Geografía

Geografía histórica: qué estudia, historia y metodología


La geografía histórica es una rama de las ciencias sociales que se encarga del estudio de las modificaciones del terreno, asociadas al hombre y su interacción en el pasado. Se vale de herramientas como mapas antiguos, diarios y crónicas de viajes.

Para muchos, no se puede considerar totalmente una ciencia geográfica ni tampoco histórica en sí misma. En todo caso, la geografía histórica utiliza metodologías comunes a ambas disciplinas. Por un lado el estudio topográfico y por el otro la recolección de testimonios históricos.

A partir del estudio de los paisajes naturales y culturales, la geografía analiza cómo se distribuyeron las primeras poblaciones. Algunos de los elementos que considera son la forma en la que se dieron los asentamientos, cómo se modificó el espacio o qué estructuras o rutas comerciales se desarrollaron.

Contrariamente a ciencias como la psicología o la medicina, la geografía histórica tiene como objeto de estudio los grandes grupos sociales y no al individuo. La modificación del entorno y los procesos culturales implicados, son fundamentales.

La geografía histórica logra diferenciar dos grandes variantes en su campo de estudio:

– La relación del hombre y el clima: sequías, diluvios, terremotos, pueden implicar la extinción total o parcial de especies animales y vegetales. Estos cambios drásticos influyen en las formas de organización y supervivencia de una sociedad.

– La acción del hombre sobre los elementos: deforestaciones, matanzas, pestes. Los efectos de la interacción humana con el medio ambiente, se estudia a través de los movimientos migratorios y el impacto de su actividad sobre el medio ambiente.

Índice del artículo

Breve historia

– Época Antigua

Las primeras nociones de geografía histórica se remiten a la Edad Antigua, más precisamente a la Antigua Grecia. Desde el momento en que se inventó la escritura hasta los inicios del siglo V a.C, los griegos le dedicaron especial importancia al “estudio de la Tierra”. De hecho, la palabra en sí remite a este concepto: Geo (Tierra), grafía/graphos (descripción).

Aunque los egipcios y los mesopotámicos también se dedicaron a esta disciplina, fueron los griegos quienes hicieron los avances más importantes. Figuras como Tales de Mileto, Eratóstenes o Ptolomeo, continúan siendo relevantes hasta el día de hoy.

Tales de Mileto enfocó parte de su obra al estudio de la naturaleza, fundamentalmente a los solsticios y equinoccios. Mientras, Ptolomeo fue el primero en postular que el planeta era redondo y proponer que la Tierra era el centro del universo.

Desde este momento hasta entrada la Edad Moderna, la geografía era un estudio meramente descriptivo. Se encargaba de enumerar y diferenciar paisajes y accidentes (golfos, acantilados, costas, etc.)

– Edad Moderna

Primera etapa

Durante esta era es posible diferenciar dos grandes momentos que cambiarían el curso de la geografía histórica:

– Desarrollo de la teoría heliocéntrica: tuvo lugar durante los siglos XVI y XVII y fue propuesta por Nicolás Copérnico, quien sostenía que los planetas giraban alrededor del sol.

– Descubrimiento de América: la llegada de los europeos a “las Indias” obligó modificar por completo todos los mapas y obligó a un nuevo entendimiento sobre cómo era el planeta Tierra.

En este tiempo también surgen ramas dentro de la geografía, corrientes de estudio bien diferenciadas:

– La geografía como el estudio de los mapas, donde el análisis y desarrollo cartográfico continuaba con la herencia griega.

– La geografía general, encargada del estudio de espacios territoriales específicos y áreas concretas.

– La geografía general o “sistemática” que estudia la superficie terrestre en su conjunto. Esta se divide en geografía física (estudia el clima y el tiempo) y humana (de aquí surge la geografía histórica).

– Segunda etapa

Ya entrado el siglo XVIII surgiría la figura de Alexander Von Humboldt, geógrafo que se encargó del estudio de vastas regiones de Latinoamérica con gran precisión y dedicación. Sus descubrimientos y teorías le valieron el título de “descubridor científico de América” y su obra Cosmos es considerada la madre de la geografía moderna.

Por su parte, Friedrich Ratzel fue el primero en estudiar la relación entre los humanos y el espacio habitado. Fuertemente influenciado por las ideas darwinistas y el positivismo, es entendido hoy en día como el fundador de la geografía histórica.

Durante el siglo XIX y en Alemania, la geografía cobraría gran importancia. Tanta que durante este siglo se institucionaliza y comienza a estudiarse en ambientes universitarios. Al poco tiempo, otros países de Europa como Inglaterra o Francia, seguirían el mismo camino.

Finalmente y en las primeras décadas del siglo XX, el francés Lucien Febvre inauguró formalmente lo que hoy se conoce como geografía histórica/humana. En su libro “La tierra y la evolución humana”, se encargó de estudiar y argumentar acerca de cómo el medio físico condiciona el desarrollo de las civilizaciones.

Conceptos y metodología de trabajo

Con el fin de poder analizar y comprender la interacción del hombre con el medio, cómo nacen o mueren algunas civilizaciones, la geografía histórica se enfoca en dos aspectos:

– Archivos geográficos. Considerado el primer paso para iniciar una investigación. Consiste en recabar información referida a antiguos mapas, rutas, bitácoras de viaje y testimonios (sobre todo escritos).

– Trabajo de campo. Considerada la segunda instancia de la investigación. Consiste en la recolección y estudio de objetos de una civilización, con el fin de comprender sus hábitos y cultura.

Ambos pasos están interrelacionados, ya que no puede existir uno sin el otro. De hecho, como parte de las investigaciones, es obligatorio realizar el trabajo de campo utilizando la cartografía antigua. Es decir, visitar en el presente los sitios mencionados en el pasado.

Por su parte, el trabajo de campo implica, en líneas generales, el estudio de específico de:

– Tipos de estructuras: ya sean casas, sitios rituales, religiosos, mortuorios, etc.

– Planos de aldeas y antiguos asentamientos: comúnmente recolectados en manuscritos o mapas del pasado.

– Patrones de campo utilizados: la forma de organizar los espacios a menudo explica también la organización social.

– Estudio de flora y fauna: si hubiera o no animales domesticables o plantas comestibles, define la naturaleza de una sociedad determinada.

– Presencia de minas o árboles talados: estos sirven para entender la forma de explotación de los recursos naturales.

– Existencia de estructuras de transporte: ya sea de rutas que se puedan recorrer a pie o carruajes, o para mover grandes volúmenes de agua.

Referencias 

  1. Sauer, C. O. (2004). Introducción a la geografía histórica.
  2. Buitrago Bermúdez, O., & Martínez Toro, P. M. (s.f.). Geografía histórica: por la genética del espacio.
  3. , J. (2014). Key Concepts in Historical Geography.
  4. Sameni Keivani, F., & Jalali, L. (2013). An Investigation of Historical Geography.
  5. Van Ausdal, S. (2006). Half a Century of Historical Geography in North America.