sentimos, debemos ver lo que nos sucede como un todo, no como eventos aislados unos de otros.
El Yo se encuentra siempre en el campo de El Otro.
Lo que somos, depende de las demás personas de nuestro entorno.
El inconsciente no entiende la contradicción; por eso el analista debe hacer que su fundamento no sea contradictorio
Un analista nunca debería contradecir las pulsiones inconscientes del paciente.
El psicoanálisis es un instrumento terriblemente eficiente, por eso corremos el riesgo de utilizarlo para lo que no fue creado, y de esa forma degenerarlo.
Nunca hay que utilizar el psicoanálisis para otra cosa que no sea para lo que fue creado.
Al analista le corresponde ocupar el lugar del paciente.
Todo analista debe acompañar al paciente en su proceso, sin interrumpirlo ni guiarlo.
¿Qué podría ser más convincente que el gesto de poner nuestras cartas boca arriba sobre la mesa?
Para demostrar completa sinceridad debemos mostrarnos tal como somos, sin esconder nada.