Ríos de Mesopotamia
Los ríos de Mesopotamia más importantes fueron el río Tigris y el Éufrates. De hecho, el nombre griego Mesopotamia significa tierra entre dos ríos. Estos dos cuerpos de agua se convirtieron en la fuente de alimento y riqueza de la región, gracias a que el suelo se benefició de las capas de limo depositadas por los dos ríos en él.
Los ríos Tigris y Éufrates nacen al oriente de Turquía, corren en paralelo entre sí y mueren al crear el río Shatt al Arab, el cual tiene su desembocadura en el Golfo Pérsico.
Estos ríos eran alimentados por la nieve derretida que bajaba de las Montañas de Tauro (noroeste de la Turquía moderna), y las montañas de Zagros (norte en Irán y Turquía). Su extensión se calcula en 3600 kilómetros, en el caso del Éufrates; y 1900 kilómetros, en el caso del Tigris.
Solían inundarse en primavera y dejar, al retroceder, kilómetros de tierra fértil. Ideal para el cultivo de trigo y otros cereales y granos.
Ambos revistieron una enorme importancia para la subsistencia y el progreso de Mesopotamia, puesto que lo utilizaban como suministro de agua, para regar las cosechas, para el transporte y para el comercio.
Con ellos, las primeras civilizaciones que poblaron ese valle construyeron todo un sistema de canales de riego, diques, embalses y presas, con el propósito de no depender de las inundaciones provocadas por las crecidas de los ríos, sino que las podían generar cuando quisieran para beneficio de sus cultivos.
Por otra parte, el valle servía como una especie de gran autopista por las que podían movilizarse las personas con sus respectivas cargas.
El uso indiscriminado de sus aguas, el efecto invernadero provocado por el calentamiento global, la acumulación de sales y sedimentos y algunos focos de contaminación en varios de sus tramos, amenazan la existencia de ambos ríos.
Río Tigris
El Tigris nace en el lago Hazar perteneciente a la región de los montes Tauro. Corre hacia el este y luego baja al sur recorriendo tierras iraquíes, turcas y sirias, en las que toca ciudades como Mosul, Bagdad y Samarra.
Algunos de sus afluentes son los ríos Gran Zab, el Pequeño Zab, el Diala, el Botan, el Garzar y el Jabur. Su edad se calcula en más de 13 millones de años.
Tiene una extensión cercana a los 1900 kilómetros, drena una cuenca de 375 mil km² y descarga poco más de 100 km3/s.
Este cuerpo de agua tiene una velocidad en su corriente mayor a la que posee el Éufrates, río al cual se une en Al-Qurnah dando lugar al río Shatt al-Arab. Por este motivo, se han construido muchos embalses para contener y aprovechar la energía de sus aguas.
Además de ser fuente de agua dulce para el consumo humano, la generación de energía hidroeléctrica y el riego, este río es el hábitat de alrededor de 55 especies de peces (46 nativas y 7 endémicas), y 6 especies de anfibios.
Se trata de un río que se puede navegar con pequeñas embarcaciones.
La actividad comercial pujante de años pasados comenzó a decrecer en el siglo XX con el desarrollo vial de la región.
Río Éufrates
El Éufrates es un río de aproximadamente 2,800 kilómetros de longitud lo que los hace el más largo del suroeste de Asia. Nace en Turquía en la confluencia de los ríos Karasu y Murat.
Posee una cuenca de 500 mil km² aproximadamente y un caudal de 356 m3/s, en promedio. Además de tocar territorio de Irak, Siria y Turquía, también pasa por Kuwait y Arabia Saudita.
Su corriente es más lenta que la del Tigris, tal vez porque son pocos sus ríos afluentes; por ejemplo en Siria, solo le proveen agua los ríos Sajur, Balikh y Jabur.
Se alimenta también de las lluvias de las tierras altas de Armenia (entre abril y mayo, normalmente), de nieve derretida y algunos pequeños arroyos.
