Historia

México contemporáneo: concepto, historia, cultura, personajes


¿Qué es el México contemporáneo?

El México contemporáneo es el periodo de la historia del país norteamericano que abarca desde el fin de la Revolución hasta el presente. El punto de inicio se suele colocar en la promulgación de la Constitución de 1917, elaborada por los revolucionarios que habían luchado contra los gobiernos de Porfirio Díaz y Victoriano Huerta.

El primer presidente mexicano tras el triunfo de la Revolución fue Venustiano Carranza, al que sucedió Álvaro Obregón, con Adolfo de la Huerta como mandatario interino entre ambos. Estos primeros años fueron de reconstrucción del país, aunque la pacificación total aún tardaría en llegar.

Plutarco Elías Calles y el llamado Maximato fue otro periodo importante durante las primeras décadas del México contemporáneo. Las sublevaciones y sucesos violentos seguían siendo muy habituales en la política mexicana y los sucesivos gobiernos no eran capaces de acabar con ellas.

Fue durante la presidencia de Lázaro Cárdenas cuando, según los historiadores, México consiguió estabilizarse. Durante su presidencia se expropió la producción del petróleo, convirtiéndolo en la principal fuente económica del país.

Los cambios en la sociedad, economía y cultura durante el periodo contemporáneo han sido muchos. En la parte positiva se encuentra la industrialización y el intento de disminuir las desigualdades, especialmente con una política agraria muy influida por las ideas de Emiliano Zapata. En la negativa, la corrupción política y los altos índices de pobreza.

Historia

Entre 1917 y 1920, México vivió una etapa convulsa, con los triunfadores de la Revolución luchando entre ellos. Emiliano Zapata y Francisco Villa, cada uno en su territorio, trataron de acabar con el gobierno de Carranza. Mientras, la economía del país sufría las consecuencias de los años de guerra.

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Finalmente, las tropas de Villa y Zapata fueron derrotadas y, este último, asesinado en 1919. Al año siguiente, Villa firmó la paz definitiva con Carranza. Parecía que México iba camino de alcanzar una mayor estabilidad, pero la sucesión presidencial no iba a ser pacífica.

La legislatura acabó en 1920 y Carranza propuso a un candidato para sustituirlo. Sin embargo, los jefes revolucionarios no aceptaron su propuesta y los generales Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles se levantaron en la Rebelión de Agua Prieta.

La sublevación fue un éxito y, después de una breve presidencia interina de Adolfo de la Huerta, se celebraron elecciones. Álvaro Obregón fue el ganador de las mismas, comenzando su periodo presidencial ese mismo año.

Gobierno de Álvaro Obregón

La prioridad que Obregón marcó para su gobierno fue estabilizar el país. Inició políticas para reconstruirlo y mejorar la maltrecha economía. Para ello, se alió con los antiguos partidarios de Zapata y logró el apoyo de los campesinos con varias leyes en su favor.

Como ejemplo de lo anterior, se empezaron a expropiar latifundios y las tierras se repartieron entre los trabajadores del campo. De igual forma, fijó un salario mínimo y promulgó legislación para acabar con la explotación laboral.

Por otra parte, destacó el florecimiento cultural vivido durante ese periodo. Tanto en la educación, como en las artes el avance fue muy importante. De hecho, esta etapa se llegó a denominar Revolución Cultural.

No obstante, Obregón tampoco tuvo una sucesión tranquila. En 1923, Adolfo de la Huerta protagonizó un levantamiento armado. La intentona fue derrotada y el candidato propuesto por Obregón, Plutarco Elías Calles, llegó a la presidencia.

Elías Calles y el Maximato

Los siguientes años de la historia de México estuvieron marcados por la presidencia de Plutarco Elías Calles. Aunque dejó el cargo en 1928, continuó siendo la figura central del gobierno desde la sombra hasta 1934. Es el periodo llamado Maximato, siendo Elías Calles en Jefe Máximo de la nación.

