Historia

Medicina azteca: historia, dios, plantas, enfermedades


La medicina azteca fue una práctica de tratamientos curativos originaria de la sociedad indígena mexica, caracterizada por el uso de hierbas medicinales, cirugías y la influencia de factores sobrenaturales.

El Imperio azteca, que para el siglo XIV controlaba gran parte de la zona central de Mesoamérica, contaba con avanzados conocimientos médicos que podían compararse con las prácticas de sanación europeas de la época.

Los aztecas practicaban intervenciones quirúrgicas complejas y ofrecían tratamientos para gran parte de las dolencias del cuerpo humano, aun si la causa proviniese, según sus creencias, de un dios vengativo o de un accidente terrenal.

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Historia de la medicina azteca

Los aztecas establecieron su imperio tras una serie de alianzas con diversos pueblos y en 1325 se establecieron en el Valle de México, donde fundaron la ciudad de Tenochtitlán, sobre la cual está construida la actual Ciudad de México.

Los mexicas eran un pueblo muy avanzado, con grandes edificaciones, calles amplias, acueductos, una sociedad de clases y un sistema médico acorde a este estilo de vida.

La medicina azteca se transmitía oralmente de padres a hijos, y era ejercida tanto por hombres como por mujeres. Se basaba en el conocimiento empírico, pues los curanderos actuaban según las experiencias previas obtenidas.

Origen de las enfermedades

Los aztecas rendían adoración a una infinidad de dioses con quienes mantenían una relación compleja. Así como clamaban por su intervención, también sentían un inmenso temor por algunas de estas deidades, causantes de su salvación y perdición al mismo tiempo.

Por este motivo, era común que la causa de las enfermedades y la práctica de la medicina transitara entre la realidad y la magia, lo que llevó a los aztecas a dividir el origen de sus afecciones en dos tipos: el divino y el natural.

Las causas mágicas o divinas se originaban cuando la persona presentaba un desequilibrio causado por seres sobrenaturales, un médico brujo o por la reprimenda de un dios castigador.

Al tiempo que las afecciones naturales eran las originadas por heridas, traumatismos, mordeduras de serpientes o accidentes en general.

Características de la medicina azteca

La práctica de la medicina azteca estaba tan desarrollada que contaba con una diversa variedad de especialistas, similares a sus pares modernos.

Historiadores afirman que entre los médicos había cirujanos, internistas, traumatólogos y boticarios. De hecho, se habla de al menos 40 especialidades médicas. Estos médicos indígenas realizaban punciones, sangrías, suturas, amputaciones e incluso cirugías cerebrales.

Los curanderos tenían que tener amplios conocimientos sobre la herbolaria local para poder tratar a sus pacientes; además de entender el lenguaje de los nahuallatolli (espíritus), ver el pasado, el futuro, conocer el mundo sobrenatural y su interacción con el de los vivos.

La medicina azteca tenía ciertas particularidades interesantes como el uso de pétalos para encapsular algunas medicinas y tragarlas con mayor facilidad, al mejor estilo de las píldoras modernas.

Los pacientes recibían además anestesia y eran operados con un cuchillo equivalente al bisturí, fabricado a base de obsidiana

Los aztecas daban mucha importancia a la higiene y a bañarse con frecuencia. Informes de exploradores españoles señalan que las calles de Tenochtitlán estaban limpias todo el tiempo. No se sabe con certeza si esto podría ser para honrar a los dioses o porque ya habían entendido la vinculación entre la limpieza y la salud, varios siglos antes que sus pares europeos.

Dominio español

El Imperio azteca fue subyugado tras la conquista española en 1521 y con él la práctica de su medicina tradicional. Sin embargo, el conocimiento herbolario fue muy valorado por los conquistadores.

En 1570, el rey Felipe II de España envió a México a su doctor personal Francisco Hernández, quien dedicó siete años al estudio de plantas nativas de México para llevar sus conocimientos de vuelta a Europa.

Dios de la medicina azteca

El dios de la medicina azteca se llamaba Ixtliton, que podría traducirse en lenguaje náhuatl como “de rostro negrillo”.

Este no era un dios invisible, ya que a diferencia de las otras deidades, su imagen era encarnada por un sacerdote que pintaba su cara de negro y portaba su indumentaria.

