Definición de singularidad

Singularidad es una noción que tiene su origen en el vocablo latino singularĭtas. Se trata de la característica de aquello que es singular: poco frecuente, fuera de la común o asombroso. La singularidad, por lo tanto, es la cualidad que distingue a algo de otras cosas de su tipo.

Por ejemplo: “La singularidad de ‘Rayuela’ es que no debe leerse de corrido, sino que hay que alternar los capítulos”, “Para tener éxito en China, debemos conocer la singularidad del mercado”, “Debemos difundir la singularidad cultural de esta región para que más turistas se acerquen a conocerla”.

Los seres vivos pueden ser calificados de singulares si presentan ciertos rasgos, ya sea físicos o en su forma de ser, que los distinga claramente del resto de los individuos de su especie o de su entorno. Una singularidad en el carácter de una persona o un animal puede ser algo que lo diferencia del resto, generalmente algo positivo, que lo vuelve especial y atrae la atención de los demás.

La idea de singularidad se emplea de manera específica en diversos contextos. En el campo de la física, se llama singularidad espaciotemporal a la región del espacio-tiempo en la que no es posible determinar magnitudes físicas vinculadas a los campos gravitatorios.

La singularidad matemática, por su parte, se vincula a las funciones. Hay funciones que evidencian un comportamiento inusual al asignarles ciertos valores a las variables independientes: en estos casos, se habla de la singularidad de la función.

Otro concepto en el que aparece la palabra singularidad se encuentra en el terreno de la tecnología. La singularidad tecnológica hace referencia a un hipotético momento en el cual el desarrollo de la inteligencia artificial provocaría un profundo cambio en la sociedad. Dicho cambio sería tan grande que las personas no serían capaces de adaptarse al nuevo entorno. Para que la singularidad tecnológica sea posible, se necesita que la inteligencia artificial supere a la inteligencia humana.

La idea principal detrás de la hipotética singularidad tecnológica, a veces también llamada fuerte inteligencia artificial u omega, es que los robots se vuelvan tan inteligentes como para comenzar a construir versiones más avanzadas de ellos mismos, usando conceptos y principios que superen la capacidad del ser humano, el cual ya no podría volver a dominarlos nunca más.

Del mismo modo, las entidades de inteligencia artificial existentes meramente en software podrían ser capaces de programar mejoras para ellas mismas, así como clonarse o desarrollar nuevas entidades desde cero, que también excederían el saber humano en el campo de la programación y las materias asociadas, como ser las matemáticas y la lógica.

Si bien la singularidad tecnológica parece propia de un libro de Isaac Asimov o de una película de ciencia ficción futurista, muchos especialistas en el tema aseguran que no estamos tan lejos de vivirlo en la realidad. Algunos signos de su aparición son la creciente inteligencia de los motores de búsqueda y la cantidad de información que recopilan acerca de nosotros; esto nos puede parecer cómodo en el día a día, pero en el futuro podría volverse en nuestra contra.

Entre los estudiosos que apuntan a la década de 2030 para la llegada de este fenómeno sin precedentes, están quienes aseguran que no podríamos saber si la inteligencia artificial ya ha alcanzado dicho estado de superioridad con respecto a la humana si quisiera esconderlo de nosotros.

El sueño de todo desarrollador de inteligencia artificial es que sus creaciones lo sorprendan, que lleguen a razonamientos que él no haya predicho, que reaccionen de formas inesperadas; y es esta misma pasión, similar a la de los padres que intentan dar a sus hijos todas las posibilidades que están a su alcance, la que puede llevarnos a la singularidad tecnológica.

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