Anatomía y fisiología

Anatomía sistemática: historia, qué estudia, técnicas, métodos


La anatomía sistemática es una rama de la anatomía general que se dedica al estudio científico de la estructura y de los sistemas que conforman a los seres vivos. Así mismo, esta disciplina busca denotar el orden de las partes que constituyen un todo, así como también las interrelaciones entre estas.

Para poder llevar a cabo sus investigaciones, la anatomía sistemática debe dividir al cuerpo en distintos aparatos o sistemas con el objetivo de describir a cada una de las partes de forma aislada. Por lo tanto, primero se enfoca en el esqueleto, para luego pasar a los ligamentos y músculos; por último, describe los vasos linfáticos y sanguíneos hasta llegar a las estructuras más pequeñas.

A su vez, la anatomía sistemática se fundamenta en la idea de que existe una “materia biológicamente organizada”, la cual presenta su propia forma, dimensiones y es capaz de replicarse dando origen a entidades de propiedades similares. Es preciso indicar que esta materia está determinada por la expresión coordinada de los grupos de genes.

Es importante destacar que la anatomía sistemática se nutre de otras disciplinas científicas para poder desarrollarse de forma exitosa, como por ejemplo la anatomía microscópica, la anatomía macroscópica y la histología.

Índice del artículo

Historia

Desde los inicios del hombre hasta el siglo VI a. C.

Las representaciones anatómicas realizadas por el hombre de la figura humana, los animales y las plantas son muy antiguas. En las cuevas de Lascaux (Francia) y Altamira (España) hay pinturas rupestres de 14.000 a 17.000 años de antigüedad, donde se muestran animales heridos y se enfatizan las vísceras.

Igualmente, se han hallado antiguas figuras humanas en distintas culturas y regiones como Rusia, Checoslovaquia, América y África. Hasta la fecha, la representación más antigua (35.000 años) es la Venus de Hohle Fels, que fue descubierta en el 2008 en Alemania y consiste en una talla femenina donde se resaltan las mamas y los genitales.

Registros más recientes (10.000 años de antigüedad), hallados en culturas que vivieron en las actuales regiones de Japón, Alemania y América muestran lo que pueden ser considerados como intentos de intervenciones terapéuticas, como trepanaciones craneanas (agujeros craneales).

Curiosamente, en estas trepanaciones se encontró hueso neoformado en los rebordes, lo que indica que los individuos sobrevivieron a las intervenciones. Algunos autores plantean que estas trepanaciones se realizaban para tratar daños craneales o para liberar los espíritus que originaban las enfermedades.

Sin embargo, debido a la ausencia de registros (más allá de los restos arqueológicos encontrados), estos hallazgos no pueden ser considerados una consecuencia de un conocimiento científico de anatomía. Lo que sí se puede afirmar es que a través de las craniectomías el hombre primitivo observó el cerebro y las meninges.

Los antiguos egipcios

Los primeros registros indican que la medicina fue reconocida por primera vez como un oficio por los antiguos egipcios. Este conocimiento surgió del examen de animales, heridas de guerra, ritos funerarios, embalsamamiento y observaciones clínicas.

El proceso de momificación practicado por los egipcios fue determinante en el avance del conocimiento sobre la anatomía tanto general como sistemática. Cabe acotar que durante el procedimiento de momificación se extraían con gran delicadeza algunos órganos como el corazón y los riñones.

Todas estas experiencias fueron relatadas por los egipcios en papiros. En uno hallado por Edwin Smith —escrito en el 1600 a. C.— se observa un tratado de medicina y cirugía, donde se mencionan las meninges, las circunvoluciones cerebrales y aparece por primera vez el término cerebrum.

La Antigua Grecia

Las primeras disecciones documentadas sobre el cuerpo humano se llevaron a cabo en el siglo III a. C. en Alejandría. Para aquel entonces fueron determinantes los aportes de Hipócrates, el padre de la Medicina occidental (460-370 a. C.), quien escribió al menos 5 libros de anatomía: Sobre la anatomía, Sobre los huesos, Sobre las glándulas y Sobre las carnes.

Otros personajes de la época cuyos trabajos influenciaron en el desarrollo de la anatomía sistemática fueron Herófilo (340 a. C.) y Erasistratus (310 a. C.). Ambos realizaron tratados de varios volúmenes, donde describieron las meninges, el cerebelo, los nervios y el corazón.

El médico más destacado en la antigua Grecia fue Claudio Galeno (129-199 a. C.), cuyos aportes en anatomía humana influyeron a la medicina europea por más de mil años. Galeno planteó que la medicina debía apoyarse en bases anatómicas surgidas de la observación, disección y experimentación.

Las obras completas de Galeno fueron comentadas por la mayoría de los médicos hasta el siglo XVI. Sin embargo, aunque la Iglesia no prohibía oficialmente los estudios anatómicos, las autoridades sociales rechazaron la disección de cadáveres humanos hasta el siglo XII.

Por estos motivos, la investigación anatómica sufrió un estancamiento notable hasta los siglos XIII y XIV. Hasta ese momento, la enseñanza consistía principalmente en conferencias de las obras canónicas de Galeno sin verificación a través de disecciones reales.

