Qué es el fascismo italiano

El fascismo italiano fue un movimiento político de carácter totalitario, liderado por Benito Mussolini. Se desarrolló entre los años 1920 y 1943, especialmente tras la crisis política y económica que generó la Primera Guerra Mundial. Italia fue el primer Estado fascista de la historia.

El fascismo fue una ideología que concilió diversas políticas que exaltan el nacionalismo y el totalitarismo central. Sin embargo, no se identificó ni con los ideales políticos de derecha ni de izquierda.

Por el contrario, consistió en enaltecer la idea de nación ante el individuo, promover la violencia, el unipartidismo y limitar la libertad de expresión.

El fascismo italiano surgió como una respuesta de carácter político-cultural que atendió a la profunda crisis económica y política que enfrentaba Reino de Italia tras la Primera Guerra Mundial.

Se presentó como una “tercera posición” política. Su fin era responder a los cambios que enfrentaba la civilización occidental como la lucha de clases, la pérdida de influencia europea, la lucha contra los bolcheviques o el surgimiento de las vanguardias intelectuales y artísticas, entre otras.

Esta tercera posición fue una alternativa política que se caracterizó por ser una posición contraria al capitalismo y al comunismo. Su intención fue promover el ultranacionalismo y el centralismo.

El fascismo italiano ha sido el modelo a seguir, a lo largo del siglo XX, de muchos sistemas políticos que se caracterizan por ser nacionalistas, revolucionarios y tener líderes carismáticos y populistas.

Origen del fascismo italiano

La crisis de postguerra en Italia dio paso a que los militantes de grupos patrióticos, ex sindicalistas y demás agitadores se reagruparan nuevamente para defender ideas nacionalistas de tipo radical.

El poeta Gabrielle D''Annunzio fue de los primeros en liderar estos movimientos. Fue así que fundó el Estado libre de Fiume (1920), y redactó una constitución en la que expuso, de forma notable, su tendencia fascista.

Por su parte, Benito Mussolini se valió de la pobreza y crisis política de su país para refundar en marzo de 1919, en Milán, los Fascis italiani di combattimento (en español, Fascios italianos de combate), conocidos como fascistas. Los años siguientes se caracterizaron por ser muy violentos.

Violencia fascista

Los grupos fascistas, respaldados por terratenientes y diversos miembros de la clase media, provocaron numerosos enfrentamientos violentos en contra de las condiciones laborales y económicas que enfrentaba el pueblo italiano.

Gran parte de estos ataques ocurrieron en la zona norte de Italia y fueron liderados por los escuadrones de “Camisas negras”. Estos grupos atacaron, especialmente, a los partidos de izquierda que apoyaban el socialismo y el comunismo, a todos quienes consideraban enemigos políticos y a las organizaciones sindicales.

Creación del Partido Nacional Fascista

En 1921, Mussolini convirtió a los Fascis italiani di combattimento en el Partido Nacional Fascista (PNF), y a partir de ese momento se dio a conocer también como Duce (Líder). Esta fue la única formación política legal en Italia entre 1925 y 1943, considerada como la máxima representación del fascismo italiano.

Marcha a Roma

En octubre de 1922, Mussolini convocó a los militantes del PNF y los Camisas negras a ejercer actos violentos por todo el país. Ante la pasividad de las fuerzas militares y policiales, los fascistas se dirigieron hacia Roma para tomar el poder y dejarlo en manos de Mussolinni.

Esto se conoce como la “Marcha a Roma”, que dio fin al sistema parlamentario italiano e inició el régimen fascista que condujo a una dictadura totalitaria.

Ascenso de Mussolini al poder

El 25 de octubre, tras la presión de los Camisas negras, el rey Víctor Manuel III llamó al poder a Benito Mussolini. Su intención era evitar una guerra civil e intentar detener sus actos. Sin embargo, Mussolini exigió ser el jefe de gobierno y el rey tuvo que acceder a su pedido. El 30 de octubre de 1922, Mussolini formó su gobierno como primer ministro.

Características del fascismo italiano

La nación sobre el individuo

Lo más importante para el fascismo era defender y luchar por la nación. La figura del individuo quedó desplazada y suprimida al limitar su libertad.

Totalitarismo

Fue un sistema de gobierno dictatorial y totalitario cuyo líder se caracterizó por ser carismático y tener el poder de regular todas las áreas de desarrollo humano para imponer su ideología y control. Por ejemplo, la educación, creación de leyes, las entidades públicas, los medios de comunicación, etc.

Corporativismo

Fue establecido un único sindicato que agrupaba todos los gremios, que debían seguir las órdenes del líder fascista.

Uso de la violencia

Los fascistas reforzaron la visión de que a partir de la lucha violenta podían alcanzar el poder. La violencia paramilitar con los Camisas negras, fue una herramienta eficaz.

Libertades coartadas

Fue censurada la libertad de expresión. Los medios de comunicación fueron usados para exponer las propagandas fascistas y lemas de Mussolini.

También fue censurada la libertad de asociación, que provocó la casi extinción de los movimientos antifascistas y la prohibición de hacer huelgas por ser consideradas ilegales. Incluso fue prohibida la masonería.

