Historia

Conquista de Colombia: descubrimiento, etapas, consecuencias


La conquista de Colombia por parte del Imperio español comenzó unos años después de la llegada de Cristóbal Colón a América. El primer explorador que se acercó a las costas colombianas fue Alonso de Ojeda, aunque no fue hasta 1510 cuando se fundó el primer asentamiento español en la región.

Aunque existieron otras expediciones, fue Gonzalo Jiménez de Quesada el que se ganó el apelativo de auténtico conquistador de Colombia. Uno de los principales propósitos de su incursión por el interior de la zona fue descubrir El Dorado, la ciudad repleta de riquezas que se había convertido en una leyenda entre los españoles.

Fue Jiménez de Quesada quien fundó Santafé de Bogotá, levantada como capital del bautizado como Nuevo Reino de Granada. Para ello, derrotó a los muiscas, el pueblo indígena que habitaba la zona. A partir de entonces, diferentes conquistadores ampliaron los dominios españoles y, para mitad 1540, el territorio se incorporó al Virreinato del Perú.

Esta situación administrativa no duró demasiado y el estatus de Nueva Granada fue cambiando con los años. El periodo colonial significó el dominio español durante tres siglos, hasta la independencia de Colombia en las primeras décadas del siglo XIX.

Índice del artículo

Descubrimiento

El descubrimiento de la actual Colombia comenzó con la expedición llevada a cabo por Alonso de Ojeda en 1499. Sin embargo, no sería hasta unos años después cuando los españoles entraron en interior del territorio.

Primeras expediciones

Alonso de Ojeda condujo la primera expedición por las costas colombianas. En concreto, navegó por la península de La Guajira, en el Cabo de la Vela.

Tras eso, regresó a España para tratar de convencer a los Reyes Católicos de que le concedieran capitulaciones sobre la zona. Los monarcas españoles accedieron, otorgándole derechos sobre una zona que iba desde el Golfo de Venezuela hasta el Cabo de la Vela. Allí se fundó, en 1501, la Gobernación de Coquivacoa, que solo duró tres meses.

Años más tarde, en 1510, Martín Fernández de Enciso alcanzó el Golfo de Urabá. En esa zona fundó Santa María La Antigua de Darién, localidad que tuvo una existencia muy corta. El desfavorable clima, así como el desinterés de la corona por controlar esos territorios, hicieron que no se enviaran colonos para poblar el área.

Nueva expedición de Alonso de Ojeda

En 1516, Alonso de Ojeda intentó continuar con la expedición iniciada por Enciso. En enero de ese año, levantó el segundo asentamiento español en tierra firme, San Sebastián de Urabá.

Posteriormente, Diego de Nicuesa lideró una expedición armada que partió desde la Española. Esta se encontró con la de Ojeda. Sin embargo, Nicuesa decidió seguir por su cuenta. Los resultados no fueron muy positivos, ya que acabó naufragando y la ciudad que fundó, Nombre de Dios, no duró demasiado.

Santa Marta

Quien sí tuvo más éxito en sus incursiones en territorio colombiano fue Rodrigo De Bastidas. Este comenzó a explorar la zona norte del país en 1525, fundando ese mismo años la Ciudad de Santa Marta. Esta se ha convertido en la ciudad, aún habitada, más antigua entre las levantadas por los españoles.

Bastidas se dio cuenta de que la zona era ideal para levantar un asentamiento y procedió a construirlo con los materiales que encontró. Durante el proceso se encontró con miembros de la tribu Gaira, quienes trataron de tomar contacto amistoso. Sin embargo, la respuesta de algunos de los hombres de Bastidas fue bastante violenta.

A partir de ese momento, comenzó el exterminio de la cultura tairona, una de las más importantes de la región. Bastidas destruyó todos los asentamientos indígenas cercanos a Santa Marta.

Más tarde, la región fue bautizada como Gobernación de Santa Marta y se convirtió en el punto de origen de casi todas las expediciones hacía el interior y zonas al sur de la costa norte colombiana.

Costa del Pacífico

Por otra parte, la costa del Pacífico no fue explorada hasta 1522. Francisco Pizarro, en ese momento en Panamá, envió a Pascual de Andagoya para que comprobara las riquezas de esa zona. El conquistador no encontró nada de interés.

En total, los españoles tardaron unos veinte años en explorar toda la costa de la actual Colombia. Durante ese tiempo, fundaron varias ciudades y, después, avanzaron hacia el interior. La leyenda de El Dorado, lugar repleto de fastuosas leyendas, llevó a muchos exploradores a liderar expediciones en su busca.

Interior de Colombia

La exploración del interior de Colombia tuvo muchos protagonistas. Entre ellos, Ambrosio Alfinger, quien bordeó el lago de Maracaibo y exploró los ríos Magdalena y Lebrija entre 1529 a 1531.