El Renacimiento

La nueva forma de ver el mundo durante el Renacimiento fue determinante para el desarrollo de los conocimientos de la anatomía sistemática. Durante este período, las disecciones no solo fueron de interés para un foro médico, sino también para el acceso del público en general.

En esta etapa de la historia fueron concluyentes los trabajos de Andreas Vesalius (1514-1564), quien describió lo que observaba durante la disección pública de cadáveres humanos, logrando develar la anatomía humana más que todos sus predecesores. De esta forma, Vesalius revolucionó no solo la anatomía sistemática, sino también todas las ciencias medicinales.

Vesalius en su libro De humani corporis fabrica describió al cuerpo humano como un todo lleno de estructuras y sistemas, aclarando la confusión de Galeno entre “forma” y “función”. Además, distinguió cuidadosamente ambos aspectos de la realidad, dando una visión estática del organismo humano.

¿Qué estudia la anatomía sistemática? (Objeto de estudio)

La anatomía sistemática tiene como objeto de estudio conocer, determinar y describir las estructuras y los sistemas del cuerpo. Por lo tanto, se trata de una ciencia básica que se complementa de otras disciplinas como por ejemplo la anatomía macroscópica, la microscópica y la histología.

Esto se debe a que la anatomía microscópica le permite a la anatomía sistemática estudiar los tejidos y órganos con la utilización de instrumentos como el microscopio, mientras que la anatomía macroscópica le facilita el análisis de aquellas estructuras del cuerpo humano que se pueden ver, manipular, medir y pesar fácilmente.

Técnicas y métodos

El aprendizaje de la anatomía sistemática requiere de la comprensión y del manejo de conceptos morfológicos por parte del especialista. Por consiguiente, el investigador debe emplear un lenguaje descriptivo, específico, preciso y universal denominado “Terminología Anatómica (TA)”, el cual permite la comunicación entre los profesionales del área de la salud.

Las técnicas en el estudio de la anatomía sistemática son variadas y han originado especializaciones, como por ejemplo la anatomía bioscópica, que utiliza instrumentos como endoscopios o laparoscopios para reconocer ciertos sistemas.

Por otro lado, la anatomía radiológica o de imágenes estudia los sistemas anatómicos del cuerpo y los órganos que la componen mediante radiografías.

La anatomía sistemática también cuenta con la anatomía patológica, que utiliza técnicas como las biopsias (la obtención de un fragmento de tejido de un ser vivo) con el objetivo de estudiarlas en el microscopio. También utiliza la citología, que es el estudio de muestras de exudados, secreciones o líquidos que contienen células aisladas o en grupos.

Conceptos principales de la anatomía sistemática

La estructura anatómica más grande del cuerpo es todo el organismo, mientras que la más pequeña es una célula, que es la unidad organizativa fundamental de las plantas y los animales.

Célula

Constituyen la unidad estructural básica de los seres vivos y se pueden clasificar en dos grupos: eucariotas y procariotas. Las eucariotas se caracterizan por poseer núcleo y organelos delimitados por membranas, mientras que las procariotas carecen de estas divisiones.

Órgano

El órgano es una estructura anatómica que consiste en el conjunto máximo de partes (distintos tipos de tejidos) conectadas entre sí, constituyendo una unidad autónoma de anatomía macroscópica. Como por ejemplo el hígado, el corazón, el estómago y el riñón.

Parte de un órgano

Las partes del órgano son estructuras anatómicas formadas por uno o más tipos de tejidos. Estos tejidos están conectados entre sí para constituir un sistema anatómico de tamaño y complejidad estructural con atributos morfológicos y funcionales, como por ejemplo el endotelio, el hueso cortical o el cuello del fémur, entre otros.

Tejido

El tejido es una parte del órgano formado por células y por el material que existe entre ellas —matriz intercelular—. Las células que constituyen este tejido tienen la particularidad de ser especializadas y estar unidas según relaciones espaciales específicas, como por ejemplo el epitelio, el tejido muscular, el tejido linfoide, entre otros.

Partes del cuerpo

Consiste en una estructura anatómica que constituye junto a otras la totalidad del cuerpo. Está formada por diversas clases de órganos y por los tejidos que los agrupan. Ejemplos: la cabeza, el tronco, el tórax, entre otros.

Sistema de órganos

Es una estructura anatómica que consta de todos los miembros de una o más subclases de órganos; estos miembros están interconectados por estructuras anatómicas o sustancias corporales. Por ejemplo: el sistema esquelético, el sistema, cardiovascular y sistema gastrointestinal.

Entidad espacial anatómica

Es una entidad física y espacial de tres dimensiones que está asociada con el exterior o el interior de los sistemas anatómicos, por ejemplo: la cavidad torácica, la cavidad pericárdica y el epigastrio.

Cavidad corporal

Es un espacio corporal que se deriva embriológicamente del celoma intraembrionario. Está ubicado en el tronco, encerrado por la pared del cuerpo y contiene sacos serosos, vísceras y otros órganos.

Referencias

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