¿Cuál es el Objeto de Estudio de la Historia?
El objeto de estudio de la historia es el pasado de los seres humanos, especialmente los hechos trascendentes para la humanidad, incluidos el periodo prehistórico e histórico, después de la aparición de la escritura.
A través de métodos científicos, la historia analiza todo lo referente al pasado del conjunto de los seres humanos y de todos los procesos que estos conllevan.
El principal objetivo que tiene el estudio de la historia no es simplemente registrar hechos y acciones, sino tratar de comprender las situaciones del pasado en su contexto y sus causas y consecuencias, para así poder comprender en mayor medida el presente.
La historia es pues, tanto los hechos como el estudio de los mismos y se construye constantemente porque el pasado se amplía en cada momento.
El objeto de estudio de la historia
El principal objeto de la historia es centrarse en la evolución y transformación de las sociedades en el tiempo y con ello interpretar todo lo acontecido en la humanidad, así como sus causas y consecuencias.
Los historiadores son los profesionales que a través de métodos logran desarrollar investigaciones de múltiples tipos, inspiradas en diferentes corrientes filosóficas y enfocadas mediante distintas metodologías.
Cuando se desarrollan investigaciones se toma una fracción de la historia universal y se analiza, que es propiamente el trabajo del investigador histórico.
Cuando se desarrollan investigaciones se toma una fracción de la historia universal y se analiza, que es propiamente el trabajo del investigador histórico.
Los estudios históricos pueden orientarse de muchas formas. Todas las ciencias y estudios tienen su historia, por lo que es común encontrar expertos en historia de determinadas áreas del pensamiento.
El campo de trabajo de los historiadores resulta vasto, pues las investigaciones que se realizan son completamente adaptables a las necesidades latentes que tengan y el deseo imperante que quieran materializar en un trabajo.
En lo que se entiende por historia como el período de tiempo, existe un consenso en dividirlo en cuatro grandes etapas.
La historia comienza cuando se pone fin a la prehistoria, con la aparición de la escritura, en el IV milenio a.C y se da inicio a la protohistoria, que rápidamente es sustituida por la primera edad, la Antigua.
De ahí, continuarían la Edad Media, Moderna y Contemporánea. Esta clasificación ha sido criticada al señalarse como que solo puede ser aplicada a la historia occidental y no a la de las civilizaciones orientales.
Periodos que estudia la historia
Prehistoria
El divulgador científico Carl Sagan extrapoló toda la historia del universo, desde el Big Bang hasta el presente, en un año-calendario con fines didácticos, siendo la medianoche del 1 de enero como el momento en el que se produjo el Big Bang.
La aparición de los homínidos sería apenas el 30 de diciembre, que fue lo que le dio inicio a la prehistoria hace más de dos millones de años.
Se ha clasificado a la historia en cuatro grandes etapas: Paleolítico, Mesolítico, Neolítico y la Edad de los Metales.
En el Paleolítico, también conocido como Edad de Piedra, el hombre conoció el fuego y comenzó a tallar la piedra. Los hombres entonces comenzaron a juntarse en hordas y a desarrollar el lenguaje.
El Mesolítico fue un proceso de transición al Neolítico, donde comenzó a sustituirse la caza, pesca y recolección por la agricultura y la ganadería en pequeñas porciones. Además, los grupos comenzaron a asentarse en aldeas y dejar atrás el nomadismo.
Posteriormente, siguió la Edad de los Metales, donde los humanos comenzaron a desarrollar actividades técnicas como el arado o el procesamiento de metales, es decir, la metalurgia.
Entre los metales más trabajados en esta época estaban el cobre, el bronce y el hierro. Las aldeas comenzaron a convertirse en grandes poblados que se unieron y formaron civilizaciones, con religión y estado. A continuación surgió la escritura y se dio inicio a la historia.
Edad Antigua
En sus inicios, se presentó la protohistoria donde la escritura comenzó a consolidarse en gran parte del globo. El inicio de la Edad Antigua se entiende con la constitución de las civilizaciones, especialmente en el Oriente Próximo.
