Los 5 Tipos de Felicidad en Psicología (con Ejemplos)
Los tipos de felicidad, según el famoso psicólogo Seligman, son la vida placentera, la vida comprometida, las relaciones, la vida significativa y el sentido de logro. Cada uno tiene sus rasgos definitorios y hay formas distintas para lograrlos.
Podríamos entender la felicidad como un estado de plenitud donde se valora la vida de una forma positiva. Si somos felices amamos a la vida y alcanzamos nuestras metas y las disfrutamos no percibiendo los errores como frustraciones, sino de una forma constructiva y positiva.
Una persona que se muestra feliz es aquella que sonríe en todo su esplendor y disfruta de la vida que tiene de forma permanente. Dependiendo de cómo se entienda la vida, cada persona hallará la felicidad de una forma u otra. A continuación os explicamos los diferentes tipos de felicidad según Seligman.
¿Qué tipos de felicidad existen?
Aunque existe alguna que otra discrepancia en las clasificaciones de los tipos de felicidad, hemos decidido utilizar para explicároslo por ser más claro que los demás, la que realiza el autor Seligman.
Este distingue primeramente en tres aspectos o tres tipos de felicidad, a los que después suma otros dos más que se encuentran incorporados dentro del concepto de felicidad.
Emociones positivas o vida placentera
Este tipo de felicidad sería uno de los más básicos y se centra únicamente en ser feliz gracias a que la persona solo quiere experimentar emociones que no son negativas, sino positivas.
Es decir, en placeres tanto de tipo sensorial como emocional, los cuales pueden ser durante un corto período de tiempo o incluso fugaz, regidos por circunstancias externas.
Algunos ejemplos de este tipo de felicidad serían: probar una comida deliciosa, darnos una ducha caliente, estar en compañía de personas que nos gustan…
Por lo que como podemos comprobar, las personas que se rigen por sentir emociones positivas pueden llegar a ser controlados por las circunstancias externas y por lo efímero y variable de los placeres que proceden del exterior.
Compromiso o vida comprometida
Podríamos decir que este tipo de felicidad incorpora a la primera, la “ vida placentera”. En este caso, la persona no solo se centraría en disfrutar de los placeres que le vienen dados del exterior.
Además, su ser interior se implicaría con todas sus fuerzas en aquella actividad que está realizando prestando atención a sus actitudes internas y no basándose solo en las circunstancias externas. Por lo que es el resultado de utilizar las fortalezas personales para obtener numerosas gratificaciones en los principales ámbitos de la existencia.
Las personas que se encuentran en este escalón de la felicidad podrían encontrarla poniendo en juego su vida interior, y teniendo en cuenta que lo importante no es solo lo que sucede sino cómo se interpreta y se afronta.
Algunos ejemplos serían: practicar deporte, leer un libro, tocar un instrumento musical, pintar un cuadro, enseñar algo a otra persona…
Relaciones
Si somos capaces de disfrutar de los placeres exteriores y además de desarrollar nuestras fortalezas personales, podremos situarnos en el nivel tres de esta escala de la felicidad. Existen personas que solo se sienten felices cuando comparten su tiempo con otras ya sea ayudándolos o realizando cualquier otra actividad.
Mantener relaciones de forma positiva con las personas que se encuentran a nuestro alrededor es otro requisito para alcanzar la felicidad. Todos los seres humanos necesitamos participar en nuestra vida en comunidad y sentirnos queridos y apoyados para ser felices, por ello tenemos que dedicar nuestro tiempo a ello.
Significado o vida significativa
Este tipo de felicidad se caracteriza porque la persona emplea sus virtudes y fortalezas al servicio de algo que se encuentra fuera de él y que da sentido a su vida. Por ello, dependiendo de cada persona y de sus características desempeñaran unas actividades u otras.
Algunas por ejemplo encuentran su nivel de felicidad extremo cuando encuentran sentido a su vida estableciéndose una serie de metas como: ayudar por que este mundo sea más justo, facilitar la educación a las personas desfavorecidas, ser voluntario de alguna organización…
Éxito y sentido de logro
Y por último, llegamos al quinto tipo de felicidad según Seligman. Si hemos superado los anteriores, podremos llegar a la plenitud de la felicidad. Como ya sabemos, necesitamos sentirnos competentes y ser autónomos en nuestra vida, para ello, nos solemos establecer metas con las que podemos desarrollarnos y perseguir nuestros éxitos.
