Historia

Edad del Bronce: características, periodos, herramientas e inventos


La Edad del Bronce es uno de los periodos en los que ha sido dividida la prehistoria del ser humano y forma parte de la llamada Edad de los Metales. Su principal característica fue el uso del material que le da nombre, el bronce, que permitió a los habitantes de la época fabricar mejores herramientas.

La historiografía clásica ha dividido el estudio de este periodo en tres etapas diferentes: el Bronce antiguo, el medio y el final. Sin embargo, dado que el uso del bronce no fue uniforme en todo el planeta, la cronología de este periodo varía dependiendo del área geográfica.

Durante la Edad del Bronce aparecieron los primeros Estados. Los más antiguos se organizaron en el llamado Creciente fértil, en el Próximo oriente. Otra zona en la que el ser humano desarrolló civilizaciones importantes fueron la península ibérica, el área del mar Egeo y Egipto.

La sociedad de la época empezó a diferenciarse en clases sociales. La mejora de las armas, gracias al uso del bronce, dio mucha importancia a los guerreros, además de permitir que los pueblos mejor armados conquistaran a los menos avanzados. Por otra parte, también se potenció el comercio y la artesanía.

Índice del artículo

Características de la Edad del Bronce

El comienzo de la Edad del Bronce se produjo cuando el ser humano aprendió a fundir el estaño y el cobre y a trabajar con la aleación resultante: el bronce.

Durante esta etapa aparecieron las primeras civilizaciones y, en consecuencia, la división entre clases sociales. Una vez abandonado el nomadismo y aprendido a dominar la agricultura y la ganadería, los asentamientos empezaron a tener una estructura más compleja y las ciudades crecieron y empezaron a fortificarse.

Surgimiento de los Estados

Como se ha señalado, el ser humano había abandonado su modo de vida nómada durante los periodos anteriores. Poco a poco, los asentamientos empezaron a crecer en tamaño y complejidad.

La evolución de estos asentamientos hacia la creación de Estados comenzó en Sumeria, una región del llamado Creciente fértil pionera en el uso del bronce. Su desarrollo, tanto económico como cultural, hizo que las ciudades empezaran a crecer hasta convertirse en auténticas ciudades Estados. Con el tiempo, estas fueron uniéndose hasta formar imperios.

Otro de los lugares en los que pronto aparecieron organizaciones políticas y sociales complejas fue Egipto. La Edad del bronce comenzó en la zona sobre el 3100 a.C, cuando se unificaron el Bajo y el Alto Egipto formando un gobierno único.

Aparte de las ya señaladas, la Edad del Bronce también estuvo marcada por la aparición de la civilización hitita, en la Anatolia, la micénica, en Grecia, la asiria o la mesopotámica.

Un acontecimiento importante se produjo a principios del II Milenio a.C. En esa época, los fenicios, un pueblo de comerciantes, empezaron a enviar sus barcos hacia el oeste del Mediterráneo. Su influencia llegó hasta la península ibérica y existen evidencias de que alcanzaron las islas británicas.

Posición social

Junto con el crecimiento de las ciudades y la aparición de las civilizaciones se produjo el nacimiento de las clases sociales. Aunque estas fueron diferente en cada zona, los guerreros fueron una de las que ganaron más poder, al igual que la formada por los sacerdotes.

Por otra parte, esas primeras civilizaciones solían poseer esclavos, un grupo de población sin ningún tipo de derechos.

Entre ambos extremos, la clase alta y los esclavos, se encontraba otros grupos. Por ejemplo, los artesanos y los metalúrgicos ganaron mucho prestigio, mientras que los campesinos o ganaderos tenían una consideración inferior.

El bronce

La obtención del bronce fue otra de las características más importantes de esta etapa, hasta el punto de darle nombre. Se trata de una aleación obtenida de la mezcla del estaño y el cobre y cuyas propiedades lo hacían un mejor material para fabricar armas.

La búsqueda de estaño, poco frecuente en muchas zonas, obligó a los pueblos de la época a viajar largas distancias. Esta circunstancia fue una de las causas de la creación de redes de intercambio por todo el Mediterráneo y parte del Atlántico.

