Psicología

Necesidades primarias y secundarias: características y ejemplos


Las necesidades humanas son la parte de nuestra personalidad de la que surgen nuestra motivación, deseo y objetivos. Existen distintas teorías sobre cuáles son exactamente y la importancia que tiene cada una de ellas. No obstante, una de la clasificación más extendida es la que diferencia entre necesidades primarias y secundarias.

Según la mayoría de teorías, las necesidades primarias del ser humano serían aquellas relacionadas con la supervivencia más inmediata y el bienestar físico. Así, dentro de esta categoría solemos encontrar algunas como la necesidad de comida, de agua, de refugio, de sexo o de sueño.

Por otra parte, las necesidades secundarias serían aquellas que, a pesar de no ser necesarias a la hora de sobrevivir, sí que son extremadamente importantes para el bienestar mental y emocional de una persona. Debido a ello, son de naturaleza psicológica casi por completo. Las necesidades secundarias varían bastante entre distintas teorías.

En este artículo veremos dos de las principales teorías sobre las necesidades humanas, la de Maslow y la de Murray. Además, estudiaremos la forma en la que ambas plantean tanto las necesidades primarias como las secundarias, así como las semejanzas y diferencias entre ellas.

Índice del artículo

Características

Necesidades primarias

Las necesidades primarias, tanto en la jerarquía de Maslow como en la teoría de Murray, son aquellas que los seres humanos tenemos que cubrir con frecuencia para sobrevivir y estar bien físicamente. Se trata de aspectos de nuestra vida basados totalmente en la biología; y muchos de nuestros impulsos están destinados a satisfacerlas.

Las necesidades primarias forman parte de la categoría conocida como “necesidades por déficit”. Esto significa que las sentimos cuando nos falta algún elemento fundamental para nuestra supervivencia. Además, son las únicas cuya ausencia puede provocarnos problemas de salud física o incluso la muerte.

Las necesidades primarias o básicas son fundamentalmente las mismas en ambas teorías: sueño, comida, agua, y refugio. Sin embargo, Maslow también añadió a esta categoría la necesidad de sexo, que difiere ligeramente de las demás en el sentido de que su ausencia no puede matarnos, pero sí afecta significativamente a nuestra salud física.

Las necesidades primarias están reguladas por las partes más antiguas de nuestro cerebro. Cuando alguna de ellas no está cubierta, sentimos una gran motivación para tratar de resolver el problema. Esto llega hasta el punto en el que podemos olvidarnos de todos los otros elementos de nuestra vida para intentar satisfacerlas.

Tanto Maslow como Murray creían que, antes de poder pasar a trabajar en las necesidades de las categorías siguientes, era necesario satisfacer las primarias al menos en su mayor parte. De lo contrario, nos es prácticamente imposible concentrarnos en nada más, y nuestra salud se deteriora rápidamente.

Necesidades secundarias

Al contrario de lo que ocurre con las necesidades primarias, la ausencia de las secundarias no pone directamente en peligro nuestra vida o salud física.

Sin embargo, la falta de alguno de estos elementos tiene un impacto muy negativo sobre nuestro bienestar mental. Cubrirlas, pues, es también fundamental para tener una existencia satisfactoria.

En este apartado es donde la clasificación de Maslow y la de Murray difieren. Aunque ambos hablan de elementos similares para la categoría de necesidades secundarias, los elementos concretos que incluyen en la misma son ligeramente distintos.

Sin embargo, ambos psicólogos están de acuerdo en que la mayoría de necesidades secundarias también son de déficit; es decir, están motivadas por el intento de evitar la falta de algún elemento importante para nuestro bienestar (en este caso psicológico).

Así, Maslow hablaba de cinco tipos de necesidades secundarias, que se clasificaban en forma de pirámide. Para este investigador, es necesario cumplir las que están más abajo en la jerarquía antes de pasar a las siguientes. Las cinco categorías son: seguridad, afiliación, reconocimiento, autorrealización, y cognición.

Murray, por otro lado, hablaba de las necesidades secundarias como “psicogénicas”. Para este autor, todas tienen una importancia similar, por lo que generalmente tratamos de cubrirlas al mismo tiempo. Las categorías que incluye en este grupo son: necesidades de ambición, materialistas, de poder, de afecto, y de información.

Ejemplos

A continuación veremos con más detalle las clasificaciones que crearon Maslow y Murray sobre las necesidades primarias y secundarias del ser humano.

Pirámide de Maslow

La pirámide de Maslow es una teoría desarrollada por el psicólogo del mismo nombre en 1943. En ella, el autor clasifica las distintas necesidades humanas en función de su importancia, creando así una figura similar a una pirámide en la que las primarias están en la base y las más avanzadas en los niveles superiores.

En su teoría, Maslow consideraba que es necesario cumplir las necesidades de los niveles inferiores antes de poder pasar al siguiente. Así, si alguien no tiene cubierta su necesidad de comida, por ejemplo, no tendrá tiempo para preocuparse por la relación con sus padres.

En total, Maslow hablaba en un principio de cinco necesidades distintas: básicas, de seguridad, de afiliación, de reconocimiento, y de autorrealización. Más adelante añadió una categoría extra, en la que se encuentran las necesidades cognitivas. A continuación veremos en qué consiste cada una de ellas.

