Botrytis: características, tipos, síntomas, control
Botrytis es un género de hongos fitopatógenos imperfectos que pertenecen a la familia Sclerotinicaeae de la división Ascomycota. Se desarrollan en ambientes de clima suave y húmedo, siendo el agente causal de la enfermedad conocida como moho gris o podredumbre gris.
Se trata de un grupo de hongos con micelio tabicado, ramificado y septado, que producen ascosporas endógenas capaces de infectar numerosos cultivos de importancia económica. El micelio de color gris-oscuro de consistencia esponjosa sobre los tejidos dañados es una característica particular de este grupo de hongos.
Las heridas son la puerta de entrada de sus esporas, una vez en el interior del huésped provoca la pudrición de raíces, tallos, hojas, flores, frutos, bulbos o tubérculos. Se considera un hongo necrotrófico, ya que presenta una fase parásita y otra saprófita, ya que tras matar el huésped sigue alimentándose de sus restos.
Su presencia es habitual en invernaderos o casas de cultivo, donde se producen hortalizas o frutales bajo condiciones controladas, incluso flores y plantas ornamentales. Entre los principales cultivos que infecta destacan hortalizas (alcachofa, calabaza, lechuga, tomate, pimentón), frutales (cítricos, fresa, vid), y ornamentales (claveles, geranios, girasol, rosa, tulipanes).
Índice del artículo
- 1 Características generales
- 2 Taxonomía
- 3 Tipos (clasificación)
- 4 Síntomas
- 5 Plantas afectadas
- 6 Control
- 7 Referencias
El micelio es la parte vegetativa del hongo, está constituida por filamentos pluricelulares, cilíndricos y tabicados de crecimiento apical, conocidos como hifas. El género Botrytis se caracteriza por la producción de un gran número de esporas asexuales o conidios ovalados que se sitúan en el extremo de los conidióforos.
Los conidióforos de color grisáceo, se originan a partir del micelio, aunque bajo ciertas circunstancias se forman a partir de los esclerocios. Los conidios son las principales estructuras de dispersión y reproducción del hongo, siendo una estructura que puede sobrevivir en condiciones adversos.
Los conidios se adhieren a la superficie vegetal, mantienen su capacidad infectiva y viabilidad durante el crecimiento del cultivo hasta que penetran el huésped a través de una herida. Una vez instalados generan una pequeña vesícula de la que surgen las fiálides en cuyo extremo se producen los microconidios.
Las clamidosporas se forman tras la transformación del micelio y se liberan al disgregarse las hifas. Son de aspecto hialino y presentan una gran variabilidad en cuanto a forma y tamaño, aparecen sobre tejidos envejecidos o cultivos contaminados.
Durante el invierno se forman pequeños nódulos de consistencia firme, conocidos como esclerocios, estas son estructuras de resistencia que se mantienen en hibernación. Se trata de estructuras pluricelulares de forma plano-convexa de 1-15 mm de largo por 1,5 mm de ancho que se forman en los cultivos descompuestos.
Las especies del género Botrytis presentan una gran actividad incluso en ambientes con temperaturas inferiores a los 12 ºC. Por lo general, causan grandes pérdidas económicas en cultivos almacenados durante un período de tiempo prolongado bajo condiciones de refrigeración.
Las esporas no penetran directamente los tejidos del cultivo, lo hacen a través de heridas ocasionadas por picaduras de insectos, granizadas o podas. Por este motivo, se debe prestar especial cuidado durante la cosecha, ya que una vez que penetra el hongo es difícil erradicarlo.
– Reino: Fungi
– División: Ascomycota
– Subdivisión: Pezizomycotina
– Clase: Leotiomycetes
– Orden: Helotiales
– Familia: Sclerotinicaeae
– Género: Botrytis
– Botrytis allii: patógeno vegetal que causa la podredumbre del cuello en las cebollas almacenadas.
– Botrytis cinerea o Botryotinia fuckeliana: especie que afecta cultivos hortícolas y frutales como cítricos o viñedos.
– Botryotinia convoluta: especie de Botrytis que afectan los rizomas de especies ornamentales del género Iris.