Economía y comercio

El descubrimiento del bronce también tuvo una importante repercusión en las principales actividades económicas de la época: la caza, la pesca, la agricultura y la ganadería. Todas se vieron favorecidas por la fabricación de mejores herramienta.

Además de por los utensilios de bronce, la agricultura también se vio reforzada por el uso de los molinos de piedra y los graneros. A esto hay que unirle que se empezaron a utilizar caballos para tirar de carros que permitían alcanzar lugares más lejanos para comerciar. Otros artículos que ganaron peso comercial fueron la sal y el vidrio.

También los artesanos participaron en este crecimiento del comercio. Sus vasijas, jarras, cuencos, objetos de decoración y armas eran no solo útiles para los comerciantes, sino que también eran intercambiados por otros productos.

Lenguaje y la comunicación

Esta época fue en la que aparecieron los primeros intentos de crear una comunicación escrita. Al principio se trataban de sistemas muy básicos, pero con el tiempo comenzaron a ganar en complejidad.

Ritos funerarios

La religión cobró mayor importancia durante la Edad de Bronce, como demuestra que los sacerdotes pertenecieran a la parte alta de la pirámide social.

Uno de los ámbitos en los que más se notó esta creciente importancia fue en los rituales funerarios. Estos fueron evolucionando a lo largo del tiempo, ya que al comienzo de la era lo normal eran las tumbas colectivas.

Más adelante, los muertos empezaron a tener un tratamiento diferente de acuerdo a la clase social a la que pertenecieran. Los ajuares funerarios demuestran que los más poderosos eran enterrados dentro de los pueblos, en lugares cargados de simbolismo.

Otra novedad aparecida en muchas zonas fueron los enterramientos en monumentos megalíticos. Por último, también comenzaron a ser frecuentes las incineraciones.

La guerra

Aunque se sabe que ya anteriormente se producían conflictos bélicos, estos se intensificaron durante la Edad del Bronce. Tanto las ciudades-estado como los imperios formaron importantes ejércitos para defender sus tierras o trataban de conquistar otras.

Los avances técnicos fueron uno de los factores más importantes para que estos enfrentamientos fueran más frecuentes. Así, los soldados contaban con armas cortas, jabalinas y arcos. Por otra parte, también se utilizaban carros de guerra tirados por caballos.

Además, en esta época se empezaron a producir asedios a las ciudades que se habían amurallado. Esto provocó que se construyeran máquinas de asedio para poder asaltar las fortificaciones.

Periodos

La Edad del Bronce ha sido dividida en tres periodos diferentes, cada una con características propias. Sin embargo, la cronología de estos periodos varía enormemente según la zona del planeta y cuando comenzaran a trabajar el bronce.

Edad del Bronce antiguo

Con importantes diferencias según la zona del mundo, se considera que esta primera etapa comprendió desde el 1500 al 1200 a.C. Las civilizaciones de este periodo se dedicaban a la caza y a la pesca, aunque con una creciente presencia de la agricultura y la ganadería.

Igualmente, los seres humanos de la época empezaron a comerciar con los productos elaborados por los artesanos, incluidos los de metal. Entre estos últimos destacó el hacha de bronce.

Por último, los pueblos de este periodo solían enterrar a sus muertos en tumbas colectivas, muchas de ellas debajo de las propias viviendas.

Edad de Bronce media

El segundo periodo de la Edad del Bronce se desarrolló entre el 1200 y el 1000 a.C, con las ya mencionadas diferencias regionales.

Las civilizaciones dieron un impulso considerable a su actividad comercial y ampliaron las distancias recorridas. Estos viajes también servían para buscar metal, especialmente el codiciado estaño.

Los ejércitos se hicieron más poderosos gracias a la elaboración de nuevas armas metálicas. Algunas de estas, confeccionadas con bronce, fueron las espadas, los cuchillos y las dagas.

Las ciudades, por último, ganaron en complejidad y empezaron a construirse edificios en el interior de los asentamientos.