El Éufrates es el hábitat de un animal tan peculiar como la tortuga de caparazón blando. También es el espacio natural del pájaro carricero de Basora, el cormorán pigmeo, el jerbo y la nutria europea.
En cuanto a la flora, en las riberas de este río se pueden observar matorrales xerófilos y robles. Ya en la frontera entre Siria e Irak, aparecen plantas bajas y arbustos.
Al igual que el Tigris, posee aguas que convierten sus riberas en tierras muy fértiles, y es un cuerpo de agua navegable, aunque con pequeñas embarcaciones.
Aun cuando la guerra del Golfo Pérsico alteró el equilibrio en la cuenca del Éufrates, en él se construyó la cuarta represa más grande del mundo: Ataturk.
Además, el 70% del agua de su cuenca se utiliza para tres cosas importantes: la generación de energía hidroeléctrica gracias a la cual, Irak, Siria y Turquía, tienen electricidad; el consumo humano; y para el riego.
Ríos de la discordia
Actualmente, los ríos Tigris y Éufrates son la principal fuente de agua potable para los habitantes del Oriente Medio (como Irak, Turquía y Siria), quienes también lo usan para la agricultura.
Sin embargo, de acuerdo con observaciones satelitales, su cauce ha decrecido de manera consistente desde que se le hace seguimiento. De hecho, en los tiempos actuales estas fuentes hídricas son causa de tensiones entre los países.
En el caso del río Éufrates, las disputas comenzaron en los 70´s entre Siria e Irak, pero en 1990, Turquía entró en el conflicto al interrumpir el caudal de río durante un mes para llenar la represa Ataturk.
Esta acción provocó que Siria e Irak, pausaran su conflicto y se unieran para hacer frente a la actuación de la nación turca, que ya controla el 80% de los afluentes del Tigris y 30% del Éufrates.
Este comportamiento de Turquía podría deberse a la necesidad que tiene de agua para poder ejecutar el proyecto del Sureste de Anatolia que transportaría el vital líquido a las regiones desérticas habitadas por los kurdos.
Asimismo, se ha propuesto la construcción y consolidación de embalses que disminuyen la cantidad de agua que llega a Siria e Irak.
Mientras que Irán, limita en cierto sentido las afluentes del río Tigris para aprovecharlas en las centrales hidroeléctricas y las actividades agrícolas.
En cuanto a las posibles soluciones a estas disputas, Bagdad ha propuesto que cada país consuma un tercio del caudal de los ríos en cuestión (hay 120 millones de habitantes entre los tres países).
Sin embargo, no se logra un acuerdo porque Siria defiende que cada país puede usar cuanto necesite hasta que deban reducir el consumo proporcionalmente.
Vale decir que Mesopotamia era el nombre que recibía el área ubicada entre los ríos Tigris y Euphrates, en el sur de Irak, donde hoy están Assyria, Akkad y Sumer.
Mesopotamia fue considerada la “cuna de la civilización”, porque los asentamientos que allí surgieron, probablemente fueron los primeros de la historia en relación con su organización sociopolítica.
Grandes civilizaciones florecieron allí, en buena medida, gracias a las aguas de los ríos Tigris y Éufrates, que luego fueron represadas, como una medida de seguridad ante las inundaciones y a necesidad de la energía que proporcionan esas aguas cuando están en movimiento.
En la actualidad, imágenes satelitales muestran una Mesopotamia casi devorada por los desiertos, que también se hicieron con el pedazo del Golfo Pérsico, donde los ríos Tigris y Éufrates se unen.
Referencias
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- Geoenciclopedia (s/f). Río Tigris. Recuperado de: geoenciclopedia.com
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- Project History teacher (s/f). Ríos Tigris y Eufrates – La geografía de la antigua Mesopotamia. Recuperado de:projecthistoryteacher.com
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- River valley civilizatons. Civilización del Valle de los ríos Tigris y Éufrates. Recuperado de: rivervalleycivilizations.com.