Biografías de personajes históricos

Guillermo Prieto Pradillo: biografía, estilo, obras, frases


Guillermo Prieto Pradillo (1818-1897) fue un escritor, poeta y político mexicano, que ha sido considerado como uno de los poetas más destacados de su país. La importancia de su obra radicó en el contenido nacionalista y patriótico de su obra; fue denominado como “El poeta mexicano por excelencia”.

La obra de Prieto se caracterizó por un lenguaje sencillo y preciso, y también por estar enmarcada dentro de la historia y la política de México. Algunos de los títulos más renombrados del escritor fueron Musa callejera, El romancero nacional y El alférez.

En cuanto a su desempeño político, formó parte del Partido Liberal, y además fue diputado al Congreso en varias oportunidades. Prieto Pradillo estuvo vinculado al gobierno presidencial de Benito Juárez. Tal fue su nexo con el presidente que su célebre frase “¡Alto!, los valientes no asesinan” la dijo cuando se interpuso para salvarle la vida al gobernante.

Índice del artículo

Biografía

Nacimiento y familia

Guillermo nació el 10 de febrero de 1818 en Ciudad de México, provino de una familia tradicional. Sus padres fueron José María Prieto Gamboa y Josefa Pradillo Estañol. Si bien tuvo una infancia tranquila, su adolescencia estuvo marcada por el fallecimiento de su padre y la locura de su madre.

Estudios de Prieto Pradillo

Prieto Pradillo cursó la educación primaria en su ciudad natal. Luego, tras la pérdida de su padre y la incapacidad de su madre para sostenerlo, se vio en la necesidad de trabajar. Así fue como el político Andrés Quintana Roo se convirtió en su protector.

El joven Guillermo pudo estudiar en el Colegio de San Juan de Letrán gracias a la ayuda de Quintana Roo, quien además lo recomendó para trabajar en la aduana. En 1936, cuando tenía dieciocho años de edad, con la ayuda de unos amigos creó la asociación literaria Academia de Letrán.

Entre las letras y la política

Guillermo Prieto desde muy joven se sintió atraído por la literatura, la historia y la política, así que comenzó a cultivar sus pasiones. Fue en 1837 que se abrió paso en el campo de las letras en medios como El Mosaico Mexicano y Calendario de Galván, en los cuales publicó sus primeros versos.

En la política se inició como funcionario de los gobiernos de los presidentes José María Valentín Gómez Farías y de Anastasio Bustamante, y además comenzó a escribir en el Diario Oficial. En 1838 se alistó en el Servicio Militar: era la época de la Guerra de los Pasteles, conflicto entre Francia y México.

Guillermo como Fidel

En 1840 Guillermo Prieto Pradillo sacó a la luz su primera obra en prosa titulada El alférez. Al año siguiente comenzó a escribir la columna periodística “San lunes de Fidel” en el diario liberal El Siglo Diez y Nueve. Firmó como Fidel los artículos que allí escribió, los cuales se extendieron hasta 1896.

Continuidad literaria

El escritor continuó afianzando su carrera durante la década de los cuarenta. En 1842 publicó su segunda obra escrita en prosa llamada Alonso Ávila, de carácter biográfico. Además, escribió para varios medios impresos, tales como El Museo Mexicano y El Semanario Ilustrado.

En 1843 Prieto Pradillo publicó El susto de Pinganillas. Luego, dos años después, nació Don Simplicio, un periódico de corte liberal sobre política con rasgos de humor, el cual fundó junto al escritor y periodista Ignacio Ramírez. En 1946 participó en la Guerra de Estados Unidos-México.

Actuaciones políticas

Las acciones políticas de Guillermo Prieto estuvieron alineadas con las ideas liberales, las cuales expresó en muchos de los periódicos donde trabajó. Desde 1852 hasta 1853 ejerció como ministro de Hacienda en la presidencia de José Mariano Arista; en ese tiempo publicó Memorias de mis tiempos.

Como crítico del gobierno dictatorial de Antonio López de Santa Anna, Prieto no dudó en unirse al Plan de Ayutla, un pronunciamiento que se dio en Guerrero el 1 de marzo de 1854 en contra del militar. Posteriormente formó parte de la administración presidencial de Juan Álvarez Hurtado.

Afinidad con Benito Juárez

El escritor fue cercano a Benito Juárez, debido a que formó parte de su presidencia. En 1858 fungió como ministro de Hacienda, pero quizás el evento que más estrechamente lo vinculó con el político fue cuando le salvó en Guadalajara de ser asesinado.

De acuerdo con la anécdota Prieto Pradillo se interpuso ante las balas, y gritó la famosa frase: “¡Alto!, los valientes no asesinan”. La orden de la ejecución fue dada por Filomeno Bravo, político conservador. Después de aquel hecho viajó con Juárez por varios países de América.