Edad de Bronce tardía o final

La última etapa de la Edad del Bronce se prolongó hasta el 900 a.C, cuando dio paso a la Edad del Hierro. Fue en este periodo cuando aparecieron las primeras grandes civilizaciones, con estructuras sociales, económicas y militares mucho más complejas. Estos pueblos se convirtieron en auténticos imperios que, con el tiempo, dominaron grandes extensiones de terreno.

En el ámbito económico, estas civilizaciones aprovecharon el potencial otorgado por la elaboración de nuevas armas, de la extensión en el uso del molino de piedra y de la construcción de graneros. Además, los comerciantes empezaron a vender artículos como la sal y el vidrio.

Uno de los aspectos más característicos de este periodo fue la construcción de murallas defensivas en los asentamientos. La mejora en el equipamiento de los ejércitos provocó que las ciudades buscaran mejores formas de defenderse.

Ya a finales de la Edad del Bronce se produjeron migraciones masivas en algunas zonas. Algunos imperios desaparecieron y fueron sustituidos por otros. Igualmente, se desarrollaron nuevas culturas, como la celta, cuya importancia fue creciendo durante la Edad del Hierro.

Herramientas e inventos

La Edad del Bronce trajo consigo la mejora de muchas herramientas y el invento de otras. Además de las relacionadas con las labores agrícolas, destacó la elaboración de armas. Estas aumentaron su eficacia y resistencia y se convirtieron en un factor muy importante para la creación de los imperios.

A pesar de la importancia del bronce y del resto de los metales, su utilización no significó que antiguos materiales, como la piedra o el hueso, dejaran de ser comunes. En un primer momento, el metal se reservó para elaborar objetos de lujo o que estuvieran destinados a las clases altas. La excepción, como se ha señalado, eran las armas.

Herramientas agrícolas

El descubrimiento de cómo producir bronce supuso que las herramientas dedicadas a la agricultura mejoraran de manera notable. La mayor resistencia del nuevo material fue determinante para que la producción aumentara y, por lo tanto, para que empezaran a producirse excedentes que pudieron ser destinados al comercio.

Armas de guerra

Como se ha señalado, el bronce era un material mucho más adecuado para la fabricación de armas, aunque esta industria alcanzó su mayor desarrolló durante la siguiente etapa, la del hierro.

Durante la Edad del Bronce, no obstante, el ser humano perfeccionó sus armas al incluir el metal en su elaboración. El hacha de bronce o las espadas se convirtieron en factores decisivos a la hora de emprender conquistas sobre pueblos que no habían descubierto aún cómo trabajar ese metal.

Otro elemento que apareció en este periodo fue la coraza. Este elemento defensivo estaba elaborado con escamas metálicas y eran usados tanto por los soldados como por los caballos.

Carros de guerra

Mención aparte merece el uso de los carros de guerra. Estos estaban tirados por caballos y se convirtieron en elementos fundamentales en las batallas. Así, durante los enfrentamientos, era frecuente que los carros cargaran contra la infantería o contra otros carros.

Este no era el único uso de los carros de guerra. También eran usados como plataforma portátil para lanzar flechas y como medio para capturar a los soldados enemigos que trataban de huir.

Productos domésticos

Los artesanos fueron uno de los grupos que ganaron prestigio durante esta etapa. Sus elaboraciones ganaron en calidad y empezaron a ser usadas de manera habitual en las casas.

Hasta ese momento, la labor artesanal había estado muy ligada a los elementos ornamentales, pero en este periodo se hicieron más comunes artículos como las vasijas y los jarrones. Los artesanos, además, empezaron a comerciar con sus creaciones, algo que repercutió en el fortalecimiento del comercio.

Medios de transporte

La necesidad de buscar estaño en otras tierras y el crecimiento de la actividad comercial provocaron que aparecieran nuevos medios de transporte. El más destacado fue el carro tirado por caballos, seguido por la mejora del transporte marítimo.

Edad del Bronce en Europa

Los expertos no han alcanzado un consenso sobre la cronología de la Edad del Bronce en Europa. En general, se señala que dio comienzo sobre finales del III milenio a. C. y que finalizó sobre el siglo VIII a. C.

Esta etapa no fue homogénea en todo el continente, ya que se desarrolló de manera diferente en la zona del mar Egeo y en el resto de Europa.