En cuanto a su obra política, Calles siguió la misma senda que su predecesor. De esta forma, se apoyó en las organizaciones obreras, legislando es su favor.

Como puntos importantes destaca la creación del Banco Nacional de México y el gran intervencionismo estatal en la economía. Los historiadores señalan que, bajo su mandato, se pusieron las bases para el desarrollo económico del país.

Por otra parte, tuvo la oposición de la iglesia debido a sus leyes contra los privilegios eclesiales. Esto hizo que tuviera que afrontar la llamada rebelión cristera, que incluso acabó con la vida de Álvaro Obregón en 1928, cuando se postuló para suceder a Calles.

Calles promovió a Portes Gil para sustituirlo. Además, fundó el Partido Nacional Revolucionario en 1929, el primer antecedente del PRI, que gobernó México durante siete décadas.

Tanto Portes como los dos siguientes presidentes mantuvieron la línea que les marcaba Elías Calles en sus gobiernos.

Consolidación del México contemporáneo

La llegada de Lázaro Cárdenas al poder marcó un punto de inflexión en el país. Muchos expertos consideran que es cuando se consolida el Estado moderno.

Lo primero que hizo fue deshacerse de la figura de Elías Calles y cambiar el nombre del partido, fundando Partido de la Revolución Mexicana.

Su presidencia comenzó el 1 de diciembre de 1934, con un programa claramente social. Como sus antecesores, prestó especial atención a los campesinos, expropiando grandes latifundios y repartiendo las tierras entre ellos. Aparte, ordenó construir viviendas sociales, dio derechos a los indígenas y aumentó la igualdad entre hombres y mujeres.

A Cárdenas se le reconoce también por el gran impulso que dio a la educación. Así fue el promotor de la extensión de escuelas públicas por todo el ámbito rural y fundó el Instituto Politécnico Nacional para mejorar la enseñanza técnica.

Por otra parte, también se preocupó por mejorar las infraestructuras de transportes. Entre otras medidas, nacionalizó el ferrocarril y amplió la red de carreteras.

Un hecho importante en la historia política de México fue la fundación, en 1939, del Partido de Acción Nacional, algo inédito en un país acostumbrado a los partidos únicos.

Nacionalización del petróleo

Otra de las actuaciones del gobierno de Cárdenas fue la nacionalización de la extracción del petróleo. En ese momento, estaba en manos de compañías extranjeras, que solían evitar el pago de impuestos y establecían malas condiciones laborales para los trabajadores mexicanos.

Esto provocó huelgas en el sector. Las reclamaciones fueron apoyadas por la Corte de Justicia, pero las empresas petroleras ignoraron el fallo. Ante esto, Cárdenas decidió expropiarlas y nacionalizar la producción.

Para esto creó Pemex, una empresa estatal que se encargó de todo lo relacionado con el petróleo. Aunque la decisión provocó un boicot por parte de varios países, finalmente Pemex se convirtió en la mayor fuente de ingresos para México y lo siguió siendo durante décadas.

Manuel Ávila Camacho

El sucesor de Cárdenas fue Manuel Ávila Camacho, el primer presidente que se separó de los ideales defendidos por los revolucionarios. Así, frenó la política de reforma agraria y favoreció a la naciente burguesía industrial.

Por otra parte, fue el creador del Seguro Social Mexicano, algo que no gustó a las organizaciones patronales.

La Segunda Guerra Mundial afectó, como al resto del mundo, a los mexicanos. La economía se resintió y sufrió algunos ataques por parte del ejército nazi. En 1942, México entró en la guerra en el bando de los aliados.

En el ámbito político destacaron la promulgación de una Ley Electoral que regulaba los partidos políticos y el cambio de nombre del partido gobernante. Las elecciones de 1946 supusieron el comienzo de la época del Partido Revolucionario Institucional.

Fomento de la industrialización

El primer candidato priista fue Miguel Alemán, el primer presidente civil desde la Revolución. Tras él, llegaron los gobiernos de Ruiz Cortines y de Adolfo López Mateos.