Inmerso en la política

Guillermo Prieto fue testigo de la Guerra de la Reforma en 1858, e incluso participó en las leyes que se promulgaron para distanciar a la iglesia del Estado. Posteriormente, desde 1861 hasta 1863, se desempeñó como diputado federal.

Además hizo política desde las páginas de los diarios La Chinaca y El Monarca, especialmente con sátiras en contra de la segunda intervención de los franceses a suelo mexicano. Por aquella época fue nombrado como administrador de Correos y se hizo cargo del Diario Oficial.

Prieto Pradillo y el exilio

Si bien Prieto Pradillo apoyó la política de Benito Juárez, no estuvo de acuerdo con que siguiera continuamente en el poder. Fue por esa razón que en 1866 se unió al político Jesús González Ortega para llevar a cabo acciones que pusieran fin al gobierno de Juárez.

Sin embargo, el objetivo no se dio porque persistía el conflicto con los franceses. Así que por miedo a represalias el escritor decidió exiliarse en Estados Unidos,  y a su regreso se reincorporó a la vida política como diputado. También hizo propaganda para evitar que Juárez siguiera gobernando.

Últimos años de Guillermo Prieto Pradillo

La literatura y la política estuvieron siempre presentes en la vida de Guillermo. En 1871 comenzó a escribir para las revistas El Búcaro y El Domingo. En aquel entonces simpatizó con el gobierno de José María Iglesias, y además por cortos periodos de tiempo ocupó varios cargos ministeriales.

Prieto Pradillo también se desempeñó políticamente durante el gobierno de Porfirio Díaz. Desde 1880 hasta 1896 fue diputado al Congreso de la Unión. Todo ello lo realizó a la par de su labor como escritor: las páginas de diarios como El Republicano y El Universal sirvieron para plasmar sus pensamientos.

Fallecimiento

La vida de Prieto Pradillo comenzó a deteriorarse debido a una enfermedad del corazón, y por tal motivo se mudó a Cuernavaca. Luego falleció en Ciudad de México en la localidad de Tacubaya el 2 de marzo de 1897. Sus restos reposan en la Rotonda de las Personas Ilustres.

Estilo

El estilo literario del escritor mexicano se caracterizó por el uso de un lenguaje sencillo, claro y preciso, además de bien elaborado y humorístico. Su obra tuvo rasgos de la corriente del romanticismo. También desarrolló una temática centrada en las costumbres, historia, cultura y personajes de su país.

Su afán por describir minuciosamente las cualidades de cada poblado, de cada una de las costumbres de los habitantes (haciendo hincapié en los detalles lo que a vestimenta y alimentación refiere), le confirieron un lugar de honor entre los escritores románticos y regionalistas de su época.

Obras

-Prosa

– El alférez (1840).

– Alonso de Ávila (1842).

– El susto de Pinganillas (1843).

– Memorias de mis tiempos (1853).

– Viajes de orden supremo (1857).

– Una excursión a Jalapa en 1875.

– Viajes a los Estados Unidos (1877-1878).

– Patria y honra.

– La novia del erario.

– Compendio de historia.

– A mi padre.

-Poesía

– Versos inéditos (1879).

– Musa callejera (1883).

– El romancero nacional (1885).

– Colección de poesías escogidas (1895-1897).

-Texto e historia

– Diccionario de historia y geografía (1848). La obra fue desarrollada en colaboración con el historiador Manuel Orozco y Berra.

– Apuntes para la historia de la guerra entre México y los Estados Unidos (1848).

– Lecciones elementales de economía política (1871).

– Breve introducción al estudio de la historia universal (1884).

– Lecciones de historia patria (1886).

– Breves nociones de economía política (1888).

-Breve descripción de algunas de sus obras

Musa callejera (1883)

Fue una de las obras poéticas más conocidas del autor. Esto se debió a la conexión con el pueblo mexicano. En los versos se notó el humor del autor, así como también el disfrute de lo simple. Prieto dejó a un lado la ironía y el sarcasmo para centrarse en los sueños y la alegría.

En la obra el escritor describió ambientes típicos mexicanos, al igual que ciertas características de sus habitantes. Por ejemplo: las ferias, los paisajes, las tradiciones, los vocablos populares y la gente cobraron vida de una forma típica e idealista.

Fragmento

“¡Viva la gente decente!

¡Qué viva la probidad!

y hasta el último pariente

es prócer y dignidad,

fuera de cierto presente

que se debió a la amistad.

¡Mentecatos!

Si no es lo mismo comer

que tirarse con los platos.

Soy liberal, —no pasteles;

mas ¡canario!— si hay pitanza,

que vengan los oropeles,

y, muchachos, a la danza.

