Qué es Legitimidad:
Legitimidad hace referencia a la cualidad o condición de legítimo. Lo legítimo, por su parte, es aquello que se encuentra en conformidad con las leyes y que, por ende, es lícito.
Asimismo, por extensión, suele emplearse el adjetivo legítimo para referirse a la validez o verdad de un asunto o cosa. Como tal, la palabra deriva del latín legitĭmus, y se compone con el sufijo "-dad", que significa cualidad.
En este sentido, legitimidad es un término asociado a las Ciencias Políticas, al Derecho y a la Filosofía, que designa aquello que está en concordancia con lo que expresa el ordenamiento jurídico.
La legitimidad ocurre cuando lo que mandan las leyes o lo que dictamina una autoridad es obedecido.
Para ello, la norma emitida debe contar con los atributos de validez, justicia y eficacia, que implican que la ley sea promulgada por un órgano o autoridad competente; sea justa, razonable y equitativa; y que los ciudadanos la sigan, la acaten y la cumplan.
Cuando alguien está dotado de legitimidad, tiene la capacidad realizar una función pública que implique ejercer el poder, mandar y ser obedecido.
La legitimidad, como tal, implica el reconocimiento, por parte de los otros, de que una persona está investida de autoridad pública para ejercer un cargo del Estado.
Legitimidad y legalidad
Legitimidad es un concepto asociado a la política y al ejercicio de los poderes y la autoridad pública, mientras que legalidad es un término relativo al ámbito del Derecho que se refiere a lo que es legal.
Por un lado, la legitimidad se obtiene mediante una serie de normas y procedimientos que dotan a determinados funcionarios de autoridad pública y mandato, mientras que la legalidad es todo el sistema jurídico sobre el que se sustenta la organización política de un Estado, de allí que el ejercicio del poder esté sometido al ordenamiento jurídico.
En este sentido, cuando el poder legítimamente obtenido violenta las leyes pierde, automáticamente, legitimidad
Vea también el significado de Legalidad.
Legitimidad política
La legitimidad política se obtiene, dentro de un Estado, cumpliendo con la serie de normativas y procedimientos que dotan de autoridad el mando y la gestión de los funcionarios o los ocupantes de un cargo público dentro de la organización política de una nación o jurisdicción.
Lo contrario, la ilegitimidad, traería como consecuencia una crisis de legitimidad que derivaría en una crisis política, pues los ciudadanos, al desconocer la legitimidad de quienes ejercen el poder político, se verían impelidos a tampoco reconocer u obedecer su mandato.
Vea también el significado de Crisis política.
Legitimidad del poder
Un poder es legítimo cuando tiene la potestad de mandar y de ser obedecido. Para su legitimación, el poder tiene que cumplir un conjunto de reglas y de procedimientos, así como atravesar una serie de instancias que lo dotarán de autoridad ante sus gobernados.
En las Ciencias Políticas, la legitimidad implica la justificación ética del origen del poder, de allí que, en nuestros sistemas políticos modernos, la democracia sea la instancia legitimadora por excelencia del poder.
No obstante, sistemas políticos antiguos, como la monarquía, sostienen que el poder del rey deriva de la voluntad divina.
Vea también el significado de Poder.
Legitimidad del Estado
Un Estado goza de legitimidad cuando entre los miembros de la comunidad política, los factores sociales y la ciudadanía que lo integran existe un consenso lo suficientemente amplio y sólido para convenir en acatar su orden, sus instituciones, sus leyes y su autoridad.
Vea también el significado de Estado.