Definición de desarrollo sustentable
La idea de desarrollo refiere al progreso, el avance o el crecimiento. Sustentable, por su parte, es aquello que se puede sostener con argumentos propios.
Con estas definiciones, podemos centrarnos en el concepto de desarrollo sustentable, que también se conoce como desarrollo sostenible: se trata del desarrollo que puede mantenerse durante mucho tiempo sin perjudicar al medio ambiente ni extinguir los recursos. Esto quiere decir que el desarrollo se puede sostener o sustentar por sí mismo sin afectar al entorno ni a terceros.
Por lo general el concepto de desarrollo sustentable se emplea en los terrenos de la ecología y de la economía. El desarrollo sustentable es un proceso que puede perdurar ya que no provoca el agotamiento de los recursos disponibles y, por lo tanto, su permanencia no afecta a las generaciones venideras. Dicho de otro modo, el desarrollo sustentable permite satisfacer necesidades actuales sin poner en riesgo la satisfacción de necesidades futuras.
Tomemos el caso de una región cuya economía está basada en la tala indiscriminada de árboles y en la sobreexplotación de los recursos forestales. Este tipo de desarrollo no es sustentable, ya que la naturaleza no está en condiciones de volver a generar rápidamente los recursos que se utilizan o consumen. Por eso, de continuar con ese ritmo, en algún momento ya no habrá árboles que talar ni terrenos disponibles para el cultivo.
En cambio, una actividad productiva que no genera contaminación ambiental y que está basada en el aprovechamiento de la energía eólica puede brindar un desarrollo sustentable. Esto se debe a que el viento no se agota y a que la actividad en cuestión no daña el medio ambiente: por eso se podría seguir realizando indefinidamente.
El desarrollo sustentable tiene como metas principales la reconciliación de los aspectos social, económico y ambiental de nuestras actividades y la definición de proyectos que resulten viables, de manera que podamos aprovechar los recursos de la naturaleza para satisfacer nuestras necesidades sin causar daños irreparables en al medio ambiente. Dentro de este concepto, existen tres principios fundamentales que debería tener en cuenta cualquier persona, comunidad o empresa: sostenibilidad económica, sostenibilidad social y sostenibilidad ambiental.
En el ámbito del desarrollo sustentable, entendemos por sostenibilidad económica todas esas actividades que se consideran rentables y posibles desde un punto de vista financiero, y que apuntan a un crecimiento de la enconomía de un individuo, de una comunidad o de una empresa.
Por otro lado se encuentra la sostenibilidad social, que se apoya en mantener la cohesión social en la búsqueda de objetivos en común. Se trata principalmente de los esfuerzos por reducir el impacto social negativo que pueda causar la actividad desarrollada, al mismo tiempo que se potencie su impacto positivo. También se encuentra vinculada a los beneficios que pueden recibir las comunidades locales para que mejoren sus condiciones de vida.
Para hablar de sostenibilidad social, dichos beneficios deben alcanzar a todos los integrantes del grupo humano que se encuentra involucrado directa o indirectamente en la actividad de desarrollo sustentable; por ejemplo, en el ámbito empresarial, debe incluir a los empleados, a los clientes, a los proveedores y a la comunidad local, aportándole a cada uno algo que necesite para mejorar su vida.
El tercero de los pilares fundamentales del desarrollo sustentable es la sostenibilidad ambiental, un concepto que gira en torno a volver compatible la actividad y el cuidado de los ecosistemas y la biodiversidad, para evitar que se destruyan y dejen de ofrecernos los recursos necesarios. Alcanzar este punto de equilibrio no es fácil, sino que requiere un análisis profundo del potencial impacto de la actividad, tomando en cuenta aspectos como los residuos y las emisiones que se generan.