Los tres sexenios se caracterizaron por el desarrollo económico, con un gran impulso a la industrialización. Los precios sufrieron importantes subidas y el gasto social del Estado se redujo. A pesar de esto, aún se produjeron algunas nacionalizaciones, como la de la energía eléctrica.

En el ámbito social, Ruiz Cortines concedió el derecho a voto a las mujeres, mientras que los movimientos obreros tomaron protagonismo protestando contra las decisiones gubernamentales.

México en 1968

La etapa de crecimiento económico finalizó con el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, a finales de la década de los 60. Además, las manifestaciones sociales fueron creciendo y, con ellas, las respuestas violentas por parte del Estado.

El culmen de esta represión llegó con la Matanza de Tlatelolco, o de las Tres Culturas. La movilización de los estudiantes universitarios terminó con los disparos indiscriminados de las fuerzas de seguridad. Oficialmente, se reportaron entre 200 y 300 muertos, pero otras fuentes casi multiplican por 10 esa cifra.

Para muchos historiadores, la llegada de los años 70 supuso el comienzo de la etapa menos democrática de los gobiernos del PRI. No solo por la represión, sino por las numerosas denuncias de fraudes electorales por todo el país.

El desgaste del PRI

Durante los siguientes años, con Luis Echeverría en la presidencia, el gobierno trató de regresar a las políticas sociales. Se benefició también del crecimiento económico internacional, pero su mandato terminó con la primera devaluación del peso desde 1954. .

El boom del petróleo fue la gran baza de su sucesor, López Portillo. Sin embargo, la crisis económica de 1981 cambió toda la orientación política de México.

Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo enfocaron la economía desde el neoliberalismo. En los años siguientes, México privatizó más de 750 empresas estatales.

El Tratado de Libre Comercio de América del Norte, firmado en enero de 1994, fue uno de los pasos más importantes dentro de esta era neoliberal.

En ese año también se produjo el levantamiento en Chiapas del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, con un fuerte contenido indigenista. La situación de los indígenas nunca se había resuelto del todo y los guerrilleros pedían reconocimiento y una mejora de su situación.

Siglo XXI

A pesar de la certidumbre de que, anteriormente, el PRI había logrado mantener el poder mediante el fraude, no fue hasta el año 2000 cuando México vivió la alternancia política. En las elecciones de ese año, Vicente Fox, de la Alianza por el Cambio, logró hacerse con el poder.

En 2006 el ganador fue Felipe Calderón, candidato del PAN, aunque las manifestaciones por las sospechas de fraude llegaron a paralizar la Ciudad de México.

El narcotráfico se había convertido en un problema para el país y Calderón actuó con dureza, y sin mucho éxito, para acabar con los cárteles.

Mientras, la economía, con altibajos, no acababa de despegar y las desigualdades sociales crecieron de manera notable. Esto llevó a que, en 2012, el PRI, con Peña Nieto, volviera al poder.

Cultura

El primer gran salto de la cultura mexicana se produjo durante el gobierno de Obregón. El secretario de educación, José Vasconcelos, puso en marcha una amplia campaña denominada “Alfabeto, pan y jabón”. Su objetivo era extender la escuela primaria por todo el país.

Organizó misiones culturales para recorrer México, compuestas por estudiantes y profesionales. Su labor era hacer de maestros para alfabetizar a la población rural. Igualmente, le dieron una gran importancia a la música y a las otras artes.

Por otra parte, Vasconcelos dio un gran apoyo a grandes nombres de la cultura mexicana, como Diego Rivera o Alfaro Siqueiros.

Años 30

La labor educativa continuó durante la presidencia de Cárdenas. Se crearon numerosas instituciones, como el Consejo Nacional de Educación Superior y de la Investigación Científica o el Instituto Nacional de Psicopedagogía.

El Castillo de Chapultepec fue transformado en museo y la la acogida de exiliados españoles republicanos que huían de la Guerra Civil supuso un enriquecimiento para la vida cultural mexicana.