Edad de Bronce en el Egeo

En la zona del mar Egeo, la Edad del Bronce tuvo tres focos importantes: las islas Cícladas, donde se desarrolló el Cicládico, la Grecia continental, con el Heládico, y el Minoico de Creta.

A pesar de esas diferencias, los distintos pueblos del Egeo ya habían desarrollado relaciones comerciales y culturales durante la Edad del Cobre. Esto se vio potenciado gracias a los avances en la navegación, que permitieron la colonización de islas hasta entonces deshabitadas.

La riqueza creada con el comercio desembocó en la aparición de clases sociales adineradas, que pronto acapararon el poder político. El resultado fue la creación de ciudades-estado que extendieron sus dominios a las zonas rurales cercanas.

Una serie de incendios destruyeron bastantes de los asentamientos creados sobre el 2500 a. C. Solo Creta logró mantenerse a salvo de la decadencia posterior y aprovechó para adquirir poder sobre los pueblos cicládicos y continentales.

En el Bronce Medio, los minoicos cretenses desarrollaron su civilización de manera espectacular. Su dominio de los mares convirtió su civilización en una talasocracia y sus rutas comerciales alcanzaron todo el Próximo Oriente y Egipto. Fue entonces también cuando mejoraron su sistema de escritura.

Este esplendor duró hasta el 1450 a. C. cuando los asentamientos cretenses fueron destruidos y abandonados. La civilización minoica fue sustituida por la micénica.

La llegada de esa nueva civilización supuso el paso a la Edad de Bronce tardía, con base en la Grecia continental. Los micénicos eran un pueblo guerrero y fortificaron sus ciudades. Esto provocó la aparición de una clase social dominante formada por los guerreros. En el 1200 a. C. la civilización micénica desapareció bruscamente.

Edad del Bronce en la península ibérica

El final de la Edad del Cobre había supuesto una enorme crisis en los pueblos de la península ibérica. Algunas de las culturas más importantes, como la de los Millares, quedaron destruidas y la población disminuyó.

A principios de la Edad de Bronce se desarrolló en el sur peninsular la cultura argárica, una de las más importantes del continente. Su sociedad estaba fuertemente especializada, lo que provocó diferencias notables entre las distintas clases. Destacaron, entre otras cosas, por su producción metalúrgica.

A esta cultura se debe la creación de uno de los objetos más característicos de la Edad del Bronce en esa zona de Europa: el vaso campaniforme. Este era un artículo de lujo que se usaba en los rituales funerarios.

La cultura de Argar comenzó a decaer a partir del 1650 a. C. Las causas fueron el descenso en las cosechas y algunos conflictos sociales. La decadencia final llegó sobre el 1500 a. C.

Con la desaparición de esta cultura y la de Las Motillas, ligada a la anterior pero más al norte, apareció una nueva civilización, Las Cogotas. En este caso se trataba de un pueblo ganadero que fue extendiéndose por toda la meseta.

Edad del Bronce en el resto de Europa

La aleación que dio lugar al bronce tardó en ser conocida en el resto de Europa. En el continente, la principal actividad a comienzos de la Edad del Bronce era la agricultura, cuya producción creció gracias al uso del carro y el arado. Esto provocó que el comercio adquiriera más importancia.

En Europa central el bronce no llegó hasta el año 1800 a. C, aproximadamente. En esa zona aparecieron dos culturas importantes: la Unetice y la Otomani. Los primeros se ubicaron en la actual Alemania, parte de Polonia y la República Checa y comerciaron con los nórdicos y con los micénicos.

Por su parte, los segundos residían en los Balcanes y lograron adquirir una gran maestría en la manejo de los caballos. Estos pueblos eran muy belicosos y desarrollaron una importante industria armamentística.

En las islas británicas también aparecieron grupos culturales importantes, como los de Wessex. Entre sus logros se encuentran la construcción de monumentos megalíticos y la creación de rutas comerciales que cubrían todo el continente.

Edad del Bronce en África

Dentro de la periodización de la prehistoria se considera que África apenas vivió la Edad del Bronce. La excepción fue Egipto, una de las grandes civilizaciones de la época.