Dos años después, Pedro de Heredia alcanzó Antioquía tras recorrer la llanura del Sinú. Ese mismo año, 1533, marcó el comienzo de la exploración llevada a cabo por el alemán Jorge de Spira. Este estuvo seis años en los llanos de San Martín, al igual que hiciera su compatriota Nicolás Federmann.

Este último penetró en la sabana de Bogotá, encontrándose allí con Gonzalo Jiménez de Quesada. El español, previo pago, incorporó a Federmann y a sus hombres a su grupo.

El motivo de la presencia alemana en la zona fueron las deudas del rey Carlos I de España. Este, para solventar las que mantenía con sus banqueros alemanes, cedió derechos para explorar en las Indias.

Etapas de la conquista

Como ya se ha señalado anteriormente, el mito de El Dorado fue uno de los detonantes de la gran cantidad de expediciones en el interior de Colombia.

Tras la fundación de un par de asentamientos de muy corta duración a principios del siglo XVI, fue Rodrigo de Bastidas quien logró levantar la primera localidad de importancia: Santa Marta. Su situación geográfica, en la costa norte, hizo de ella un puerto perfecto.

Más adelante, en 1533, Pedro de Heredia fundó Cartagena, que se convirtió en principal centro comercial de la región. Poco después, se desarrollaron dos expediciones independientes que buscaban reclamar más territorios. Uno de los grupos estuvo comandado por Quesada, mientras que el otro fue liderado por Belalcázar.

Gonzalo Jiménez de Quesada

Jiménez de Quesada está considerado como el verdadero conquistador de Colombia. Con solo 200 hombres y 60 caballos, remontó el río Magdalena hasta llegar a Bocatá, nombre del que proviene Bogotá.

Los indígenas de la zona, los muiscas, no aceptaron la presencia española y quemaron el asentamiento. La guerra duró varios meses, terminando con la derrota de los nativos.

Jiménez de Quesada se propuso encontrar un lugar para fundar una ciudad que se convirtiera en la capital de esas nuevas tierras. En marzo de 1538, se decidió por Teusaquillo. Como inicio del asentamiento, el conquistador ordenó levantar una iglesia.

El 6 de agosto de 1538, tras una misa, Gonzalo Jiménez de Quesada clavó una cruz en una plaza de arena. En la esquina norte, colocó una estaca en la que figurada el nombre de la nueva ciudad: Santafé de Bogotá, capital del Nuevo Reino de Granada.

Quesada no tenía intención de quedarse allí, ya que su objetivo era encontrar El Dorado. Por eso, abandonó el asentamiento, dejando a Fray Domingo de las Casas al mando.

A pesar de los intentos, el explorador no encontró la mitológica ciudad. La Gobernación del Nuevo Reino de Granada recayó en Alonso Luis de Lugo.

Sebastián de Belalcázar

Sebastián de Belalcázar recibió la autorización de la Casa de Contratación para explorar la zona en la que Pizarro había desembarcado en 1521. La misión consistía, oficialmente, en buscar oro, pero Belalcázar pretendía algo más: fundar ciudades que consolidaran el dominio español.

La primera parte de su periplo lo llevó a las costas de Ecuador, en 1533. Enseguida, buscó un lugar propicio para construir una ciudad. Así, en 1534, fundó Santiago de Quito. Tras esto, emprendió ruta hacia el sur, animado por los comentarios de los indígenas que afirmaban que había mucho oro en los Nariño y los Tumaco.

Al llegar a la primera de estas zonas, no encontró rastro de oro. No obstante, aprovechó para fundar La Asunción de Popayán, ya en actual territorio colombiano. En Tumaco la historia se repitió: no había oro pero fundó La Villaviciosa de la Concepción de Pasto.

Desde Pasto, el conquistador regresó hacia el norte, cruzando el río Magdalena. Belalcázar pensaba que la zona estaba deshabitada, por lo que encontrar Santafé de Bogotá supuso una decepción.

A partir de ese momento, continuó con su expedición y su labor de levantar nuevos asentamientos. En ese sentido, creó una serie de localidades pequeñas como enclaves para el comercio terrestre

Francisco César

Después de los esfuerzos de los conquistadores anteriores, en centro del país se encontraba ya casi totalmente controlado por los españoles. Francisco César fue el continuador de esa labor, explorando San Sebastian de Uraba y la zona de Abibe. Junto a él se encontraba Juan de Vadillo, quien dirigió las matanzas en el Cauca y Cali.

Por otra parte, el hermano de Gonzalo Pérez de Quesada, Hernán, atravesó Boyacá en 1542. Por último, Francisco de Orellana se ocupó de la zona del Amazonas.