– Botrytis fabae: especie causante de la mancha chocolate en cultivos de habas (Vicia faba).
– Botryotinia polyblastis: patógeno fúngico que ataca plantas ornamentales del género Narcissus.
Los hongos pertenecientes al género Botrytis se pueden desarrollar de dos formas diferentes. De allí, que se consideran dos tipos de patologías diferentes:
Es la enfermedad que se desarrolla dentro del huésped, por lo que se considera de difícil erradicación una vez instalada. Por lo general, ocasiona la pudrición de los tejidos internos de la planta, los síntomas son difíciles de detectar y se manifiestan cuando la enfermedad esta muy avanzada.
La infección se realiza desde el exterior hacia al interior, siendo más frecuente en los frutos maduros que en los frutos tiernos. Es más fácil de detectar o erradicar, ya que los síntomas se pueden detectar a simple vista, antes que invadan los tejidos internos.
Los primeros síntomas se manifiestan como manchas oscuras sobre hojas y flores, podredumbre de los frutos y tejidos necrosados en bulbos o productos almacenados. El hongo ocasiona la pudrición de los tejidos del órgano afectado y el decaimiento progresivo del huésped hasta provocar la muerte de la planta.
La especie Botrytis cinerea es el agente causal de la podredumbre gris en cultivos de vid, ocasionando que las uvas se resequen. Estos síntomas disminuyen el contenido de azúcares e incrementa los elementos sólidos, lo que afecta sustancialmente la calidad vitivinícola del cultivo.
Suele desarrollarse en ambientes con temperatura media y alta humedad relativa, siendo mayor su incidencia en épocas de lluvia o cuando la planta permanece mojada por largo tiempo. Además, si el cultivo presenta algún tipo de herida en tallos, hojas o flores, la presencia del patógeno será ineludible.
Los síntomas se pueden observar a simple vista, ya que se presentan manchas y pudriciones acuosas de los tejidos afectados. Con el tiempo, la superficie afectada se cubre de un moho gris, el micelio del hongo, ocasionalmente la planta puede morir.
La presencia de Botrytis sobre frutas blandas, como tomate, pimentón, fresa, calabaza o pepino, incluso en flores de corte, afecta sustancialmente la calidad comercial del cultivo. Su incidencia se ve favorecida por un mal manejo del cultivo, ya sean podas mal realizadas o un mal corte durante la cosecha.
Cuando el hongo afecta un fruto como tomate o fresa, debe ser desechado inmediatamente, ya que no se consideran aptos para consumo humando. La mejor prevención es mantener los cultivos bien ventilados, de esta forma se evita que la humedad permanezca mucho tiempo sobre el follaje.
– Utilizar la densidad de siembra adecuada para cada cultivo, evitando los cultivos demasiado densos.
– Bajo condiciones de invernadero controlar la aireación, calefacción y frecuencia de riego.
– Eliminar las plantas afectadas una vez sean detectadas.
– Usar geles cicatrizantes cuando se realiza algún tipo de poda en el cultivo.
– Utilizar semillas certificadas.
– Aplicaciones foliares con el hongo Trichoderma harzianum en caso de detectar el patógeno, además se puede emplear como desinfectante para las semillas.
– El empleo de hongos del género Mucor, como M. corymbilfer, M. mucedo, M. pusillus o M. racemosus, ha reportado buenos resultados en el control de Botrytis durante las primeras fases de infestación.
La aplicación de fungicidas para el control de Botrytis, muchas veces a resultado poco efectiva una vez instalado en el cultivo. Sin embargo, es recomendable la aplicación de fungicidas a base de Iprodiona 50% (P/V), Vinclozolina 50% (WP) o Procimidona 50% (WP) junto a un fungicida de amplio espectro.
De igual forma, es aconsejable realizar tratamientos preventivos antes de iniciar la floración y colocar pastas fúngicas sobre los tejidos ennegrecidos. No obstante, todo tratamiento químico debe ir acompañado de buenas prácticas de manejo agronómico para disminuir la probabilidad de incidencia de esta enfermedad.
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