Cultura general

Formación cívica y ética: qué es, qué estudia, temas, importancia


¿Qué es la formación cívica y ética?

La formación cívica y ética quiere formar ciudadanos, en las escuelas, con los valores propios de una sociedad democrática, como son la tolerancia, el aprecio a la diversidad cultural, el conocimiento y la promoción de los Derechos Humanos, entre otros.

Es una de las materias que conforman el currículo de educación básica y secundaria en los países miembros de la Unión Europea y en Latinoamérica, donde se la conoce también por otros nombres, como formación ciudadana, formación ética y ciudadana o, simplemente, ciudadanía o cívica.

Sin embargo, hay diferencias en los contenidos concretos a través de los cuales se persigue el mismo fin.

Por ejemplo, en Finlandia y Suecia se toca el tema de la homosexualidad y de las familias con dos padres del mismo sexo, algo de lo que no se habla en la educación polaca. En Noruega, donde hasta hace poco no existía separación entre el Estado y la iglesia luterana, ampliamente mayoritaria en ese país, la materia mezcla contenidos éticos y religiosos.

Por su parte, los currículos latinoamericanos de formación cívica y ética muestran preocupación por inculcar en el estudiante el deseo de luchar contra la desigualdad social, promover la equidad y participar activamente en la solución de los grandes problemas de cada país.

¿Para qué se estudia formación cívica y ética?

Los regímenes democráticos se caracterizan por la concesión de libertades: de elección, de expresión, de emprendimiento. Sin embargo, la libertad no es simplemente algo que se concede, es sobre todo algo que se ejerce y por lo que se lucha día tras día.

Al impartir una materia como formación cívica y ética, el objetivo es preparar a los jóvenes para conocer los derechos que poseen bajo un régimen democrático y ayudarlos a desarrollar un pensamiento crítico que les permita defenderlos y conservarlos.

La materia pretende despertar en los jóvenes el interés por lo que sucede tanto en su entorno inmediato como en el resto del mundo; el deseo de estar informados e implicarse de manera activa en los debates y la búsqueda de soluciones para aquellas situaciones en las que los derechos democráticos y humanos de una sociedad o una minoría están siendo perjudicados.

La formación cívica y ética se propone asimismo sensibilizar al estudiantado en torno al cambio climático, el calentamiento global, la escasez de agua potable y otros problemas globales causados por la intervención humana en el medioambiente.

Finalmente, la materia es también un estímulo para la reflexión ética del adolescente, pues lo obliga a reflexionar sobre su propia posición respecto a estos temas de interés local y global, y lo invita a construir un punto de vista respecto a ellos que sea a la vez racional, informado, responsable y con sensibilidad humana.

¿Qué temas se estudian en formación cívica y ética?

Como explicamos al inicio del artículo, los contenidos curriculares de esta materia varían de país en país y están profundamente vinculados por las preocupaciones y enfoques ideológicos que predominan en cada sociedad.

Sin embargo, existen ciertos contenidos básicos que aparecen en la gran mayoría de los diseños curriculares.

Los símbolos patrios

Para ejercer de forma consciente la pertenencia a una nación o a una región, no basta con reconocer los símbolos patrios, sino que es necesario analizar su significado.

Por eso en los primeros años de formación cívica y ética se enseña el simbolismo de los colores de la bandera, así como el de otros elementos que figuren en ella, tal es el caso del sol con rasgos humanos en la enseña argentina o las 50 estrellas en la estadounidense. También se analiza el significado de los elementos que componen los escudos nacionales o regionales.

En esta etapa también suele exigírseles a los escolares que memoricen la letra del himno nacional.

Los valores democráticos

¿Qué diferencia a la democracia de otras formas de gobierno? Uno de los principales objetivos de la formación cívica y ética es que los estudiantes puedan responder a esta pregunta con seguridad.

En la materia se explica qué es el sufragio y la responsabilidad que recae sobre cada ciudadano a la hora de elegir la mejor opción para su país. También se habla de la división de poderes y de lo esencial que es para la democracia el que cada poder se mantenga independiente, autónomo.

Las normas sociales

Conocer las leyes y normativas por las que se rige una sociedad es fundamental para llegar a ser un ciudadano consciente. Y a la cabeza del ordenamiento jurídico de todo país democrático está la Constitución.

Esta es un objeto de estudio frecuente en formación cívica y ética. La importancia de las constituciones para esta materia no estriba tanto en que aquellas sean el marco legal supremo, al cual se subordinan el resto de normas y leyes orgánicas, sino que en ellas se puede ver cómo un Estado se ve a sí mismo.

Por ejemplo, en Bolivia, la Constitución establece que el Estado es “plurinacional”, es decir, formado por las naciones indígenas originarias, así como por la herencia mestiza de la colonización hispánica.

En Paraguay, por su parte, la Constitución reconoce dos lenguas oficiales: el español y el guaraní, algo similar a lo que vemos en España con las autonomías y las lenguas regionales.

Conocer la Constitución, analizar y reflexionar sobre cómo la nación se concibe a sí misma, y aplicar el pensamiento crítico para determinar si esa concepción efectivamente se manifiesta en la realidad o si se ha quedado en el papel, son ejercicios esenciales en una materia como formación cívica y ética.

¿Por qué es importante estudiar formación cívica y ética?

Esta materia resulta fundamental para fortalecer los cimientos democráticos de una sociedad.

Gracias a ella comprendemos que la democracia, aunque sin duda mucho más deseable que los regímenes de gobierno autoritarios en cualquiera de sus variantes ideológicas, es un sistema imperfecto, que requiere una actitud de constante vigilancia, sentido crítico, información y racionalidad para mantenerse en el tiempo.

La formación cívica y ética involucra a los jóvenes estudiantes con los problemas sociales y políticos de su entorno, y despierta en ellos una reflexión ética con relación a cuáles deben ser los valores por los que deben regirse ellos mismos y la sociedad de la que forman parte.

Esto contribuye a la formación de mejores ciudadanos y al progreso humano de las sociedades del planeta.

Referencias

  1. (2020). ¿Por qué enseñar Formación ética y ciudadana? Tomado de abc.com.py.
  2. (s/f). Formación ética y ciudadana. Biblioteca Nacional de Maestras y Maestros. Tomado de bnm.me.gov.ar.
  3. Carrizo, J. (2018). Formación ética y ciudadana. Universidad Nacional de Santiago del Estero.
  4. Ministerio de Educación y Cultura. República del Paraguay (2011). Formación ética y ciudadana. Programa de estudio.