Egipto

El bronce apareció en el Antiguo Egipto durante el llamado periodo Protodinástico, sobre el 3150 a. C. Sin embargo, la piedra continuó siendo la materia prima más utilizada, sobre todo por la escasez de los metales necesarios para obtener la aleación.

En el 3100 a. C, el Alto y el Bajo Egipto se unificaron y se inició la Época Tinita. Durante esta la capital pasó a estar ubicada en Menfis y se empezó a desarrollar la administración. En el ámbito de la cultura, está periodo es denominado como Naqada III.

Durante esta época, los egipcios empezaron a utilizar los jeroglíficos como sistema de escritura. Igualmente, se desarrolló la navegación a vela y aparecieron las primeras narraciones gráficas.

Resto de África

En el resto del norte de África, el denominado Magreb, se produjo alguna influencia procedente de los pueblos del sur de Europa. Así, los arqueólogos han encontrado en Marruecos objetos característicos de la península ibérica, como vasos campaniformes. Sin embargo, en la zona no se empezó a trabajar el bronce hasta la llegada de los fenicios, sobre el 1100 a. C.

Como se ha señalado, el resto del continente continuó llevando un estilo de vida igual al del Neolítico. Esto duró hasta que comenzaron a trabajar el hierro, sin pasar antes por la Edad del Bronce.

Edad del Bronce en Asia

Aunque el continente asiático sí pasó por la Edad del Bronce, esta no se desarrolló por igual en todo su territorio. Las diferencias entre Mesopotamia y el Próximo Oriente, lugares en los que nacieron poderosos imperios, con el resto son muy importantes.

En este sentido, una de las teorías más seguidas afirma que el bronce fue descubierto en Sumeria, a finales del IV milenio a. C. Esta zona había sido también la cuna de la agricultura y sería donde aparecerían los primeros sistemas de comunicación escrita. Además, fue un centro científico importante y, por último, el lugar donde se elaborarían los primeros códigos legales.

Mesopotamia

Como se ha apuntado, Sumeria está considerada como la zona del planeta en la que surgió la civilización. Su desarrolló provocó que aparecieran los primeros gobiernos centralizados y su sociedad se jerarquizó rápidamente. Estas primeras ciudades, en las que los guerreros gozaban de gran reconocimiento, fueron conquistando territorios hasta convertirse en imperios.

A diferencia de lo que ocurrió en Europa, las ciudades mesopotámicas albergaban una gran cantidad de población para la época. En la cima de su gobierno solía estar un rey-sacerdote, dueño de todas las tierras. Así, el templo era el centro de poder principal, ya que albergaba al poder religioso, al económico y al político.

Uno de los hallazgos que permitió el avance de estas ciudades fue la escritura. Esta herramienta permitía planificar a largo plazo, ya fueran obras o acontecimientos.

La primera gran ciudad dominante en la zona fue Uruk. En ella se habían levantado varios templos y sus habitantes utilizaban elementos como el arado, la rueda o la navegación.

Más adelante, ya en un periodo en el que se habían formado gobiernos que cubrían más territorios, la potencia dominante fue el Imperio acadio. Este, a su vez, fue reemplazado por los propios sumerios, que lograron recuperar su esplendor durante algún tiempo.

Mención aparte merece la siguiente potencia de Mesopotamia: Babilonia. Su momento de mayor poder se produjo en el siglo XVIII a. C., bajo el gobierno del rey Hammurabi. Este monarca logró, por la fuerza y por la diplomacia, dominar toda la región mesopotámica. Para administrar ese territorio promulgó un importante cuerpo legislativo, el Código de Hammurabi.

Próximo Oriente

La zona de Oriente Próximo aprovechó las rutas comerciales con Mesopotamia para desarrollarse económica y socialmente. Sus primeras ciudades-estado importantes fueron Ebla y Ugarit, importantes centros mercantiles.

La primera de ellas, ubicada en Siria, comerció principalmente con los mesopotámicos. El final de su influencia llegó cuando los acadios la destruyeron en el siglo XXIII a. C., aunque logró recuperarse un poco durante los siglos XIX y XVII a. C.

