Arquitectura romana: historia, características, construcciones
La arquitectura romana es aquella que se desarrolló desde el establecimiento de la República romana en el año 509 a. C. hasta aproximadamente el siglo IV d. C., cuando aparece la arquitectura bizantina.
Las estructuras arquitectónicas de la Antigua Roma tuvieron un gran florecimiento durante el Imperio romano, pasando a convertirse en símbolo de su expansión y poderío. Pese a su decadencia con la llegada del imperio bizantino, el estilo arquitectónico romano siguió influyendo en la construcción de Europa occidental durante muchos siglos.
Algunos ejemplos de esta influencia pueden identificarse en la arquitectura prerrománica y románica, propia de la Edad Media. De igual forma, la arquitectura islámica y la bizantina presentaron típicas formas romanas. Posteriormente, durante el Renacimiento italiano, Europa hizo resurgir los estilos clásicos y entre ellos el romano.
Índice del artículo
- 1 Origen e historia
- 2 Características de la arquitectura romana
- 3 Tipos de construcciones romanas
- 3.1 Vías romanas
- 3.2 Acueductos y puentes
- 3.3 Foros
- 3.4 Teatros
- 3.5 Anfiteatros o Arenas
- 3.6 Estadios o circos
- 3.7 Templos
- 3.8 Basílicas
- 3.9 Baños o termas
- 3.10 Órdenes de la arquitectura romana
- 3.11 Orden toscano o etrusco
- 3.12 Orden dórico romano
- 3.13 Orden jónico romano
- 3.14 Orden corintio romano
- 3.15 Orden compuesto
- 4 Materiales utilizados
- 5 Construcciones romanas destacadas
- 6 Referencias
El nacimiento de Roma está bien definido el 21 de abril del año 753 a.C. y desde ese día pueden diferenciarse tres grandes periodos históricos en esta cultura. El primero es el etrusco entre los siglos VIII a. C. y V a. C.
El segundo sería el eepublicano que se extendió entre el siglo V a. C. y el año 23 a. C. fecha en que fue asesinado Julio César. El tercero y último sería el periodo Imperial que finalizaría con la división del imperio en dos estados, oriental y occidental, en el siglo IV d. C.
En este contexto la arquitectura romana se desarrolló con la influencia helenística y etrusca que conformaron su pasado, pero que se impregnó de un carácter propio lleno de disciplina, ambición y majestuosidad, como símbolos del imperio en el que se convirtió.
Los expertos suelen indicar como fecha de origen de la arquitectura romana, la construcción de la primera vía y del primer acueducto. A partir del siglo III a. C. se detectan las primeras innovaciones con el desarrollo del hormigón como sustituto o complemento de la piedra y el ladrillo.
Luego la riqueza propia del imperio y La densidad poblacional los impulsaron a descubrir nuevas soluciones arquitectónicas para satisfacer las necesidades que se presentaban y mantener los estándares que se habían planteado en sus estructuras.
Pese a las influencias que recibió de los etruscos y de la cultura griega, la arquitectura romana presenta muchos factores originales que van desde lo estético y los materiales, hasta las técnicas y los programas de construcción.
Este estilo fue capaz de satisfacer gran cantidad de necesidades entre las que destacan los requisitos prácticos de una civilización de estas características y la organización social que suponía el ser un imperio. Pero también se cubrieron expectativas de sectores como la cultura, el entretenimiento, la industria, el comercio y la navegación.
En las estructuras romanas la masa arquitectónica era tan importante como el espacio interior, por lo que el uso que se le diera a este era primordial. El espacio daba respuesta a necesidades concretas y cumplía con ciertos requerimientos estéticos y de confort, pero además era universalista o estandarizable lo que permitía reproducir de forma sistemática las estructuras en cuanto a materiales y técnicas.
Marco Vitruvio Polión, arquitecto, e ingeniero romano del siglo I a. C, describió los principios de la arquitectura romana en su obra De Architectura.