Esta constaba de un escudo con la representación del dios del sol y la guerra, Huitzilopochtli; un bastón con empuñadura en forma de corazón, un collar de cristal y una cresta de pedernal.

El sacerdote recibía a sus adoradores en un templo de madera en el que exponían al público tinajas de agua pintadas de negro, cuyo contenido era dado a beber a los niños enfermos para su sanación.

Los niños, si su salud se los permitía, bailaban para el dios en busca de una cura y usualmente el sacerdote analizaba el reflejo de la imagen del infante en las aguas negras para estudiar el estado de su alma.

Plantas y enfermedades que tratan

Como es común en las prácticas médicas provenientes de culturas indígenas, el uso de hierbas es primordial y los aztecas no fueron la excepción.

A continuación se exponen algunas de las plantas utilizadas por la medicina azteca:

– Achiote: con esta planta combatían los dolores de cabeza, la inflamación de las amígdalas, la insolación, escoriaciones bucales, la ictericia y asma.

– Anacahuite: Los frutos y trozos de este arbusto eran empleados para aliviar la tos e inflamaciones bronquiales, ya que poseía amplias propiedades afrodisíacas, digestivas y diuréticas.

– Toronjil: la infusión de esta planta estimulaba la digestión, aumentaba la energía del corazón, mejoraba la circulación sanguínea, calmaba el sistema nervioso y el vértigo, además de los dolores reumáticos.

– Chayote: las hojas este árbol se empleaban contra la arterioesclerosis y los cálculos renales.

– Flor de manita: esta flor se hervía para tratar enfermedades cardíacas y como ansiolítico.

– Aguacate: esta fruta tenía múltiples beneficios al combatir cólicos menstruales, la tos, la caspa, disentería, peritonitis, gota y hasta para eliminar piojos.

– Guayabo: sus hojas eran destinadas al control de la diarrea, la tonificación del cabello y la expulsión de los parásitos intestinales.

– Ahuehuete: las hojas de este árbol era utilizadas para tratar las varices y hemorroides, como tónico para el corazón y congestiones en pulmones, riñón e hígado.

– Maguey: las pencas de esta planta se usaban para tratar la sífilis, la gonorrea acelerar la cicatrización de heridas, como antiséptico del estómago y el intestino y laxante.

– Nopal: las hojas de este árbol contribuían a expulsar parásitos intestinales, fortalecer los pulmones, tratar la diabetes y aumentar la leche materna.

Un libro para recordar

La medicina azteca cuenta con un libro que recoge a manera de recetario la virtud de las plantas utilizadas durante la práctica médica.

Se trata del Libellus de medicinalibus Indorum Herbis (Pequeño libro de las hierbas medicinales de los indios) que data de 1552 y es considerado un registro único y el más antiguo escrito sobre este tema.

En la actualidad es simplemente conocido como el códice De la Cruz-Badiano, ya que fue dictado en lengua náhuatl por el anciano médico indígena, Martín de la Cruz, con la participación de Juan Badiano, indio originario de Xochimilco, quien transcribió al latín la obra.

El códice estuvo perdido por 350 años hasta que fue encontrado en 1929 en la Biblioteca del Vaticano, que lo devolvió a México en 1990. Hoy se encuentra en el Museo Nacional de Antropología en Ciudad de México como un legado viviente de la práctica médica azteca.

Referencias

  1. Pueblos originarios. (2019). Ixtitlon. Tomado de pueblosoriginarios.com
  2. Fondo de Cultura Económica. (2000). Historia de la pediatría en México. Ixtitlon. Dios del panteón azteca que curó a la niñez prehispánica de México. Tomado de medigraphic.com
  3. Cultura Azteca. (2019). Medicina azteca antigua. Tomado de cultura-azteca.com
  4. Juvenal Gutiérrez Moctezuma y Mónica Gutiérrez Cadena. (2009). Historia de la medicina. Organización Médica Azteca y sus tratamientos, con enfasis en la epilepsia. Tomado de medigraphic.com
  5. Bernard Ortiz de Montellano. (2019). Magia medicinal azteca. Tomado de arqueologiamexicana.mx