Los 7 tipos de razonamiento y sus características
Los tipos de razonamiento son las distintas maneras en las que los seres humanos somos capaces de llegar a conclusiones, tomar decisiones, resolver problemas y evaluar aspectos de nuestra vida. Algunos de estos tipos están basados en la lógica o en la evidencia, mientras que otros tienen que ver más con los sentimientos.
En principio, ninguna de las clases de razonamiento es mejor o más válida que las demás. Sin embargo, es necesario comprender que cada una de ellas está más indicada para un tipo de contexto. Al mismo tiempo, los resultados de algunos de estos tipos son más fiables que los de otros.
El razonamiento está formado por un conjunto de habilidades psicológicas complejas, que nos permiten relacionar distinta información y extraer conclusiones. Esto suele ocurrir a nivel consciente, pero en ocasiones puede suceder de manera automática, como resultado de nuestros procesos inconscientes.
Entender en qué consisten cada uno de los tipos de razonamiento, cómo funcionan y en qué contextos es adecuado aplicarlos es fundamental para desenvolvernos adecuadamente en nuestra vida cotidiana. Además, también es muy importante para campos como la ciencia o las matemáticas. En este artículo estudiaremos los más importantes.
Tipos de razonamiento y sus características
En función del autor o de la corriente que estemos estudiando, podemos encontrar distintas clasificaciones de las clases de razonamiento. Sin embargo, una de las más aceptadas es la que distingue entre siete formas de razonar distintas.
Según esta clasificación, los tipos de razonamiento más importantes serían los siguientes: deductivo, inductivo, abductivo, inductivo hacia atrás, pensamiento crítico, pensamiento contrafactual, e intuición. A continuación veremos en qué consiste cada uno de ellos.
Razonamiento deductivo
El razonamiento deductivo es un proceso lógico mediante el cual se llega a una conclusión partiendo de varias premisas que se asume que son ciertas. En ocasiones, esta forma de pensar se conoce como “razonamiento de arriba hacia abajo”, debido a que se parte de lo general para estudiar una situación particular.
El razonamiento deductivo forma parte fundamental de disciplinas como la lógica o las matemáticas, y también de algunos ámbitos de la ciencia. Se considera uno de los tipos de razonamientos más poderosos e irrefutables, y sus conclusiones (si se parte de unas premisas que son ciertas) en principio no pueden ser negadas.
Para llevar a cabo el razonamiento deductivo, a menudo se emplean herramientas como los silogismos, las proposiciones encadenadas y las inferencias, todas ellas pertenecientes al campo de la lógica. Además, existen distintos subtipos, entre los que destacan el categórico, el proporcional y el disyuntivo.
Sin embargo, a pesar de que las conclusiones extraídas de un razonamiento deductivo bien realizado son irrefutables, lo cierto es que esta manera de pensar puede dar lugar a muchos problemas. Por ejemplo, es posible que las premisas de las que se parta estén equivocadas; o que interfieran sesgos cognitivos en el proceso.
Debido a ello, es necesario llevar a cabo un razonamiento deductivo con cuidado, examinando en profundidad la veracidad de las premisas y comprobando si se ha llegado a una conclusión adecuada.
Razonamiento inductivo
El razonamiento inductivo es un proceso lógico en el que varias premisas, que se supone que son ciertas siempre o la mayoría del tiempo, se combinan para alcanzar una conclusión específica. Generalmente, se utiliza en entornos que requieren realizar predicciones, y en los que no podemos extraer conclusiones mediante un proceso deductivo.
De hecho, la mayoría de las veces se considera este tipo de razonamiento como el opuesto del pensamiento deductivo. Así, en lugar de partir de una teoría general comprobada para predecir qué va a ocurrir en un caso particular, se observan muchos casos independientes para tratar de encontrar un patrón que se aplique siempre o casi siempre.
Una de las características más importantes del razonamiento inductivo es que está menos basado en la lógica, y más en la probabilidad que el deductivo. Debido a ello, sus conclusiones no son tan fiables como las del primero que hemos visto. Aun así, suele ser lo bastante adecuado como para que podamos utilizarlo en nuestro día a día.
Por otra parte, mediante el razonamiento inductivo no es posible establecer conclusiones irrefutables. Si por ejemplo un biólogo observa a un gran número de primates alimentarse de plantas, no podría afirmar que todos los monos son herbívoros; aunque este tipo de razonamiento le permitiría indicar que la mayoría sí lo son.
En ocasiones, podemos encontrarnos con que este tipo de pensamiento se conoce con el nombre de “razonamiento de abajo hacia arriba”, en contraposición con el deductivo.
Razonamiento abductivo
El razonamiento abductivo es una forma de inferencia lógica que comienza con una observación o conjunto de observaciones, para luego tratar de encontrar la explicación más simple y probable para ellas. A diferencia de lo que ocurre con el razonamiento deductivo, produce conclusiones plausibles pero que no se pueden verificar.