Ugarit, por su parte, mantuvo contactos con Egipto a partir del 1956 a. C. SE trataba de una ciudad con un puerto comercial, lo que le permitió establecer relaciones mercantiles con Anatolia, el propio Egipto, Siria y Chipre.

El primer imperio importante surgió en el siglo XVIII, el hitita, con capital en Hattusa. Durante su época de esplendor, sobre el siglo XIV a. C., este imperio dominó todo el centro de la península de Anatolia (actual Turquía), el sur de Siria y la alta Mesopotamia.

La salida al mar Mediterráneo fue fundamental para los imperios y ciudades de la época establecieran rutas de comunicación y comercio. Para sacarle el mayor partido, los pueblos de la zona mejoraron las técnicas de construcción de barcos. En ellos transportaban sus excedentes agrícolas, herramientas y armas.

Asia del sur y oriental

En el otro extremo de Asia, en el valle del Indo, surgieron también algunas culturas tras aprender a obtener el bronce. Harappa y otras ciudades similares se caracterizaron por los avances logrados en la metalurgia y su dominio en la fundición del plomo, el cobre y el estaño.

Los expertos no han llegado a un acuerdo sobre cuándo comenzó la Edad de Bronce en China. Según los hallazgos, los primeros usos de ese metal se produjeron a mitad del II milenio a.C., aunque una corriente historiografía afirma que fue antes de esa fecha.

En lo que sí existe consenso es en que el bronce se convirtió en un material de gran importancia en la región. Además, se sabe que su descubrimiento se realizó en la zona y no se debió a influencias exteriores.

Otras zonas asiáticas, como la actual Tailandia o en Corea, también utilizaron el bronce para elaborar herramientas. En el primer caso se han descubierto restos datados en el 2100 a.C., mientras que en el segundo el uso del bronce comenzó unos mil años más tarde.

Por último, Japón empezó a trabajar el bronce y el hierro al mismo tiempo, ya en la segunda mitad del I milenio A. C. En este caso, parece que los conocimientos para practicar la metalurgia llegaron desde Corea.

Edad del Bronce en América precolombina

Al contrario que en otras partes del planeta, la metalurgia no tuvo en América la misma importancia como elemento de desarrollo de los pueblos. Las fechas de su introducción en el continente están, asimismo, en cuestión, ya que no existe consenso científico.

De acuerdo a algunos expertos, el cobre arsenical comenzó a utilizarse durante el Horizonte Medio andino. Según esta tesis, la cultura Tiahuanaco habría sido la que más utilizó una aleación parecida al bronce, primero, y después el propio bronce auténtico, sobre el 800 d. C.

Sin embargo, otros autores no están de acuerdo con esa datación. Esta corriente científica afirma que el uso del cobre arsenicado no comenzó hasta un siglo después, en la época Chimú. Para estos, fueron los Incas los que empezaron a trabajar de manera habitual con el bronce.

Un hallazgo interesante se dio en el oeste de México. Allí aparecieron algunos objetos elaborados con bronce, lo que puede significar que existió contacto con los pueblos andinos.

Cultura Tiahuanaco

Como se ha señalado, algunos autores consideran que la cultura Tiahuanaco fue la primera en trabajar el bronce en la América precolombina. Este pueblo habitó la zona hoy ocupada por Bolivia, Argentina, Perú y Chile durante los años 1580 a. C. y el 1187 d. C.

Tiahuanaco estableció una serie de rutas de intercambio con otros pueblos del altiplano y del valle. Igualmente, también mantuvieron relaciones comerciales con el sur de Perú y con Cochabamba.

Su base económica era la ganadería y la agricultura y su sociedad estaba estratificada. Así, las clases más bajas, como los jornaleros, eran sirvientes de las más altas.

A pesar de que desarrollaron actividades metalúrgicas, la importancia de esta era bastante menor que, por ejemplo, la ganadería o la guerra. Sus materiales más utilizados fueron el oro y la plata, materiales con los que fabricaban adornos. Otros metales, como el cobre o el bronce, eran dedicados a la elaboración de herramientas y armas.

Referencias

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