Ecosistemas acuáticos: concepto, características, tipos, ejemplos
¿Qué son los ecosistemas acuáticos?
Los ecosistemas acuáticos son aquellos donde la interacción entre los seres vivos y el ambiente fisicoquímico se da predominantemente en el agua. Por tanto, el agua como medio determina las características principales de estos ecosistemas, diferenciándolos de los terrestres.
Entre otras cosas, el agua al ser mucho más densa que el aire, crea un ambiente físico donde los organismos flotan y pueden desplazarse en todos los planos del espacio. Asimismo, el agua absorbe calor sin manifestar grandes variaciones de temperatura e igualmente libera lentamente el calor absorbido.
Otra propiedad del agua que define los tipos generales de ecosistemas acuáticos es su contenido de sales. Por tanto, hay ecosistemas acuáticos de agua salada, de agua dulce o de una mezcla de ambas (agua salobre).
El ambiente acuático más extenso son los océanos, los cuales abarcan el 70,9% de la superficie terrestre, albergando diversidad de ecosistemas. Entre ellos están los ecosistemas costeros, arrecifes de coral, praderas submarinas, bosques de algas y las fuentes hidrotermales.
En tanto que en los ecosistemas de agua dulce se encuentran los ríos, lagos, aguas subterráneas y diversidad de humedales continentales. Los ecosistemas de aguas salobres se ubican en el ecotono entre ecosistemas marinos y dulceacuícolas como las marismas, manglares, estuarios y deltas.
Características de los ecosistemas acuáticos
El agua
El agua es un líquido formado por oxígeno e hidrógeno, reconocido como un solvente universal y fundamental para la vida. Su amplitud de variación de temperatura y presión se adapta a las necesidades biológicas.
A la presión de 1 atmósfera, el agua se mantiene líquida entre 0 y 100 ºC, pero a presiones mayores, como en las profundidades marinas, su punto de ebullición es más alto. Adicionalmente, el agua no es susceptible a cambios drásticos de temperatura y es muy buena conductora del calor.
Salinidad
El agua de todos los ecosistemas acuáticos incluye sales minerales, ácidos orgánicos, materia orgánica y otra serie de componentes.
Estas sustancias son arrastradas y lavadas del suelo por la lluvia, terminando en los cursos de los ríos y finalmente en lagos y océanos. Dependiendo de su concentración en un área dada se crean condiciones fisicoquímicas que a su vez han condicionado la biodiversidad que se desarrolla.
Los ríos y la mayoría de los lagos son ecosistemas de agua dulce debido a que su contenido de sales minerales es inferior a 5 gramos por litro. Los mares y océanos el contenido de sales varía de 30 a 50 gramos por litro y las aguas salobres varían en salinidad entre los 5 g/L y los 30 g/L.
Densidad
La densidad del agua varía con la temperatura y es más densa cuanto más fría, pero solo hasta cierto punto. Así, una vez superado el punto de congelación se hace menos densa que el agua líquida y flota.
En su estado líquido, la densidad diferencial del agua determinada por la temperatura, establece capas de agua en los ecosistemas. De tal manera, que en los océanos las aguas frías se ubican en el fondo marino y las cálidas arriba.
La luz en el agua
Otro elemento importante en los ecosistemas acuáticos es la distribución de la luz solar, ya que solo es capaz de alcanzar hasta cierta profundidad. Esto es muy relevante en los mares, océanos, así como en lagos y ríos profundos porque establece una zona fótica (con luz) y otra afótica (oscura).
Esto afecta la posibilidad de que los organismos fotosintéticos realicen su función de producción primaria a ciertas profundidades. Esta profundidad normalmente ronda los 200 metros, pero puede ser menor dependiendo de la turbidez del agua por sólidos disueltos en ella.
Las corrientes
Una característica adicional que también incide en la dinámica de los ecosistemas acuáticos es el hecho de que el agua fluye (está sometida a movimiento por los vientos, la gravedad y diferencias de temperatura). Por tanto, se generan corrientes de agua que a su vez influyen en la dispersión de nutrientes y organismos, además de contaminantes.
En el caso de los ríos, la topografía es determinante, ya que el agua fluye desde las cotas altas hasta las ollas oceánicas. Mientras que en lagos, mares y océanos, lo determinante son los vientos y los gradientes de densidad del agua debidas diferencias de temperatura y salinidad.
Tipos de ecosistemas acuáticos
Ecosistemas de agua salada
Son todos los ecosistemas que existen en mares y océanos del mundo, así como también en lagos salados como el llamado mar Muerto.
Los ecosistemas de agua salada se dividen en:
- Ecosistemas de playa: La costa de playa es el límite ecológico entre la tierra emergente y el mar y presenta características únicas para el desarrollo de ecosistemas ricos en diversidad, con organismos adaptados a ambos ambientes. A su vez los ecosistemas de playa varían en su composición biológica dependiendo de la latitud donde se desarrollan.
- Arrecifes de coral: Están relativamente cerca de la costa, en la plataforma continental siendo uno de los ecosistemas marinos más productivos. Se dan en aguas tropicales y subtropicales donde la temperatura media no supera los 20 ºC y a profundidades no mayores de 200 metros.
- Praderas submarinas: Se desarrollan en aguas poco profundas de la plataforma continental, donde penetra la luz solar. Son praderas submarinas de hierbas angiospermas, tales como Posidonia, Thalassia y otros géneros que sirven de alimento a la fauna marina.
- Bosques de algas: Se desarrollan en la zona fótica oceánica, en aguas con temperaturas inferiores a 20 ºC con presencia de algas pardas (orden Laminariales) que alcanza hasta 50 m de longitud. Estos “bosques” son el hábitat de diversas especies de peces y otros organismos marinos. También hay extensas áreas de algas flotantes, como es el caso del mar de los Sargazos, donde entre otras abundan las especies de Sargassum.