De esta manera, las conclusiones extraídas del razonamiento abductivo están siempre abiertas a la duda o a la existencia de una explicación mejor para un fenómeno. Esta forma de pensamiento lógico se utiliza en escenarios en los que no se poseen todos los datos, y por lo tanto no se pueden utilizar ni la deducción ni la inducción.
Uno de los conceptos más importantes del razonamiento abductivo es el de la navaja de Ockham. Esta teoría postula que, cuando existan dos o más explicaciones posibles para un fenómeno, generalmente la verdadera es la más simple. Así, con este tipo de lógica se descartan explicaciones que parecen menos probables para quedarse con la más plausible.
Razonamiento inductivo hacia atrás
También conocido como “inducción retrospectiva”, el razonamiento inductivo hacia atrás consiste en tratar de encontrar el mejor plan de acción posible analizando los resultados que se quieren obtener. De esta manera, se observa la situación final deseada, y se estudian los pasos necesarios para llegar hasta ella.
El razonamiento inductivo hacia atrás se utiliza principalmente en ámbitos como la inteligencia artificial, la teoría de juegos o la economía.
Sin embargo, cada vez es más frecuente que se aplique en terrenos como la psicología o el desarrollo personal, especialmente en el ámbito del establecimiento de metas.
La inducción retrospectiva está lejos de ser infalible, ya que depende de una serie de inferencias sobre los resultados de cada uno de los pasos que se van a dar antes de llegar al objetivo deseado. Sin embargo, puede ser muy útil para encontrar el plan de acción que más probabilidades tiene de proporcionar el éxito.
Pensamiento crítico
El pensamiento crítico es un tipo de razonamiento que se basa en el análisis objetivo de una situación con el fin de formar una opinión o juicio sobre la misma. Para que se considere pensamiento crítico, el proceso tiene que ser racional, escéptico, libre de sesgos, y basado en la evidencia fáctica.
El pensamiento crítico busca extraer conclusiones observando una serie de hechos de manera informada y sistemática. Está basado en el lenguaje natural, y como tal puede aplicarse a más campos que otros de los tipos de razonamiento, como por ejemplo el deductivo o el inductivo.
Así, por ejemplo, el pensamiento crítico está especialmente indicado para el análisis de las llamadas “verdades parciales”, también conocidas como “áreas grises”, que tienden a suponer un problema insalvable para la lógica formal clásica. También puede servir para examinar aspectos más complejos como opiniones, emociones o comportamientos.
Pensamiento contrafactual
El pensamiento contrafactual o contrafáctico es un tipo de razonamiento que implica el examen de situaciones, elementos o ideas que se sabe que son imposibles. Por lo general, implica la reflexión sobre decisiones pasadas, y sobre lo que se podría haber hecho de manera diferente en una situación previa.
De esta manera, el pensamiento contrafactual puede ser muy útil a la hora de examinar el propio proceso de toma de decisiones. Tratando de pensar sobre qué habría ocurrido de manera distinta si hubiésemos actuado de otra forma, podemos llegar a conclusiones sobre cuál es la mejor forma de comportarnos en el presente.
El pensamiento contrafactual también es muy útil para realizar análisis históricos y sociales. Así, por ejemplo, tras un conflicto bélico entre dos naciones es posible examinar las causas de los mismos y tratar de encontrar una manera de resolver situaciones similares en el futuro sin que esto desemboque en un problema armado.
Intuición
El último tipo de razonamiento que se suele estudiar es la intuición. Este proceso es bastante distinto a los otros seis, ya que no implica un proceso racional. Por el contrario, sus conclusiones aparecen de manera automática, como consecuencia del trabajo de la mente subconsciente.
Aunque no sabemos exactamente cómo funciona la intuición, se suele considerar que está formada tanto por elementos innatos (algo similar a los instintos de otras especies animales) como por la experiencia. Por lo tanto, a pesar de no poderse utilizar de manera directa, sí que sería posible entrenarla.
La intuición se basa en gran medida en la extracción de conclusiones en situaciones similares a otras que ya hemos vivido en el pasado. Como tal, tiene mucho que ver con el dominio en un área.
Esto es así hasta tal punto, que el razonamiento intuitivo suele estudiarse en el contexto de las personas con nivel experto en una tarea determinada.
Referencias
- “7 types of reasoning” en: Simplicable. Recuperado en: 25 Febrero 2019 de Simplicable: simplicable.com.
- “Los 4 tipos de razonamiento principales (y sus características)” en: Psicología y Mente. Recuperado en: 25 Febrero 2019 de Psicología y Mente: psicologiaymente.com.
- “Types of Reasoning (Deductive vs. Inductive)” en: Royal Roads University. Recuperado en: 25 Febrero 2019 de Royal Roads University: library.royalroads.ca.
- “The Different Types of Reasoning Methods Explained and Compared” en: Fact/Myth. Recuperado en: 25 Febrero 2019 de Fact/Myth: factmyth.com.
- “Types of reasoning” en: Changing Minds. Recuperado en: 25 Febrero 2019 de Changing Minds: changingminds.org.