¿Son estos los puros fieles?

Vaya un Robespier de chanza”.

El romancero nacional (1885)

Prieto Pradillo expresó en esta obra poética su gozo personal y el del pueblo de México por los hechos de independencia que les llevaron a ser libres. Se inspiró en los poemas de este tipo que escribieron los autores españoles. Los versos fueron estructurados en octosílabos.

Fragmento

“… Y dando mil alaridos

la infelice Migajita,

se arrancaba los cabellos,

y aullando se retorcía.

De pronto los gritos cesan,

de pronto se quedó fija:

se acercaron los platicantes,

la encuentran sin vida y fría,

y el silencio se destiende

convirtiendo en noche al día.

En el Panteón de Dolores,

lejos, en la última fila,

entre unas cruces de palo

nuevas o medio podridas,

hay una cruz levantada

de pulida cantería,

y en ella el nombre del Ronco,

‘Arizpe José Marías’,

y el pie, en un montón de tierra,

medio cubiertas de ortigas,

sin que lo sospeche nadie

reposa la Migajita,

flor del barrio de la Palma

y envidia de las catrinas”.

Fragmento de Memorias de mis tiempos (1853)

“… las calles silenciosas y desiertas en que resonaban a distancia los pasos precipitados de alguno que corría en pos de auxilios; las banderolas amarillas, negras y blancas que servían de aviso de la enfermedad, de médicos, de sacerdotes y de casas de caridad … A gran distancia el chirrido lúgubre de carros que atravesaban llenos de cadáveres… todo eso se reproduce hoy en mi memoria con colores vivísimos y me hacen estremecer”.

Fragmento de “Ensueños”

“Eco sin voz que conduce

el huracán que se aleja,

ola que vaga refleja

a la estrella que reluce;

recuerdo que me seduce

con engaños de alegría;

amorosa melodía

vibrando de tierno llanto,

¿qué dices a mi quebranto,

qué me quieres, quién te envía?

… Hay más sombras en el alma,

más arrugas en la frente.

… Si bien entra este empeño

en qué tan doliente gimo

la esperanza de un arrimo,

de un halago en un ensueño,

si de mí no siendo dueño

sonreír gratis me veis,

os ruego que recordéis

que estoy de dolor rendido…

Pasad… dejadme dormido…

pasad… ¡no me despertéis!”.

Frases

– “Yo te amo, sí, te adoro, aunque mi labio mil y mil veces te llamó perjura, aunque la copa horrenda del agravio me brindó los placeres tu hermosura, te ama mi corazón”.

– “Las pasiones me arrastraron; no hay dios, mis labios decían, y mis ojos se ofendían de eternidad con la luz”.

– “Dulce es el hombre en su penoso duelo, cuando el tormento pertinaz le aterra, decir burlando a la mezquina tierra: ‘Allí es mi patria’ y señalar el cielo”.

– “¿Qué importa que feroces me amenacen, ni que lancen gemidos los humanos, si yo arranco ruiseñor de sus manos la copa del placer?”.

– “Nuestra noble inteligencia nunca perece, que las almas puras reflejarán por siempre en las alturas el brillo de la angustia omnipotencia”.

– “Héroe, monarca, arranca de tu labio el grito del orgullo que horroriza; es igual tu ceniza a la ceniza del pastor infeliz”.

– “Ya contemplo al valiente guerrero que hasta en sueños su mano esforzada, busca incierta, anhelosa, la espada para herir al soberbio invasor”.

– “Hombre: ¿Cómo te entregas al hondo sueño, de la playa en la vida recostado, si al más ligero viento, el mar alzado tu cuerpo ha de envolver?”.

– “Si intentaren pisar nuestro suelo, en la mar sepultemos sus vidas, y en las olas, de sangre teñidas, luzca opaco el reflejo del sol”.

– “La flor encantadora y delicada que sobre esbelto tallo se mecía, la vio ufana la luz de un solo día, luego desapareció”.

Referencias

  1. Tamaro, E. (2004-2019). Guillermo Prieto. (N/a): Biografías y Vidas. Recuperado de: biografiasyvidas.com.
  2. Guillermo Prieto Pradillo. (2019). España: Wikipedia. Recuperado de: es.wikipedia.org.
  3. Ayala, A. (2019). Guillermo Prieto, el hombre que le salvó la vida a Benito Juárez. (N/a): Cultura Colectiva. Recuperado de: culturacolectiva.com.
  4. Prieto, Guillermo (1818-1897). (2019). México: Coordinación Nacional de Literatura. Recuperado de: literatura.inba.gob.mx.
  5. Guillermo Prieto. (2018). México: Enciclopedia de la Literatura en México. Recuperado de: elem.mx.