Qué es Ambientalismo:
La palabra ambientalismo se refiere a aquellos movimientos sociales y comunitarios cuya causa principal es la protección y preservación del medio ambiente.
Este tipo de movimientos suelen ser denominados también como conservacionismo, política verde o ecologismo. Este último término, sin embargo, no debe ser confundido con la palabra ecología, que significa ‘ciencia que estudia el medio ambiente’.
El ambientalismo ha ido creciendo en la medida en que ha crecido el parque industrial, especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XX.
Ha alcanzado su punto álgido desde los años 70, en pleno contexto de la crisis del petróleo, cuando se pusieron de manifiesto las contradicciones entre el modelo del desarrollo y la sustentabilidad del estilo de vida contemporáneo.
Uno de los temas que más preocupa a los ambientalistas de la actualidad es el fenómeno del calentamiento global.
Vea también Calentamiento global.
Objetivos del ambientalismo
En términos generales, los movimientos ambientalistas o el ambientalismo se propone:
- Preservar el medio ambiente;
- Prevenir la extinción de especies animales y vegetales;
- Combatir la destrucción del medio ambiente;
- Crear conciencia en la población sobre la responsabilidad humana en las alteraciones del ecosistema.
Tipos de ambientalismo
El ambientalismo abarca un espectro muy amplio de tendencias con fundamentaciones ideológicas o científicas diferentes, por lo que algunas de ellas resultan contrarias entre sí. Por ejemplo, existe ambientalismo feminista, socialista, liberal, etc.
Todos ellos pueden ser agrupados dentro de grandes bloques o tendencias. El investigador Isaías Tubasura Acuña en un ensayo llamado Ambientalismos y ambientalistas: una expresión del ambientalismo en Colombia presenta la siguiente forma de agruparlos: el ambientalismo reformista y el ambientalismo radical. Veamos cada uno por separado.
Ambientalismo reformista o superficial
De acuerdo con Isaías Tubasura Acuña, este tipo de ambientalismo no es en realidad un grupo beligerante, pues no posee fundamentación ideológica ni está estructurado en torno a una conciencia de grupo o en torno a una agenda.
Admite sin mayores cuestionamientos la era del tecnocratismo y encuentra en la ecoeficiencia la solución más viable a los problemas de la industrialización. Se aproxima al discurso del desarrollo sustentable y del desarrollo humano propuestos por el ambientalismo radical (ver en siguiente subtítulo).
Se trataría, pues, de un ambientalismo que admite la necesidad de ser moderado en el uso de los recursos naturales, pero sin un diagnóstico claro del problema, un proyecto de solución a largo plazo y un compromiso real en la acción.
Ambientalismo o ecologismo radical
El ambientalismo radical recibe este nombre por su carácter activista. En su conjunto, el ambientalismo radical se opone al estilo de vida dominante (industrialismo, consumismo y utilitarismo), que basado en la utopía del progreso continuo, justifica el desarrollo científico y tecnológico indiscriminado.
En este sentido, algunos autores sugieren que estos movimientos pueden llegar a tener un cariz acientífico o resueltamente anticientífico.
Se subdivide en dos corrientes: el ambientalismo antropocentrista y el ambientalismo biocentrista, y estas a su vez se subdividen en muchas matrices ideológicas determinadas por el contexto de enunciación.
Ambientalismo antropocentrista
Se refiere a todas aquellas tendencias que tienen el bien del ser humano como centro de sus preocupaciones ambientales. En ese sentido, la protección del ambiente es garantía de la supervivencia humana y de la calidad de vida. Este ambientalismo aboga, pues, por el resguardo del medio ambiente como garantía de justicia social.
Su crítica se centra en:
- la desigualdad en el disfrute de los bienes de la naturaleza y la perpetuación de la pobreza en el presente (por ejemplo, poblaciones que en la actualidad no tienen acceso al agua);
- la sustentabilidad de la vida humana en el futuro (por ejemplo, contaminación o desaparición del agua potable en unas cuantas generaciones).
Dentro de esta corriente se han propuesto alternativas como la promoción del desarrollo sustentable, el desarrollo humano y la calidad de vida, cuyo alcance es considerado un acto de justicia social.
Ambientalismo biocentrista
Centra su preocupación en el resguardo de la naturaleza como fin en sí mismo, de manera que todas las formas de vida presentes en ella tienen el mismo nivel de importancia y deben ser igualmente protegidas.
De esta manera, el ambientalismo biocentrista se fundamenta en el culto a la naturaleza. Dentro de éste se pueden reconocer dos corrientes importantes: el conservacionismo y la ecología profunda.
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