Necesidades básicas

Como ya hemos visto, Maslow consideraba que las necesidades primarias incluían el hambre, la sed, el sueño, y la necesidad de refugio y de sexo.

Todas ellas funcionan por déficit; es decir, los humanos nos sentimos motivados a perseguirlas cuando nos falta alguno de estos elementos. Además, pueden ser satisfechas momentáneamente.

Necesidades de seguridad

Un nivel más arriba de las necesidades primarias se encuentran aquellas que nos hacen buscar la seguridad. Pueden tener que ver con aspectos como nuestro bienestar físico, nuestra situación económica, o la ausencia de amenazas a nuestra integridad.

Aunque no son tan importantes como las básicas, las necesidades de seguridad son extremadamente importantes, y generan niveles muy altos de motivación. Así, si alguien vive en un barrio en el que ocurren muchos crímenes, se sentirá muy impulsado a mudarse o a buscar alguna manera de protegerse.

Necesidades de afiliación

El siguiente nivel en la jerarquía de Maslow se refiere a la necesidad que tenemos las personas de pertenecer a un grupo, y de dar y recibir afecto. La ausencia de vínculos estrechos con amigos, familia o pareja puede provocar efectos tan negativos como depresión, ansiedad o fobia social.

Según Maslow, en ocasiones las necesidades de afiliación pueden ser tan fuertes que nos hagan tomar decisiones contrarias a las categorías anteriores, debido al efecto de presión social. Sin embargo, al final nuestras necesidades primarias y de seguridad siempre se acaban imponiendo a estas.

Necesidad de reconocimiento

Además de pertenecer a un grupo, los humanos tenemos que sentirnos valorados tanto por otras personas como por nosotros mismos para estar bien. Maslow decía que estos dos componentes forman el cuarto grupo de necesidades, aquellas que tienen que ver con el reconocimiento.

Por otro lado, el psicólogo decía que primero necesitamos ser valorados por los demás, y solo más tarde podremos preocuparnos por aumentar nuestra propia autoestima.

Necesidad de autorrealización

El quinto nivel de la pirámide de Maslow es el primero en el que las necesidades no son de déficit. Se trata del impulso que tenemos las personas de convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos, de vivir de acuerdo a nuestros valores, de cumplir metas y de avanzar constantemente hacia lo que creemos.

Maslow pensaba que, para poder llegar a este nivel, era necesario no solo tener cubiertas todas las necesidades anteriores sino haberlas dominado por completo. Según él, la mayoría de individuos no son capaces de funcionar en este nivel durante periodos muy largos de tiempo.

Necesidades cognitivas

Por último, Maslow añadió una categoría separada del resto, que se produce a la vez que todas las demás. Se trata de nuestra necesidad de buscar la verdad, de explorar, y de conocer mejor el mundo y a nosotros mismos. Esta motivación está presente en todo momento, y nunca puede satisfacerse por completo.

Teoría de Murray

Al contrario que Maslow, Murray pensaba que todas las necesidades secundarias o psicogénicas tienen la misma importancia. Poner el foco en unas u otras dependerá de factores como la personalidad de cada individuo o el momento de la vida en el que se encuentre.

A continuación veremos las categorías en las que Murray dividía las necesidades secundarias del ser humano.

Necesidades de ambición

Las necesidades en esta categoría están relacionadas con el logro y con el reconocimiento externo. Para cubrirlas, es necesario cumplir objetivos, superar obstáculos y teniendo éxito, además de adquirir estatus social y mostrando nuestros triunfos al resto del mundo.

Necesidades materialistas

Esta segunda categoría se centra en la adquisición, construcción y retención de bienes materiales. Así, para cumplirlas es necesario adquirir objetos, o bien crearlos con nuestras propias manos, a la vez que nos aseguramos de que no los perdemos.

Necesidades de poder

Las necesidades de poder se centran en la adquisición de nuestra propia independencia y en el control sobre otras personas. Algunas de las que entran en esta categoría son la resistencia a las influencias externas, el deseo de autonomía, la agresión, la dominancia y la cooperación.

Necesidades de afecto

Esta categoría se centra en nuestro impulso por ser amados y amar a otros. Tenemos la necesidad de buscar la compañía de otras personas, de conectar con ellas y de cuidarlas y ser cuidados por ellas. Además, Murray también creía que la diversión formaba parte de esta categoría.

Necesidades de información

Por último, Murray pensaba que las personas también necesitamos adquirir conocimiento sobre el mundo y compartirlo con los demás. Así, nuestra curiosidad innata formaría parte de esta última categoría de necesidades, que también incluiría una inclinación a enseñar a otros lo que hemos aprendido.

Referencias

  1. “Maslow’s hierarchy of needs” en: Simply Psychology. Recuperado en: 17 Enero 2019 de Symply Psychology: simplypsychology.com.
  2. “6 types of human needs” en: Cosmons. Recuperado en: 17 Enero 2019 de Cosmons: cosmons.com.
  3. “Maslow’s hierarchy of needs” en: Wikipedia. Recuperado en: 17 Enero 2019 de Wikipedia: en.wikipedia.org.
  4. “Murray’s theory of psychogenic needs” en: VeryWell Mind. Recuperado en: 17 Enero 2019 de VeryWell Mind: verywellmind.com.
  5. “Murray’s system of needs” en: Wikipedia. Recuperado en: 17 Enero 2019 de Wikipedia: en.wikipedia.org.