- Fuentes hidrotermales: se forman en las zonas abisales en las dorsales oceánicas y puntos calientes donde hay actividad geotérmica. Consisten en fumarolas submarinas a más de 1.000 metros de profundidad emitiendo gases a temperaturas de 25 a 300 ºC, ricos en ácido sulfhídrico.
Ecosistemas de agua salobre
Son ecosistemas producto de la interacción del mar u océano con ríos que desembocan en ellos. En estos es especialmente relevante la diversidad de aves marinas, que los usan para alimentación, reproducción y refugio.
Los ecosistemas de agua salobre se dividen en:
- Marismas: Son planicies donde se mezcla el agua marina producto de las mareas con el agua de lluvia o de los desbordamientos de ríos. Debido a esto se forman zonas inundadas donde conviven organismos acuáticos, terrestres y anfibios. Son áreas carentes de árboles y dominados por hierbas y arbustos, además de algas, como ocurre por ejemplo en las marismas del Guadalquivir en España.
- Manglares y praderas submarinas asociadas: Son ecosistemas tropicales y subtropicales que forman una compleja sucesión entre la tierra y el mar. Consiste en un bosque de bajo a mediano porte formado por especies halófitas (resistentes a la salinidad). Los manglares están generalmente asociados a praderas submarinas de hierbas angiospermas, como la especie Thalassia testudinum. La mayor formación de manglar del planeta es el manglar de Sundarbans en el Golfo de Bengala (India-Bangladés).
- Estuarios: Se forman en las anchas desembocaduras de grandes ríos con fuerte influencia de las mareas. En estas condiciones se genera un gradiente de salinidad que condiciona su ambiente, habitándolos especies de agua dulce y de agua salada.
- Deltas: A diferencia del estuario, se trata de desembocaduras de grandes ríos con poca influencia de las mareas. Por tanto sí ocurre sedimentación y el río termina llegando al mar a través de un sistema de canales o caños.
Ecosistemas de agua dulce
Es necesario tener en cuenta que un río o gran un lago, albergan un complejo de ecosistemas. Los ríos a lo largo y ancho de su cauce y los lagos sobre todo en su dimensión de profundidad a partir de la costa.
Los ecosistemas de agua dulce se dividen en:
- Ríos: Los más grandes como el Amazonas o el Congo, son complejos de múltiples ecosistemas. Esto debido a que sus ambientes varían a lo largo de su curso, desde el nacimiento hasta la desembocadura e incluso en términos estacionales. En el caso de estos grandes ríos tropicales, el ecosistema incorpora extensiones de selvas que se inundan con las crecidas. En estos ríos se encuentran gran diversidad de plantas acuáticas y una rica fauna de peces y otros organismos.
- Lagos: Son sistemas acuáticos cerrados (lénticos) donde se desarrolla una flora y fauna propia. Por su aislamiento son muy proclives a presentar especies endémicas, es decir únicas de dichos lugares.
- Aguas subterráneas: Conforman una diversidad de ecosistemas acuáticos subterráneos en sistemas de cavernas calcáreas y otros ambientes. En ellos se desarrolla una fauna peculiar con organismos carentes de ojos funcionales. Un ejemplo son los cenotes en México, que son depresiones más o menos circulares en relieves kársticos (material calcáreo o yeso).
- Otros humedales continentales: existe muchos otros ecosistemas acuáticos de agua dulce, como los pantanos y llanos inundables. Los cuales presentan diversas particularidades ambientales y por tanto de vegetación y fauna.
Diversidad en los ecosistemas acuáticos
Los ecosistemas acuáticos son altamente biodiversos, habitando en ellos gran cantidad de especies de casi todos los grandes grupos zoológicos. En algunos casos de forma permanente, en otros como anfibios e insectos, principalmente en forma parcial.
En tanto que en el mundo vegetal predominan las algas, pero también hay especies de angiospermas acuáticas. De igual forma, se encuentra una gran variedad de especies de los otros reinos biológicos, como bacterias, arqueas, hongos y protistas.
Fauna
En estos ecosistemas dominan los peces con más de 28.000 especies reconocidas, pero también habitan crustáceos, moluscos, bivalvos, esponjas, anémonas y corales. Hay unas 130 especies de mamíferos adaptadas al ambiente acuático como las ballenas, delfines, orcas, narvales y manatíes.
Igualmente, mamíferos anfibios como el hipopótamo, la nutria y el capibara, o estrechamente relacionados con el agua como el oso polar. Entre los reptiles se encuentran algunos de grandes dimensiones como los caimanes y cocodrilos, estos últimos incluso en ecosistemas de agua salobre.
De igual forma existen insectos acuáticos como la pulga de agua y el escarabajo acuático. Igualmente otros que solo usan el medio acuático en su fase de larva, como los zancudos.
Flora
Los ecosistemas acuáticos incluyen una extensa flora que abarca desde plantas angiospermas y pteridofitas (helechos) hasta los diversos grupos de algas. La mayor diversidad de las primeras ocurre en los ecosistemas dulceacuícolas y salobres, aunque también hay especies marinas.
Las especies de angiospermas tienen formas de vida sumergidas, emergentes y flotantes. Sin embargo, las plantas dominantes en ecosistemas acuáticos son las algas con alrededor de 40.000 especies entre algas verdes, pardas (protistas) y rojas.
Otros reinos
En los ecosistemas acuáticos, tanto de agua dulce como salobre o salada, habitan también una gran diversidad de bacterias, arqueas, protistas y hongos.