Una de las primeras de ellas fue el Antiguo Egipto, así como Fenicia, Mesopotamia y Asiria. El indicativo de estas civilizaciones fue el desarrollo de ciudades con templos y gobiernos que dominaran territorios que abarquen varias ciudades y poblados.
También en esta edad surgió la cultura que se convirtió en la cuna de la civilización occidental: la Antigua Grecia. Posteriormente surgió la civilización romana que absorbió a la griega.
De estos imperios nacieron los conceptos de democracia y ciudadanía, además de todos los planteamientos en todas las ciencias hechas por filósofos como Platón y Aristóteles.
En otras latitudes, se consolidó la civilización persa. Finalmente surgieron las religiones cristiana e islámica, que aún dominan el mundo.
Edad Media
El todopoderoso Imperio romano se dividió en dos: el de Occidente y el de Oriente. A su vez, en el Imperio de occidente comenzaron a surgir las grandes monarquías europeas, que impusieron un sistema feudalista.
El cristianismo dejó de estar perseguido y se transformó en la religión oficial de los nuevos gobiernos, que la impusieron por la fuerza.
La iglesia se convirtió en la institución más poderosa de este período histórico, seguida de los monarcas y los feudatarios. Se impuso una sociedad con clases muy determinadas.
Esta Edad concluye con la caída del Imperio romano de Oriente o Imperio Bizantino, en el siglo XV, así como con el descubrimiento de América el 12 de octubre de 1492.
Edad Moderna
La modernidad empieza claramente con la amplificación del mundo. Si bien la Edad Media fue un proceso eminentemente europeo con el surgimiento de la Edad Moderna, el mundo comenzó a ser una entidad comunicada entre todos sus continentes.
Este hecho se plasma especialmente con la conquista por parte de los imperios europeos del continente americano, trayendo consigo la imposición de la civilización occidental en la mayor parte de los continentes.
Aunado a esto, en la Edad Moderna los imperios coloniales europeos tuvieron su máximo esplendor, pero al mismo tiempo sufrieron un vertiginoso descenso al final, que acabaría dejándolos con colonias residuales en América.
En esta etapa de la historia, el arte se expresó fuertemente en períodos como el Renacimiento y el Barroco. La Iglesia sufrió una ruptura con la reforma protestante de Martín Lutero que dividió Europa.
La culminación de esta edad se suele situar con el fin del absolutismo en Francia a través de la Revolución Francesa, aunque también existen autores que la relacionan con la independencia de los Estados Unidos o el surgimiento de la Revolución industrial.
Edad Contemporánea
Es la edad que en la actualidad está en curso. Los estados nacionales se expanden a lo largo del planeta, originándose las independencias de las naciones americanas y posteriormente, en el siglo XX, de las africanas.
En el mundo se produce una explosión demográfica, promovida principalmente por el éxito económico que trajo la Revolución industrial y el posterior uso de productos como el petróleo.
La electricidad se consolida en todo el globo terráqueo y se comienza una transición del campo a la ciudad. En el siglo XX se producen dos guerras de escala mundial.
La primera, de 1914 a 1918 que enfrentó al Imperio austrohúngaro, alemán y otomano con Francia, Rusia, Italia, Reino Unido y Estados Unidos, entre otros, y que resultó con estos últimos ganadores, lo que hizo redibujar el mapa europeo.
En 1939 se produce la Segunda Guerra Mundial que enfrentó a una Alemania Nazi creyente en la superioridad de la raza aria, que se alió con la Italia fascista y el Imperio de Japón contra los Aliados: Estados Unidos, Reino Unido, Francia y la Unión Soviética.
Con el triunfo de los Aliados, Estados Unidos y la comunista Unión Soviética se convertirían en las dos superpotencias mundiales, que lideraron una carrera espacial que llegó a la luna, y que mantuvieron un riesgo de guerra nuclear, hasta que esta última se disolvería en 1991.
En el siglo XXI los problemas principales de escala global se deben al ascenso del terrorismo como amenaza principal a la estabilidad de los estados-naciones, la consolidación del modelo capitalista y el surgimiento de potencias emergentes como China.
Referencias
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