Botánica

Tallos leñosos: características, tipos y usos


Los tallos leñosos son estructuras vegetales de sostén que desarrollan tejidos endurecidos que habitualmente se conocen como madera. Estos tejidos están formados por fibras y haces vasculares con células lignificadas que constituyen el leño o madera.

Las plantas que desarrollan tallos leñosos presentan entre el floema y el xilema una capa de células meristemáticas denominada cámbium. El cámbium representa el tejido vegetal meristemático responsable del crecimiento en grosor de la planta.

Las plantas de tallos leñosos tienen una fase continua de crecimiento donde se incrementa el peso y grosor del tronco. Esto es debido a que el eje principal de los árboles desarrolla sucesivas capas estructurales para que la planta pueda crecer en tamaño.

El tallo leñoso tiene como función servir de soporte a los haces vasculares que transportan agua y nutrientes desde las raíces hacia las hojas, así como de los azúcares generados en el proceso de fotosíntesis desde las hojas al resto de la planta.

El tejido leñoso se renueva anualmente promoviendo el crecimiento en diámetro del tronco de la planta. La madera producto del crecimiento vegetativo se deposita exteriormente debajo de la corteza. En ciertas monocotiledóneas el duramen o tejido leñoso se acumula en el interior del tallo.

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Características generales

El tallo leñoso presenta un crecimiento secundario y se encuentra lignificado, ya que está constituido por xilema secundario -madera o leño-. Algunos ejemplos de tallos leñosos son las estructuras arbustivas y arbóreas de las gimnospermas y ciertas angiospermas dicotiledóneas.

El tronco o fuste de una planta leñosa está constituido desde el exterior por la epidermis. En algunas ocasiones esta epidermis presenta un fácil desprendimiento debido al crecimiento en grosor de la planta.

Seguidamente se presenta el meristema secundario más externo denominado cámbium suberoso o felógeno, y a continuación la felodermis. El felógeno es el tejido secundario que produce hacia el exterior el tejido suberoso que cubre la planta.

La felodermis se forma a partir del felógeno, y constituye junto con las células suberosas y el felógeno la peridermis. De hecho, la peridermis es un tejido de protección secundario que sustituye la epidermis en las plantas leñosas o de crecimiento secundario.

Sigue en este orden el tejido parenquimático y el floema secundario o tejido criboso originado a partir del cámbium. Todos estos tejidos constituyen la corteza de la planta delimitados por el cámbium vascular cuya función es la formación del xilema y floema secundarios.

Bajo el cámbium vascular se presentan los anillos de xilema responsable del crecimiento en grosor de la planta. El número de anillos de xilema determina la edad de la planta, ya que su formación ocurre de forma anual.

Debajo de la corteza se localiza la albura, tejido activo o madera viva de color claro, cuya función es la conducción de líquidos de las raíces al follaje. La parte interna del tronco está constituido por el duramen -corazón de la madera-, tejido de células muertas de color oscuro.

Tipos

Los tallos leñosos se clasifican, dependiendo de la altura, en árboles, arbustos y matas o enredaderas.

Árboles

Los arboles son plantas de tallo leñoso que presentan ramificaciones a determinada altura del suelo. Para que una planta se incluya en la categoría de árboles debe presentar en su madurez una altura superior a los 5 metros.

De hecho, los árboles desarrollan de forma anual nuevas ramas secundarias que se originan a partir del tronco principal o fuste. Se ha establecido un diámetro mínimo del tronco de 20-30 cm para clasificar una planta como árbol.

En los árboles es evidente la presencia de un solo eje principal o tronco, constituido por una corteza áspera y gruesa. Algunos ejemplos de árboles son el roble (Quercus robur), pino (Pinus sp.), samán (Samanea saman), algarrobo (Ceratonia siliqua) o el cedro (Cedrus libani).

Arbustos

Los arbustos son aquellas plantas leñosas de porte mediano que se ramifican a nivel del suelo. La mayoría de los arbustos tienen alturas promedio entre uno y cinco metros.

Generalmente las ramificaciones son más de una, creciendo a nivel del suelo o a partir de un tallo corto principal. Son ejemplos de arbustos la lavanda (Lavandula angustifolia), la hortensia (Hydrangea sp.) y el moral (Morus nigra).

Matas o trepadoras

Las matas o trepadoras -enredaderas- son aquellas plantas con tallos leñosos que no llegan a medir más de un metro de altura. El tallo corto de algunas trepadoras presenta una estructura leñosa a partir de la cual se desarrollan las ramas secundarias.

Entre las trepadoras se puede mencionar la vid o parra (Vitis vinífera), la clemátide (Clematis sp.) y la madreselva (Lonicera sp.). Así mismo, algunas plantas aromáticas de porte bajo presentan tallos leñosos revestidos de una corteza delgada como el romero (Rosmarinus officinalis).

Usos

Construcción

Los árboles constituyen un recurso natural renovable bajo condiciones restringidas, ya que depende de los programas de reforestación. La madera obtenida a partir de los tallos leñosos se emplea principalmente para la construcción de mobiliarios y de viviendas.

Industria

A partir de la madera se obtienen productos secundarios como la resina, el látex y el sirope. El aserrín constituye un subproducto de desecho de la industrialización, y el corcho proviene de la capa externa de algunas especies leñosas.

La madera contiene taninos que son aprovechados por la industria textil y el curtido del cuero. Además, es empleada en la elaboración de papel y como combustible vegetal.

Medicinal

La corteza leñosa de diversas especies es empleada con fines medicinales para la prevención y tratamiento de múltiples enfermedades. La corteza de árboles como el pino (Pinus sp.), el cedro (Cedrela odorata), y el palo santo (Bursera graveolens) tienen propiedades curativas.

El cocimiento de la corteza del pino sirve para limpiar ulceras; la resina se usa para aliviar la gota y reumatismo. La infusión o té de corteza y brotes tiernos alivia resfriados, bronquitis, catarro y tos, además ayuda a disminuir la fiebre.

La corteza del cedro se utiliza como astringente, antirreumático, balsámico, bronquítico y diurético. El cedro se puede emplear como infusión o té, baños del cocimiento de la corteza, o como cataplasma de hojas y cortezas.

El palo santo contiene el antioxidante limonene en su corteza, que es utilizado para disolver cálculos renales y de las vías urinarias. Así mismo, es un elemento preventivo del cáncer, tumores mamarios y del páncreas; la ceniza de la madera se emplea para aliviar heridas externas.

Referencias

  1. González Ana María (2002) Estructura Secundaria del Tallo II. Recuperado en: biologia.edu.ar
  2. Hernández García Alejandra (2018) Albura y Duramen. Saber Más Revista de Divulgación. Recuperado en: sabermas.umich.mx
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  6. Valla, Juan J. (1996) Botánica. Morfología de las Plantas Superiores. Editorial Hemisferio Sur. 352 pp. ISBN 9505043783.