Definición de ganadería
La noción de ganadería se utiliza con relación al ganado: el grupo de animales de carga o trabajo que se desplazan y se alimentan en conjunto. El término puede aludir al conjunto de ganados de un productor o de una zona, o a la actividad consistente en la cría y la comercialización de estas especies.
Como actividad económica, la ganadería se basa en la explotación de animales domesticables con fines productivos, aprovechando su carne, cuero, leche, etc. El sujeto dedicado a la ganadería recibe el nombre de ganadero.
Los conocimientos de zoología y de veterinaria son muy importantes para el desarrollo de la ganadería, cuyos orígenes se remontan a la transición de una economía de recolección, caza y pesca a una economía basada en la producción voluntaria. Estos profesionales actualmente pueden ayudar a prevenir y controlar algunas enfermedades de los animales, por ejemplo.
La ganadería bovina (vacas), la ganadería porcina (cerdos), la ganadería ovina (ovejas) y la ganadería caprina (ovejas) están entre las actividades ganaderas más importantes a nivel mundial. Una gran cantidad de personas en todo el planeta tiene la ganadería como medio de vida.
Debido a las necesidades de espacio y de recursos naturales, la ganadería se lleva a cabo en entornos rurales. Muchas veces, en un mismo campo se desarrolla la ganadería de manera simultánea a la agricultura, ya que se aprovecha el terreno para criar animales y realizar cultivos. Además, los animales pueden generar el estiércol que se emplea como abono para las plantas, mientras que las plantas pueden servir de alimento para los animales.
Es importante señalar que la ganadería no es una actividad natural, es decir que no estaba en los planes de la naturaleza que una de sus creaciones procediera de este modo para procurarse el alimento: los cazadores tienen garras, dientes filosos, fuerza y agilidad ideales para atrapar a sus presas, así como los herbívoros nacen con los medios para arrancar las hojas y ramas de las plantas; sólo el ser humano buscó un camino diferente al que le indicaba su propio cuerpo.
Este comportamiento tiene sus consecuencias, y no son precisamente buenas. Como se menciona en un párrafo anterior, son necesarias medidas artificiales para hacer frente a ciertos problemas, como las enfermedades de los animales, ya que se los trata como recursos y, dado que representan cantidades importantes de dinero, no se los puede descartar a menos que sea absolutamente necesario. La ganadería también afecta negativamente el medio ambiente, en especial la que se practica a niveles industriales.
Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (cuya sigla es FAO), la ganadería es la actividad realizada por el ser humano que causa el mayor impacto en el planeta. Más de un tercio de la Tierra se destina a la producción de grano para piensos y más de un cuarto, a la de pasto. No olvidemos que los animales de granja también necesitan comer, y mucho, y para sustentar este negocio muchas veces se destruyen espacios naturales, como ser grandes bosques.
Alrededor del 18% de los gases de efecto invernadero surgen de la ganadería, y está directamente relacionada con la lluvia ácida. Como si todo esto fuera poco, para practicar esta actividad se consume casi un 10% del agua de todo el planeta cada año, mientras que tantas personas mueren de sed o entran en guerra para conseguir un poco más de este precioso recurso natural.
En términos más precisos, se necesitan 20 mil litros de agua para producir tan sólo 1 kilogramo de carne de vaca. Por otro lado, la ganadería también acarrea la contaminación del agua a causa de los residuos del alimento balanceado para los animales, de sus heces, de los fertilizantes y los pesticidas, entre otras fuentes.