Unipartidismo

El Partido Nacional Fascista fundamentó sus bases en el nacionalismo italiano, fue el único partido legal y la máxima representación del fascismo italiano.

Suspensión de las elecciones

El gobierno fascista anuló las elecciones, por esta razón, durante el tiempo que Benito Mussolini gobernó en Italia, no se realizaron ningún tipo de elecciones. El pueblo no tuvo derecho al voto.

Ilegalización de los partidos opositores

Fueron disueltas las organizaciones políticas, por lo que desaparecieron los partidos sindicalistas y demás partidos políticos opositores. El Partido Nacional Fascista fue el único partido político considerado legal.

Sistema judicial represor

A través del Tribunal Especial de Defensa del Estado fueron juzgados todos aquellas personas que se oponían al fascismo. Muchos opositores fueron presos en islas lejanas, otros exiliados, incluso, hubo quienes recibieron pena de muerte.

Dominio absoluto de la vida pública

El Partido Nacional Fascista logró dominar casi todos los aspectos de la vida de los italianos (trabajo, educación, actividades de ocio, etc.), sobre todo, a partir de 1930, cuando Mussolini tenía mayor dominio del poder.

Uso desmedido de la propaganda

La popularidad de Mussolini se afianzó a través de la propaganda continua que exhibía los planes de tipos político, económico, cultural y deportivo a llevar a cabo.

Italianización fascista

Las minorías étnicas fueron consideradas como un impedimento para crear un estado totalmente italiano. Esto dio paso a la italianización fascista, que consistió en obligar a los ciudadanos de origen extranjero asumir la cultura y lengua italiana.

Expansionismo

El fascismo italiano fundamentó la idea de expandir su poder político sobre otros territorios en el extranjero, como la invasión a Etiopía (1935-1936) o Albania (1939).

Símbolo del fascismo italiano

El fascismo italiano tuvo como símbolo representativo el fasces o haz de lictores (funcionarios públicos de la Roma clásica). El símbolo está compuesto por la unión de 30 varas de madera, atadas en forma de cilindro con una cinta de cuero de color rojo, que sostienen un hacha.

Se trata de un símbolo que representa la fuerza de la unión, y que ha sido utilizado por diferentes organizaciones políticas, desde la antigua Roma hasta el fascismo italiano.

Asimismo, los grupos de fascistas italianos utilizaron uniformes de color negro, especialmente los Camisas negras, inspirados en los arditi (soldados de asalto de élite en la Primera Guerra Mundial). El color negro representaba la muerte.

Consecuencias del fascismo italiano

Dio lugar al nazismo alemán

El fascismo italiano es anterior al nazismo alemán, cuyo líder Adolf Hitler, tomó una postura antisemita mucho más radical que la de Mussolini.

Participación en la Segunda Guerra Mundial

Mussolini y Hitler se aliaron durante la guerra. Sin embargo, muchos italianos no apoyaban tal alianza. Italia participó y el resultado fue un desastre militar dada la cantidad de derrotas, así como, la falta de recursos armamentísticos y económicos para sustentar las tropas.

Fascismo en América Latina

El fascismo italiano también llegó a América Latina, donde diversos líderes políticos impusieron dictaduras militares de gran represión.

Destacan las dictaduras de República Dominicana por Rafael Leónidas Trujillo (1930-1961), la dictadura chilena impuesta por Augusto Pinochet (1973-1990) o la dictadura en Paraguay impuesta por Alfredo Stroessner (1954-1989), entre otras.

Contexto histórico

Durante la Primera Guerra Mundial, el Reino de Italia formó parte de la Triple Entente para combatir en contra las Potencias Centrales (Imperio de Alemania, Imperio Austrohúngaro e Imperio Otomano).

Francia y el Reino de Bretaña e Irlanda, le habían ofrecido al Reino de Italia concederle territorios de los imperios vencidos. Sin embargo, no cumplieron con su palabra, y en el Tratado de Saint-Germain-en-Laye se consideró que el apoyo económico y militar italiano había sido menor en comparación con los otros países aliados.

Esta situación generó un descontento generalizado entre los italianos y repercutió en la refundación de la organización fascita en Milán, para el momento liderada por Benito Mussolini. Sin embargo, las organizaciones fascistas son anteriores y datan de finales del siglo XIX.

Tras finalizar la Primera Guerra Mundial, Italia enfrentaba una gran crisis económica, política y social que se extendió, aproximadamente, entre los años 1920 y 1930.

Durante este periodo hubo numerosos enfrentamientos violentos liderados por el movimiento fascista y que impulsaron el liderazgo de Mussolini, hasta llevarlo al poder e imponer una dictadura fascista.

En julio de 1943, tras la solicitud del Gran Consejo Fascista, el rey Víctor Manuel III destituyó a Mussolini de su cargo de primer ministro y fue sustituido por Pietro Badoglio.

A continuación, siguieron 20 meses de guerra que conllevaron al final del fascismo italiano y la división del país, al norte la República Social Italiana y al sur el Reino de Italia.

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