El también tratadista aseguraba que especialmente los edificios públicos debían gozar del equilibro de tres cualidades, las cuales serían posteriormente conocidas como Virtudes de Vitruvio o Tríada de Vitruvio. Estas eran:
- Firmitas o solidez: se refiere a una obra estable y perdurable en el tiempo para lo cual se necesitaban materiales de calidad que pudieran resistir los factores externos. Otro elemento que podía influir en la solidez de la edificación tenía que ver con la selección del terreno adecuado y el confort.
- Utilitas o utilidad: más allá de la utilidad física que pudiera tener la estructura la cual dependía del contexto en el que se elaborara, Vitruvio destacaba principalmente el bienestar y el impacto social que pudiera tener en la comunidad.
- Venustas o belleza: la armonía y la simetría eran aspectos fundamentales de toda edificación y era lo que le conferiría el grado de belleza, lo cual no era asumido como algo superficial o un añadido sino un factor esencial de la obra.
En la Antigua Roma llegaron a desarrollarse edificios públicos y privados, obras de ingeniería civil y militar, así como programas de viviendas sociales y estructuras con fines religiosos, comerciales, artísticos o de simple entretenimiento.
El sistema de organización política y la necesidad de controlar el territorio hizo que los romanos desarrollaran técnicas y generaran estructuras que facilitaran la movilidad de sus ejércitos. Los terrenos de interés se pavimentaron mezclando una capa de grava, relleno y acabado superficial recibido con mortero de cal, lo que permitieron la conformación de vías y carreteras de gran durabilidad.
Otra de las grandes obras de arquitectura cívica fueron los acueductos. Estas estructuras permitían conducir por gravedad el agua desde los manantiales a través de una base de arcos, un canal de piedra u hormigón que dibujase una línea de descenso continua.
También los puentes suele ser una típica construcción romana, los cuales eran más bajos que los acueductos y más anchos, pero con los característicos arcos. La solidez era una de sus propiedades pues buscaban, con secciones en forma de rombo o aberturas en los soportes, resistir el empuje de las aguas.
El foro romano se ordenaba de manera estricta en forma de rectángulo, rodeado de pórticos y con un santuario o templo en un extremo lejos del bullicio. Esta estructura conjugaba muchos aspectos de la vida pública romana y podía estar rodeada de edificios tan importantes como la basílica, el comitum y la curia propias de las reuniones políticas.
Los elementos propios del teatro griego, en el romano se reorganizaron según un esquema sistemático. Se conforma un ambiente arquitectónico cerrado, dentro de un alto muro continuo. La cavea o zona de asientos del público y la orchestra, donde se ubicaban los altos dignatarios, se redujeron de tamaño y se alinearon al edificio de escena.
La misión de estas estructuras seculares era la de albergar la lucha de los gladiadores que se originaron al sur de Roma. Fue junto al arco triunfal y la basílica, estructuras originalmente romanas. Tienen una forma más o menos semicircular y se caracterizaron por sus fachadas con arquerías más grandes, de varios pisos, decoradas con mármol, estuco y estatuas.
Fueron creados para acoger las carreras de caballos y carros, por lo que disponían de una pista dividida a la mitad mediante un muro bajo y en cuyos extremos había columnas cónicas que marcaban los puntos de giro. Solían decorarse con obeliscos y otros trofeos en los puntos intermedios de las pistas. Las graderías solían hacerse en madera o materiales pétreos y se parecían a la estructura y forma de la cavea del teatro y el anfiteatro.
Se trataba de uno de los edificios más importantes de la Antigua Roma. Se conformaba de una sala principal, conocida como cella, en donde se encontraba la imagen de la deidad a la que se dedicaba el templo. Las fachadas de estos templos solían seguir el estilo griego con amplios escalones que llevaban a un pórtico con columnas y un frontón triangular arriba, decorado con estatuas.
Otra invención puramente romana y un elemento cívico clave en esta cultura. Se caracteriza por una sala techada, de planta rectangular con un ábside o dos que podían estar enfrentados o formar un ángulo recto.
Su función era similar a la estoa griega, pues pretendía facilitar un área protegida en la plaza principal para que los ciudadanos pudieran hacer sus asuntos diarios de negocios, incluyendo los juicios al aire libre.
