Religión mapuche: cosmovisión, creencias y dioses
¿Qué es la religión mapuche?
La religión mapuche comprende un conjunto de creencias y mitos religiosos de un grupo de indígenas, los mapuches, que durante la América prehispánica ocuparon el centro-sur de Chile y el suroeste de Argentina.
Esta religión mapuche se regía por una serie de creencias acerca de la creación del mundo y de las deidades y espíritus que residen en él. En la mitología de este pueblo, la machi (chamán) tenía un rol estelar.
Entre sus roles, la machi ejercía funciones religiosas, médicas, de consejera y de protectora del pueblo. Esta responsabilidad generalmente recaía en las mujeres de mayor edad y era parte importante de la cultura mapuche.
Además, la machi era la encargada de realizar ceremonias de protección contra el mal, para llamar a la lluvia y para curar enfermedades. Asimismo, era poseedora de un amplio conocimiento de las hierbas medicinales chilenas.
El machitun era la principal ceremonia de curación realizada por la machi chamán. Se trataba de una invocación a los antepasados. Según la religión mapuche, estos dominaban las artes del diagnóstico de enfermedades y su curación.
Cosmovisión mapuche
El universo
Según la religión mapuche, el universo está formado por varios planos superpuestos. En la parte superior se encuentra el wenu mapu o tierra de arriba (wenu traduce arriba y mapu significa tierra).
A su vez, el wenu mapu está subdividido en cuatro plataformas que representan el bien y una que representa al mal. Las que representan al bien son meliñon, kelañon, epuñon y kiñeñon, en tanto que la del mal es anqa wenu.
En las cuatro plataformas del bien conviven los espíritus buenos, las fuerzas positivas y los ancestros mapuches. Por otro lado, en la plataforma del mal habitan solo los espíritus negativos y seres monstruosos.
Por otro lado, el segundo de los planos es conocido por la religión mapuche como nag mapu o tierra de abajo. A este plano pertenecen el mundo natural formado por hombres, animales y plantas, y aquí conviven el bien y el mal.
Este plano se divide en cuatro porciones que representan los cuatro puntos cardinales llamados meli witran mapu (las cuatro esquinas del mundo). Estas son pikun mapu (norte), willi mapu (sur), puel mapu (este) y lafken mapu (oeste).
Por último, se encuentra el minche mapu (tierra de debajo). De acuerdo con la religión mapuche, este nivel estaría ocupado por los espíritus maléficos llamados wekufes. Estos espíritus promueven el caos y las enfermedades.
La creación
Según la cosmovision mapuche, al principio solo había aire. Su dueño era el espíritu Ngen, que vivía con otros espíritus. Algunos de estos espíritus se transformaron en piedras, y por su peso cayeron y formaron el planeta Tierra.
Luego, Ngen envío a uno de sus hijos para habitarla. Para que no estuviera solo, convirtió una estrella en mujer. Debido a que la recién formada Tierra era dura, ordenó que naciera pasto para que no se lastimara al caminar.
A medida que la mujer se desplazaba por el pasto y jugaba con las flores, estas se transformaban en pájaros, mariposas y frutos. Después, el hijo de Ngen y la mujer procrearon hijos.
El joven estuvo muy feliz con su mujer, e hizo un hoyo entre los aires para mirar hacia la Tierra. Cuando lo hacía brillaba y daba calor. También la madre veía por la hendidura, dejando filtrar una luz blanca y suave en las noches.
Las mujeres en el universo mapuche
De acuerdo con la religión mapuche, la mujer fue creada primero, y todos los otros elementos en la naturaleza provienen de ella. Esa condición le otorga privilegios y significados especiales a las mujeres dentro de esta cultura.
La mujer posee un estrecho parentesco con la naturaleza y especialmente con la tierra en su papel de madre-Ñuke (origen y nutridora de la vida). Por eso es la elegida por los espíritus para asumir el papel de machi (vocera de los espíritus de la naturaleza).
Armonía en el nag mapu
Para este pueblo, la tierra es un espacio donde conviven animales, árboles, ríos, personas, espíritus y poderes tanto positivos como negativos. La tarea fundamental de los mapuches es mantener una relación armoniosa.
Hombres, mujeres, ancianos y niños son responsables de cumplirla. Las mujeres lo hacen como generadoras y cuidadoras de vida, y hombres como protectores y proyectores de la vida y de la cultura.
Por otro lado, las personas mayores aportan experiencia, conocimiento y sabiduría, y los niños están obligados a prepararse para ejercer su rol. Así pues, existe un proyecto de preservación de la Tierra para el futuro.
Dioses de la religión mapuche
La visión religiosa de la cultura mapuche era la existencia de un mundo poblado de espíritus y dioses morando en las alturas celestiales. Sin embargo, creían en la existencia de un dios supremo creador de todo lo viviente.
Así pues, en la religión mapuche, los dioses y diosas eran espíritus invisibles que tenían poderes específicos y limitados. Dentro de este grupo había tanto espíritus buenos como espíritus malévolos.
Ngen, Ngenechen Nguenechen o Nenechen
Es el ser supremo de la religión mapuche. Es el soberano dueño y gobernador de toda la creación. También es conocido como Chau o Antü (padre sol).
Kushe
Esta diosa era al mismo tiempo la esposa y madre de Chau (Nguenechèn), quien era el dios supremo creador. También era conocida como Reina Azul, Luna y Reina Maga.
Ngenemapum
Es el dios de la Tierra según la religión mapuche. Asimismo era quien transmitía a la machi el conocimiento del valor medicinal de las plantas. La machi solicitaba su permiso para usarlas en cada una de sus sanaciones.
Nguruvilu
Es el dios del agua, de los ríos y lagos. Generalmente es representado como un puma o gato salvaje con una garra en la punta de la cola.
Wekufe
Los wekufe son espíritus malévolos, y los mapuches creen que siempre están cerca. Los wekufe pueden hacerse visibles o invisibles instantáneamente. Se manifiestan en las formas de animales, fenómenos naturales o fantasmas.
Generalmente, actúan por órdenes de un hechicero. Sin embargo, pueden actuar independientemente. Las machis deben proteger constantemente a su comunidad y a ella misma de la amenaza de los wekufe.
Hueñauca
Según la cosmología mapuche, era un espíritu malvado que vivió en las profundidades del volcán Osorno. Produjo fuego y gobernó una corte de seres que no podían hablar. A menudo, un macho cabrío protegía la entrada a su caverna.
Pillan
Este era un espíritu de fuego reconocido como dios del trueno. Era temido porque podía crear terremotos y erupciones volcánicas. Se creía también que convertía cada guerrero mapuche muerto en combate en nubes y volcanes.