Definición de continente
Realizar una definición exacta de continente es más difícil de lo que puede suponerse. Un continente es una unidad de tierra de dimensiones importantes que puede distinguirse de otras más pequeñas (como los países) por motivos propios de la geografía o de la cultura.
No existe una cantidad específica de continentes: todo depende la perspectiva seguida a la hora de distinguir entre un continente y otro. A través de una de las formas más habituales de enumerarlos y caracterizarlos obtenemos la siguiente lista:
* África, que se distingue de Europa por la separación del estrecho de Gibraltar y de Asia por el Canal de Suez;
* Antártida, que se encuentra en la zona circundante al Polo Sur;
* América, separado de Asia a través del estrecho de Bering. Suele dividirse en tres subcontinentes: Sudamérica, Centroamérica y Norteamérica;
* Asia, región limitada por el océano Índico y el estrecho de Bering;
* Europa, que se extiende hasta la Península Ibérica;
* Oceanía, ubicado al sureste del continente asiático.
De acuerdo a esta noción, los continentes son seis: África, Antártida, América, Asia, Europa y Oceanía. Hay quienes incluso consideran que Europa y Asia forman un único continente (conocido como Eurasia), mientras que otros suman a África a esta entidad (Eurafrasia).
Otra tendencia incluye al continente australiano, también conocido como Sahul, que estaría compuesto por la Australia continental, Nueva Guinea, Tasmania y los territorios insulares del este del archipiélago malayo a partir de la línea de Wallace.
Si nos remitimos a la división más usual, el continente más grande es Asia (con una superficie de 43.810.000 de kilómetros cuadrados), seguido por América (42.330.000), África (30.370.000), Antártida (13.720.000), Europa (10.180.000) y Oceanía (9.010.000).
Al tener en cuenta el nivel de población, el primer lugar lo ocupa Asia. Detrás se ubican África, América, Europa, Oceanía y Antártida, en ese orden.
La formación de los actuales continentes
Gracias a los estudios desarrollados durante años por científicos de diferentes campos, tales como historiadores, físicos y geólogos entre muchos otros, sabemos que todo en la Tierra, incluso las enormes masas continentales, se encuentra en constante movimiento.
Existen muchas opiniones respecto de la formación de la Tierra y su división en los continentes que hoy conocemos, siendo la más aceptada la teoría de la Pangea, la cual fue propuesta por el meteorólogo y geofísico de origen alemán llamado Alfred Wegener.
Wegener afirmaba que la Pangea, formada hace alrededor de 300 millones de años, había sido el producto de la unificación de grandes fragmentos de tierra (continentes) que en ese entonces se hallaban separados y se habían unido formando un único continente completamente rodeado de agua, un océano llamado Panthalassa.
Después de 20 millones de años de evolución y a causa de la acción centrífuga provocada por la rotación de la Tierra, dicho continente comenzó a fragmentarse y trasladarse. Esta ruptura se originó de forma simultánea tanto al Norte como al Sur, dejando dos bloques ampliamente diferenciables: al norte se ubicaban lo que actualmente conocemos como Norteamérica y Asia, unidas, región que recibió el nombre de Laurasia; por otro lado, al sur, nuestras Antártida, Australia e India, conformaban la denominada Gondwana. Su división continuó progresivamente, hasta que el mapa de la Tierra adquirió su presente aspecto y distribución.
El desplazamiento de las masas terrestres no ha cesado nunca; desde la separación de los continentes, la tierra ha continuado en movimiento y, según afirman algunos científicos, es muy posible que en un futuro vuelvan a unificarse todos los continentes. Esta idea del retorno de Pangea resulta fascinante a la vez que suscita muchas preguntas. ¿Será posible convivir tan cerca los unos de los otros?