Creada para proporcionar placer a los ciudadanos a través del baño y la relajación. Los baños solían conformarse de una habitación común para desvestirse, al menos de dos habitaciones calentadas y otra de vapor.
Podían contar con espacios para recibir masajes con aceite o para refrigerarse en los días de verano. En estas estructuras destaca el sistema de calentamiento conformado por unos hornos construidos sobre una serie de tubos huecos que transportaban el calor a las habitaciones.
Los expertos identifican en total cinco órdenes en la arquitectura romana, los cuales surgen por adaptaciones de las culturas etrusca y griega. Estas órdenes son:
Es una derivación más simple del dórico. El capitel se conforma de cinco piezas todas lisas, al igual que el fuste circular y el friso sin decorar. Tienen un ligero abombamiento en el centro y decrece hacia el extremo superior. Se apoya en una base con podio.
Se trata de una columna de 16 módulos, adornado con un collarino a modo de tambor cilíndrico entre el equino y el fuste. Debajo de la cornisa lleva dentículos o mútulos.
Por una parte puede hablarse de una simplificación por reducirse el tamaño de las volutas y en ocasiones la eliminación del astrágalo, sin embargo se adorna aún más el capitel y se eleva la altura del fuste.
Conformado por dos o tres series de hojas de acanto en el capitel, dobladas hacia adelante. Además incluye dentículos y modillones para sostener la cornisa, por lo que es el más ornamentado de los cinco estilos.
Se considera el predilecto de los romanos y parece combinar elementos del orden jónico y del corintio. El capitel se forma con hojas de acanto sin calículos pero con dos filas de ovas y perlas, así como cuatro grandes volutas tomadas del jónico.
El estilo arquitectónico romano utilizó una gran variedad de materiales pues buscaban adaptarse a los recursos que encontraran en los territorios que ocuparan. Entre esos materiales se destacan los aparejos de sillería, mampostería y ladrillo combinados con la argamasa de hormigón.
Los ladrillos en principio eran de barro secados al sol, pero al arrancar el imperio se hacían de arcilla cocida. Podían hacerlos de forma cuadrada, rectangular, triangular o redondeada.
En cuanto al hormigón romano también tenía sus características particulares, lo que lo hacía más resistente que el de otras culturas. Era producto de una mezcla de mortero de cal, agregado, puzolana, agua y piedras.
El cemento, las piedras y el mármol también se hicieron presentes. Este último principalmente como revestimiento del ladrillo u hormigón.
Otro material característico de la Antigua Roma era el estuco que se componía de tres capas de argamasa mezclada con mármol pulverizado. Este solía usarse especialmente como cobertura de los cielos rasos y muros interiores de los aposentos.
También conocido como el Anfiteatro de Flavio es una estructura de la época imperial construida en la ciudad de Roma.
En la antigüedad llegó a tener un aforo de 65 mil espectadores con 80 filas de gradas. Se trata del anfiteatro más grande construido por los romanos. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y es considerada una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno.
Conocido como el Forum Magnum, está ubicado en la zona central de la ciudad de Roma, y estaba destinado para reunir instituciones de gobierno, mercado y religión.
Se conforma de un camino conocido como la Vía Sacra que lo cruza y conecta con el Coliseo. Incluye una serie de monumentos y edificios de la Antigua Roma entre los que se destacan el Arco de Septimio Severo, el Arco de Tito, cerca de 9 templos y tres basílicas.
Se trata de un arco del triunfo que se encuentra entre el Coliseo y la colina del Palatino, en Roma y que se construyó para conmemorar la victoria de Constantino I el Grande. Mide 21 metros de alto, 25,7 metros de ancho y 7,4 metros de profundidad. Tiene tres arcos centrales y se conforma en su parte principal de columnas adosadas y un ático con una inscripción encima.
Es un antiguo templo romano conformado por un edificio circular con un pórtico de ocho grandes columnas del estilo corintio y dos grupos de cuatro detrás.
El vestíbulo rectangular une el pórtico con la rotonda, en donde se erige una cúpula de hormigón con una abertura central a cuarenta y tres metros de altura. Se convirtió en un templo icónico de la cultura romana y por ende fue copiado en numerosas ocasiones por otros arquitectos.
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