Última etapa

En la década de los 40 del siglo XVI, casi todo el actual territorio colombiano estaba en manos españolas. Se habían fundado, además, la mayoría de las ciudades más importantes, como Santa Marta, Cartagena de Indias, Cali, Popayán, Bogotá, Pasto, Barranquilla, Manizales, Medellín o Socorro. El país se dividió en provincias y en audiencias.

La Audiencia de Santa Fe quedó al cargo de Popayán, Santa Marta y Cartagena. En 1550, se fundaron en Santa Fe los primeros monasterios Dominicos y Franciscanos, fundamentales para realizar la llamada conquista espiritual. Mediante esta, las antiguas creencias indígenas iban a ser sustituidas por el cristianismo llevado por los españoles.

Consecuencias

Al principio, el territorio de la actual Colombia no fue considerada por la administración española como una colonia. En su lugar, se estableció como parte del reino español, siendo gobernado directamente por el monarca. En 1500, se promulgó una Real Cédula que prohibía esclavizar a los indígenas.

Sin embargo, la manera de administrar y gobernar los territorios recién conquistados representó un problema para las autoridades españolas. Parte del mismo fue causado por la existencia de dos expediciones diferentes: la de Quesada y la Belalcázar.

Este último trató de arrebatar el control de Santa Fe a sus fundadores, los hombres de Quesada, lo que provocó una batalla política muy despiadada por el Nuevo Reino de Granada.

Del Virreinato del Perú a la Real Audiencia

La disputa originada por el control de Nueva Granada fue resuelta por Carlos V cuando, en 1540, decidió que la región pasara a incorporarse al Virreinato del Perú. Además, puso a Belalcázar al frente de ese área. No obstante, la gran distancia que separaba Santafe de los centros de poder del Virreinato hacía que una administración eficaz fuera casi imposible.

Por ese motivo, la corona confió el gobierno de la región a una Real Audiencia. Esta, creada en 1549, estaba compuesta por jueces de todas las provincias del Nuevo Reino de Granada.

La solución tampoco fue efectiva, ya que los componentes de la Real Audiencia no conseguían ponerse de acuerdo en casi nada. Tras esto, se pasó a un sistema de poder centralizado en un presidente, que tenía control civil y militar. El nombre de este sistema fue Real Audiencia y Chancillería de Santa Fe y se mantuvo durante más de 200 años.

De igual forma, el rey creó el Virreinato de Nueva Granada, con lo que el presidente de la Real Audiencia se convirtió en Virrey. Sus territorios comprendían, más o menos, la actual Colombia, Panamá, Ecuador y Venezuela

Consolidación del poder español

Para lograr consolidar el poder, los colonizadores españoles se valieron de varios procedimientos diferentes. Los principales perjudicados fueron los pueblos indígenas, más allá de las muertes que se produjeron durante la conquista y los años posteriores.

Las autoridades españolas crearon un sistema denominado encomienda que, en teoría, debía proteger a los indígenas de los abusos por parte de los conquistadores. Sin embargo, a pesar de lo que afirmaba la ley, sobre el terreno rara vez se respetaron los derechos legales.

Posteriormente, se estableció otro sistema, denominado la Mita. Esta obligaba a los indígenas a trabajar bajo el mando de los conquistadores.

Haciendas y llegada de esclavos africanos

Con el fin de atraer colonos a las nuevas tierras, la corona vendió tierras a los conquistadores y a los gobernantes. Nacieron así las haciendas que, junto con las minas, también en las mismas manos, se convirtieron en las principales fuentes de riqueza de la región.

La reducción de población indígena llevó a que se iniciara el comercio de esclavos desde África. Igualmente, se creó el Resguardo, para tratar de proteger a la diezmada población indígenas.

Todo lo anterior, junto con la llegada de más población desde España, configuró la demografía de la zona. Así, indígenas, negros y europeos acabaron conformando la sociedad colombiana, mezclándose entre sí.

Referencias

  1. Ideal Education Group. La colonización de Colombia. Obtenido de donquijote.org
  2. Historia del Nuevo Mundo. La Conquista De Colombia. Obtenido de historiadelnuevomundo.com
  3. El pensante. Etapas de la conquista de Colombia. Obtenido de educacion.elpensante.com
  4. Area Handbook of the US Library of Congress. The Spanish conquest. Recuperado de motherearthtravel.com
  5. U.S. Library of Congress. Exploration and Conquest. Recuperado de countrystudies.us
  6. Robert Louis Gilmore Clemente Garavito James J. Parsons Harvey F. Kline William Paul McGreevey. Colombia. Obtenido de britannica.com
  7. Bogota Post. Colombian history: the conquistadors and Bogotá in 1538. Obtenido de thebogotapost.com