Biología

Sucesión secundaria: características y ejemplos


Una sucesión secundaria es un tipo de sucesión ecológica que tiene que ver con la “recolonización” de un hábitat después de que una perturbación importante, natural o artificial, lo deja parcialmente desprovisto de vida.

Así como las sucesiones primarias, una sucesión secundaria es un proceso ordenado y direccional que implica cambios en una comunidad a través del tiempo; cambios por medio de los cuales una comunidad reemplaza a otra secuencialmente, hasta tanto se establece una nueva, completamente estable.

Sin embargo, este tipo de sucesión se distingue de las sucesiones primarias en que las comunidades biológicas se desarrollan en sitios donde ya hay comunidades preexistentes, es decir, donde la perturbación no eliminó por completo los nutrientes vivos del ambiente.

Recordemos que las sucesiones primarias tienen que ver, casi siempre, con la colonización de ambientes naturales que han sido sometidos a perturbaciones ecológicas que eliminan todas las formas de vida en estos.

En algunos escenarios, podría decirse que una sucesión secundaria es aquel fenómeno que sigue a una sucesión primaria en los casos de perturbaciones ecológicas catastróficas, aunque esto no suele ser cierto para los eventos perturbadores que no están seguidos por la colonización previa de especies “simples”.

Por lo tanto, algunas sucesiones secundarias no implican una sucesión primaria previa y el estudio de estas es muy importante para la comprensión de muchas dinámicas ecosistémicas.

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Características de la sucesión secundaria

Las sucesiones secundarias son las responsables de la mayor parte de los cambios ecológicos en un ecosistema, pues muchas comunidades biológicas están permanentemente en un estado de sucesión secundaria, ya que se trata del reemplazo de una comunidad establecida por diferentes conjuntos de animales y plantas.

– Es un proceso gradual por medio del cual una comunidad busca alcanzar su “clímax”, es decir, su situación más estable

– Pueden ocurrir con o sin la existencia previa de un disturbio natural o artificial del ecosistema

– En los casos donde se dan dichas perturbaciones, las sucesiones secundarias ocurren en una estricta dependencia con la severidad de estas

– También dependen del tipo y la frecuencia del disturbio que enfrenta un ecosistema, además de algunos factores abióticos y bióticos

– Son procesos más rápidos que las sucesiones primarias, pues no ameritan de la deposición de suelo o nutrientes orgánicos en el sustrato, sino directamente de la colonización de nuevas especies, bien sea por dispersión de esporas, huevos o semillas, etc.

– El establecimiento de una especie y no de otra depende tanto de las limitaciones de dispersión inherentes a estas como del estado nutricional de los sustratos. Es decir, que la composición de las especies en una comunidad que se establece por sucesión secundaria siempre depende del tipo de ambiente de que se trate

– El ensamblaje de las nuevas comunidades depende, a su vez, del tamaño del hábitat

– Algunos autores consideran que las sucesiones secundarias son el resultado de competencias interespecíficas entre las especies “pioneras” y las especies “tardías”

– Las etapas de una sucesión secundaria son similares a las de una sucesión primaria, pues en esta también se da que una especie “pionera” coloniza el nuevo ambiente y aporta una “base” a partir de la cual puede formarse la nueva comunidad.

– Generalmente, los insectos y las gramíneas de los ecosistemas adyacentes son los primeros en colonizar el área “despejada”

– Estas primeras especies son reemplazadas por animales y plantas con necesidades y hábitos más complejos y esto sucederá tantas veces como sea necesario para que la composición de especies se “estabilice”, siempre y cuando el área no vuelva a ser perturbada

Ejemplos de sucesiones secundarias

Algunos autores consideran que las sucesiones secundarias corresponden a los eventos por los cuales un ecosistema se “revive a sí mismo” después de que una porción de este ha sido destruida, bien sea por un evento natural o artificial (provocado por el hombre).

Ejemplos de eventos de sucesión secundaria podrían incluir:

La renovación de un bosque después de un incendio, siempre y cuando el incendio no destruya el ecosistema de tal modo que no quede rastro de vida alguno

Esta sucesión se da gracias a que muchas semillas y raíces de los árboles de un bosque quedan sobre el suelo o enterradas en este y, una vez que el disturbio se detiene (cesa), estas pueden germinar y crecer, haciendo que el ecosistema eventualmente vuelva a su estado inicial.

Las plantas que así se regeneran tienen mejores probabilidades de sobrevivir, pues inicialmente no compiten con otras plantas, ni por recursos ni por exposición a los rayos del sol.

El asentamiento de formas de vida más complejas después de una sucesión primaria

Cuando un ecosistema sufre algún tipo de perturbación catastrófica, es decir, cuando todos los seres vivos de un ecosistema son eliminados por algún evento natural o artificial de gran magnitud, inicialmente ocurre una sucesión primaria.

Las sucesiones primarias consisten en el asentamiento de especies con pocos requerimientos ecológicos, usualmente microorganismos autótrofos, hongos, algas y musgos. Estas especies suelen “preparar” el sustrato para especies un poco más complejas, como gramíneas, helechos, insectos y otros invertebrados.

La presencia de tales formas de vida “primarias” acondiciona aún más el sustrato del ecosistema, permitiendo la colonización de especies pioneras secundarias, con requerimientos y comportamientos mucho más complejos.

Estas especies suelen ser arbustos y árboles de tamaño mediano (eventualmente de gran tamaño), mamíferos pequeños y una gran gama de diferentes animales. Tienen una destacada participación los polinizadores y dispersores de semillas como las aves y una enorme cantidad de insectos.

Muchos ecólogos consideran que las sucesiones secundarias consisten en la “restauración” de un ecosistema a la forma más parecida de lo que fue el ecosistema antes del disturbio y esto supone distintas escalas temporales para cada sitio en particular.

Renovación de un ecosistema después de una enfermedad

Una sucesión secundaria también puede darse en el contexto de una enfermedad. En este sentido, podemos considerar un ecosistema vegetal en el cual una comunidad de plantas es afectada por un patógeno bacteriano o viral, por ejemplo.

Los efectos negativos de una enfermedad pueden provocar la muerte total o parcial de los miembros de la comunidad, pero no siempre implican la destrucción del suelo o de las raíces. 

Por tanto, el crecimiento ulterior de las plantas que murieron sea por germinación de sus semillas o por activación de sus raíces, puede significar un evento de sucesión secundaria.

Referencias

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