Años 40 y 50

De nuevo la educación fue la principal preocupación durante esas décadas. En los años 40 se desarrolló una campaña para reducir el analfabetismo, que afectaba a la mitad de la población.

Por otra parte, en los años 50 se organizó un programa que pretendía castellanizar a los indígenas. Se creó el Instituto Nacional de Protección a la Infancia, muy enfocado hacía las áreas rurales.

Las universidades y los museos se vieron favorecidos por las políticas llevadas a cabo, creándose nuevas instituciones.

Años 60 y 70

Como ocurrió en buena parte del mundo occidental, los 60 acabaron con un cambio cultural protagonizado por los más jóvenes. La llamada generación del 68 fue más abierta ideológicamente, hasta el punto de desafiar los convencionalismos con frecuencia.

La ruptura con lo anterior, también se vio reflejada en el ámbito artístico. Aparecieron nuevas corrientes en las que la creatividad era lo más importante.

Cultura de fin de siglo

El uso de nuevos medios de expresión, como el video o la fotografía, marcaron la cultura mexicana en los años 80. Aparecieron, especialmente en la capital, muchas salas de exposición en las que los nuevos artistas mostraban sus trabajos realizados con lenguajes novedosos.

Eso no significa que se abandonaran las artes clásicas. Así, aparecieron varios pintores catalogados como postmodernistas. Estos recuperaron elementos populares y nacionalistas, reinterprentándolos en sus cuadros.

Personajes destacados

Plutarco Elías Calles

Plutarco Elías Calles nació en el Estado de Sonora en 1877. Después de participar en la Revolución, formó parte del gobierno de Adolfo de la Huerta, ocupando la cartera de Guerra y Marina y del de Álvaro Obregón, como secretario de gobernación.

Una vez que llegó a la presidencia, tuvo que afrontar los problemas que acuciaban al país. Fue uno de los artífices más destacados de la estabilización de México.

Recibió el nombre de Jefe Máximo de la Revolución, siendo el auténtico poder en la sombra durante las presidencias de de Emilio Portes Gil, Pascual Ortiz Rubio y Abelardo L. Rodríguez. A esta época se le llamó el Maximato.

Lázaro Cárdenas, que en principio había sido su aliado, no quiso seguir bajo su influencia y ordenó su expulsión del país.

Lázaro Cárdenas del Río

Está considerado como uno de los presidentes más importantes del periodo posrevolucionario en México. Nació en Jiquilpan, Michoacán, el 21 de mayo de 1895. Después de la Revolución, fue uno de los que apoyó en Plan de Agua Prieta, que inició el levantamiento contra Carranza.

Antes de lanzarse a la política nacional fue gobernador de Michoacán, donde pudo comprobar la efectividad de sus políticas.

Lázaro Cárdenas llegó a la presidencia en 1934. Sus medidas tuvieron un fuerte componente social y agrarista. Su principal objetivo fue poner en marcha las políticas recogidas en la Constitución de 1917.

Carlos Salinas de Gortari

Su importancia radica en haber sido el responsable de cambiar el paradigma económico mexicano. Siguiendo las políticas diseñadas por su antecesor, Miguel de la Madrid, privatizó un gran número de empresas públicas e instaló el neoliberalismo como sistema económico.

Para lograrlo no solo tuvo que cambiar la economía, sino también buena parte de las leyes que defendían la propiedad estatal de muchos medios de producción.

Durante su mandato, México firmó el Tratado de Libre Comercio con Canadá y Estados Unidos (1994), cuyos resultados finales son objeto de gran discusión por los expertos.

Vicente Fox

La figura de Vicente Fox Quesada (Ciudad de México, 2 de julio de 1942), más allá de por sus políticas, pasó a la historia por haber sido el primer presidente no perteneciente al PRI en más de 70 años.

El 1 de diciembre de 2000 rompió la hegemonía que, durante décadas, se había mantenido en el país.