Estas metas nos ayudan a seguir creciendo como personas y también a nivel profesional. La confianza será indispensable para alcanzar este tipo de felicidad ya que es la que hace que nos sintamos competentes con lo que hacemos.
Por otro lado, todo lo que hagamos en nuestra vida deberá de ir acompañado por la motivación. Ésta dará sentido a nuestra vida y nos permitirá realizar planes y sentirnos realizados para encontrarnos en el último nivel de la felicidad.
¿La felicidad se compone de factores?
Lyubomirsky, Sheldon y Schkade han sintetizado los tres factores más importantes que determinan la felicidad:
Valor de referencia
Los valores de referencia son aquellas características de tipo biológicas que hemos heredado genéticamente y que determinan nuestro temperamento.
Según algunas investigaciones que se han realizado con gemelos tanto univitelinos como bivitelinos, existe un 50% de factores que tienen que ver con la herencia genética que no se pueden modificar y que por tanto determinan nuestro temperamento y por ende, nuestro modo de reaccionar ante los acontecimientos.
Circunstancias
Además de la anterior causa, también encontramos que las circunstancias que podemos vivir en determinados momentos también pueden condicionar nuestra felicidad en un 10%.
No suelen ser tan determinantes como parecen aunque sí es cierto que pueden limitar nuestro bienestar y en consecuencia nuestra felicidad. Suelen ser, por ejemplo: lo que creemos, nuestros ingresos económicos, la salud…
Actividad deliberada
El último de los factores que causan la felicidad, se refiere a nuestra actividad deliberada. Es decir, con un valor de un 40% las causas de nuestra felicidad dependen de nosotros mismos, de lo que hacemos en nuestra vida cotidiana y de nuestra manera de pensar.
Por lo que dicho lo anterior, existen tres factores que determinan nuestra felicidad: lo biológico, las circunstancias sociales y lo que decidimos hacer con nuestra vida.
Sin embargo, aunque un 50% de nosotros de forma genética nos predisponga y limite nuestra felicidad, el otro 40% sigue siendo nuestra. Por ello, tenemos que ser conscientes de esto ya que ser más o menos felices depende de nosotros mismos en un 40% sobre 100.
Conclusiones
Como hemos podido comprobar a lo largo del artículo, para Seligman existen cinco tipos de felicidad o cinco formas de alcanzarla. No podemos entenderlas como algo separado ya que es complicado concebirlo de este modo dado que algunas actividades pueden corresponderse con todas y cada una de ellas dependiendo de su nivel de complejidad o de cómo las entendamos.
Aunque es cierto que se encuentran de forma escalonada, las personas van creciendo y desarrollándose por lo que podrán darse los diferentes tipos de felicidad de forma simultánea apareciendo una más que las otras.
Encontrar la felicidad plena es algo bastante complicado ya que depende de muchos factores: las circunstancias, el valor de referencia y nuestra actividad deliberada; pero como hemos podido comprobar un 40% depende de nosotros mismos e incluso me atrevería a decir que el otro 10% destinado a las circunstancias también.
Por ello, tenemos que ser conscientes de que nuestra felicidad depende de nosotros mismos y que si queremos ser felices una buena forma de hacerlo es comenzando a interiorizar los tipos de felicidad que existen e ir escalando hasta alcanzar el quinto nivel.
Referencias
- Arguís, R., Bolsas, A. P., Hernández, S., & Salvador, M. M. (2010). Programa “Aulas Felices”.Zaragoza.
- Flourish, a Visionary New Understanding of Happiness and Well-Being- Dr. Martin Seligman.
- Lyubomirsky, S., Sheldon, K, M. y Schkade, D. (2005): Pursuing Happiness: The Architecture of Sustainable Change. Review of General Psychology, 9, nº. 2, 111 131.
- Lyubomirsky, Sonja (2008): La ciencia de la felicidad. Barcelona: Urano.
- Seligman, Martin E. P. (2002): La auténtica felicidad. Barcelona: Ediciones B (2003).
- Seligman, Martin E. P. (2011): Flourish: A Visionary New Understanding of Happiness and Well–being. New York: Free Press.